Parte/23
A los pocos días, Ernesto anuncio nuestro divorcio a amigos y familiares, la noticia cayó como una bomba la familia de mi marido regó la noticia por el pueblo, tengo que agradecer que nunca dijo el verdadero motivo, sostuvo la mentira que fue porque ya no nos llevábamos bien. Cada que iba a visitar a mis padres los comentarios mal intencionados de las personas no faltaron.
- ¿Pero qué pasó mija, Si ustedes se veían tan felices, pero ya ni me digas, aunque el Ernesto diga que, porque ya no se llevan bien, estoy segura que el condenado a de andar con otra vieja, si te digo mija todos los viejos son igualitos, todos están cortados con las mismas tijeras.
Es curioso que todas las personas pensaban que Ernesto era el que había fallado, en ningún momento dudaron de mí, al final yo quede como victima y mi marido como el villano.
Tuve que responder cientos de preguntas, conforme iba pasando el tiempo la noticia del divorcio, ya no fue noticia, y paso lo que en todas las parejas de divorciados pasa, los amigos tomaron partido, como la mayoría de amigos en común eran compañeros del trabajo de mi marido, optaron por quedarse con la amistad de él, solo me quedé con una amiga, además de Lucía mi prima.
Creí que iba ser más fácil superar el dolor, pero no fue así, después de la boda de mi hija la soledad, me embargo, deje de ir al pueblo, ya no soportaba los comentarios de las personas, mis padres comprendieron, yo les hablaba por teléfono de vez en cuando, pero conforme pasaba el tiempo me vino una depresión terrible, primero deje de salir, después a no asearme, por último deje de comer, no podía dormir me pasaba las noches en vela pensando una y otra vez en todos los acontecimientos, me recriminaba una y otra vez.
Como pude ser tan estúpida tuve la oportunidad de disfrutar la vida plenamente, al lado de un hombre bueno que me brindo su amor desde que tuvo uso de razón, pero mi amor enfermizo por un hombre que nunca me vio más que como la esposa de su mejor amigo.
Mi hija me odia ya no tenemos ninguna comunicación para ella estoy muerta, mi hijo está al otro lado del mundo, solo vino a la boda de su hermana y se regresó y Ernesto ni se diga tal parece que yo nunca existí para él, estoy cansada, esta vida es una mierda ya no quiero seguir viviendo.
la idea de huir por la puerta falsa cada día se me hacía menos descabellada. Un buen día le dije a la señora que me ayudaba en la casa.
-Doña Lupe tenga su dinero que le debo, este otro como indemnización por el tiempo que ha estado conmigo.
- ¿Pero señora me está despidiendo?
- Mire Lupe voy a viajar y no se cuando regrese y no quiero que por estarme esperando usted pierda la oportunidad de trabajar en otra casa.
- ¿Cuándo se va de viaje?
-En unas horas.
-Esta bien señora, pues que le vaya muy bien, yo de todas maneras voy a hablar por teléfono para ver si ya llego y si no estoy trabajando, me vengo para seguir ayudándola.
-Esta bien Lupe, pero ya váyase.
La señora salió de mi habitación y yo me senté al borde de la cama, reflexionando.
-Estoy cansada de vivir, pero soy tan cobarde que no soy capaz de acabar con todo esto, sería tan fácil si solo me animara a tomarme este frasco de pastillas, para poder dormir y no despertar jamás.
Estuve meditando la idea, y entre más pasaba el tiempo menos descabellada se me hacia la idea de atentar contra mi vida, fui desechando los pensamientos que me impedían tomar esa acción, el dolor que les iba a causar a mis padres, sobre todo a mi madre ya que su religión condenaba a los que atentaban contra su vida, su alma era condenada a arder en los apretados infiernos por toda la eternidad.
Sentía que a nadie le importaba, mis hijos se iban a librar de una madre pecadora, aunque solo había pecado con el pensamiento, pero como decían los sacerdotes, no solo se es infiel con el cuerpo también se es infiel con el pensamiento y yo era una puta consumada, abrí el frasco de pastillas para dormir dispuesta a tomarme todo el frasco sin dejar ni una sola, estaba a punto de tomar las pastillas cuando la voz de mi amiga Soledad me detuvo.
- ¿Qué crees que vas a hacer?
De un manotazo me tiro las pastillas que estaba a punto de ingerir, yo le grite enfurecida.
- ¡Con que derecho intervienes, quien te invito lárgate de mi casa!
-No, no me voy a ir y dejarte en este estado ¡Mírate como estas! ¿Cuánto tiempo tienes que no sales de este cuarto? Apesta a diablos, si no ha sido por doña Lupe que me habló preocupada, ella no se creyó el cuento de tu supuesto viaje, y cuando se te pase esta locura le das las gracias ya que gracias a ella no vamos a lamentar tu muerte.
-Lupita prepare la tina de baño, la señora se va a bañar.
-Si señora Sol, enseguida.
-Después prepara la comida la señora y yo vamos a comer.
Me deje conducir dócilmente a la tina de baño y mientras mi amiga lavaba mi cuerpo, yo me desahogue en medio de un llanto copioso le dije a mi amiga.
-Porque no me dejaste acabar con esta inmunda vida, no entiendes que ya no tengo motivos para seguir viviendo.
-Mira cony yo no se los verdaderos motivos de tu divorcio creo que algo muy grave pasó entre Ernesto y tú, yo no me creo que haya sido por incompatibilidad de caracteres, yo respeto tu decisión de no hablarlo conmigo, pero creo que tu necesitas ayuda de un profesional.
Así era Soledad era mi mejor amiga, pero no tanto como para compartirle mi secreto del amor enfermizo que sentía tener hacia Gabriel ahora mi yerno, ese secreto solo lo sabía Lucía y ella nunca lo divulgo.
-No Sol, no estoy loca se muy bien lo que estoy haciendo.
-No, no lo sabes, hay millones de mujeres que han pasado por lo que tu estas pasando, y siguen adelante, ser divorciada no es el fin del mundo recapacita por favor, no lo hagas por nadie, hazlo por ti, todavía estas en edad de rehacer tu vida.
-Yo no merezco otra oportunidad, y no quiero otra, no entiendes sin Ernesto yo no puedo seguir adelante, el era mi mundo, era mi todo, desde muy niños estamos juntos y ahora el se fue, me dejo, estoy muerta para él.
Mi única amiga de la ciudad y mi fiel sirvienta me salvaron de morir ese día. Esa noche mi amiga se quedó conmigo no me dejó ni un instante.
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