Capítulo siete.
Capítulo siete.
07 de junio, 2018.
Dos semanas.
Es el tiempo que ahora ha transcurrido, desde lo último que les he contado. Justo ahora, el campus universitario es un hervidero de personas con ojeras bajo sus párpados, que no hacen mas que beber café y cargar libros por montones a donde sea que vayan. Mis chicos no son la excepción, solo que a diferencia de la primera vez que los vi, que estaban en grupo cuatro de cinco, ahora solo hay dos.
Zach desaparecido.
Pam en su casa, sin presentarse a clases por miedo.
Lex vete a saber dónde.
Así que solo quedan dos, Lin y Dan.
Dan me resulta alguien muy peculiar, es muy reservado y es el que menos se ve involucrado en todo lo que está pasando. La seriedad destila de él, y mantiene unas facciones tan lisas como la papa que es difícil poder predecir que está pasando por su mente con solo verlo.
Justo ahora, se encuentra con Lin en una de las mesas que hay en mi amado bosquecillo dentro del campus. Ambos están estudiando, supongo que están en lo que ustedes llaman semana de parciales, yo lo llamo la semana en la que todos se vuelven zombies por el aspecto que toman todos en esos días. Pero bueno, en la mesa hay dos vasos de café, unos cuantos libros y cuadernos llenos de garabatos ilegibles.
Otra cosa que llama bastante mi atención es que, Lin tiene un comportamiento diferente con Dan, es como si todo lo serio e inteligente del chico se le pegara a ella. Con él no es resentida, tampoco infantil como lo puede llegar a ser con Lex; no, con Dan es la seriedad en persona, como si tratara de imitarlo y al chico de gafas pues no parece molestarle.
—Ven acá y duerme un poco —le susurra Dan cuando ve que su amiga está entrecerrando sus ojos.
Lin sonríe y restriega uno de sus ojos para luego tomar su vaso de café y darse cuenta de que este está vacío.
—Necesito estudiar más, siento que no estoy preparada.
—¡Que va! —exclama el chico—. ¡Has estudiado todos estos días como loca, deberías darte un descanso!
Veo como la pelinegra, frunce el ceño y girando su cuello hasta donde su cuerpo le permite se levanta y se coloca a la par del chico, quien no tarda en rodearla con su brazo y colocar la cabeza de ella sobre hombro. Dan le da palmaditas en su espalda y poco a poco la chica va cayendo en lo que parece ser un profundo sueño.
Cuando Lin duerme todo parece cambiar dentro de ella, pues sus facciones se relajan y muestra un gesto de serenidad tan profundo resaltando la belleza que esta tiene y que hace que parezca imposible el dejar de verla. Resulta atrayente verla dormir, al punto de que también te hace querer dormir en la forma en como ella lo está haciendo.
Dan continúa leyendo su libro mientras le sirve de almohada a la chica y en el ambiente se respira una profunda paz, el viento sopla suavemente y los pájaros entonan algunas melodías. Veo como las ardillas corretean en los árboles y todo es tan agradable que ahora entiendo porque los zombies vienen aquí a estudiar.
Sin embargo, los minutos de silencio agradable y paz se ven interrumpidos por una pareja, más bien por una pareja corriendo y por una chica atrás de ellos. La chica, una rubia, de estatura pequeña, parece estar histérica, gritando a más no poder y lanzándoles lo que parece ser piedrecillas, a mi mente viene un déjà vu como si ya hubiese visto o vivido una situación similar en el pasado.
—¡Los mataré! ¡Voy a matarlos a ambos! —grita señalando a la pareja en frente a ella.
La pareja frente a ella se detiene, y el chico se da la vuelta mordiendo sus labios con furia mientras que su acompañante se aferra a sus brazos, y este solo se limita a ponerla detrás de él protegiéndola de los ataques de la que grita.
—¿Quieres calmarte? No es como si estuviéramos saliendo ya —dice el chico revoleando sus ojos—. Además, no deberías hacer este tipo de espectáculos en un lugar público, no haces más que avergonzarte.
—¿Avergonzarme? ¿Yo? ¡Ja! —suelta una risa—. Ustedes deberían avergonzarse. Mi novio y mi mejor amiga, resultan ser novios ¡Divino! ¿A que sí?
Una serie cuchicheos y abucheos empiezan a escucharse en el lugar, porque todos los que están ahí presentes han dejado de hacer sus labores por prestar atención al espectáculo que se está dando por este trío. La ex mejor amiga de la rubia, ahoga un grito y cuando se siente observada por todos trata de ocultarse en la espalda de su incompetente novio, porque, no creo que haya otra forma de llamarlo.
—¡Cállate! —grita el chico completamente alterado y haciendo que la rubia retroceda—. Sí te engañé con ella y ¿qué? ¿qué? —el chico suelto a la otra chica y empieza a acercarse a la rubia— ¿Qué harás por ello? ¿Eh?, ¿vas a golpearme? ¿hacer un espectáculo? —el chico ha terminado de acortar distancias y le da un empujón a la rubia—. A ver, golpéame ¡golpéame!
Los ojos de la rubia se han puesto rojos y las lágrimas salen incontrolablemente de sus ojos, sus manos están hechas puños y solo se limita a verlo fijamente a medida este la hace retroceder a puros empujones.
—¡Los mataré! Me aseguraré de que paguen por ello —rechina sus dientes.
—¿Pagar? ¿Pagar el qué? Estúpida rubia —musita tomándola por el cuello—. Solo di que sientes envidia, porque tu mejor amiga tiene un mejor cuerpo que tú, porque está más buena que tú y porque es mil veces mejor que tú —alza la voz como para que todos en el lugar escuchen—. Solo eres una necesitada de amor que no sirve para nada —termina diciendo soltándola del cuello y tirándola al suelo de un empujón más.
La rubia cae sin decir nada, su mirada está perdida pero las lágrimas siguen cayendo. Parece ser que las palabras del chico realmente la han afectado, y mientras los espectadores se acercan a ayudar a levantar a la rubia, el chico no hace más que mirarla con desdén y sacar el dedo de en medio a todos aquellos que lo miran y susurran cosas de él. Toma de la mano a su compañera quien solo estaba parada mirando con pánico todo el show y se alejan rápidamente del lugar, dejando un desastre atrás.
Guío mi vista hacia los chicos y veo como Dan sigue con sus ojos puesto en sus libros, sin inmutarse de lo que está sucediendo y a Lin viendo desde el hombro de su amigo todo lo que ha pasado. Dan parece percibirlo pues parece mirarla por encima del rabillo de su ojo.
—¿Estás bien? Te han despertado, ¿no?
Lin asiente frunciendo sus labios.
—Qué tipo más imbécil —murmura.
—No prestes atención a ese tipo de cosas —le dice mirándola seriamente—. Pudieron arreglar esto es la intimidad de su casa o en otro lugar más privado, sin necesidad de hacer tal espaviento. Solo consiguen quedar como payasos.
—Y alborotadores —concuerda Lin—. Me despertaron de mi siesta —se queja.
Dan sonríe, y creo que es la primera vez que lo veo sonreír. Sus mejillas se agrandan cuando sonríen y sus ojos parecen brillar cuando mira a Lin quejarse. El chico de las gafas coloca una de sus manos sobre la cabeza de Lin, quien lo mira con curiosidad, y este revolea su cabello.
—Vamos a la biblioteca, creo que ahí podrás dormir mejor.
24 de junio, 2018.
He venido a dejarle un regalo a la pelirroja pero no está en su cuarto, sin embargo, no me preocupo por ello porque el agua cayendo me da indicios de que está en algún lugar de la casa tomando una ducha. Y en efecto, no tengo que esperar tanto tiempo para verla cruzar la puerta de su habitación con una bata puesta y una toalla enrollada en su cabeza.
Camina con tanta despreocupación por la habitación que me lleva a pensar que la situación de hace exactamente un mes no la ha perturbado tanto como creía y les hizo creer a los demás incluyendo a la policía.
Cuando despertó y llegó la policía a su habitación para tomar detalles de lo que había sucedido, recuerdo que dijo que el callejón donde camina usualmente estaba sin luz y que ahí había aun tipo que al verla que iba hablando por teléfono la atacó y la empujó contra la pared para robárselo. Y tal como yo creía no mencionó nada de la amenaza por lo que los policías lo dejaron estar sin más. Sin embargo, sé que en su interior estaba preocupada pues de no ser así no hubiera pedido permiso en su trabajo para ausentarse unos días y también no se hubiese mudado temporalmente a la casa de sus padres.
Por lo que he visto estos días Pam tiene una vida llena de lujos y comodidades, sumándole a ello que parece ser la hija perfecta y el orgullo de sus padres. Estos últimos, por supuesto parecen ser personas distinguidas y respetadas en el mundo de la medicina ya que su padre es un odontólogo con suma experiencia y muy famoso en su campo, y su madre alguna vez fue cirujana plástica pero que por alguna razón que desconozco ahora ya no trabaja sino que se ha convertido en una ama de casa que puede darse el lujo de salir con sus amigas a pasar el tiempo sin preocuparse por cosas como el dinero, la comida u otra situación de dicha índole, ya que parece sobrarle a montones.
Comparando su estilo de vida con el de los demás, Pam vive en la gloria, es la vida que toda chica universitaria quisiera, es decir, tiene una familia unida y adinerada; tiene su propio apartamento, y que con solo 23 años y en su cuarto año de carrera ya cuenta con un trabajo como asistente en una clínica. Muchos matarían por ello teniendo en cuenta la situación social que se vive en la cual muchos de los universitarios no consiguen un empleo luego de graduarse y tienen que optar por alternativas ajenas a lo que han estudiado para subsistir.
¡Ah! Es que en definitiva la vida de los humanos es muy ajetreada.
Luego de ver a la pelirroja caminar por toda su habitación, finalmente toma asiento frente a un espejo para peinar su cabello no sin antes tomar su celular —uno nuevo por si te lo estás preguntando— y colocar música. Mientras las canciones se reproducen en el móvil veo como Pam tararea alegremente y husmea entre un montón de cremas y botes en su tocador colocándoselos en su cabello y luego en su cara.
El olor de tanto producto que está usando consigue marearme un poco, y eso que me encuentro fuera de su habitación, en el aire libre, pero ¡por todos los cielos! Que el olor es demasiado fuerte, tanto así que hace que quiera salir volando de acá, pero lo que me mantiene soportando estas pestes es su reacción ante lo que le he traído.
La verdad es que nadie me lo ha dicho, nadie me lo ha ordenado, pero, estoy intrigado. Ella no puede escapar de su destino, es decir el deshacerse de las cosas u ocultarlas no significan que nunca verán la luz. Supongo que esto tal vez me convierta en un cómplice, pero a mi nadie podrá encontrarme ni descubrirme, a lo mucho tal vez ella, pero, aunque lo diga solo la trataran como una loca. Y justo ahora, sí justo ahora, ha terminado de colocarse todas esas cosas en su rostro y se dirige hacia su cama ¡sí, buena chica!
Soltando un suspiro, Pam se acuesta sobre el colchón de su cama y presiona con delicadeza la mascarilla que ahora cubre su rostro. Cierra sus ojos y coloca sus brazos sobre su pecho y no puedo evitar decepcionarme, ¿cuándo verá mi regalo? Los minutos pasan y todo se ha vuelto tan silencioso que desde aquí puedo escuchar el suave latir de su corazón y su acompasada respiración. La pelirroja se ha dormido y creo que poco a poco yo iré por el mismo camino que ha tomado ella.
