Así se cerraba ese capítulo, pero se abrían otros, mis hijos empezaron a llamar tío a Gabriel, él los quería mucho, pero sentía predilección por Zuly, su cabecita de zanahoria como él le decía.

El seguía sin contraer matrimonio, aunque si se le sabían de algunas aventuras amorosas, eran relaciones nada serias lo que a mí me llenaba de contento, yo atribuía que él se mantenía soltero por su gran amor que sentía por mí, igual de grande que yo sentía por él.

Pasaron los años, mi hija cumplió quince años, se le hizo su fiesta estuvo rodeada de sus familia y amigos, obviamente Gabriel no podía faltar. Mi hijo alex, salió muy inteligente, la tecnología seguía avanzando, llegaron las computadoras.

Se hizo un concurso a nivel nacional, para hacer un programa de informática, concursaron muchísimos alumnos, fueron descartando, al final mi hijo fue el ganador, el premio era una beca para estudiar programación en Francia, el curso iba a durar dos años, lo apoyamos lo llevamos. el iba a estar hospedado en la casa de uno de sus maestros, el apenas era un adolescente recién salido de la secundaría, teníamos que asegurarnos con quién iba a vivir nuestro niño .

Aprovechamos para conocer el viejo mundo, viajamos los tres, fue como una segunda luna de miel, mientras yo no viera a Gabriel, era muy feliz con mi marido, disfrutábamos cada instante que pasábamos juntos mi marido y yo, pero bastaba que volviera a ver a Gabriel, para empezar con mis desviaros. A la única que le confiaba mi secreto era a mi prima Lucía, ella nunca estuvo de acuerdo conmigo.

-Como les fue de viaje.

-Muy bien, el señor Jean y su esposa nos llevaron a conocer los lugares turísticos de París, también fuimos la villa francesa a visitar la gruta de nuestra señora de Lourdes, no sabes que cantidad de personas va a visitar a la imagen.

-¿Y quién es el señor Jean?

-Es el matrimonio que hospeda a Alex.

-A ya me acorde, quería preguntarte ya que Rodolfo quiere que vayamos.

-Si te recomiendo mucho, subir a la torre Eiffel, ver la ciudad desde arriba es una experiencia única, hubiera querido que Gabriel hubiera estado allí.

-Gabriel, Gabriel ya me tienes harta, no crees que ya es tiempo de se te quite esa obsesión, por ese hombre métete en la cabeza que no te quiere nunca te ha querido ni te querrá, el solo te ve como la esposa de su amigo, de su mejor amigo y nada más, ya es tiempo de que le des vuelta a la página.

-Tu no entiendes el me quiere, si no como te explicas que no se haya casado, que quiera a mis hijos como si fueran suyos, eso no te dice nada.

-Si, si me dice y mucho estas locas, solo a ti se te ocurre que ese hombre este enamorado de ti, es una verdadera locura, cualquier día Ernesto va a descubrir que su mujer cree que esta enamorada de su mejor amigo y cuando eso pase, vas a perder todo lo que tienes empezando por tu marido y tus hijos y yo voy a estar aquí para verlo.

-Yo no creo que estoy enamorada de Gabriel, estoy segura de lo que siento por el y aunque te pese el también esta enamorado de mí.

-Estas rematadamente loca, y mejor cambiemos de tema solo porque eres mi prima si no ya le hubiera dicho a Ernesto lo que está pasando contigo.

-Lo que pasa es que me tienes envidia, ¿y sabes por qué?

-A ver con que me vas a salir, porque te tengo envidia.

-Porque tú también querías a Gabriel.

-Ja,ja,ja, ahora sí que se te safo un tornillo, estas loca y sabes una cosa a mi el que me gustaba era Ernesto y tu lo sabes bien, pero en cuanto te casaste deje de lado ese sentimiento y seguí adelante, ya no eres la adolescente de doce años, madura.

-Ya, ya no me regañes, no estas enojadas ¿verdad?

-Claro que no, solo quiero que reflexiones en lo que te dije, Ernesto te quiere mucho, no lo puedes engañar ni con el pensamiento, el solo vive por su familia.

-Si, tienes razón gracias por tu consejo lo voy a tener en cuenta.

-Y así era, Ernesto en todo el tiempo de nuestro matrimonio nunca me fue infiel al menos yo nunca lo supe, muchas veces en mis desviarios, anhelaba que mi esposo me fuera infiel para tener un pretexto para yo poder hacer lo mismos, pero su conducta era intachable un marido como hay muy pocos.

Tan solo le hubiera hecho caso a mi prima mi casi hermana, no hubiera pasado lo que paso.