Mi nombre es Concepción Cantú Ballesteros

Mi vida siempre fue un caos, desde mi nacimiento hasta los doce años fui muy feliz, pero cuando entré en la adolescencia empezó mi obsesión por aquel guapo chico, cuando se desataron los acontecimientos más vergonzosos de mi existencia, caí en una terrible depresión creí que podía salir sola de ese bache, pero cuando empecé a albergar pensamientos suicidas. Fue cuando busqué ayuda profesional.

En esos días solo pensaba en una cosa.

Estoy cansada de vivir, pero soy tan cobarde que no soy capaz de acabar con todo esto, sería tan fácil si solo me tomara este frasco de pastillas, para poder dormir y no despertar jamás.

Lo que me salvo de no terminar con mi vida fue el amor por mis hijos y sobre todo el temor a Dios.

La terapista me dijo entre otras muchas cosas más, que en la vida pueden surgir segundas oportunidades y yo tenía que sanar para poder tomar la segunda oportunidad que algún día iba a llegar.

Tenía que empezar por perdonarme a mí misma, pedir perdón a las personas que dañe con mis acciones, aunque eso ya lo había hecho sin resultado alguno.

Al final, tenía que escribir mi historia, cuando me decidiera a hacerlo era porque ya estaba completamente liberada de mi culpa.

Hice muchos intentos de escribir, pero cuando llegaba al capitulo de mi vergonzosa acción, botaba todo a la basura.

Pero ahora fue diferente escribí, y seguí escribiendo pase el capitulo que tanto me afectaba y seguí escribiendo hasta terminar mi historia, ahora la puedo compartir a todas las personas que tengan a bien leerla.

Tuve la oportunidad de disfrutar la vida plenamente, al lado de un hombre bueno que me brindo su amor desde que tuvo uso de razón, pero mi amor enfermizo por un hombre que solo me vio como el único amor, de su mejor amigo.

Dios me dio dos hijos maravillosos, a los que no supe comprender, solo los vi como los culpables de estar atada a un hombre que no amaba al menos era lo que yo creía.

Cuando tenía doce años de edad conocí a un hombre, un poco mayor que yo, desde ese momento supe que él, era el amor de mi vida, pero es mejor empezar por el principio, ¿Me acompañan?