Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6

El lujoso mercedes se estacionó frente al edificio. La cena perfecta estaba en marcha y la cancha estaba lista, una reserva en un restaurante cerrado y elegante, una caja de chocolates y unas flores, el brazalete... un pequeño regalo.

El ascensor, los pasillos y la puerta a su cielo, tocó el timbre y la puerta se abrió inmediatamente; no era el único ansioso. Un pantalón de vestir rojo sangre y una blusa blanca atraparon sus sentidos. El cabello castaño peinado cuidadosamente pero no aplastado y un reloj de líneas delicadas en la muñeca izquierda. El demonio estaba danzando con su mejor pecado justo en frente de sus narices. Estaba acabado.

- Te ves muy bien Chanyeol. ¿Quieres pasar? Aún no he terminado con los preparativos. - se sonrojo.

- Sí... traje esto para ti. - le extendió los regalos.

- ¡Son hermosos! ¡Gracias! - Después de tomar con cuidado cada objeto. - Los chocolates son mis dulces favoritos, gracias.

- No te preocupes, me alegra.

Sehun se retiró por unos momentos a su habitación y él aprovechó para observar un poco. Una sala ordenada, fotos de mascotas y su amiga, nada de novios. No había piedras para remover.

- Ya estoy listo. - dijo Sehun mientras se arreglaba el saco que combinaba con el pantalón.

- Estas hermoso. - dijo mientras le tomaba de las manos para apreciar mejor el brazalete. - Te lo pusiste.

- Sí. - se sonrojo- Es bonito y se ve bien.

- Creo que no importa lo que te compre, todo se verá bien en ti.

- Gracias...

- Tenemos que irnos. - se dijo a sí mismo y soltó con cierta resistencia las manos de Sehun.

- Sí.

Durante el camino Chanyeol pudo apreciar como el nerviosismo atravesaba el cuerpo de Sehun de diversas formas. Desde labios apretados y rojos, hasta movimientos inquietos de sus manos. Se veía adorable y vulnerable.

- El lugar que elegí es muy bueno. Podrás pedir lo que quieras y la privacidad está asegurada, nadie va a molestarnos.

- Suena bien...

- ¿Qué te gustaría comer?

- Tal vez fideos y ensaladas.

- Bien, yo quiero una carne tierna y jugosa. - lo miró por unos segundos.

- Bueno...

- Lo siento, suelo tener mucha hambre.

- No te preocupes, yo también pero ahora no tengo mucho apetito.

- Cuando veas la comida lo tendrás.

- Si tu lo dices.

Apenas se detuvo frente al lugar se arrepintió, tenía un terrible presentimiento. Los llevaron hasta la mesa asignada, pero no podía evitar el terrible pensamiento de que lo estaban observando.

- ¿Qué ocurre Chanyeol? ¿Te sientes mal?

- No. - contestó secamente asustando a Sehun.

- Bueno...

- Lo siento, solo estaba aturdido. Vamos a nuestra mesa.

Chanyeol cuando se trataba de cámaras tenía un maldito receptor que rastreaba cualquier sonido que fuera similar a un flash. Todos sus sentidos podían reconocer a un fotógrafo, lo llevaba en la sangre y en ese momento se sentía perseguido por uno.

- ¿Qué elegirás del menú?

- Hay mucha comida deliciosa.

- Te lo dije, te abrirá el apetito.

- Ahora mismo quiero comer pizza.

- Bueno, pediremos la cantidad necesaria para ambos.

- ¿No comerás carne?

- Quien sabe, aún hay tiempo. - Sonrió.

- Bueno.

Unos minutos después allí estaba otra vez, esa sensación. Sehun se veía tranquilo y disfrutaba de la comida, no arruinaría la cena por algo tan tonto.

- Sehun, disculpame un momento.

- Sí.

Chanyeol se alejó un poco dirigiéndose a los baños, quería saber quién era el bastardo. Desde una esquina oscura observó las mesas y sobre todo la suya que estaba apartada del resto y cubierta por unas paredes falsas con dibujos rústicos. Y ahí lo vio. Un hombre se acercaba a paso seguro hacia Sehun; la posible cámara era el menor de sus problemas.

- ¿Oh Sehun? - el muchacho asintió algo aturdido y buscando con los ojos detrás del hombre- Lo siento, no quería molestarte pero no pude evitarlo. Mi nombre es Ahn Bo Hyun y soy un fan de tus obras.

- Yo... no sé qué decir.

- En verdad estoy muy emocionado, es decir, no estaba seguro... Nunca saliste en revistas o asististe a algunas de tus exposiciones, pero el otro día te vi y pensé que tal vez eras tú.

- Por favor, no le digas a nadie. - entró en pánico.

- No, claro que no. No necesitas pedirmelo.

- Gracias. Yo ahora estoy con alguien. - miró a su alrededor.

- Oh, sí, el fotógrafo.

- Park Chanyeol. - resonó detrás de él.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro