«5»
╔═════════════════╗
ObiHidan.
❝Carmesí.❞
╚═════════════════╝
Mi nombre es Hidan, ¿Mi apellido? Realmente no lo recuerdo, hace años que vago de aldea en aldea, paso mis noches en los bosques.... Hace mucho que olvidé quien fuí en el pasado. Mi cabello es blanco, algo largo a decir verdad, mi ojos violetas y mi piel es realmente palida. Tengo veintidós años y hace mucho que estoy perdido en este lugar que llaman mundo.
Tengo vagos recuerdos de mi madre, recuerdo lo hermosa que era, su cabello era castaño y sus ojos eran de la misma tonalidad que los mios, Azumi era su nombre. De mi padre solo recuerdo su cabello albino como el mio y lo protector que solía ser.
Hacia tantos años que me habían separado de ellos...
Esas memorias en mi mente eran borrosas, era de noche, todo se veia tan distorsionado... Fuego en esa pequeña aldea, personas corriendo de aqui para alla y mi padre me tenía en brazos sin soltar la mano de mi madre, la desesperación, el dolor... El miedo se apoderaba de todos y cada uno de los habitantes, ninjas lanzaban sus armas y jutsus por doquier en aquella aldea turística que hacía mucho dejo su poder militar.
De un momento a otro, cai de sus brazos vi como unos ninjas tomaban a mis padres y los alejaban de mi, mi vista se hacía cada vez mas borrosa y antes de caer en la inconsciencia alguien me tomo. Si no mal recuerdo, mis dias de inconsciencia fueron largos y cuando por fin desperté no sabia en lo absoluto en donde estaba, era una habitación completamente blanca con una gran puerta de metal, a veces me daban comida, no sabia que dia u hora era. Estaba solo, un pequeño niño asustado en aquél entonces.
Luego... Mi pasadilla empezó.
Esas personas completamente cubiertas con mantos rojos como la sangre, nunca pude ver sus rostros, empezaron a experimentar conmigo. Hacían heridas superficiales en mi cuerpo, dolían, dolían mucho. Me daban libros sobre una religión, me decían que solo lograría salir de ahí si me convertía en un verdadero creyente y yo... Yo les creí con los años, yo mismo hacia heridas en mi piel para ofrecerselas a aquel Dios llamado «Jashin» con la única esperanza de... Lograr salir de ahí con vida, le ofrecí cada uno de mis suspiros, mis respiraciones, el latir de mi corazón e inclusive mi alma.
Hasta que ese día llego, el día en el que esas personas probarían mi fe y atravesarían mi pecho con un arma, para así saber si jashin realmente no me dejaria morir. Yo solo podía rezar, tenía catorce, entregue horas de mi vida a la noche anterior orandole a ese dios para que no me abandonase, que me ayudase a salir con vida.
Y él... Escucho mis plegarias.
Logre vivir, le había entregado mi eterna sangre y lealtad a ese Dios que volvió a darle sentido a mi vida, ese dia logre huir. Muchos años después ahora soy solo un ninja que vaga por el mundo ninja solo, que asesina sin piedad solo para complacer a mi amado Dios. Ahora, sabia que la temida y oscura organización de Akatsuki me buscaba, querían atraparme, llevarme a algún lugar y no sabia realmente que deseaban hacer conmigo. Pero... Eso yo no lo iba a permitir, no lo haria de nuevo.
Era de noche, me encontraba bajo un árbol observando las finas y hermosas estrellas que iluminaban el cielo, la noche era tranquila sin un solo ruido más que el pequeño sonido de los grillos a la lejanía. De un momento a otro escucho el como una pequeña rama es rota en el suelo y al instante me pongo en alerta, me levanto y tomo mi guadaña del suelo. Al voltear veo que frente a mi hay un hombre alto a la lejania, con una capa oscura con nubes rojas, no podía ver su rostro porque una capucha lo ocultaba, pero dos ojos rojos brillaban en lo mas oscuro y profundo de ese rostro oculto.
Mi cuerpo tembló, todo a mi alrededor se detuvo en aquel instante, un escalofrío recorrió toda mi columna y yo no podía hacer más que estar perdido en aquellos ojos tan rojos como la sangre, me sentia hipnotizado ante ese color que conocía tan bien y no pude evitar pensar que aquellos ojos eran los mas hermosos que habia visto a lo largo de toda mi vida. Aquel hombre dió unos cuantos pasos hacia mi, pero yo no me aleje y él no dudo en quedar a centímetros de distancia, por alguna razón no sentía que mi vida estuviese corriendo peligro.
Mire su rostro, una piel completamente pálida con una inusual cicatriz enorme recorriendo por completo uno de los lados de su rostro, el derecho para ser mas exactos. Sus labios se veian suaves, algo resecos y con un tenue color rosa, hasta que por fin llegue hasta sus ojos... Eran mas hermosos de lo que había creído, tan carmesies que parecían la misma sangre que corria por mis venas, aquellos ojos podía notar como esa pupila en medio de las tres aspas que la rodeaban se empezaba a dilatar con tan solo obsevarme y eso... Me dejo sin aliento.
Esas pupilas... Aquellas que dilatan, que deleitan y que por alguna razón... También delatan. Sus ojos brillaban con intensidad al solo mirarme, se dilataban en gran cantidad y él no decía nada, tan solo seguía todos y cada uno de mis movimientos. Su mano se elevo hacía mi pero yo retrocedí, se quedo quieto y Luego volvió a bajarla sin siquiera intentar volverse a acercar.
—¿Quién eres?
Le pregunte con valentía mientras entrecerraba mis ojos, vi como sus labios se arqueaban levemente en una muy pequeña sonrisa. Sabía que era alguien de Akatsuki, por su capa lo tenía claro y si venía a capturarme no se lo iba a permitir.
—Hidan, el inmortal. Es un placer, he oído mucho de tí.— Su voz gruesa y áspera hizo que cada vello de mi cuerpo se erizara sin razón.
¿Quien diablos era este sujeto?
—¿Como sabes mi nombre? — Respire ondo.— Lo volveré a repetir, ¿Quien eres?
Él río y volvió a acercarse a mi aun con aquella sonrisa en sus labios, me miro fijamente y llevo su mano hacia mi una vez más pero está vez no me aleje, senti su fria palma en mi mejilla y el como las yemas de sus dedos acariciaban mi piel, por un momento me sentí desconcertado, sin saber que hacer realmente en esa situación.
—Obito... Ese es mi nombre.— Me dice sin más, aún sin dejar de mirarme.— Soy el líder de Akatsuki y mi deseo es que te unas.
Me aleje bruscamente, no, jamás volvería a ser prisionero de nadie, para mi esa vida ya había quedado atrás y no iba a repetirla.
—No.— Solté de forma rotunda.— Jamás trabajaría para esa organización criminal, estoy harto de ser el prisionero de todos.— Lo apunte con mi guadaña.
Pero al ver el filo cerca de si, ese hombre solo cerro sus ojos y solto un fuerte suspiro, se sento en el suelo donde antes estuve y con su mano izquierda golpeó enfrente de él invitandome a sentarme. ¿Qué demonios le sucedía a este sujeto? Al ver que me mantenía de pie el me miro fijamente.
—Dejame contarte una pequeña historia...— Me sonríe y yo rendido me siento enfrente de él, vaya, eso era ridículo.— Hace mucho tiempo, un jóven se resigno a dar su vida por sus camaradas pero jamás creyó que lograría sobrevivir y sin saberlo quedo atrapado en una cueva, con un hombre que curo sus heridas pero... Ese hombre no planeaba dejarlo irse.
Entendi por donde iba el rumbo de aquella historia y sin desearlo un nudo se colocó en mi garganta, los recuerdos inundaron mi mente y no pude evitar una mirada enojada.
—¿Cuánto tiempo tuvieron cautivo a ese chico?— Arqueé una ceja, Obito aparto su mirada.
Y suspiró.
— Para él... El tiempo solo corría y sentía que se quedaba atrás, un día una persona de esa cueva le aviso que sus compañeros que en la anterior ocasión había salvado corrían peligro nuevamente.
Bufé.
—Pues tremendos idiotas, ¿Acaso solo sirven para meterse en problemas? Yo si fuera aquél chico dejaria que se mataran.
Ese Uchiha descarado solto una fuerte carcajada y sostuvo su cabeza mientras negaba, no pude evitar pensar que aquella risa me parecia encantadora y sin más reí también.
—Podría decirse que si.— Me sonríe.— Cuando ese joven logro escapar de esa cueva, fue corriendo hacia donde se hallaban sus compañeros, al llegar... Solo vió algo que deseaba jamás ver en su vida.— Continúo y vi como su mirada se oscurecía, un leve brillo de tristeza se veía en sus hermosos ojos.
—¿Los encontró... Muertos?
Pregunte dudoso, él solo volteo su mirada hacia un lado y se encogió de hombros.
—Algo parecido.— Me miro nuevamente.— Después de eso, simplemente huyo y nunca se supo que él vivía, llego a Amegakure, donde conocio personas que sin saberlo se volverían muy importantes para él, dos jovenes y una chica.— Le mire atento.— Ellos tenían una organización, Akatsuki.
Mi mente hizo clic, empezando a unir los hilos de la historia uno por uno.
—¿Acaso...?
—Esos jóvenes le abrieron los brazos y le dieron un lugar al que por fin podría llamar hogar.— Me interrumpió.— Pasaron por altas y bajas pero siempre permanecieron juntos, aún lo estan de hecho.— Volvió aquella sonrisa radiante.— Desde entonces se han encargado de buscar a ninjas que hayan pasado por pasados traumáticos, que sientan que su vida no tiene sentido para así darles lo mismo a cada uno de ellos, un hogar. Ese lugar donde pueden ser ellos mismos sin limitaciones y nunca se sientan juzgados y formen parte de esa gran familia.
Él finalizó su relato y yo me mantuve en silencio pensativo, sus ojos me recorrían de arriba a abajo y me miraba con calidez, esperando pacientemente a que yo tomara una decisión.
—¿Esa es tu historia, Obito?
Mi pregunta fue más directa de lo que hubiera querido formularla pero ya la habia hecho, el sonrió y asintió.
—Así es.— Trago saliva, que duro.— Por más raro que suene, te he investigado y observado, nadie debería pasar lo que tú tuviste que vivir, Hidan.— Me extiende la mano.— Ven conmigo y prometo que nunca más volverás a estar solo.
Mire su mano fijamente y dudoso la tome, el jalo de mí y ambos nos pusimos de pie. Le mire fijamente, no sabia si era por su aura o por mi propia confusión, pero no pude evitar volver a mirar aquel brullo rojo que sus ojos emanaban en la oscuridad de la luna pero... Aquel hombre realmente llamaba mi atención.
Tal vez era el carmesí de mis ojos, pero en lo mas profundo de mi ser... Sentía que ese hombre significaría mucho para mi.
♡
Continuara.
_____________________________
¡Hola!
¿Que les pareció?
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
¿Cual fue tu parte favorita?
Escrito:15/05/23
Publicado: 16/05/23
1847 Palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro