04
-¿No me harás daño, o si?-
¿Qué se supone que debería de esperar ella con aquella pregunta si la respuesta es la más obvia? Fue participe de las miles de muertes que se presentó enfrente de sus narices y se toma el descaro de decir ello cuando claramente tendrá el mismo resultado. Los ojos de Gi la observaba directo, sin un solo segundo pestañear; sus pupilas constantemente se dilataban enormemente al mismo tiempo en que perdían volumen. Thompson temblaba todavía con nalgas aplastadas en el mismo sitio en el que cayó torpemente la primera vez. Fue rápida en cerrar sus ojos dado eso como una reacción temerosa en cuanto el castaño dió señales de levantar su mano directo hacia el rostro de la chiquilla.
Ámber escondió su cara lo mejor que pudo girándola a hombro derecho. Automáticamente la palma de su mano izquierda la uso como un escudo inútil evitando en que la tocara, pero lo que no sabía, es que Yoongi estaba más concentrado detallando cada pliegue de su cuerpo que pretender lastimarla. Ensi no era ningún pervertido el degenerado muchacho o algo por el estilo, tan solo tenía tanta curiosidad por saber porqué el cuerpo de ella es tan diferente al suyo, que sin rozarla, acercó su mano a la de la pelinegra calculando su tamaño y la delicadeza en la que se presentaba. La de ojitos grisáceos al descubrir que cuyo androide nombrado por científicos como "D-2, una máquina asesina" aún no se atrevía hacer nada, lentamente fue abriendo sus pestañas en lo que se encontraba de nuevo al mirarlo. Es raro, muy extraño a decir verdad, Yoongi seguía observando su propia mano comparándola con la de Ámber. Sus uñas no son tan largas como las de la chica pero lo que cuenta realmente es que tiene unas. De nuevo, otra vez, concedieron en conectar miradas, el pensar profundo de la pelicorta era rápidamente escapar cuando tuviera oportunidad, mientras el pálido confundido se preguntaba....
"¿Qué es ella? ¿Por qué es tan distinta a mi? ¿Será más poderosa? ¿Qué habilidades adquirió y por qué las esconde detrás de ese visible cuerpo debilucho?
Al Gi dar señales que no pensaba hacerle nada, Thompson aspiró una gran bocanada de aire que fue sacando de poquito. Si la quisiera matar ya lo hubiera hecho, ¿No lo creen? Por esa misma razón se sintió un tanto confiada; confiada pero nada estúpida. Sabe que cualquier error que cometa contra lo desconocido, podría ser un golpe fatal, por no decir el último.
-Sabes quién soy yo, ¿Verdad?- se le quebró un tantito el timbre de su voz, pero luchó por no mostrarle el pánico que la invadía- Yo soy Ámber Thompson, ¿Enserio no sabes quién soy?- insistió en conversarle, lo cual Min permanencia callado, solo mirándola seriamente. ¡Santo cielo!... Si el rojecimiento que adquiere los ojos del pálido endemoniado significa "AMENAZA", o más bien "VOY A MATARTE", el que no los tenga en estos momentos da una sana tranquilidad ya que Yoongi solo reflejaba naturaleza con sus oscuros marrones- No puedo decir que fui yo la que te construí con maquinaria y todas esas cosas.. pero..... me tomo el atrevimiento de decirte que si lo hice mentalmente, aquí...- con dedo tembloroso le mostró su equipo de trabajo- En mi cabecita- terminó- Se que esos ladrones que te dijeron ser tu hacedor te han nombrado como un proyecto más que pronto tirarían a la basura una vez hayan creado algo mejor, pero quiero que te quede claro que tu verdadero nombre es Yoongi. Es Yoongi y no D--2, tu no eres un objeto, tu eres mi más grande anhelo hecho realidad- fue parándose cuidadosamente hasta conseguir levantarse. El castaño de un solo movimiento se incorporó, asustando muchísimo más a la menor y provocando que diera solo un paso atrás- ¡Espera!!!...- pidió. También trago en seco, si como con eso bastara para que le obedeciera- Y-Yo me iré...¿De acuerdo?... Pero tu te quedarás aquí...- Thompson dedujo entre el fruncido de ceño que tuvo Gi, que no le gustó tantito- Como te dije...yo me voy de aquí, pero... pero..tu no te moverás, me esperaras que yo regresaré de vuelta, ¿Entiendes? ¿Verdad que me entiendes ..o?..- es difícil adivinar todo cuando D--2 no aporta nada, como si cuyos científicos se hayan matado tanto el celebro para crear un proyecto sin voz.
Lenta, pero segura, Ámber iba retrocediendo, Yoon no respiró por gracia, y aunque sabía las verdaderas intenciones de la chiquilla, muy adentro de sí, sabe que sus cálculos no tenían riesgos de fallar. Ese espécimen, o lo que sea que fuese ella tiene todas las de perder con él, inclusive tratar de engañarlo.
-No te vayas a mover de aquí- le mostró las palmas de sus manos- Vendré lo más pronto posible, ¿Okey? Y tampoco me sigas..- sin más espera le dio la espalda y con paso largo emprendió escapatoria lejos del estacionamiento; lejos de esa cosa. Hubo como dos o tres veces que volteó atrás cerciorándose que D--2 no la estuviera siguiendo, y al enterarse que él continuaba en el mismo lugar en que lo dejó, cuando estuvo lo suficientemente lejos, la pelicorta comenzó a correr horrorizada. Salió del edificio, con el pulso cardiaco elevado y un rostro de espasmo, no le importó nada más aunque supo que la gente se encontraba en caos dada la noticia por reporteros a una catástrofe que se ha presentado.
Se comentaba de boca en boca sobre un demonio chupa almas. Entre más se hablaba del tema, más le agregaban, y más miedo se sembraban ellos mismos. Se volvió viral en redes sociales, y aunque no tenían ni una sola prueba de como es Yoongi físicamente, se las arreglaron por medios de dibujos inventados como sería el rostro de algo que claramente no conocen, que no han visto. Tanto el Sr. Min como sus compañeros de trabajo y e incluso los que no tienen nada que ver ahí, se negaron en dar descripciones más contundentes. Ninguno quiso describirlo, guardándoselo para si mismos, no porque no querían darle rostro al individuo mental que alcanzaron a crear las demás personas, sino porque les daba horror que si llegasen hablar, el propio D--2 viniese para acabar con sus vidas.
Todo aquél que mirase a yoongi a los ojos, no sobrevivirá para contarlo. Así mismito pasó en el estacionamiento cuando Ámber Thompson se fue; un pelotón de policías logró encontrarlo de nuevo, y cuando pensaron que lo tenían acorralado para exterminarlo de una buena vez por todas, los que resultaron acabados fueron otros.
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-Pero miren a esta niña, linda hora en llegar...¿Se puede saber en dónde estabas jovencita? Si la llegada a casa ya pasó hace muchíiisimo rato-
Lo que le faltaba, su muerte cruzó justo enfrente de sus ojos hace par de minutos, y no bastando con eso, que al llegar a casa, su madre le recibiera con un reclamo, más una posición de manos en jarras. La de ojitos grises cerró la puerta tras su espalda, así su mamá tenga cara fea por lo molesta que estaba con ella, fue imposible para Ámber no ignorar aquello con lo que le ha pasado, con lo que se le quedó grabado en la mente y no paraba de rodar como disco rayado. Podrá estar ahí, pero no estar al fin de cuentas.
-¿Se puede saber qué sucede contigo, Ámber Thompson? Te estoy hablando, niña...- recuadro su pose- ¿Se puede saber dónde estabas, y por qué llegas hasta esta hora? ¿Por qué vienes así? ¿Qué rayos te sucede?- a la chiquilla avanzar pasos hacia ella, madre e hija quedaron frente a frente. La menor pensaba contarle absolutamente todo aunque se oyera a locura, pero por ser la más "demalas" en el planeta, cuando iba abrir su boca, cierta escoria que tiene como padrastro como un buen metiche, metió la cucharada.
-¿Qué crees que le va a estar pasando a tu hijita, Carlota?- sono irónico- ¡Nada!. Nada le sucede, tan solo le estás consintiendo demasiado y por eso ella ya hace lo que se le da puta gana- estando de frente en la mesa del comedor, el hombre ensarta entre el cubierto un pedazo de lechuga que luego se lo metió a la boca. Thompson le miró de inmediato, con un gesto de querer fulminarlo- ¿Ves, mujer? ¿Ya vez como me mira? Es solo una grosera altanera- replicó mirándole también- Que me respete o me haré respetar- sentenció.
La acción de Carlota es siempre ponerse del lado de su marido, pasando por encima del quién sea e incluso el de su propia hija.
-¡Respeta a Tulio, Ámber! Te exijo que dejes de mirarlo de esa manera- le jaló del brazo, ella no hizo nada para defenderse, ni siquiera para quejarse- Ni creas que vas hacer lo que se te da la gana, aún eres una menor de edad que vive bajo mi mismo techo. Cuando te la valgas por ti misma, ahora si puedes hacer lo que se te antoja, mientras tanto aceptaras mis reglas y condiciones, ¿Te quedó claro?- arqueó una ceja seriamente. La chiquilla furiosa internamente solo supo asentir con el movimiento de su cabeza- Bien- la soltó y se cruzó de brazos- Ahora ve a tu habitación, estás castigada y no cenaras.
-Pero . mamá..- ancho los ojos.
-ASI APRENDERÁS LA LECCIÓN...- elevó el tono de su voz autoritaria- Ahora vete. Vete que ya no quiero que sigas molestando a Tulio con tu presencia..
Aunque iracunda, la ojigris se retiró subiendo las escalas, no sin antes darle una última mirada de odio al que según su madre TIENE que empezar a tratarlo como su padre. Ella no hará eso ni hoy, mañana, ni nunca, así la estén torturando. Apesar de que su verdadero padre les abandonó cuando tan solo era una niña de 12, no le guarda rencor alguno aún sabiendo que las dejó por irse con otra mujer. Ámber Thompson entiende que aquélla relación no daba para más, así su mamá le grite todo el tiempo que no puede mencionar a su verdadero padre, la menor sigue atendiendo las llamadas de cuyo hombre que cada mes le da dinero reuniéndosen en secreto. La otra mujer de su papá es una señora muy distinguida y amable, Thompson pensó odiarla por haber separado a su papá y a su mamá, en ese entonces era inmadura, pero lo cierto es que aprendió a ver las cosas desde otra perspectiva. Está esperando que llegue su papá de viaje para pedirle que la lleve consigo, ya no quiere seguir pasando por el mismo infierno, ya no soporta que ese maldito siga abusando de ella y que su papá todavía piense que es una niña cuando ya no lo es. Si el Sr Thompson la ama de verdad como le asegura cada vez que le invita a que se encuentren en cuyo restaurante costoso, está cien por ciento segura que no se negará. Como excelente padre le recibirá y la llevará a donde él desee ir, o al menos ese era su pensar. Añora no equivocarse..
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El típico sonar de un objeto tecnológico ocasionó la desconcentración total de un ser que no se supo si razonaba o no. Gi giró sus párpados en cuya dirección y al darse cuenta que aquello no pararía de hacer aquel ruido exasperante que le irritaba, se obligó así mismo en ir para allá con pasos desenfadados. De la nada el celular dejó de sonar, pero insistente el cliente del otro extremo de la línea continuó marcándole a un dueño que más que muerto estaba; el pálido de greñas oscuras se paró a lado de un cuerpo ya sin vida, con desdén se cuclillo, esculco los bolsillos del pantalón ajeno de uno de los uniformados de alto rango, y de ahí sacó cuyo aparato que sin expresión alguna observaba.
"Jong_Sang"
Decía como registrado en la lista del teléfono.
Deslizando su dedo pulgar entre la pantalla, pasó de botón rojo a verde. Enseguida lo llevó a conectarlo con su oído, y una voz desconocida le reclamó en un tono que no debía..
-Hasta que al fin me contestas, Jim. Llevó días localizándote, ¿Por qué no haz respondido mis mensajes? Sé que tus horarios son apretados, pero yo también necesito de ti- Yoon retiró el celular de su sentido auditivo y miró el tiempo que rápidamente corría como duración en la llamada- Te estoy hablando, Jim. Al menos dime algo, ¡Respóndeme! No te quedes callado que sabes que me molesta-
El indignado hombre no tenía más remedio que descargar su frustración, dolor, rabia e impotencia golpeando la trompa de su convertible azul oscuro, pero en cuanto escuchó esa voz, gruesa voz, tétrica y temible voz de un D--2 por el celular, atónito abrió los ojos de par en par, no por lo temible que haya sonado, si no por lo que le dijo. Un hielo recorrió por todo su cuerpo, y en medio del espasmo su costoso medio de comunicación se le resbaló entre los dedos cayendo abruptamente entre el suelo. Con eso tuvo para que de ahora en adelante viva entre una pesadilla..
Yoon Gi reaccionó velozmente girando entre sus talones descalzos de un suelo frío del estacionamiento. Ya era demasiado noche, las diez y cuarenta rodaban ya, pero al parecer al de tes pálida no le hace ni cosquillas el hielo, apesar de que desnudo todavía se encontraba. No corre ningún peligro, una cosa monstruosa como él a partir del instante en que fue construido se mantiene al margen por si "descaradamente" alguien "intenta" hacerle daño. ¡Quién lo creería!... algo que es capaz de destruir el mundo si quisiese, tiene en modo activo su mecanismo de defensa contra aquellos que pretenden eliminarlo.
En esta ocasión no es necesario dejar a flote tanta sed sanguinaria, pues al reconocer cierto rostro angelical que hace un par de horas pasó de miedo a tristón, relajó su cuerpo y más bien suavizó su mirada.
Ámber Thompson regresó como se lo había dicho. Con otra ropa, desánimo en su cuerpo, otra expresión, pero el mismo look de cabello desgreñado y suelto. Gi se quedó ahí, estático esperando a que fuera ella misma que se acerque a el, ¡Que importa si le salen raíces de los pies esperando a que su verdadera creadora deje el pánico y lo reemplace por más confianza!. El de ojitos marrón está dispuesto a esperar a que ella de el siguiente paso.
No fue tan complicado como lo imaginó. La chiquilla se aproximó con mirada gacha, Yoon identificó leves moretones en su piel que antes no tenía, pero eso no era todo, siendo la más grande obra jamás construida en el planeta, bastó con solo darle una sola observación, para enterarse que Ámber Thompson no solo está dañada exteriormente, se puede analizar que su interior no tiene salvación, mucho menos descripción; un putrefacto parásito crece poco a poco dentro de ella, destruyéndola, alimentándose irracionalmente de su poca energía. GI sencillamente lo identifica así, algo que por obligación desaparecerá, aunque el pequeño feto resguardado en el vientre de su hacedora, no tenga culpa alguna.
-T-Te traje algo de ropa- sin mirarlo siquiera, la pelinegra saca de su morral rosa, prendas que imagino que serían un desastre. Solo a esos estúpidos ancestros que hay por científicos se les ocurre dejar a Yoon Gi desnudo, ¿Qué jodido le pasaba por la mente al Sr. Min en ese momento?.
El castaño arrugó el entrecejo inconforme. A él le gusta estar así, tener el pene y el escroto al aire, es cierto que la temperatura de su cuerpo es demasiada elevada, que derrite cualquier cosa, pero si en él consiste, si realmente lo desea o más bien se le da la regalada gana, ello puede controlarlo, minimizarlo normalmente como cualquier tipo de calor corporal tal y como Ámber lo tiene.
-No se si sientas frío, por un dios bendito, ni sé lo que estás pensando sobre mi- ahí hubo pausa, fue lo suficientemente valiente en corresponder la mirada calculadora de D--2- Si quisieras matarme, ya lo hubieras hecho, ¿Verdad?- él no respondió, Ámber prosiguió- Tomaré tu silencio como una respuesta que me convenga- desprendió un suspiro, y su mano un tanto temblando, le hacía entrega- Si quieres estar conmigo, venir conmigo, tienes que vestir correctamente, no estar por ahí mostrando el culo, eso no está nada bien- lo primero que le cruzó por la mente a la delgada muchacha es que Yoon la convertiría en polvo por atreverse a regañarlo, más le sorprendió que precisamente él lo aceptara sin objeción.
En lo más profundo de su ser se sintió tranquila, ¡Qué más podría esperarse de un pálido que no sea la muerte?!
-¡Ehm!- al ver que lo recibía sin ningún problema, la grisácea se apresuró en buscar los zapatos que también trajo adentro de la mochila- No sé si sean de tu talla pero..- no se tardó dos segundos que lo descuido cuando ya Yoon Gi tenía la ropa puesta- ¿Como hiciste para?.- prefirió quedarse con la duda, presintió que no sería aclarada. El asombro no es por lo flash que se vistió, sino porque las prendas le encajaron perfectamente, matemáticamente ella sabía que aquélla camisa y más el pantalón le quedarían volando. Cierta ropa era de su papá, la tenía guardado en su clóset como recuerdo, y francamente el señor Thompson no era muy flaquito que digamos, gordito, gordito es el vejete.
Parpadeó seguido, a Gi si que le quedaba bien esa vestidura.
-No sé si te guste todo esto pero cuando consiga un trabajo y tenga dinero, te compraré algo más bonito, más juvenil y no tan antiguo- al pasarle los zapatos, evidentemente siendo también de su papá, se perdió segundos en que el ojimarron se calzó, por estar ajustando el cierre de su morral- ¿A la medida?- le alarmó- ¿Como es que?...- otra confusión que tampoco tendría respuesta, será inútil si lo hace- Olvídalo. Vamos a casa- le dió la espalda un tanto temerosa y siguió su camino. Pisadas se escuchaban detrás suyo sin gravedad, el renacimiento de una creación sin identidad, la seguía lentamente como si su escolta se tratase.
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Espero les guste.
Perdón la super tardanza, ando bien ocupada, ya no me queda mucho tiempo para actualizar 😢 espero eso cambie.
¡Gracias por leer!
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