Un grito.
Un grito que hace que tu piel se erice al solo escucharlo, un grito que te causa escalofríos y logra trasmitirte el temor y pavor de quien lo ha emitido haciendo que te pongas en su lugar.
Un grito ha sido lo que me ha despertado y cuando veo al interior de la habitación veo a la dueña de dicho sonido y no puedo evitar esbozar una cínica sonrisa.
¡Ha visto mi regalo!
Pam está hecha un ovillo en una esquina de su habitación, llorando y con todo su cuerpo temblando. Escucho el crujir de sus dientes y parece no poder despegar su vista de mi regalo.
El papel que dejó caer el otro día está frente a ella y a su lado una pequeña bola blanca, cubierta de pequeñas líneas rosáceas y una circunferencia de color miel que es lo que le ha causado el mayor pavor. Por supuesto que entiendo su reacción, si yo fuera humano también gritaría al ver que un papel que dejé a propósito en la calle perdido aparece en mi habitación de la nada, porque eso significaría que alguien me estuvo o está vigilando.
Como si el destino estuviera de mi lado un frío y fuerte viento empieza a soplar y a sacudir con fuerzas la ventana de la habitación estremeciéndola aún más, soy testigo de como pega un respingo cada vez que la ventana cruje y de cómo lleva sus uñas hacia su boca, mordiéndolas en un vano intento de controlar sus emociones. El viento continúa soplando con fuerza y por alguna extraña razón me veo impulsado a tocar la ventana, la pobre pelirroja vuelve a emitir un grito estridente y pienso que acabará sin voz cuando la ventana cede ante la presión del viento haciendo que esta se abra de par en par dejando entrar la brisa en toda la habitación y por consiguiente moviendo todo a su paso. El papel se eleva por el viento y la bola blanca rueda hasta tocar la punta de sus pies.
Veo como con un temor y miedo evidente baja su vista hacia la pequeña bola y parece ser que la sangre ha abandonado todo el cuerpo de la pelirroja pues su piel se torna pálida y lleva ambas manos hacia su boca en un intento de detener algo que parece querer salir de su cuerpo. A como puede se levanta y corre tambaleante hacia el baño donde deja ir todo lo que parecía estar reteniendo.
Pasan varios minutos hasta que la veo salir del baño con lo que parece ser papel higiénico envuelto en su mano y una pequeña caja de cartón en la otra, la cual coloca en el piso y mirando hacia todos lados se apresura a tomar el papel y la bola —con un gesto compungido— y las coloca dentro de la caja. Una vez la cierra veo como abre su armario y la pone en una esquina, cubriéndola con ropa y más cajas de zapatos.
Sus ojos están rojos y escucho su corazón latiendo con rapidez, lo que se demuestra en su agitada respiración. Cierra las puertas del armario y como si sus piernas no soportaran más su peso se desliza hasta caer sentada sobre el piso, las lágrimas empiezan a caer de nuevo y muerde su mano hecha puño en un afán de amortiguar el sonido de su llanto y gritos.
—Por favor —La escucho suplicar a la nada en medio del llanto—. ¡Déjame en paz!, ¡déjame vivir!
Suelto un bufido.
No me lo digas a mí, díselo al hechor de esto.
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¡Holaaaaa buenaaas! ¿Cómo les va hoy?
Hoy es viernes y eso significa nuevo capítulo. Espero lo hayan disfrutado 👀
¿Ya intuyeron que es lo que le regaló nuestro narrador?
¿Ya saben quien es el que narra?
Déjenme sus teorías en sus comentarios que quiero leerlas.
Muchas gracias por su apoyo ❤👀 recuerda votar y comentar que me hacen muy feliz😂✨❤
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¡Nos leemos luego!❤
Pd: Acabo de publicar una historia de romance juvenil👀 digo, por si te gustaría leerla.
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