Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Consecuencias

ASTRID

Mi primer beso fue a causa de una apuesta. La "víctima" era Jones Boyd, un chico deportista y súper popular en la secundaria que le gustaba molestar con sus amigos haciendo retos; claro, ese reto me incluyó a mí y terminé siendo besada por el cotizado del colegio.

Mi segundo, beso fue un accidente y fue con un primo que no he vuelto a ver en años.

Y el tercero... bueno, ha sido una completa sorpresa.

Los labios de Mika unidos a los míos se mueven en busca de respuestas, desesperados, como si estuviesen ansiosos de probarlos. Abriéndose paso dentro de mí, jugando con mi lengua, acariciándola con la suya. Su cuerpo está apegado al mío. Me agarra con fuerza de las manos cuando hago un intento fallido por separarlo de mí y me empuja hasta una de las paredes acorralándome en ella. Con mis ojos apretados intento controlar los impulsos que surgen de pronto en mí, pero siento como si toda nuestra rabia, todo nuestro odio, se resumiera en un beso lascivo. Y, sin más preámbulos, me veo envuelta en el deseo de responderlo.

No tengo idea del tiempo, ni de cuanto rato hemos estado así. No obstante, cuando ya no puedo contenerme más muerdo su labio inferior provocando que se aleje al instante frunciendo el ceño, mas no parece enfadado en absoluto. No. En Mika aquella expresión macabra ha desaparecido cuando respondí a su beso.

Con el dedo pulgar limpia la acumulación de sangre que ha brotado de su labio y lo lame mirándome con osadía. Me he quedado perpleja con una mano cubriendo mi boca.

—Sabía que eras una cualquiera con cara de mojigata —manifiesta mirándome de pies a cabeza—. Ten tu porquería, Pajarito. Luego me regresas la mía —Busca en sus bolsillos mi celular y lo lanza. Antes de que caiga al piso, lo agarro con dificultad. Su mirada despreciable es lo último que queda rodando en mi cabeza después de verlo salir del baño.

Este ha de ser el peor error que he cometido desde que entré a Jackson. Deberían pegarme un maldito tiro en la cabeza por ser una estúpida.

Al salir de clases diviso a James; está sudoroso, con el cabello mojado después de las duchas que los chicos de dan y charla amenamente con sus amigos. En todo el día no me ha dicho palabra alguna. No es de extrañarse, fui yo quien rechazó su amable invitación para el baile y le sugerí que fuese con Megan. Seguramente se divertirá más con ella que con alguien callado y torpe como Astrid Fissher.

Pestañeo un par de veces y bajo mi cabeza. Lo he quedado mirando y sus amigos se han dado cuenta, pues comienzan a hacerle gestos y darle empujones. Al pasar por mi lado escupen comentarios sarcásticos que pretendo ignorar. Idiotas, creo que por hoy he tenido lo suficiente de chicos como para odiarlos de por vida.

Camino a paradero leyendo los mensajes que Mika envió con mi celular. No me sorprende la barbaridad de cosas que puso en sus mensajes ni los términos de chicas que usó. Tal vez, hasta su hermana tuvo que ver en todo este absurdo juego. Lo bueno es que McFly no borró nada y la fotografía de Patrick y yo sigue intacta de fondo.

Ahora lo único que me queda por hacer es esperar su próximo ataque...





MIKA

Observo mi reflejo en el espejo puesto en el techo de la habitación de Gruonie. No sé cuál es el afán de las chicas al poner un espejo en el techo, sobre la cama; lo primero que verán será su estúpido reflejo despeinado y sin maquillaje. El olor del cigarrillo que Gruonie encendió entra por mis fosas nasales. Ella suele terminar de tener sexo y fumar, como lo harían los hombres en su caso... a mí siempre me pareció un vicio disparatado. Así que Gruonie no se sorprende cuando, a través del espejo, la observo con grima.

—No digas nada —dice antes de que abra la boca, aunque no tengo pensado lanzar ningún comentario—. Tú tienes un vicio peor que el mío, Mika —apunta con aspereza, alzando una ceja.

—¿Cuál? —La respuesta es concreta y obvia.

—Intimidar personas, claro está —Una minúscula sonrisa se dibuja en sus labios. Exhala el humo del cigarro por su boca—. Ahora dime, ¿qué hizo esa chica para que vinieras a la puerta de mi casa para tener sexo? Suponiendo que estabas así por una chica...

Aparto mi vista del espejo y volteo para verla. He de admitir que Gruonie tiene rasgos extraños, pero muy llamativos. Finos. Su rostro y expresiones son únicas en su especie, por eso no es de sorprenderse que la mitad de la clase esté babeando por ella y la otra mitad tenga fantasías de otro ámbito como las que acabamos de hacer. Cassandra Gruonie puede ser una dulzura frente a todos, astuta y segura; por eso le he apodado "ardilla".

Y, después de hacerlo, el rostro vulgar y típico de la mocosa no se borra. Como si estuviese tallada en mis retinas. La sorpresa en su rostro, la torpeza de sus movimientos y el sabor de sus enrojecidos labios.

—Necesitaba esto... nada más —respondo sentándome en la cama. A estas horas ella debería estar trabajando, soportando con angustia mi presencia y haciendo un intento por disimularlo.





ASTRID

El ambiente parece cambiado. Mika no llegó por lo que más de alguno está calmado haciendo las cosas sin tener que sentirse intimidado por tétrica presencia. Hasta el gerente ha desplegado una sonrisa y ha bromeado con los demás lanzándoles bromas que —sin ofender— no hacen gracia alguna.

Yo no sé cómo debería sentirme al respecto. Cuando las cosas parecían ir bien, Mika robó mi celular y lo usó en mi contra. Ahora que faltó al trabajo tendría que trabajar con más ánimos, pero en mí no existe un ápice de tranquilidad. No después de aquel beso.

Me siento horriblemente tonta e ilusa por haberlo correspondido. Por haberme tentado. Por pensar en algún momento que me estaba gustando tenerlo así de cerca. Menuda masoquista que he salido. Lo peor es que aquella sensación no se ha ido de mí. Siento como si aún lo tuviese cerca y me aterra sentirme así.

—Hola, Cuatro Ojos —escucho a mi lado. Dejo la lata de pepinillos en el estando volteando para encontrar el rostro de James. De pie junto a mí, con su bolso y la ropa desaliñada, sonríe a medio labio—. Sab-sabía que te encontraría aquí —Se tambalea un poco logrando restaurar el equilibrio sujetándose del estante junto a nosotros. Al hablar despide olor a cerveza.

—James —mascullo mirando hacia los lados comprobando que el gerente no ande vigilando. Un rumor se pinta en mis mejillas por la inesperada visita—, ¿qué haces aquí? ¿Estás ebrio?

—Nooo... tomé algunas cervezas, pero nada más —responde con incredulidad—. Hay algo que debo decirte, Cuatro Ojos, y tengo muchas preguntas que hacerte.

—N-no ahora —aclaro sin saber qué hacer. Nunca antes he tratado con borrachos, los demás siempre se han encargado de ellos, pero esta vez se trata de James—. Hablemos mañana, cuando estés sobrio y modules bien las palabras...

Guio a James a la salida. Afuera está oscuro, me sorprende que haya llegado solo hasta aquí. Muerdo mis labios mientras él balbucea cosas que no logro precisar.

—¿Y tus amigos? —le pregunto. No hay rastro de ellos y no me sorprende. Tal vez, ellos están en el mismo estado que James—. Necesito que me prestes tu celular para marcar a alguien, James —le informo en tono suplicante. James me saca los lentes y se los pone entre risas extrañas—. No hagas eso...

—Lo siento, lo siento. —Me los pongo viendo con más claridad. James apoya sus manos sobre mis hombros—. Dime, Cuatro Ojos, ¿qué clase de relación tienes con Mika McFly? Primero lo del lazo y hoy... —Traga saliva conjugando las palabras en su cabeza— lo vi salir del baño de chicas y luego te vi salir a ti.

—Debes haberme confundido, ¿por qué estaría en el baño con Mika? ­—Juego con mis manos nerviosa. No pensé en ello, no creí que alguien podría vernos.

—Cre-creo que él —hace una pausa. Quita una mano de mi hombro y acaricia mi mejilla— te está molestando. Te está corrompiendo. Si esto de verdad está pasando, puedes decírmelo y te ayudaré a salir de esto...

Un nudo en la garganta impide que pueda formular alguna palabra sin que salida quebrada. James Cooper, sobrio o no, es un buen chico después de todo. Carismático, amable, gracioso y preocupado. Al escuchar sus palabras un sentimiento extraño se acumula en mi pecho y baja a mi estómago. Aprieto mi labio inferior cuando mi barbilla comienza a temblar. Una lágrima resbala por mi mejilla la cual seco con la manga de mi chaleco. James me abraza, apegándome a él dulcemente. Con el contraste de su ropa puedo sentir en ella un olor familiar, igual al de Patrick.

—Gracias, James. —Me separo de él y le sonrío.

Pero mi sonrisa desaparece al ver, por encima del hombro de James, el auto de Mika estacionado frente al minimarket.

NOTA DE AUTORA: ¿cómo permitieron que creara un personaje tan Chernobyl como Mika? xDD

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro