⠀⠀⠀⠀⠀ 七 ━ tradición。
ˢᶤᵉᵗᵉ
¿Saben qué es peor que estar en la mira de un demente? Que el mismo demente te haya visto los calzones.
¿Y saben que es peor que un demente viendo tus calzones? Dos dementes que no sólo vieron tus calzones, sino que después de ese horrible acontecimiento, no te dirigieron la palabra ni para despedirse. Pero miren el lado bueno, fue como matar dos pájaros de un tiro, sobrevivió, y a su vez alejó exitosamente a esos dos que lo ponían en constante peligro.
________________, que había permanecido escondido debajo de sus cobijas y una almohada desde que llegó a su casa, amanecía con el canto de Lorenzo, que preocupado saltaba encima de su almohada, procurando la supervivencia de su amigo humano. Acercaba su piquito a la almohada, la analizaba con esos redondos ojitos oscuros, y dejaba salir un chiflido que parecía terminar en un signo de interrogación, como si le preguntara: «¿Estás ahí?»
Caminó en círculos, y volvió a repetir el proceso, hasta que un extraño sonido salió de la ninfa, como si llorara.
Inmediatamente, el adolescente de cabellos ___________ salió de la cueva de la misantropía y ostracismo donde estaba recluido, y sus ojos cristalizados debido al arrepentimiento se detienen sobre el pobre Lorenzo, ninfa que estuvo con el Jesús en la garganta sin saber que le pasaba a su «papá».
─Aaaayyy, mi chiquito, ni te di beso cuando llegué, soy horrible, papi se equivocó. ─No pasó ni un segundo para que el chico expresara su tristeza, no hay nada peor que deprimir también a tu hijo.
Extendió una de sus manos, y la ninfa saltó hacia ella por inercia, entonces él acunó a Lorenzo con una delicadeza similar a la de un vendedor de mampostería de vidrio, o como un simple abuelito que coleccionaba artilugios de cerámica, o quizá como un padre que cargaba a su bebé por primera vez. Llevó directamente al ave cerca de su rostro, y restregó su mejilla contra la emplumada criatura, acarició su plumaje que se hallaba cerca de su cuello con suma gentileza, y le repartió varios besos a la ninfa. La cacatúa abrió el pico, y le dio un pellizco a _______________, entre varios graznidos llenos de rabia, como si le reclamara.
─Sí, mira, yo me equivoqué, y sé que nada justifica mis pecados, pero escúchame... No vas a creer lo que me pasó... Ay, ni te cuento mejor, de por sí siempre andas sonrojado, el plumaje te va a cambiar de amarillo miado a rojo fresa rencorosa, te lo juro ─balbuceó, hablando entre dientes y en un tono bajo, casi arrastrando las palabras.
La cacatúa hizo un baile extraño, como si fuese un bailarín inflable de los que te encuentras al lado de una ferretería. Él supo entonces que la ninfa le dijo que no tenía valor, en pocas palabras exclamó: «Te faltan huevos, lamecharcos».
O eso fue lo que ________________ se imaginó.
Dejando de lado al loco que le hablaba a su cacatúa como si esta pudiese verdaderamente entenderlo, en la planta baja de la casa, desayunaba la familia sin la presencia de ese chico, una costumbre algo desagradable, cuya creadora era, efectivamente, la matriarca de la familia. Ella prácticamente no deseaba verlo en el mismo lugar donde comían como familia, o tristemente (para ella), su imagen de perfección se vería alterada por una mancha asquerosa. Dicha mancha era imposible de eliminar, pero, gracias al poder de las apariencias, al menos podía hacer entrar a la mancha a su marco de familia perfecta bajo su tutela, manipulando la apariencia de la mancha.
Y ya que, la mancha tiene vida y voluntad propia, y no desea someterse a las humillaciones constantes y el control obsesivo de su madre, ha sido aislada en un sitio donde al menos el resto del mundo no puede verlo, en las sombras.
La mujer ayudaba a su hijita a comer, mirándola alegre y con orgullo, aunque ella era capaz de comer sola, hacer todo por ella no estaba de más, para una madre que adoraba absolutamente a su hija, considerarla su bebé era algo normal. Claro que, la niña a veces se percataba de que... Su madre no tenía una mirada amorosa.
Era como una obsesión, pero ella era demasiado jóven para saberlo.
La madre de ________________ Pérez Gil, era una mujer desagradable, tenía el absoluto control de todo lo que pasaba en la casa, los ingresos, lo que debía comprarse, la apariencia general de cada habitación, mueble o incluso la vestimenta de toda su familia. Sin embargo, a simple vista, tenía la actitud de una madre amorosa, como si fuese sabia o pudiese rozar el estereotipo de una madre enojona, soltando este aire acogedor.
Bien es cierto que, nadie conoce verdaderamente a la gente, todos guardamos rostros que son creados exclusivamente para convivir con ciertos tipos de persona, y el rostro que le muestras a tu familia o a tus maestros, es casi siempre el más repelente. Acostumbrados a mentir sobre nuestros propios ideales, nuestra brillantez que ve hacia el futuro, ya sea en la casa o en la escuela, tanto maestros como padres, por desgracia, terminan arrancando cada atisbo de creatividad que crea la colorida niñez, y cuando finalmente alcanzas la adultez o madurez según la estricta dictadura que se sostiene sobre leyes creadas por los verdaderos estafadores de la sociedad actual (que poco les importa tu cabeza si vale menos que diez centavos), donde la regla se basa en los valores, pero de mercado.
La lacerante monotonía aparece como un balde de agua fría, que te hace perder el interés en preguntarte, ¿Dónde quedaron esos colores que alguna vez te hicieron sonreír? ¿Dónde quedaron los sueños que te mantenían despierto imaginando lo imposible? ¿Dónde quedó el desinterés por la opinión ajena? ¿Por qué ahora más que nunca las palabras ajenas nos mantienen al borde del suicidio?
La reflexión queda dentro de sus cabezas, cada día y más que nunca, en la preparatoria, millones de adolescentes pasan por aquella etapa, donde se percatan de la terrible verdad, aprenden que para vivir en una sociedad capitalista, es necesario encadenarte el cuello y dejarte caer al vacío. Donde si no eres oprimido, te exprimen hasta el cansancio, y las pobres sobras de un ser humano descolorido que hoy día desconoce lo que significa siquiera humanidad, es arrojado hacia los perros hambrientos, que si alguna vez fueron seres humanos también, ahora han perdido todo rastro de su dignidad en favor de los poderosos, que los han despojado de todo criterio solo con unas migajas de sus riquezas.
Ahí yacen los pocos que tienen algo de criterio, colgando con cadenas en el cuello, perdiendo la noción del tiempo en tareas mundanas, y esperando su trágico final, que es tocar fondo y volverse un perro hambriento más. Como todo perro hambriento, no existen modales, no existe lógica, todos pretenden luchar por lo correcto, pero, ¿desde cuándo hay un bando que tiene la razón?
Hoy en día, esos jóvenes sostienen las cadenas de los errores de la generación más antigua, impidiendo que se caigan y toquen fondo, pero hiriéndose en el proceso. Ni siquiera el trabajo en equipo de los niños podrá superar el peso de tantos adultos. Entre el esfuerzo, a lo lejos pueden ver su meta, esos colores que son dibujados por la creatividad, y cuando su tiempo se acaba, un niño más ha pasado a ser un adulto, y un peso más ha pasado a ser responsabilidad del resto. En algún momento, la fuerza será menor, y todos caerán al vacío.
Y cuando ese momento llegue, la humanidad no podrá volver, no podrá salir, y cuando los perros hambrientos se den cuenta que no queda más comida, entonces se pelearán entre ellos, como si uno fuese superior al otro, o como si pensaran que son diferentes al resto, cuando los poderosos, desde la cima, solo pueden ver a una banda de perros sin cerebro peleando sin un motivo siquiera aceptable.
Me pregunto, sinceramente, ¿en qué etapa estamos ahora? ¿Bajamos lentamente o... Somos los perros que pelean entre ellos? Sea lo que sea, estamos destinados a la perdición.
Pero hay una salvación.
¿Saben cuál es la peor pesadilla de los poderosos?
Los anarquistas.
