Narra Jimin
Me paré y me miré en el espejo, mi cara llena de golpes y mi ropa y cabello manchados por residuos que habían en la basura. Sentí el nudo en mi pecho una vez más, sentía una gran humillación dentro de mi. Daba pena ajena a cualquier persona que me viese en este estado.

Intenté limpiarme como pude, simplemente recordar a Yoongi golpeándome me hacía creer que merecía todo esto, y tal vez si lo hacía.

Flashback.
Tiraron la basura sobre mi y me patearon desde el costado haciendo que caiga al piso, impactando sobre mi costado herido.

Solté un jadeo de dolor y sollocé. Tomaron mi cabello fuertemente y Jackson pisó mi estómago, iba apoyándose lentamente y aplicando más peso. Subió un poco su pie hacia mi pecho y no pude evitar abrir mi boca para intentar dar grandes y desesperadas bocanadas en busca de aire.

Mientras tanto Suho sostenía mis manos por encima de mi cabeza. Los escuché reír sonoramente y sentí la punta del zapato de Jackson bajar lentamente hasta mi zona íntima. Abrí mis ojos lo más que pude y empecé a mover mis manos desesperadamente, de mi boca salían ruegos y súplicas.

-N-No, por favor, Jackson...-Sollocé al sentir como aplicaba una ligera presión.-Por favor... No sigas más...

Mis lágrimas al fin cayeron mientras él aplicaba más presión, estaba por gritar pero sentí como Suho me daba una bofetada y hablaba cerca de mi oído.

-Si gritas, cerdito, no quedará absolutamente nada de ti.-Soltó mi cabeza bruscamente y solo pude limitarme a morder mis labios fuertemente al sentir como Jackson pisó con seguridad en mi entrepierna, mi cuerpo se movió hacia atrás y solté un sonoro sollozo, que salió más bien abogado ya que el chico que recientemente me amenazó puso su mano en mi boca, casi evitando que el aire pase por mi nariz.
Fin del flashback.

Escuché el timbre sonar, simplemente decidí ir con la enferma y decirle que no me sentía bien, para que me deje irme tranquilamente a mi casa. Al ya haber conseguido mi objetivo simplemente volví al salón por una milésima de segundo a recoger mis cosas, antes de que entre la mayoría de alumnos y el profesor.

Salí a paso lento hacia mi casa, tomando mi costado y soltando jadeos de dolor de vez en cuando.

[•••]

Hogar dulce hogar... Al fin. Entré y fui directamente a la ducha, metiendo mi ropa a lavar y poniéndole un aromatizante de vainilla.

Salí de la ducha, me cambié y sequé mi cabello.
Suspiré y me senté en mi cama. Puse mi mano en mi costado, era un dolor punzante que no acababa. Me fui recostando lentamente, puse mi brazo sobre mis ojos y me dejé llevar por el cansancio que sentía.

[•••]

Me desperté y me estiré sobre mi cama. Me había dormido en una posición incómoda, por lo tanto ahora me dolía todo el cuerpo.
Escuché los gritos de mis padres abajo, suspires y pasé mis manos por mis ojos.

Ya se consideraba una rutina escuchar sus peleas, la mayoría incluían a Jimin y frases tales cómo "está demasiado gordo", "es tu maldita culpa ya que lo consientes demasiado" y en definitiva la típica de "Ya parece un cerdo". Estaba acostumbrado a esos comentarios, pero el saber que venían de sus progenitores le afectaba aún más.

Se paró arduamente de su cama y se dirigió al escritorio que yacía en la pared del lado izquierdo y a unos metros de su cama. Se sentó y tomó los deberes del día de hoy para proseguir a realizarlos. Ni el dolor físico ni el mental eran excusas como para no hacer la tarea, pensaba Jimin.

A veces se detenía y miraba detalladamente a su alrededor, deseando ser alguien más. Amaba a Taehyung, era su mejor amigo y le estaría agradecido durante lo que restaba de su vida por ser tan comprensivo y bueno con él; pero todo lo bueno también tiene algo de malo, el de labios pomposos envidiaba al ángel de sonrisa rectangular. El menor tenía un promedio perfecto, era popular, le agradaba a todos y su belleza era totalmente natural. Jimin sabía y estaba consiente de que estaba mal envidiar a su amigo, pero no podía evitarlo, deseaba estar por un segundo en los zapatos del más alto y sentir que era ser como una muñeca...

Aunque ser una muñeca, tuviese un precio alto, y una parte oscura al mismo tiempo.