▶️Capitulo Veinticinco
Hoseok acorraló al pelinegro contra una pared, dándole un gran beso en los labios, TaeHyung se aferró a la desalineada camisa del menor, correspondiéndole torpemente el beso.
—Te extrañé tanto.— jadeó el alfa abrazando fuertemente al mayor, quien suspiró y se sintió más tranquilo al estar entre los brazos del alfa.
Se había vuelto dependiente a los brazos del menor.
—Idiota... nos miramos cuando llegamos a la facultad.— se burló el omega.
—Pero sólo nos separamos, no pude abrazarte o besarte... ¡¿Sabes lo que sufrí?!
—No...— Sí sabía lo que el alfa sufrió porque él también sufrió.
Literalmente Hoseok salió corriendo de su aula cuando el toque del receso sonó, yendo al aula del pelinegro, quien sólo le miró sorprendido.
Hoseok sonrió y besó los finos labios del mayor, saboreándolos, llevando sus manos al esponjoso trasero y redondo del mayor, masajeándolo a su gusto, escuchando leves ronroneos y gemidos por parte del más bajo, quien se aferró más a él, acercándose a su cuerpo.
—¿P-pero qué...?
—¿Qué?—inquirió el alfa, atrayendo a él al omega, frotando un poco su hombría con la de TaeHyung, quien gruñó y gimió en bajo.
—¿Qué estaban haciendo?
🌙
TaeHyung soltaba carcajadas mirando como Hoseok peleaba contra una escoba y un recojedor ya que no podía con los dos él solo, el omega estaba mirando como Hoseok limpiaba la gran cancha de futbol porque les habían castigado por andarse dando "amor" en los salones.
El alfa estaba haciendo todo solo porque el omega se negó hacer algo bajo el fuerte sol, había hecho mucho para mantener su piel perfecta.
—¡Kim TaeHyung, ven y ayúdame!— chilló el alfa, mirando suplicante al pelinegro, quien rió y se levantó de su lugar y cuando llegó al césped, un alfa se le acercó y le dió una gorra y un sacó.
El omega un poco confundido los tomó y se los colocó, el alfa le sonrió.— Tu piel es muy linda... nadie quiere que se estropee.— Sonrió apuntando detrás de él notando a un grupo de alfas, quienes le saludaron y le guiñaron el ojo.
TaeHyung sintió como alguien le tomaba por detrás, posesivamente, volteó notando una cabellera rubia.
—Es mío, gracias por la protección... su piel debe de estar limpia para mi marca.— Sonrióen grande, alejando al omega de aquél alfa, quien suspiró rendido y se alejaba junto a los demás.
TaeHyung le miró con una ceja alzada.
—¿Qué fue eso, Jung?
—¿Qué?
—Lo que acaba de pasar...
—Estaba protegiendo lo que es mío, sólo yo te puede tocar.— Hoseok comenzó a barrer.—Vamos, apúrate que te tengo que hacer el amor.
TaeHyung se sonrojó al escuchar aquello, ocultando su bello rostros sonrojado.
Eso sonaba lindo, su corazón comenzó a latir rápidamente, haciéndole sonreír.
Así se sentía ser amado.
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