Ámber abrió los ojos poco a poco sintiéndose totalmente desubicada. En medio de su somnolencia, olvidó por unos leves segundos por todo lo que está pasando, y al recordarlo de golpe, se ubicó en su más grande pesadilla. No solo debía procesar con rapidez que fue anoche que su padrastro fue asesinado por el que ahora tiene que protegerla a toda costa, sino que también a su mente llegó el odio que adquirió por la persona con la que ella más necesitaba. No bastando, desconoció el lugar, la blanda cama en la que dormía, y el enojado hombre de traje  elegante que cruzado de brazos le miraba con expresión reclamante.

La chica se reincorpora quedando sentada en medio del colchón sin la necesidad de apartar su vista de él.

-¿Quién es usted?.

Preguntó. El tipo fue ágil en reemplazar su posición. Pasó de brazos cruzados, a manos en jarras, pero con su mismo mirar.

-Lo mismo le pregunto yo a usted- achicó más sus ojos- ¿Quién es? Y sobretodo¿Como hizo para burlar la seguridad?.... Ni siquiera las cámaras instaladas por todo el hotel la captaron.

-¿Cámaras? ¿Hotel?- más se confundió.

-¡Ah!... Y ¿Ahora se hace la loca?-

-¡Oigame!- con zapatos y todo, la de ojos grisáceos se trepa encima de la cama estropeando lo blanquito de las sabanas, cosa que por poco le ocasiona un infarto al recepcionista- Conmigo no quiera pasarse de listo, si realmente valora su vida, entonces le recomiendo que..que......- al no encontrar más que decirle y además de que al fin cayó en cuenta en algo, giro su cabeza en toda dirección no hallando al que buscaba- Y ¿Yoon Gi?.

-Y ¿Encima de que invade un prestigioso hotel como éste, se atreve amenazarme? ¡SEGURIDAADD!!!! ¡SEGURI!!!!!...- su segundo grito fue silenciado por la pequeña mano de la jovencita que se aferró de su ruidosa boca. De un brinco llegó junto a él, lo que la alarmó no es que el guardia del hotel la sacara a patadas, sino que el pálido llegase con cara de culo, incendiando todo a su paso- ¡Quiteme la mano de encima! ¡Lunática!- logró zafarse de su agarre, y como ¿No? Si Thompson es bien debilucha, además de ser enana- Estarás en un gran aprieto niñita, así que ve llamando a tus padres para que vengan a pagar la costosa noche en la que pasaste aquí, y para que.....- de un momento a otro se quedó callado observando por encima del hombro de la chica la aparición de cierto individuo- ¿Como hiciste para entrar?.

Thompson se volteó a ver de quién se trataba.

–¡Yoongi!- le preocupó más que cualquier otra cosa.

Por más que intentó cubrir su rostro para que las cámaras no lo grabarán, era evidente su presión por estar aquí. Se levantó del asiento y miró con disimulo hacia atrás; su esposa lo miraba con preocupación; ambos sabían que en una situación como está se les hará difícil encontrar una solución así hayan contratado el mejor abogado de defensa. La corte le indicó ponerse en pie para que escuchara atentamente lo que tenía que decir el señor presidente Kim Ji Seok.

El estado lo mando a llamar para que se hiciera presente en la junta. Más de diez hombres, entre ministros, y directivos, lo tacharon como el único culpable por haber creado un monstruo. Es natural que lo interroguen para saber el verdadero objetivo que lo llevó hacer eso, realmente estaban molestos. El Sr. Min se defendió repitiendo una, y otra vez que su obra no fue elaborada para causar desastre, o miedo en la ciudadanía; que él solo quería que su invento lo admiraran muchas personas, que reconocieran su trabajo, y que lo premiarán por ello. Mintió excusándose, no podía cometer la más grande idiotez de decir que si creo a D-2 fue para acabar con Japón, seguido EEUU, china...y todo pais que se le antojara con tal de que le temieran, con tal de ser el rey del mundo.

-Escuche Sr. Min- el presidente de nuevo tomó la palabra- Mis colegas y yo, tomamos una muy arriesgada decisión- allí pauso- Debido a que no conocemos los alcances que tiene aquél demonio que construyó, no podemos mandar a nuestros mejores hombres a que lo exterminen, porque sencillamente los que serían asesinados por lógica serían ellos. Como tampoco, por el momento podemos mandarlo a la peor prisión del país, ya que es el único que puede ponerle un alto a esa cosa, le ordenó que por su bien, encuentre una solución efectiva..¿Sabe a qué me refiero con esto, verdad?- enarcó una ceja.

El canoso respiró muy hondo manteniendo la calma- Lo sé, señor presidente.

-Muy bien- mostró seguridad, poder en su mirada- Como lo construyó, así mismo lo destruye, antes de que todo esto se salga de control.

-¡Yoongi!.

Ámber no supo que hacer, como debía actuar después de que el castaño se apareció con su ceño más fruncido de lo habitual.

Cuándo la chiquilla pensó que Min atacaría al hombre, se sorprendió al ver que no fue así. El de ojitos marrón arrojó al suelo junto a sus pies una talega verde repleta de billetes. Pero no eran cualquier billetes, ya que la cantidad era impresionante.

-¡Yoon Gi!, ¿De dónde sacaste tanto dinero?.

¡Basta de preguntas estúpidas!. Al oírlo gruñir irritado, Thompson sacudió su cabeza dejando de lado su bobería, para actuar rápido. Agarró la talega inmediatamente, se dirigió al recepcionista y le ofreció no solo el pago de esa noche, si no también de las siguientes, hasta que se cansen de estar ahí.

-¿Creé que con esto sea suficiente, señor, si nos deja hospedar aquí?- la actitud agresiva del hombre cambio radicalmente al ver tanto dinero junto. Contando de que adquiriría una excelente propina.

-Pero por su puesto- con una sonrisa de oreja a oreja casi le arrebató el dinero de las manos- Le daremos un gran servicio, pero antes tenemos que hacer cumplir el protocolo del hotel, usted sabe, para no hayan problemas.

-¡Ahm!- la pelinegra se quedó pensando- Y ¿Usted no puede hacer una excepción por nosotros?- sonrió a fuerzas- Verá, es que yo aún soy menor de edad y pues...

-¿Me darás una buena propina diaria?.

-Por supuesto- asintió.

-Entonces cuenta conmigo- más le sonrió.

Las horas transcurrían lento apesar de que ya eran las 4:00 de la tarde. Gi permanecía exactamente en el mismo punto en que se paró después de que aquel estresante hombre se marchó, y Thompson se dedicó a disfrutar de las comodidades de un espléndido lugar como éste. Se tardó cuarenta minutos en el baño relajándose entre una tina caliente, después de salir de ahí, se abrigo con las mejores telas de seda, y al crujir su estómago, ordenó el más costoso menú.

Ahí se encontraba ella, sentada en la cama comiendo gustosamente hasta que sus ojos se recrearon en el castaño.

-No te has movido de ahí desde hace varias horas,¿Por qué no vienes y comes conmigo? Esto está delicioso- él no respondió, ni siquiera la miró aunque sea por cortesía- Jajajajaja- río como demente, y muy de repente- Es cierto, que tonta- golpeó su frente con la palma de su mano- Tu eres un androide, ¿No? Por lo particular no te alimentas...- el pálido continuó ignorándola, como si ella no estuviese ahí- ¿No hablas mucho, Verdad?- alzó una ceja- Aunque para ser sincera no e llegado a oír tu voz, ¿Por qué no hablas? Dime algo, quiero escucharte- insistió, pero todo eso fue en vano- ¡Ash! Eres un grosero- le sacó la lengua ofendida y enfadada- Haz lo que quieras, ni pienses que te voy a rogar..¡Eh!- así se quedó el asunto, un minuto de silencio, hasta que la chica se bajó de la cama para ir a encararlo propiamente. Ambos se miraron, ella con gesto desafiante, y el pálido sin interés- ¡Haber...si logro sacarte palabra!.... Responde a esto, ¿Todavía me faltan días para que me llegue el periodo, o es un retraso?- se cruza de brazos- Tu que sabes tooodoo... contesta.

-Tienes un asqueroso feto dentro de ti.

Ámber se sintió victoriosa al poder lograr que hablara, sin poner una pizca de atención a lo que le dijo- ¿Ves? ¿Ves que si logré?....¡Espera!...¿Qué dijiste?- se asustó.

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Hola hola.

(◠‿◕)

Espero les guste el capítulo.

¡Gracias por leer!