Dentro de la dictadura de aquella casa, existe una mancha, un anarquista que representa un cambio tentador. Dentro de cada casa, cada escuela, y cada región, siempre hay más de uno, que se opone a la humillación, que se niega a agachar la cabeza ante las injusticias, y precisamente esa es la verdadera madurez. Si crees que ser golpeado, ser constantemente menospreciado, pisoteado o humillado, por tus padres, tu familia, tus maestros, o tus jefes, es algo normal, pues estás totalmente equivocado.
Has sido víctima de una crianza de padres infantiles, que también siguieron una tradición de humillación constante, lo que los lleva a soportar toda clase de terribles injusticias, soportar tratos terribles, que no te paguen lo que mereces por tus horas de trabajo arduo, que justifiquen los malos tratos con que tú eres el error, es solo un poco más de una tradición que debe quedarse atrás.
Todo ese anacronismo innecesario, debe ser dejado atrás hoy.
Así que, la mejor forma de hacerlo, de liberarse de esas cadenas de control, donde el sufrimiento de otro es necesario para conseguir la propia estabilidad (que según enseñanzas hediondas, es igual a felicidad), es revelándose contra el sistema.
Y aquí tenemos a un anarquista, que se revela contra su madre, e inteligentemente, busca la completa emancipación con esfuerzo y trabajo duro.
Vaya párrafos para justificar la etiqueta de anarquista al protagonista, gracioso.
En fin, es difícil comprender con exactitud qué pasa por la mente de cada uno, lo que piensa un anarquista o lo que piensa un dictador, solo obtenemos un poco de ellos en su expresión, pero no podemos poseer todo.
Aunque existe una forma en la que ustedes pueden comprender muchísimo mejor, la clase de basura humana que es la madre de _______________.
El timbre de la casa detiene las acciones de la mujer, ella mira a su marido, que está concentrado en el periódico como cada mañana, en silencio y sin dirigir palabra alguna a nadie, como si fuese un muñeco sin vida, luego mira a su hija, que dirige sus ojitos redondos hacia la puerta con curiosidad. Es algo nuevo, entre semana y a esta hora de la mañana, no es usual tener visitas. Ella se dirige a la puerta, limpiando sus manos en su delantal, y apresurando el paso para abrirle al desconocido.
Los ojos de la madre se abren de par en par, la sorpresa es suficiente para que sus labios permanezcan sellados por demasiado tiempo, y el contacto visual entre esa persona y la dueña de la casa es suficiente para que haya entendimiento. Ella sonríe, una sonrisa que hace muchísimos años no se asomaba en su rostro.
Una mujer de cabellos largos y oscuros, piel pálida y vestimentas que para la sociedad japonesa son aceptables para una madre, es la visitante desconocida que se halla parada frente a la entrada, solo que, no es una desconocida del todo.
─Ryoba ─pronuncia la madre, para acercarse cálidamente hacia la visitante, estrechándose mutuamente entre brazos.
Atrás de ella, hay otra persona, un adolescente inexpresivo que siguió a su madre hasta la casa de un completo desconocido. Las escucha hablar, parece que son amigas desde la secundaria, no, ambas son la misma clase de persona, se puede notar en sus ojos.
Si antes había una esperanza pasando por la mente del adolescente, con el tiempo ya no la hubo, el padre de _______________ parecía estar muerto en vida, a veces comentaba cosas, decía bromas, o de vez en cuando, muy de vez en cuando, los ayudaba con algo, pero usualmente, su madre custodiaba el cuerpo de su padre, él parecía no tener opiniones, gustos o siquiera molestias, como una marioneta. Al igual que el padre de Ayato Aishi, esos dos perdieron todo brillo que les caracterizó alguna vez, pues ambos desposaron directamente a dos demonios.
─Penélope, dile a tu hermana que baje, por favor ─ordenó desde la entrada, y después se apartó de la puerta, invitándolos a pasar─. Adelante.
─Aish... Vooooy ─dijo con un tono cansado, para levantarse con un sentimiento de extrañeza en su garganta.
