Me llevo más tiempo de la cuenta pero aquí está como lo prometí. Espero les guste.

PD: Debo que en este universo alternativo en el que se desarrolla mi historia Delphi y Albus tiene 3 años de diferencia, ósea si Albus tiene 18 Delphi tendrá 21. Sin más que decir comenzamos.

Al escuchar el estallido de la puerta principal, Albus corrió desde la gran estancia del comedor hasta la entrada de la mansión Malfoy, con Socorpius pisándole los talones y varita en mano. Sabían quien era, al igual que sabían que tenían que enfrentarla los dos juntos, y efectivamente ahí estaba ella, de pie entre los resto de la entrada estaba la chica de cabello azul y plateado con su típica ropa punk color verde hecha jirones, y con una sonrisa torcida y brillante que detonaba locura.

—Hola chicos. —Dijo con confianza. —me alegra de que visite a su viejo amiga.

—Chicos retrocedan. —Dijo Draco Malfoy interpusiendose entre ellos y la bruja.

La chica con un simple ademán de mano arrojo la varita del mago lejos de su alcance y se dispuso a acabar con el sin embargo Albus habló antes de que cometiera una locura.

—Déjalos en paz Delphi... por favor.

La chica se detuvo al escuchar su nombre, pero no fue solo eso, sino también la forma en cómo le hablo, no había rastro de odio ni desprecio en su voz. Solo temor.

—Ambos sabemos que es a mi a quien quieres. —Dijo Albus tratando de soñar valiente. Bueno, la valentía nunca fue el punto fuerte de un Slytherin ¿Verdad?

La chica vio de frente al chico. No se esperaba esto, no esperaba que se rindiera ante ella sin oponer resistencia. Aunque lo odiará tenía que admitir que tenía coraje para enfrentarla él solo. Por un momento sus ojos brillaron con algo que nunca pensó que brillarían. Respeto, sin embargo rápida mente recobró su compostura fría e indescriptible.

—Potter debe pagar. —Fue lo único que susurro. —que mejor forma que con su hijo. Él vendrá por ti por que eres su hijo, no como mi padre. —Delphi agacho la cabeza y contuvo las lágrimas. —que nunca vino a buscarme.

—¡Albus no! —Scorpius corrió en su ayuda pero su padre rodeándolo con los brazos en un abrazo protector. Forcejeó violentamente mientras gritaba el nombre de su mejor amigo, mientras Albus se acercaba a Delphi miro atrás. Entonces los ojos verdes esmeraldas de Albus se encontraron con los grises tormenta de Scorpius a media tormenta.

—Debo de hacerlo. —Dijo Albus. —Ella destruirá todo Hogwarts si no voy con ella.

Luego se volteó e intentó ignorar cada sentimiento que había tenido desde hacía un año. Tal vez estaba mal. El hijo del niño que vivió y la hija del señor tenebroso juntos, sonaba como final de película de Disney. Simplemente imposible.

—¿Adonde iremos? —Preguntó Albus

La chica solo sonrió con malicia.

—Ya lo verás. —Bramó ella tomándolo de la mano. En un abrir y cerrar de ojos la mansión Malfoy había desaparecido y en su lugar se encontraban dentro de una habitación completamente oscura.

—Lumos. —Murmuro Delphi mientras un farol de luz blanca proveniente de su varita iluminaba la estancia.

Albus y Delphi caminaron unos cuantos metro por un pasillo hasta que Albus tropezó y calló al suelo, Albus vio la cosa con la que había tropezado y un nudo de formó en su estómago, en el suelo se hallaba el cuerpo inerte de Euphemia Rowle, su boca estaba torcida en una mueca de temor y asombro.

—Tú... la mataste. —Dijo Albus sin comprender.

—Se lo merecía. —Dijo Delphi con firmeza. —hizo de mi vida un infierno, me encerraba y golpeaba, y por eso tuvo que pagar las consecuencias.

—¿Por que Delphi? ¿Por que estas haciendo todo esto? —Preguntó Albus, aunque ya conocía la respuesta a esa pregunta.

—¡No lo entiendes! —Gritó Delphi con lágrimas en los ojos, no quería mostrarse así frente al enemigo, pero no pudo contenerse más, no después de pasar todo un año en Azkaban. —Tu como podrías entenderlo. ¿Sabes lo que se siente ser un monstruo y que todos te teman?

—Delphi te juro que te entiendo, yo me eh sentido excluido mucho tiempo, lo sabes.

—¡No es igual! —Contestó ella enjugándose las lágrimas. —Tu siempre has tenido a tu familia que te ama y te quiere, yo nunca eh tenido a nadie ¡A NADIE!

Gritó Delphi creando una ráfaga de magia oscura tan potente y venenosa que hizo a Albus salir volando y estrellarse contra la pared más cercana. Delphi camino hasta el y lo tomo de la muñeca.

Delphi no tenia la necesidad de pronunciar hechizos para lanzarlos, ella misma era su propia varita. Sonrío al entender el tipo de maldición que había lanzado sobre Albus, una maldición que le pasaría factura más adelante.

—Ahora vas a ayudarme o de lo contrario voy a...

Delphi Se detuvo en seco al ver un resplandor plateado proveniente de la muñeca de Albus.

—¿Que es esto? —Dijo la chica levantándole la manga y revelando su tatuaje de Augurey

La chica palideció al ver su mismo tatuaje en la muñeca del mago.

—Albus tu... —Se le quebró la voz, no pudo continuar y en realidad ni quería hacer, solo quería ser feliz, aquella felicidad que se le fue prohibida desde el día en que nació. Final mente sus piernas le fallaron y calló arrodillada al piso mientras lloraba. Albus trato de abrazarla pero ella lo apartó de un empujón y se levanto apuntándole con su varita.

—¡Basta! no dejare que me distraigas.

—Delphi... por favor.

—No me llames así, soy el Augurey hija del señor tenebroso.

—¿Por que? —Preguntó nuevamente Albus.

—¡Todo es culpa de tu padre! —Dijo ella bajando la varita. —¡Potter pudo haberme hecho olvidar quien soy, olvidar todo lo que me hizo diferente, especial! Podría haber vivido siendo la hija de algún ex-Mortífago, llegó a Hogwarts y aprendiendo magia como todo el mundo... pero no. ¡Tenía que enviarme a Azkaban para toda la vida! Cuando nadie tenia que saber lo que era... podia haber dicho que nunca existí y dejarme vivir sin saber nada... ¡sin saber que yo era hija de Lord Voldemort!

—Que pasaría si pudieras hacerlo? ¿que pasaría si pudieras olvidar? —Preguntó rápidamente, Albus no tenía mucha experiencia con el hechizo pero tal vez, solo tal vez.

—Ya es demasiado tarde para mí. —Una amarga sonrisa cruzó el rostro de la bruja. —Es demasiado tar...

—¡Obliviate! —Gritó Albus mientras su varita se iluminaba y tratando de borrar cada recuerdo que tenía desde donde había sabido que ella era la hija de Voldemort... un legado maldito. Cuando finalmente terminó y la luz se apagó. Delphi Se quedo congelada con una expresión en blanco. Parpadeo unas cuantas veces antes e que el terror inundará sus rasgos.

—¿Donde estoy? —Preguntó ella retrocediendo.

—Delphi...

—¿Quien eres tú? —Preguntó asustada. —lo último que recuerdo es-es...

La chica tropezó contra el cadaver de Euphemia y soltó un grito horrorizada.

—No-no puedo recordar ¿Yo cause todo esto? ¿Este es el miserable final que Euphemia siempre me advirtió?

En la sombría casa vacía Albus escuchó el aullido del Augurey junto con el de su amada Delphi. Inconscientemente él la abrazó, y ella se aferró el mientras sollozaba.

—Todo estará bien... lo prometo.

Y de algún modo Delphi supo que tenía razón.

Jejeje los eh dejado en el suspenso ¿Verdad? Pues no teman que esa ta historia no a llegado a su fin, creo que todavía puede dar para uno o dos capítulos más ¿Ustedes que creéis? Dejádmelo en los comentarios y no olviden darle a la estrellita que siempre es bueno saber que les gusto, sin más dilación yo me despido.

Grim cambio y fuera.