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Capítulo cuatro.

Capítulo cuatro.

¿Qué pasó? ¿Se murió? Pero el sujeto de la túnica dijo que no le convendría muerto.

Sigo sin moverme, únicamente presenciando el suceso ante mis ojos y sin emitir ruido alguno, pues de hacerlo es probable que me vea y le agarre igual al tipo borracho y trate de hacerme algo.

Es que uno nunca sabe.

«El túnicas», mira a su alrededor cerciorándose de que nadie lo ha visto y trata de levantar el cuerpo del tipo en el suelo queriéndolo echarlo sobre su hombro pero parece muy pesado para él por lo que no tiene de otra que arrastrarlo hasta lo que parece ser un auto, y ya puesto ahí a cómo puede lo levanta y ¡oh sorpresa! abre la parte de atrás del vehículo que parece tener plástico dentro de el y mete ahí al chico.

Increíble.

Rápidamente cierra la cajuela y como si nada, se dirige al asiento del conductor marchándose a toda velocidad.

Parpadeo con perplejidad.

¿Pero qué rayos ha pasado aquí?

Está más que claro que nadie ha visto a excepción de mi claro está. Estamos en un lugar casi a las afueras de la ciudad, donde solo hay carreteras y bosques alrededor pues la ciudad que está después de Felmor viene siendo casi un pueblecillo rural. Pero está a kilómetros de acá.

El sujeto de la túnica parecía despreocupado por la hilera de sangre que ha quedado en la tierra, y que termina hasta la orilla de la calle donde estaba parqueado el vehículo. Lo cual me parece extraño porque bueno, ¡es sangre! Es decir, ¡evidencia! Pero se ha ido tan majo como quien no quiere la cosa.

La verdad es que eso ha parecido demasiado sencillo, pero a la vez tétrico y abrumador.

Me pregunto, ¿qué resultado tendrá esto?

¿Tú?... ¿Lo sabes?

09 de mayo, 2018.

Ahí está, lo sospechaba, el nuevo cartel que hace compañía a los otros dos y que ahora está por todos lados de la ciudad.

Otro chico desaparecido y al ver los papeles en fila, me doy cuenta de algo que muchos quizás han pasado por desapercibido y es que todos estos chicos tienen una característica en común, ellos tienen ojos de color.

Je, ¿A que no lo habías adivinado? ¿Eh?

Llámame, detective.

Pero al parecer, ahora no solo yo lo sé, sino que alguien más se ha dado cuenta de ello. Lex parece haberlo captado pues ahora cuando ve los carteles una chispa irradia en sus ojos bicolores, toma tres de ellos y en la soledad del bosque dentro del campus se dispone a sacarlos y encerrar lo que yo ya había advertido.

Ojos de color miel, ojos de color verdes y ahora ojos de color celestes.

Veo como con un bolígrafo empieza a anotar en una agenda, parece ser que este chico es más interesante de lo que pensaba pues cuando comienza a hojear su libreta en busca de una hoja en blanco veo las demás páginas llenas de garabatos, círculos y toda la cosa.

Lo que me da a entender que Lex ha estado investigando la desaparición de su amigo sin decirle a nadie. Parece ser que está recolectando pistas, y ahora en la página escribe:

«Todos los desparecidos tienen ojos de color, puede ser solo una coincidencia, pero si un caso más vuelve a surgir y con los mismos rasgos no lo dejaré pasar».

—En efecto —le digo, aunque sé que no puede escucharme. Ja, es lo más divertido.

Pero bueno, que yo tampoco creo que se trate de una coincidencia.

Y a ver, sé que probablemente estés enfado o enfada conmigo, porque vi un asesinato o al menos un intento de ello y no he dicho nada, pero es que dime, ¿quién me creería?, ¿quién me entendería? Y, además, ¿me salvarías la vida? Yo creo que no.

De todos modos, aunque lo haya presenciado puede que no sepa el lugar al que se lo llevaron y además entendí por qué el sujeto de la túnica no le importó que la sangre quedara sobre la tierra.

Las autoridades, aunque desplegaron equipos de búsqueda después de que se emitió la alerta de desaparición, no fueron capaces de encontrar los rastros de sangre pues la lluvia esa misma noche se encargó de eliminarlos. Supongo que «el túnicas», como yo le llamo, je, ya lo tenía previsto pues de otra manera no creo que se hubiera atrevido a hacer algo tan arriesgado.

¿Y sabes, sabes que es lo peor? Que el chico también estuvo en el bar que frecuento. Es decir, me perdí de lo más primordial esa noche por seguir a un niño. Es que a veces si puedo ser muy imbécil. O sea, no es que lo que haya visto no hay sido importante, pues ¡claro que sí! Si hemos sido testigos de un secuestro, y digo hemos porque te lo he contado, lo sabes y ahora te ves envuelto en esto también. Pero el punto es que de haber estado en el bar pude haber visto, apreciado, ¡logrado captar! El contexto de la situación.

En fin, vuelvo a prestar mi atención en Lex y en la libreta que este tiene, distinguiendo en la página que está a mi vista lo que parece ser las últimas cosas que Zach hizo antes de ser declarado como desaparecido, y aunque su letra es legible, el lugar donde estoy no me permite leerlo con la facilidad que yo quisiera, apenas y logro distinguir lo que parece ser una lista con unas cuantas palabras:

◾Zach nos comentó a Daniel y a mí que tenía una novia y que para San Valentín pensaba pasar con ella el día.

◾ Se supone irían a un cine.

◾ Zach nunca fue al cine.

◾ Desapareció un martes y su celular junto con él.

◾ Pam mencionó algo sobre la....

¡Clac! De pronto Lex cierra repentinamente su cuaderno y me quedo a medias leyendo la información que tenía anotado. ¡Excelente!

Le miro con frustración y observo que sus ojos están viendo hacia el frente, con la intriga carcomiéndome enfoco mi vista hacia dónde él lo hace y ahora puedo apreciar que es lo que mira con tanta fijeza.

Lin.

La pelinegra camina con un deje de tristeza, sus brazos van sosteniendo un cuaderno sobre su pecho y toda ella denota un aura negativa y deprimente que hace que mi piel se erice y quiera mantenerme alejada de ella.

Uh, malas vibras, ¡fuera!

Pero a Lex parece no importarle pues a medida la chica se acerca, él se pone en pie y camina a su encuentro. Parece ser que Lin no se ha percatado de él pues el chico se coloca frente a ella causando que la pobre choque contra su pecho y debido a ello trastabille hacia atrás, con una mano me cubro un ojo y con el otro me preparo para ver lo que esto desencadena. Pues al ver esto Lex estira su mano hacia atrás, rodeando su cintura e inclinándose demasiado hacia ella para evitar que caiga contra el suelo.

Un grito ahogado sale de la boca de Lin y su rostro es el reflejo de la preocupación en su máxima expresión. Mientras que Lex no aparta la mirada de los ojos avellana de la chica y una leve sonrisa se esboza en su rostro, parece ser que está disfrutando la situación.

—¿Estás bien? —pregunta sin dejar de mirarla.

Lin asiente, supongo que un poco aturdida y a la vez, diría que perdida en su mirada.

La escena es un tanto cursi y cómica a la vez, porque Lex sigue sosteniéndola por su cintura e inclinado hacia ella como si estuviera a punto de besarla, pareciera que ambos se encuentran en su mundo más no recuerdan que están en el bosquecillo del campus de su universidad donde hay un montón de estudiantes mirándolos divertidos por la escena que están causando.

—¡Míralos! —escucho decir a uno—. Parece como si fuera el paso final de un baile.

Ni Lex ni Lin apartan la mirada uno del otro, y parece ser que Lex quiere aprovechar el momento pues veo con asombro como inclina lentamente su rostro queriendo acortar la distancia que hay entre él y los labios de la pelinegra. ¡Y al parecer Lin también hará lo mismo! Pues veo como alza su mano en dirección al rostro del castaño, pero, ¡oh! ¿qué es lo que veo? Alza su mano y al contrario de lo que yo pensaba no acaricia su rostro, no, está llevando su mano hacia su ¿ojo?