Penélope notaba que había una pelea extraña entre _________________ y su madre, sabía que su hermano era un hombre, pero su madre quería convertirlo en una mujer, así que siempre lo llamaba como si fuese una mujer más en la familia, compraba su ropa, y no fue hasta que él empezó a ganar sus propios ingresos, que se pudo liberar del color rosa.
Sí, imagínese, ella piensa que los colores deben guiarse exclusivamente dependiendo del sexo, el rosa para mujer, y el azul para hombre, más ridículo imposible.
La pequeña subió corriendo las escaleras, y luego se aproximó a la habitación de ______________, que estaba algo alejada de las demás. En la puerta habían decoraciones de un típico adolescente edgy que quiere mantener a sus padres fuera de su privacidad, como una cinta policial que decía «Keep out», y una que otra señal de advertencia.
Tocó la puerta varias veces, y luego se agachó para mirar debajo, alcanzando a percibir apenas los pies de la cama, y a Lorenzo, que caminaba en el piso en círculos, como un militar que le daba consejo a su cadete.
─¡________________! ─lo llamó del otro lado, para seguir tocando la puerta.
El adolescente abrió la misma puerta, y Penélope se encontró con su hermano con su toalla de Princesita Sofía amarrada a la cintura.
─¿Qué tienes, pene? ¿Y eso que me tocas la puerta? ─cuestionó, ladeando la cabeza.
La niña expresó en su rostro el horror, y luego frunció el ceño, para darle una gran patada en la pierna a su hermano, con tanto odio que siguió, pero no le quitó la toalla porque sabía que estaba desnudo por debajo.
─¡Devuelveme mi toalla! ¡Te voy a acusar con mi papá! ¿¡Quién te dijo que podías agarrarla!? ¡Es mi toalla! ¡Las vas a ensuciar! ─reclamó, pegándole con desesperación al más alto.
Él trató de esquivar los ataques sin soltar la toalla, de lo contrario sería muy incómodo. Soltó unas risas, esa reacción fue algo adorable por parte de su odiosa Penélope. No sabía porque le estaba dando un ataque de risa, pero se sentía como con ese sentimiento cuando sabes que hiciste una travesura. Ella se agachó, iba a embestirlo como un toro con su cabeza, aprovechando que poseía una diadema de unicornio.
_______________ la detuvo con una sola mano sobre su cabeza, y ella trataba de avanzar, zarandeando sus brazos como un nadador profesional. Eso era más gracioso aún.
─Pfff JA JA JA, ya, cálmate, al rato te la devuelvo, lavada y con olor a princesa ─le dijo, agachándose para encarar a la pequeña.
Ella lo miró, con esos enormes ojitos llenos de ilusión.
─¿Me lo prometes? ─preguntó, parpadeando unas cuantas veces, aprovechando que sus pestañas eran largas.
El mayor puso los ojos en blanco, y luego asintió.
─Te lo prometo ─asegura, dedicándole una sonrisa.
Iba a pararse, pero la niña lo detiene, para enseñarle su dedo meñique, el cual era diminuto.
─¿Por el meñique? ─cuestionó, haciendo un puchero, como si estuviera a punto de estornudar, pero en realidad esperaba una mejor respuesta por parte de su hermano.
________________ falleció.
O sea, no literalmente, pero metafóricamente falleció de ternura.
─Uy, sí, mi meñique lo promete ─responde, estrechando sus meñiques.
Vio a Penélope alejar su dedo, y con el mismo dibujó una especie de cruz en su pecho, luego trató de hacer una expresión seria, y con una pose dramática pero oscura, expresó algo extraño.
─Si rompes tu promesa, reclamaré tu meñique ─amenazó, señalándolo con un dedito furioso.
El adolescente se quedó estático, y luego recalculó lo que pasó, su hermanita pasó de tierna a ser un mafioso.
─¿De dónde sacas esas babosadas, tú? ─Se levantó con extrañeza, dejando una mano sobre su cadera.
─¡De Monster High! ─exclamó emocionada, para proceder a mirar a su hermano mayor con una alegría infinita, parecía ser fanática de esa serie infantil, al punto que se le iluminaba el rostro.
Ay, cosas de niños, al rato me va a salir emo por tanta tele, pensaba el chico. Ella ya se estaba yendo de allí, por poco y se le olvida para que subió.
─Ah, sí, mamá dice que bajes, es urgente ─le dijo ya pisando las escaleras.
Como no le dejaron de otra, él miró a Lorenzo, la cacatúa andaba de vuelta en su jaula, comiendo un poco de su alpiste en lo que esos dos platicaban, se despidió con la mirada, y susurró un audible: «Ahorita regreso», antes de bajar las escaleras.
Aquellos que saben lo que ocurrirá, ya esperan con horror ese fatídico destino que una delincuente decidió trazar para ese pobre chico, aquellos que no, olvidaron el pequeño detalle de que ________________ solo está usando una toalla ahora mismo, y no es cualquier toalla, es una toalla de la Princesita Sofía. Aunque hay unos pocos que, quizá comiendo palomitas, están ansiosos por ver lo que ocurrirá, como amantes de la desgracia ajena.
─¿Qué fue, ma'? Hoy no voy a ir hoy a la escuel-
El silencio sepulcral inundó por completo la casa, ________________ en una situación normal, reaccionaría agitado por tener visitas repentinas en su casa, y él "en bolas", pero esto no era algo que podía hacer en esta situación. En el sillón, se hallaban sentados dos seres despreciables, en compañía de su ser despreciable número uno, su madre. Ahí estaban Ayato y su mamá.
Minions, me doxearon, pensaba inquieto, sintiendo que su piel palidecía.
─¡________________! ¡Por Dios, vístete! ¡Y con el uniforme, nada de que no vas a ir! ─vociferó, no estaba enojada, estaba furiosa.
Sus mejillas tomaron color, y subió corriendo de vuelta a su habitación.
Ayato volvió a sentir esta emoción extraña en su pecho, como de intensa incomodidad, pero... Sus labios se curvearon ligeramente, mientras pensaba en lo tonto que era ese chico.
Su madre lo notó, y como buena madre, sabe que es lo que le pasa a su hijo.
─Ara ara, pero que chico tan descuidado, me recuerda a ti cuando estábamos en la secundaria, siempre olvidabas limpiar tu uniforme de esas... Manchas desagradables ─comentó Ryoba, llevando una mano suavemente a su propia mejilla, sonriendo con gentileza.
─Ay, ni lo menciones, casi me meto en problemas, de no ser por ti, mi querida amiga ─responde la mujer, igualmente llevando una de sus manos a su propia mejilla.
No pasaron ni cinco minutos, y _______________ volvió a bajar, con el cabello mojado y el uniforme puesto a medias. Se bañó y se vistió tan rápidamente que poco se preocupó por su apariencia, pero miren el lado bueno, van a oler a jabón el día de hoy, jabón que huele a coco porque no había de otro.
Trató de recuperar el aire, mostrando su dedo índice como si buscara que lo esperaran, se agachó y se detuvo sobre sus rodillas.
─Y-Ya nos vamos, porque llegamos tarde, ¿verdad, A-Ayato? ─lo miró, y trató de comportarse como si fueran amigos de toda la vida, comportamiento que siempre descolocaba al joven.
Asintió, y se levantó, bajo la mirada de su madre.
Ambas madres soltaron risitas, viéndolos en la entrada poniéndose sus respectivos zapatos, mientras se dedicaban unas cuantas palabras. Se vieron a sí mismas en ellos.
─Vayan con cuidado, ah, y ______________, cuida a tu primo, por favor ─le pidió su madre.
El joven de ojos ________ se detuvo abruptamente, ¿cómo que primo? Miró a Ayato, y luego miró a su madre, que tomaba la mano de la madre de Ayato con una alegría que nunca había visto.
─Somos mejores amigas, como hermanas de corazón, entonces eso los convierte en primos ─explicó Ryoba, sonriendo de oreja a oreja.
Esto ya se puso raro.
Si ________________ antes no había llorado por el incidente de su pantalón, ahora sí quería llorar.
4001⨾ palabras
¿Alguien captó la
referencia de Penélope?
Btw, que no se note que
este cap se escribió a
dudosas horas del día,
o madrugada, mejor dicho.
Estaba inspirada, quería
criticar a la sociedad
una vez más, como me
jode el mundo, chicos,
yo digo que mejor entre
todos nos compramos
una isla, la hacemos
habitable, y nos mudamos
lejos de este mundo
hediondo lleno de gente
pendeja, va a ser un
país pacífico, sin ataduras
sociales o poderío
inflado, explotación o
contaminación, al primero
que tire basura lo encueramos
en la plaza.
Suena bien, ¿cierto?
Un mundo sin esclavos,
es una utopía que me
deprime imaginar.
En fin, chicos, ¿les gustó?
¿Vieron faltas de ortografía?
Ya saben, si las ven, rolen
correcciones 🤠🤙
Capítulo largo por la larga
espera, se vienen más
de otras historias, gracias
por su apoyo, y pos los 4K,
los amo, chiques, ay 😍💋💅
Amigues, se pasan, me dejaron,
como, o sea, súper crazy 🤪
Ok, basta, lo fresa no me sale 💀
Practico para escribir a las gyaru,
pero bueno, si me ayudaran
sería excelente, cualquier comentario
que me guste se volverá parte
del canon.
Btw, ahora me encuentro
mucho mejor, gracias por los
usuarios que me mandaron
mensajitos lindos, ❤
Les cuento, mi vida se puede
resumir en emojis, solo
durante un tiempo fui este: 😇
Hasta q, ya saben, mommy
issues
Luego pasé de ser ese angelito
al emoji emo, q por cierto, no
existe, una metáfora a la
irrelevancia de mi existencia.
Después cambié y fui este: 🤩
Dios, los que me conocen
desde que entré a wattpad
saben de lo q hablo, joder.
Y después de ese, volví a ser
el emo, pero a partir de un tiempo,
me volví el odioso emoji del nerd,
🤓☝
No saben, genuinamente si me
veía re nerd, hasta hace poco seguía
siéndolo, pero ahora he pasado a ser
algo patético, a una mujer de clase
media baja que se viste como vagabunda
y por extraño que parezca, es hippie,
Además, siempre se viste y ahorra,
así q ropa chida no tiene, lo cual
hace q se vea bien pq ,
estéticamente, idk, soy aesthetic,
¿Q te puedo decir?
Es q, joder, el otro día me piropearon,
me dijeron: Q onda, siempre te vistes bien.
Wey, si siempre vengo en pijama
JAJAJAJAJA
No mamen, q kgado, me subió la
autoestima esa madre
Like, no soy una persona que
consuma en exceso, solo cuando
es estrictamente necesario,
odio completamente comprar
cosas, no me considero consumista,
para nada. Ropa compro cuando
hay agujeros en la tela y SE NOTA.
Respecto a aparatos electrónicos,
invierto en lo barato y en lo seguro,
nada de PENDEJADAS como el
IPhone, joder, estoy súper
peleada con esa marca, si tienen
IPhone o algún producto de Apple,
tengan por seguro que
los voy a molestar con eso toda
la vida.
En fin, desde entonces me
conocen como la vagabunda, pq
si no estoy mendigando por comida
o dinero, estoy durmiendo
Esta chiquilla pasó a volverse
hippie (Hippie, hippy o jipi es un
movimiento contracultural,
libertario y pacifista, nacido en los
años 1960 en Estados Unidos.
Los hippies practicaban una
ideología basada en la vida
simple y la anarquía no violenta.
Protestaban o se oponían
públicamente en contra de las
guerras, el capitalismo, los valores
tradicionales, la monogamia, el
consumismo, la distinción de las
clases sociales y a las prácticas
religiosas impuestas), y lo
estoy logrando, de por sí
daba indicios de anarquista
desde que estoy en primaria,
solo me faltaba llegar a la
clásica frase de: "Amor, paz y sexo"
Ya, pobres hippies, literalmente
es un: Todos ustedes contra mí
solo.
Sheesh, por eso le fue mal en
sus inicios, en la época, a los
capitalistas poderosos no
les agradó para nada el
movimiento, lo suficiente para
crear noticias amarillistas y
hacerlos ver como drogadictos,
asqueroso.
Pero que les digo,
la marihuana es una
planta, hermanos🤘
Nada q ver JAJDJAJS
Ya, me voy, bye
ATTE⨾ 02 ~
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