•Precio de ser una Muñeca•
Narra Taehyung.
Me encontraba en mi habitación, realmente es el lugar más pacifico de la casa a mi parecer. La cama era muy cómoda, tanto que no me importaba quedarme en ella solamente mirando al techo y pensando.
-¡TAEHYUNG! ¡VEN AQUÍ AHORA MISMO!-Se escucharon los gritos de su hermano, Seonghwa. Rápidamente se levantó de su cama y corrió hacia abajo, donde estaba su hermano que aparentemente ya había llegado.-Hazme de comer, niñato. Y que sea ahora mismo, sino ya sabes lo que te espera.
Taehyung tragó saliva pesadamente y asintió mientras hacía una reverencia hacia el mayor.
-Sí, Hyung. T-te lo llevaré a tu cuarto.-Se retiró hacia la cocina para empezar con su labor. La última vez que no había hecho la comida por haberse quedado estudiando, su espalda recibió la mayoría de los golpes con el cinturón de su Hyung, experiencia que no quería volver a vivir porque ardía como el infierno y más a la hora de ducharse.
Borró esos pensamientos de su cabeza y siguió con la preparación de la cena que consistía en Gimbap y un poco de Kimchi.
Narra Jimin.
Estaba sentado en el pequeño sillón que se situaba debajo de mi ventana, mirando hacia afuera. Mamá había salido a comprar algunas cosas y papá estaba trabajando, como siempre.
Había decidido no comer hoy, le dije a mamá que no tenía hambre y luego de una charla diciéndome que no descuide mi salud, me dejó ir. Mi cuerpo dolía por que esta semana no había parado de realizar ejercicios intensos para quemar calorías, el simple hecho de suspirar me parecía tedioso y hacía que mi abdomen duela. El espejo que antes estaba en una esquina de mi cuarto ahora está guardado en el garage. Ya era suficiente tener que ver mi cuerpo en el espejo del baño.
En serio intentaba que los pensamientos negativos no rondaran por mi mente pero era inevitable. Mi labio inferior tembló y las lágrimas se acumularon en mis ojos, suspiré y tiré mi cabeza hacia atrás. Sonreí levemente y me dije a mi mismo que luego de la tormenta siempre sale el sol, aunque en este mismo instante me estaba rompiendo a pedazos.
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