De pronto, Lex se detiene y su vista ahora está fija en el dedo de Lin que de un momento a otro termina tocando el ojo del chico haciendo que este lo cierre por el impacto o quizás ¿dolor?, ¿malestar? Parece ser que eso es todo lo que se necesitaba para romper la burbuja en la que estaban y lo único que escucho a decir a Lin es:

—Tus ojos... son fascinantes.

Luego de tan extraña situación, ahora nos encontramos en un café en el centro de la ciudad, y como siempre, el destino me ama, estos chicos por fortuna decidieron comer y hablar en las mesas colocadas afuera del local y no adentro. He tenido suerte, porque, ¿te imaginas si hubieran decidido lo contrario? Tu y yo estaríamos siendo privados del chisme.

—¿Has estado investigando la desaparición de Zach? —inquiere con un deje de voz sorprendida.

Lex asiente.

—La verdad es que aún no he recolectado mucha información, pero espero ir obteniendo más mientras indague con mayor aprehensión en ello.

Veo como Lin le da un sorbo a su café y luego suspira negando con su cabeza.

—Lex, sé que lo que más deseas es encontrar a Zach y créeme también lo hago. Pero no puedes hacer esto, ¡no eres un detective! —exclama— Y puede ponerte en peligro. No sabemos que fue lo que causó esto, pero imagínate y Zach estaba en cosas indebidas, ¿cómo lidiarás con ello?

—¿No es esa una razón más para aligerar su búsqueda?

—Lex...

—¡Lin, sólo apóyame! —la voz de Lex se eleva unos cuantos tonos más de lo normal causando que la chica se sobresalte en su asiento—. Es mi amigo, lo aprecio, así como los aprecio a todos ustedes, ¿cómo crees que me siento al ver solo 4 de nosotros? ¿crees que no mataría por encontrarlos si ustedes desaparecieran también? ¡las autoridades no están haciendo nada! ¡las investigaciones no están rindiendo frutos y!...

—¿Y las tuyas sí? —exclama azorada—. ¡Sé racional, Lex! ¿Qué puede hacer un chico de veinticinco años? ¡¿Qué?! ¡Apenas y empezamos a vivir!

—¡Sí, pero a Zach le han quitado esa oportunidad! —grita llamando la atención de los presentes.

Las facciones de Lin reflejan resentimiento y sus ojos se ponen llorosos. ¡Oh Dios! ¿Pero qué has hecho Lex? ¡Ahora llorará y se deprimirá más esta chica!

—Lin...

—Sabes que no me gusta que me griten —murmura la pelinegra tratando de contener las lágrimas, sus manos están hecha puños bajo la mesa y de pronto empieza a mordisquear su labio inferior—. Está bien, entiendo tu punto, pero, ¿si sólo ibas a gritarme para qué me has traído acá?

—No Lin, no es eso —dice Lex moviendo sus manos con nerviosismo—. Lamento actuar así, ¿vale? Es solo que me siento frustrado y con mucha impotencia. Sólo, sólo por favor ayúdame.

—¡Que te ayude! ¿A qué? ¿A jugar a los detectives? Lamento sonar así Lex, pero esto me parece totalmente absurdo, porque sabes que es imposible.

—No lo es —susurra Lex sacando su libreta pasándosela a Lin—. Mira, esto es lo poco que he recolectado —observo como la pelinegra le echa un vistazo con detenimiento—. Podemos encontrar más pistas siempre y cuando demos con su último paradero.

—Lex... entiende —Lin lleva ambas manos su cabeza—. Esto no nos llevará a ningún lado más que solo a recordar que él está desaparecido y a lastimar más nuestros corazones. Pueda que no lo muestre porque me esfuerzo en ocultarlo, pero me duele, Lex —los ojos de la chica se ponen vidriosos una vez más—. Me duele más que a nadie porque lo conocí durante tanto tiempo, estuvimos juntos desde la secundaria ¿crees que es agradable pasar por un montón de lugares y verlo en esos sitios como producto de mi imaginación porque ahora el ya no está?

» No me gusta recordar que está desaparecido, suficientes problemas tengo en mi casa y con esto no hace más que destrozar mí ya casi inexistente corazón. Realmente no sé que concepto puedas estar haciéndote de mi ahora, sé que últimamente he estado más sensible de lo normal, que me has llamado inmadura junto con Pam...

—Lin, con respecto a eso —la interrumpe el chico.

—Déjame terminar —exclama—. Sé que piensas que soy infantil, tonta, caprichosa, berrinchuda y todo lo que tú quieras, pero no te has puesto a pensar que ¿así es como puedo lidiar con el dolor?, ¿con todo lo que estoy pasando? No, de seguro que no, porque las personas siempre miran el exterior, lo que refleja su apariencia no el interior, sus sentimientos, lo que ellos sienten, piensan, y por más que sepan que algo no está bien con ellos no son dignos de acercarse y preguntar por un mísero ¿estás bien? Aunque sea.

» Y eso es lo que últimamente he estado pensando de Zach, ¿que tal y no es la persona que nosotros decíamos conocer? ¿Que si oculta algo en su interior? ¿Qué si todos aquí estamos ocultando cosas que a la larga pueden afectarnos? No sirve de nada llorar ahora por Zach, ¿que tal y se suicidó? No sabes los problemas que él tenía... no sabes...

—¡Basta! —exclama Lex—. Ya deja de decir tonterías, Zach no se ha suicidado.

—¿Cómo lo sabes? —pregunta Lin desafiándolo con la mirada—. Ni siquiera puedes responderme porque no lo haces, ni tú ni yo, ni ninguno de los demás del grupo que decimos ser sus más grandes amigos. No tenemos pruebas, solo son suposiciones, así como las que tú has estado recopilando.

—Pero hay una persona que sí lo sabe —murmura Lex arrebatándole la libreta y buscando precipitosamente en una página hasta dar con unas letras encerradas en un círculo rojo—. Su novia.

Lin limpia discretamente una lágrima rebelde que baja por su mejilla.

—¿Su novia? Lex, ni siquiera sabemos quién es.

—Ese es el punto —señala—. Necesitamos descubrir quién es para unir los puntos que tenemos y dar con un resultado.

—Esto es como buscar una aguja en un pajar....

—Por favor, Lin. Ayúdame con esto ¿quieres encontrar de nuevo a Zach, ¿no? Y pegarle por habernos hecho pasar por esto ¿a que sí?

La chica mordisquea su labio.

—Sólo mira —exclama— aquí falta algo y es ella. Es la pieza clave de esta búsqueda. Incluso podríamos decirle a Dan, para que nos ayude. Tres cabezas piensan mejor que una.

—¿Y por qué no Pam?

Lex desvía su mirada.

—Es mejor no involucrarla...

—¿Por qué?

—Solo, solo opino que es lo mejor.

—¿Por qué a ella no la quieres involucrar y a mi sí cuando evidentemente no quiero? ¿Tienes algo que ocultar?

—Lo hago por tu bien, Lin. Porque si le digo a ella, habrá tensión de nuevo.

—Sabes que odio que me mientan ¿no?

—Estoy siendo sincero ¡Sabes que desde Zach ustedes han estado insoportables y no puedes negármelo!

—¿Te recuerdo quien lo empezó? —Alza una ceja.

—Lin...

—Vale, está bien. Te ayudaré con esto —exclama con cansancio— pero a la más mínima pista que encontremos se lo diremos a la policía para que ellos se encarguen. ¿Okay?

—Okay.

Río suavemente. Esto estará interesante.

N/a:

¡Hola buenaaas!

Sólo paso a agradecer por el apoyo a la historia💕✨ y a recordarles que pueden seguirme en mi IG porque ahí subo cositas de la historia.

¡Nos leemos luego!

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