Capítulo 14
Canta mientras voltea torpemente los panqueques, y Winston mueve las caderas al ritmo de su canción mientras carga una sartén con tocino.
—Levantado tan temprano —Harry entra a la cocina y besa su cuello.
—Quería alimentar a los caballos para poder dar un agradable paseo hasta el viñedo lejano.
Llevan ahí cinco días maravillosos y todas las mañanas Harry se despierta con Louis. Él es como un sueño, su canción le atrae más y más, le encanta. Tal vez, o muy seguramente, se enamoró de aquel castaño de ojos azules brillantes.
Por primera vez en mucho tiempo, siente algo más que remordimiento, dolor o venganza. Esta vez ve su vida como algo de valor en lugar de simplemente arrepentimientos, y Louis hizo eso por él. Lo sacó de las profundidades de aquella ciudad y le mostró que tal vez es más que la suma de los errores.
—Esto se parece a un corazón.—Louis sostiene su sartén con un panqueque torcido adentro.
—Me parece bien —se desliza en su asiento en la isla. Linden levanta la vista de su teléfono celular—. ¿Tiene arándanos?
—Chispas —le responde a Harry y sirve el panqueque antes de hacer otro—. ¿Quieres este? —esta vez se dirige hacia Linden.
—Estoy cuidando mi figura —sacude la cabeza y toma un sorbo de café. —Hay un espectáculo de drag en el pueblo el próximo mes. Estoy tratando de ganar esta vez.
—Lo lograrás —Winston voltea el tocino —Tu rutina es perfecta.
—Lo es —coincide Louis. —Me encanta todo, y tus atuendos son de fuego. ¿Verdad, Hazz? —le pregunta alegremente.
—Oh, sí. Fuego. —asiente con la cabeza, aunque está seguro de que Linden no escucha sus consejos de estilo.
—Esta vieja reina está feliz de tener a alguien con un sentido de la moda más joven en esta casa.
—Soy joven. —protesta Winston.
—Sí, pero dije que alguien con sentido de la moda. —Linden sorbe su café mientras Winston y Louis se ríen.
Harry sonríe en su propio café.
¿Cuándo fue la última vez que fueron felices así? No había sido así desde antes de los incendios. Quizás no desde que su mamá y su papá estaban vivos. Pero, maldita sea, se sentía bien reír de nuevo, y se sentía aún mejor compartir esas risas con Louis.
—Está bien, este se parece más a Texas —el castaño levanta la sartén.
—Tendré a Texas, se ve bastante bien —Harry se inclina sobre el mostrador y le entrega su plato.
Una vez que todo está servido, desayunan todos juntos, hablando de sus planes para el día. El teléfono de Harry vibra y ya sabe que es Frankie.
—Disculpen un momento. —se para de la silla.
—¿Frankie? —Louis pone los ojos en blanco.
El rizado se inclina para darle un beso. —Saldré a preparar tu táctica en un minuto.
Louis le devuelve el beso. —Voy a comer tu tocino mientras no estés.
—Malvado. —le besa de nuevo, luego acepta la llamada y camina hacia la otra sala.
—Ya pasó una semana, Harry. ¿Dónde diablos está él? —grita.
—Pasaron cinco días, Frankie, no una semana como acordamos, y necesito más tiempo.
—No quiero escuchar esa mierda, Harry. Teníamos un trato. Necesito...
—Tengo una pista sobre el acosador. —dejó caer la voz para que Louis no pudiera oírlo. —Una que creo que podría funcionar, pero necesito más tiempo para bloquearlo.
—¿Cuál es la pista? —Frankie está más tranquilo, pero sólo un poco.
—El tipo que intentó apoderarse de su club de fans hace un par de años. He investigado un poco y está obsesionado con Louis. —agarra el teléfono con más fuerza solo de pensarlo. —Su nombre es Davis, pero usa muchos nombres falsos. Un verdadero idiota de "atrápame si puedes". Está obsesionado con él pero puedo seguir si rastro. Aparece en los lugares donde Louis recorre, y además de eso, no deja rastro. Encontré entradas compradas con su alias para cada uno de sus espectáculos. Cada maldito show.
—Suena como un fan.
—Podría ser, por supuesto. Pero parece estar cubriendo intencionalmente sus huellas. Y más que eso, también asistió al espectáculo en Las Vegas, bajo otro alias. —deja su voz aún más bajo. Esto no es algo de lo que quiera que se preocupe Louis. —También encontré registros de compras de armas en su red social, varias armas en los últimos años. Todos en diferentes estados, estuvo acumulando un arsenal.
—¿Entonces crees que es este tipo Davis?
