¿Quieres ser mi novio?

La enorme pancarta atravesaba su mansión desde un extremo a otro y aún le parecía pequeña.

- ¿Será suficiente? - se alejó un poco y observó las enormes letras - Hubiera pedido el " ¿Quieres casarte conmigo?" o " Ven a vivir conmigo".

- Y así lo arruinarías todo. - soltó Chen - Recuerda, no apures las cosas.

- Sí, lo sé.

- Entonces... ¿por qué compraste esos boletos para ir a Los Ángeles?

- Son como unas minivacaciones.

- Ah. Yo pensé que querías llevártelo para casarte ahí. - Chanyeol solo lo ignoró y siguió con sus preparativos.

- ¿Cuándo voy a conocerlo?

- Pronto.

- ¿Estás ignorandome?

- No.

- ¿Qué anillo le compraste?

- Uno dorado con un diamante. 

- ¡Lo sabía! Estas avanzando muy rápido.

- No tiene nada de malo, se lo daré para pedirle que sea mi novio. Es un lindo presente.

- Bien, me rindo. Voy a perder como cuando te dije que no fueras a comprar cuadros a su galería.

- ¡Funcionó!

- Estabas perdiendo la cabeza...

- Por él.

- Sí...

Unas calles atrás...

- ¿Dijo cuál era su dirección?

- Sí, Lucy, la puse en tu gps.

- Creo que ese orejotas tiene algo planeado. Si ves algo raro sales corriendo directo al auto. - Sehun sonrió.

- No puedo hacer eso. Nos ha invitado a comer.

- Para comerte...- dijo ella entre dientes.

Sehun solo se concentró en las calles que pasaban, irónico, porque ellos eran los que se movían. Sonrió al pensar en las veces que cruzaría esos caminos solo para ver a Chanyeol. Porque se verían de seguido. ¿No? ¿Ya eran novios? Es decir, los novios hacían  las cosas que ellos hacían. Se sonrojó al recordar las palabras de Channie...

- Tengo una sorpresa para ti, precioso. Solo tienes que venir a casa.

Pero todo se había vuelto extraño porque Lucy había decido acompañarlo. Muy internamente deseaba que su sorpresa no fuera íntima o ... Sacudió su rostro evitando cualquier pensamiento erróneo y se concentró en la carretera; ya faltaba poco. A unos metros, un desvío los llevó hasta las rejas de una enorme mansión; su amiga se adentró por un espacio que se había abierto e ingresaron a un jardín poblado de flores que atraparon la mirada de Sehun. Todas eran hermosas. Si supiera que Chanyeol las hizo colocar unos días antes de su visita. ¿Cómo reaccionaría a semejante regalo?

- Son hermosas...

- Estoy segura de que dejará que te las lleves todas.

- No lo creo. Se ven muy bonitas ahí.

Lucy estacionó a pocos metros de una fuente. La entrada era gigante y la puerta estaba adornada con figuras cuadradas y rectangulares. Tocaron, pero no llegaron a escuchar el timbre. Sin embargo, se escuchó un golpe seco. 

- ¡Hola! - Un ¿asustado? Chanyeol abrió la puerta; Sehun se sorprendió y ruborisó apenas lo vio. - Pa... pasen. - Dijo una vez que corrió los ojos de su pequeño hacia el otro invitado.

Dentro de la sala, Chen intentaba colocar el cartel que se había caído súbitamente.

- Supongo que la sorpresa se...

- ¡Sí!

Chen dejó caer el cuadro y Lucy se cubrió el rostro para reír; Sehun besó a Chanyeol y este quedó más aturdido que antes.

- ¿Quieres casarte conmigo? - Todos quedaron en silencio...

- ¡Chanyeol! Te dije que no fueras tan rápido.