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Volumen 1. Capítulo 1. Las flores tienen espinas.

Hola, mi nombre es Akiro Itō, tengo 18 años de edad, si tuviera que definirme en una palabra sería "Normal" por mi aspecto promedio, estatura promedio, todo promedio.

Me encuentro cursando mi último año de preparatoria. Siempre me he considerado una persona fiel y aunque muy poco sincera con mis sentimientos, un solitario que prefiere mantenerse al margen de los demás, me he recluido por decisión propia. Eso mismo ha causado que muy pocas personas se sientan cómodas a mi lado, sin embargo, hay una chica que, sea por el motivo que sea, se ha quedado a mi lado a lo largo de los años.

En pocas palabras, mi vida social se centra y depende de una sola mujer. Ahora que lo digo en voz alta, es un tanto tenebroso y triste.

El nombre y apellido de mi única amiga es Akina Takahashi. Contrario a mí, ella sí hace honor al significado de su nombre "Flor de primavera".

Es una chica amable y dulce, como una hermosa flor que está recibiendo luz por primera vez en sus delgados y finos pétalos. En fin, la conozco desde que nos vimos por primera vez en la escuela primaria hace ya unos ayeres.

Su aspecto es el de alguien que te despierta unas fuertes ganas de proteger.

Ojos de color marrón y llenos de vida, cabello largo, con un tono negro, el cual, con los rayos del sol, brilla de tan sedoso y fino que es.

Físicamente hablando, o sea, su complexión, no se queda atrás.

Si tuviera que darle una calificación sería un 90/90/90, aunque, en lo personal, se me hace un poco irrespetuoso calificar las medidas de una mujer, no obstante, es la única forma que encuentro para darles una ligera idea de la belleza de mujer a la que estoy describiendo.

Dejando de lado un poco las miles de razones por las cuales Akina es una chica extremadamente popular en nuestro instituto, continuaré hablando de mí, quien, si no estoy mal, soy el protagonista de esta historia.

Como mencioné con anterioridad, mi vida siempre ha dependido de una sola mujer.

Akina, en su infinita benevolencia, me integra a las conversaciones de su numeroso grupo de amigos, causando así que no me restrinja a un rincón en el fondo de nuestra aula (Nunca se lo pedí, no es como si lo necesitara, pero agradezco la intención).

Un dato extra que deben saber de mí es que prácticamente me la vivo leyendo libros, sí, lo adivinaron, soy un completo nerd de la literatura.

Es un tanto curioso que no lo vea como algo malo, ya que esto me ha permitido estar en los puestos más altos de las evaluaciones desde que tengo uso de razón.

¿Matemáticas? Solo con entender las fórmulas y sus aplicaciones se facilita enormemente.

¿Inglés? Es de los idiomas más sencillos del mundo, tiene muy pocas estructuras gramaticales si las comparamos con las del español y el chino.

¿Ciencias? Lectura e interpretación, nada del otro mundo.

Creo que he dejado claro mi punto.

No me molesta estar solo en mi propio mundo.

Me incomoda que Akina pertenezca al mismo, me siento como una carga para ella.

Aun si las cosas son de esa forma, yo la amo.

En efecto, es imposible no enamorarse de ella. Mucho menos considerando que la conozco desde hace mucho tiempo como yo.

Su amabilidad.

La calma que le trae a mi ser.

Es mi todo.

Tanto así que he planeado declarármele desde que estamos en secundaria. Sin embargo, no he tenido el valor de hacerlo en ya casi 6 años.

Soy un cobarde.

¡Pero eso se acabó!

¡Hoy, el último día de clases, le confesaré mis sentimientos!

Es un buen plan si me preguntan. Lo he pensado mucho en los últimos días.

Si me acepta, me volveré la persona más feliz del mundo.

Si no, aceptaré mi derrota como un hombre y es probable que corte contacto con ella, después de todo, dudo ser igual de importante para ella como ella lo es para mí.

¿Por qué esperé hasta ahora? Sencillo. Cuando las vacaciones lleguen, tomaremos rumbos diferentes y no habrá ningún lazo que nos una al otro.

Ella irá a una universidad de modas. Yo de contaduría.

Si bien seguiremos dentro de la misma ciudad, será difícil toparnos.

Elegí esto porque no tengo muchas ilusiones de que acepte mi propuesta y no tenerla cerca en los tiempos posteriores a su rechazo me facilitará enormemente superar el dolor.

En el salón de clases.

Sentado en mi pupitre, veo con nerviosismo el reloj ubicado encima de nuestra maestra.

Ella parece estar a punto de llorar por algún motivo.

¡Ah! Cierto, este es el último día que nos verá.

No soy alguien que le tome mucho cariño a los profesores.

Nuestras conversaciones siempre fueron muy limitadas.

"¿Terminaste tu examen?".

"Akiro, tu calificación es...".

Cosas por ese estilo

Nunca hacía preguntas.

Nunca me metía en problemas.

No tenía más presencia que la que tiene el pupitre donde me encuentro reposando.

Me sentía como el típico protagonista de una novela ligera con un serio odio hacia la vida.

Espera, eso mismo soy. Lo lamento lectores, muy probablemente no le llegue ni a los talones a cierto protagonista con ojos de pescado muerto y una novia millonaria. Inclusive creo que no es una meta muy realista llegar a convertirme en él, no sufro de síndrome de octavo grado como para intentar ser un personaje de ficción, gracias a todos los dioses.

Volviendo al mundo real. El transcurrir de los segundos y el constante sonido de tic tac, que provenía de las agujas del reloj, causaba una increíble reducción de mi confianza.

Siempre sucede eso.

Estás decidido a hacer algo, pero entre más cercano es el momento de la verdad, el momento de actuar, esa confianza se desvanece como algodón en el agua.

Espero que ese no sea mi caso.

*¡Rinnnnnng!*.

Una campana sonó, dando lugar al final de las clases.

Tengo miedo.

Quiero vomitar.

¿Eso sienten las personas enamoradas en una situación de alta presión emocional y social?

Quien dijo que el amor duele no sabe lo acertado que fue su comentario.

Es la una de la tarde, a escasos 30 minutos de vernos en el punto de encuentro que le mencioné en la carta que le entregué esta mañana.

Estoy seguro de que la leyó. Sentí su mirada indagando en mi persona mientras yo me hacía el tonto y centraba mi atención a mi libro.

"Efectivamente, el papel está hecho de papel".

Fue el pensamiento que rondó por mi mente cuando fingía leer para ignorarla.

Me sorprende que no me haya dicho nada en los recesos, normalmente se acercaría y preguntaría el objetivo que tenía al no dársela cara a cara.

Agradezco enormemente que no se presentara dicha situación, mi corazón no soportaría una humillación pública.

¿Habrá sido buena idea citarla en la parte de atrás del gimnasio de usos múltiples? Sé de una fuente confiable que el tránsito de personas en esa zona es mínimo, por lo que la privacidad no será un problema.

¡No hay espacio para dudas, Akiro! ¡Compórtate como un hombre!

Akina, para sorpresa de propios y extraños, salió con sus amigas a un lugar desconocido no sin antes hacer brevemente contacto visual conmigo. Quise saludarla, pero cerró rápidamente la puerta.

Comencé a sospechar que algo malo pasaba, así que, incluso si es moralmente incorrecto, las seguí.

Caminé a unos 5 metros detrás de ellas, para alguien que llama muy poco la atención, no fue difícil pasar inadvertido.

El ruido en los pasillos me impedía escuchar lo que Akina y sus amigas platicaban, ella se notaba un poco preocupada.

Cuando por fin dejaron de caminar, pude esconderme detrás de una pared y quedarme quieto ahí mismo.

Estaban en la pequeña sección de las escaleras donde una se une con otra.

"No debería estar escuchando, me siento como un fisgón".

Me dije a mí mismo, decayendo un poco mi ánimo.

-Oye ¿Y en serio piensas ir a reunirte con ese tenebroso chico?-.

Una de sus amigas le preguntó. Si les soy sincero, no tengo ni idea de cuál es su nombre.

Espera, me dijo tenebroso, me ofendería si no fuera una descripción bastante acertada, lo dejaré pasar.

-Ya chicas, no es tan malo una vez que lo conoces-.

Respondió Akina, con cierta incomodidad, como si no deseara llevarles la contraria o siquiera hablar de mí.

-Llevamos 3 años intentando hablar con él y no habla de otra cosa que no sean libros y escuela, si estoy con amigos es porque quiero hablar de ellos, no de lo que nos atormenta-.

Expresó otra chica.

Ya sabía a donde se dirigirá esto, he leído suficientes novelas y visto muchos animes como para saber el resultado de esta plática.

Incluso viene a mi memoria cierto personaje que sufrió un golpe en la cabeza y perdió sus memorias al caer de un puente mientras esperaba a que su amiga diera una respuesta a su confesión. Detalles para después.

-Sé que es tu amigo de la infancia. Sin embargo, debes saber elegir bien a las personas que te rodean, alguien como tú no debería juntarse con Akiro, arruinará tu reputación-.

Esto fue dicho por una tercera compañera, mostrando una mueca de desagrado.

Nunca faltan las amigas de ese estilo ¿Verdad? No digo que sea alguien que levante el estatus de quien está a mi lado. Aunque de eso a ser una mala influencia hay un tramo muy grande.

La razón por la cual ella pasó a la universidad fue porque yo le di asesorías.

Incluso sus padres y hermana menor me agradecieron.

¡Muchas gracias por valorarme, familia Takahashi!

Sin dejar de oír la conversación, esperé una respuesta por parte de Akina.

-S-Sí, tienen razón, su presencia no me favorece en lo más mínimo, solo es un cero a la izquierda más en mi vida-.

Eso fue lo que contestó, con ciertos aires de grandeza

Esta parte suya no la conocía...

-¡Así se habla! Además, no creo que le agrade a tu novio que estés con un chico así-.

La amiga número dos concordó con lo anterior.

Esperen... ¿Novio?

¿Akina tiene novio?

¿Por qué me vengo enterando hasta ahora?

Pensé que no había ningún secreto entre nosotros.

Me equivoqué.

Mi interés se fue haciendo más grande, me sumergí e indagué en cada palabra que decía.

-¡Shhhhhh! no le he dicho a nadie que tengo una relación, solo a ustedes tres-.

Las silenció con un chitón, susurrando la confirmación de lo dicho con anterioridad.

"Así que no era mentira... tiene novio, entonces... ¿Qué demonios estoy haciendo?".

Tras decirme esto, cuestioné los actos y las decisiones que había tomado hasta ahora.

La carta

La propuesta.

¿Qué importan ahora?

Ella ya tiene novio.

Si lo escogió es porque es alguien maravilloso.

Tanto como ella.

No tiene sentido seguir aquí.

Suspiré pesadamente y me alejé, dejándolas hablar de lo que quisieran.

¿Insultos a mi personalidad y aspecto? No me importan, soy lo suficientemente maduro como para no ofenderme por comentarios de personas a los que no les tengo ni una pizca de importancia.

Lo único que me dolió fue que incluso la chica que tanto he idolatrado y admirado piense que soy una presencia no deseada en su vida.

¿Qué importa si tiene novio? Eso es algo que pasaría algún día.

Y ese no sería yo...

Me siento extraño.

No triste.

No enojado.

Simple y sencillamente... pasmado, tanto así que me sorprende mi falta de reacción.

A ver, recapitulemos, acabo de oír a la única amiga que he tenido decir la poca importancia o valor que tengo.

Me enteré de que tiene novio.

Estoy solo.

Y entonces... ¡¿Por qué demonios no me estoy quebrando en llanto?!

¿Qué sucede?

¿Es así como se siente que tus bajas expectativas se cumplan?

Me atormentaba perjudicar su estatus con mi presencia.

También causarle problemas con sus amigas.

Siempre se vio obligada a incluirme en su círculo de amigos, por lo que escuché hace unos segundos.

Claramente no era mejor que un piojo, quien se pegaba a su portador y chupaba su sangre.

Entonces, si siempre me vi así... lo raro sería sentirme traicionado...

¡Exacto! ¡Sin expectativas no hay dolor!

¡Wow! ¿Cómo es que no llegué antes a esta conclusión? Todo sería más fácil de saberlo desde antes.

Fue en ese momento que una Epifanía me golpeó en el rostro.

"El amor es una atadura que no deseo tener".

"La amistad un contrato con fecha de expiración".

"Al final del día, el único que nunca te fallará es uno mismo".

Fueron los pensamientos que me abordaron.

Mi amada libertad, te he extrañado.

No tendré que fingir todo el tiempo que extraños, de los cuales no sé sus nombres, me agradan.

Y sobre todo... ahora que comprobé la verdadera cara de Akina, me di cuenta de algo importante...

Podrá ser una flor de primavera.

Pero las flores tienen espinas.

Y me pinché con una de ellas.

En pocas palabras, incluso la existencia más linda que he conocido puede dañarme.

No mentía cuando dije que la amo, me alegra que pueda estar con alguien digno de ella, sin embargo... decir que no soy su amigo...

¡Pues no te daré el gusto de verme en un estado tan patético y débil!

¡Haré que te arrepientas de tus palabras!

No porque quiera demostrarte algo.

El motivo es más mundano.

Quiero que veas lo bien que me va sin ti en mi vida.

¡AKIRO 2.0 NACERÁ HOY! ¡ESPÉRENLO MUNDO!

Tomé mi mochila, la confianza que emanaba cada fibra de mi cuerpo no pasó desapercibida, tanto así que desperté algunas miradas.

Las devolví y les sonreí, cosa que nunca había hecho de forma tan sincera en los tres años de preparatoria que llevamos juntos.

Después cerré la puerta detrás mío.

Corriendo a toda velocidad, me dirigí a mi hogar, tengo que formular mi plan.

El nombre del plan lo pensaré luego, lo importante es formularlo.

Sobra decir que no fui al punto de encuentro.

Akina, no nos veremos en mucho tiempo, pero sabrás de mí, te lo puedo asegurar.

No obstante, luego entendí que esa falta de reacción tras enterarme de esos sucios secretos de la mujer que tanto amaba solo camuflaban un fuerte dolor que estaba a la espera de emerger desde lo más profundo de mi ser...

*¡LAS IMÁGENES EN LOS CAPÍTULOS SON EDITS, CORTESÍA DE AlphonseMondragon. !*.

*¡CRÉDITOS A SUS RESPECTIVOS AUTORES!*.

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