—No puedo decirlo con certeza, pero tengo el presentimiento de que este es nuestro hombre. —su instinto no lo engaña, sólo que encontrar a ese imbécil está resultando mucho más difícil de lo que esperaba. Es resbaladizo, como si supiera que Harry lo está buscando.
—Está bien, encuéntralo y trae a Louis de vuelta.
—No es tan fácil. Tengo mis contactos rastreándolo, pero hasta que lo deje fuera del mapa, no es seguro para Louis actuar en Las Vegas. Tu seguridad no es lo suficientemente estricta como para mantener fuera a este tipo.
—Tú no eres el que manda aquí, Harry. Yo lo hago —su tono se oscurece. —Te doy una semana más, una semana más para atrapar a este tipo y lidiar con él. Después de eso, voy a reclamar mi inversión. —hace una pausa y luego agrega: —He pasado mucho tiempo en Napa, incluso tengo una casa allí. Así que no pienses ni por un maldito segundo que no sé dónde estás. Si no lo has hecho en una semana a partir de hoy, iré a buscar a Louis y no estaré solo.
Harry se paraliza, no quiere pensar en que él pondrá sus estúpidas manos sobre Louis para llevárselo, y tampoco quiere pensar en que Louis no volverá a actuar en Las Vegas a menos que quiera.
Necesita elegir sus batallas, en este momento, su enfoque está en encontrar a Davis Lockette y quitar la cabeza de su cuerpo. Después se ocupará de Frankie.
—¿Harry?
—¿Sí?
—Oh, te quedaste en silencio, así que pensé que tal vez habrías colgado... lo que sea, ya me escuchaste. Una semana, solo eso. —termina la llamada.
Frankie pudo hablar duro todo lo que quiera, pero si aparece en ese lugar sin una invitación y trata de llevarse a Louis, lo enterrará junto con Davis.
Louis asoma la cabeza por la puerta.
—Oye, ¿estás listo?
—Sí. —guarda su teléfono en el bolsillo y lo sigue hasta la parte trasera de la casa.
—Quería hablar algo contigo. —se pone las botas mientras Harry agarra las suyas y hace lo mismo.
—¿Cómo de qué? —se acerca y ata sus cordones. Louis nunca ata lo suficientemente apretados para su gusto.
El castaño arquea una ceja mientras retoca sus cordones.
—¿Qué? Podría obtener callosidades o una ampolla —Harry niega con la cabeza y Louis sigue hablando. —Como sea, quería hablar contigo sobre mi actuación.
—Te desempeñaste bien esta mañana. —termina de atar sus cordones y lo besa —Lo suficientemente alto como para que Linden me enviara un mensaje de texto grosero al respecto.
Louis golpea su pecho. —No, eso no. Me refiero a hacer una actuación aquí.
—¿Eh? —abre la puerta y caminan hacia los establos. —Tú y mi hermano cantan y bailan todas las mañanas, a veces en el almuerzo y de nuevo en la cena.
Se gira y agarra sus brazos.
—Quiero decir que haré un concierto aquí, un concierto benéfico.
—¿A quién estarás beneficiando?
Las mejillas de Louis comienzan a ponerse rosadas y mira hacia abajo.
—Bueno, ya lo hablé con Linden y Winston, y ellos piensan que es una gran idea, así que ya comenzaron a enviar paquetes de prensa y...
—¿Qué? —inclina la barbilla hacia arriba para que se encuentre con la mirada de Harry.
—¡Un concierto para recaudar fondos para las viñas y para dar más visibilidad a la bodega Styles! —el ojiazul sonríe en grande. —Quería mencionarlo, pero sabía que dirías que no, así que pensé que era mejor pedir...
—... perdón que permiso. —termina Harry por él. —Uso esa línea en Winston todo el tiempo.
—Y ahora yo la he usado contigo. —le sonríe malicioso —Concierto benéfico, este fin de semana, algo pequeño, pero con suficiente prensa para que parezca grande. De acuerdo, me alegra de haber resuelto esto. Ahora vamos a montar. —Louis trata de pasar a su lado, pero Harry lo agarra y lo tira sobre su hombro como un costal de papas.
—¡Harry!
—Estuviste mal, Louis.
—¡Harry, por favor, es una buena idea!
—No estoy en desacuerdo. —a Harry no le gusta particularmente que Louis suba al escenario en este momento, pero si está en su patio trasero, estará a salvo. Le golpea el trasero y él chilla. —Pero la próxima vez, dímelo a mí primero. —lo baja de su hombro—. ¿Entendido?
—Sí, Hazz.
—Bien, ahora vamos a buscar a los caballos —le da un corto beso en los labios. —Y cuando lleguemos al viñedo lejano, voy a follarte que te lo pensarás dos veces antes de esconderme algo nunca más.
Él se muerde el labio con un brillo en sus ojos. —Una carrera hacia allí, Hazz.
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