Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 15 (Comprueba Tu Lealtad)

Hakurei lo mira bastante confuso, pero entiende que algo le esta ocultado, pero necesita ser inteligente para sacarle información al Caballero de Cáncer.

-¿Cómo sabes que no es amor?- Se queda mirándolo atento, estudiando cada una de sus expresiones.

Pueden ser gemelos, pero las expresiones faciales cambian en cada individuo.

-Solo lo sé- Contestando lo más frio y esquivó posible, apretando sus puños recordando en su mente el momento en que su ilusión se vino abajo.

-Si no tienes una base clara de por qué crees eso- Cruzándose de brazos, mirando al menor con un rostro de desaprobación –Yo creo que solo tienes celos y quieres acabar con su relación por que no te corresponde-

El menor baja la mirada, pues parece ser que Altar en cierta forma está dando en el clavo, pero son una mezcla de sentimientos y reacciones que no puede comprender.

Por una parte, claro que esta celoso, muerto de celos porque su amado Gateguard este con otro que no sea él, y desearía hacer algo para evitar que estén juntos por todos los medios posibles.

Sin embargo por otra parte, si supiera que la relación es recíproca, que es conveniente para el pelirrojo y lo hace feliz, dejaría que siguiera todo igual, que Gateguard fuera feliz con ese hombre que tiene posesión de su corazón.

Todo lo aceptaría si su amado borrego rebelde está contento y es feliz, pero sabe que no lo es.

Sus lágrimas esa noche, su ruego por amor, esas marcas, cicatrices, no las puede sacar de su mente, es como una película que lo hace sentir un gran malestar, solo queriendo acabar con esa maldita farsa, en donde entiende a su parecer, Aries perderá y sufrirá más.

Por esa razón no puede seguir permitiendo que eso suceda, no lo dejara que continúe aprovechándose del frágil corazón de Gateguard.

Si es necesario, es capaz de arrebatar a Aries del santuario e irse lejos con él.

Como se sabe, huir de esa forma del santuario es considerado traición, si lo hace solo para que el patriarca deje de ejercer su dominio sobre el primer guardián, hará lo que sea para protegerlo.

Solo desea la felicidad de Gateguard a cualquier costo quiere obtenerla... Pero si Sage no es el indicado para ese corazón lo acepta, sin embargo Itiá tampoco lo puede ser.

De eso está seguro el cangrejo dorado.

-Hakurei... No te puedo decir lo que se... Debo respetar la privacidad de Gateguard, pero confía en lo que te digo- Aun con esa expresión de enojo en su semblante, las lágrimas brotan de esos ojos verdes, que denotan un pesar tan inmenso en el corazón.

-Confió en ti, pero un corazón herido es peligroso- El mayor mirando con cierta preocupación al dorado.

-¿Crees que hare una estupidez?- Lo mira de lado, lanzando un suspiro, deseando ver por un momento más a su amado Aries, su amor imposible.

-Sí, de hecho sí creo que lo harás- Recargándose en uno de los pilares anteriores del cuarto templo –Pienso que deberías meditar la situación, no es muy fácil lo que sucede y tu forma de reaccionar es más como la de un hombre despechado y...-

-¡¡¡DEJA DE HABLAR COMO SI SUPIERAS TODO LO QUE HAY EN MI CORAZÓN!!!- Habla bastante molestó, mirándolo como si él fuera el producto de su odio, más bien no sabe cómo manejarlo en este momento y está usando todo su autocontrol posible -¡¡¡PODRÁS SER MI HERMANO MAYOR, PERO NO ME CONOCES DEL TODO!!!-

Por primera vez en su vida, Hakurei no puede conocer al Lemuriano delante.

Se supone que Sage es el calmado, sensato, quien piensa con la cabeza fría, que no grita de esa forma, que su enojo lo demuestra más tranquilamente, dialogando ante todo.

Hakurei es el impulsivo, atrevido, que hace locuras a veces influenciadas por sus emociones, pero con buenas intenciones.

El corazón roto le afecta demasiado y es normal acaba de suceder recién.

-Tú dices que no te conozco, pero Sage...- Se acerca para tomar sus hombros –Hemos estado juntos desde que tengo uso de razón y por eso se reconocer que tienes mucho más dentro de ti- No se dará por vencido, estaría firme ante el malestar de su hermano menor –Solo dime que ocurrió, ¿Qué más viste? ¿Qué más te dijo?-

-¡¡¡YA TE DIJE QUE NADA MÁS!!!- De inmediato se apartó, no puede contar cosas que no le corresponde, es demasiado respetuoso con Gateguard hasta el grado de enojarse con su propio hermano.

Sin embargó el de cabellos blancos atados en una coleta larga no va a ceder ante el comportamiento del menor, ya que no es su estilo.

-¡¡¡CLARO QUE SI HAY MÁS!!!- Se le acerca para encararlo -¡¡¡TU NO REACCIONARIAS DE ESA FORMA, SI SOLO SE TRATARA DE QUE GATEGUARD ESTÁ ENROMADO DE ALGUIEN, INDEPENDIENTEMENTE SI FUERA EL PATRIARCA QUE SI ES UN ANCIANO MUY ANTIGUO, U OTRA PERSONA!!!- Intenta controlarse, tampoco puede hablar más del pontífice del santuario –La única manera en la que reaccionarias así, fuera que supieras o vieras algo que le hace daño al borrego amargado-

-No he visto nada, ni se nada de eso- Desvía de inmediato la mirada, negando los hechos antes comentados.

-Sí, si sabes- Cruza sus brazos, volviendo a suspirar, busca la mirada de Cáncer -¿Qué es lo que el patriarca le hace a Gateguard, que a ti no te agrada- Camina alrededor del menor -¿Qué tan grave puede ser para que Sage de Cáncer, mi hermano menor, este como un loco en estos momentos?-

Suspira, creyéndose incapaz de contenerse... Le duele tanto el corazón, su odio, enojo, la tristeza e impotencia de no proteger a alguien que ama.

Desearía destruir al patriarca, por lastimar de esa forma a Gateguard, pero no puede hacerlo, conoce las consecuencias y al hacerlo dejaría en evidencia la relación enfermiza que están sosteniendo, manchando la reputación de Aries.

Ya no puede más... Es una carga que le destroza.

Su corazón sufre, por no proteger al ariano, ¿Qué clase de caballero es, si no puede cuidar a quien ama?

-Hakurei... Yo...- Su voz se quiebra nuevamente, habiendo pasado por varias etapas de un corazón roto, encontrándose en la tristeza plena nuevamente.

No pudo resistir más, sus piernas flaquean, derrumbándose en el piso de Cáncer, cayendo de rodillas, dejando escapar su llanto, portando el ceño fruncido, apretando su mandíbula y puños.

Deseando seguir en la incredulidad del enamoramiento, en donde no sabía nada, que Gateguard estuviera con alguien, pudiera ser una posibilidad, pero... Que fuera con quien sea menos ese hombre que solo lo ha dañado.

Altar, siendo como es, algo imprudente, arrogante a veces, incluso juguetón e irrespetuoso, no mostrando mucho afecto emocional a hacia los demás, pero su hermano Sage es la única persona hasta el momento, con la que sabe cuándo no bromear, que reconoce su dolor y le rompe tanto verlo tan mal.

Acercándose con cuidado, sin importar también quedar de rodillas junto al menor, para intentar consolarlo.

-¿Qué pasa? Sage... Sabes que puedes decirme lo que quieras-

-Esto... No me corresponde a mí...- Cerrando sus ojos, dejando que el llanto siga cayendo sobre sus piernas, bajando la cabeza por la punzada en su corazón –No puedo decir más... Pero sé que Gateguard solo sufre, es un amor maldito lo que tiene, uno en donde no tiene futuro-

-Sage... Un corazón enamorado cree ser la mejor opción, pero...- Intentando hacerlo entrar en razón, es su único fin si es que el Cangrejo dorado no lo comprende aun.

-¡¡¡UN AMOR DONDE SOLO SUFRES Y TE PROVOCA LLORAR CADA NOCHE!!! ¡¡¡¿CREES QUE SEA LA MEJOR OPCIÓN PARA CUALQUIERA?!!!- Hartó de no ser escuchado, se le escapa un poco de esa verdad, no fue apropósito para dañar al pelirrojo, pero no podía aguantar más así.

-¿Lo viste?- Ya está preguntando con cuidado tanteando el terreno, examinando cada facción de nueva cuenta.

-Solo diré... Que en la primera noche... Al tomar... Dijo muchas cosas... Y...- Baja su mirada algo sonrojado al recordar esa vez –Estuvimos a punto de hacer algo atrevido... Pero no me aprovecharía de su embriagues-

Los ojos de Hakurei se abrieron de par en par, asombrado por las palabras del cuarto guardián, casi sin creerlo.

-¡¡¡¿CASI PIERDES TU VIRGINIDAD?!!! ¡¡¡Y ANTES QUE YO!!!- Fue lo que alcanzo a decir y lo único que le intereso de esa conversación.

Esto no se sabe si fue a propósito para hacer reír a Sage o fue en efecto un dolor para Altar, pero se puede tomar en ambos sentidos.

-¡¡¡¿A QUIÉN LE IMPORTA ESO?!!! ¡¡¡ESTOY HABLANDO DE UN TEMA MUCHO MÁS IMPORTANTE!!!- Rojo de la vergüenza, como si el rumbo de la conversación se hubiera ido por un camino diferente.

-Perdón, pero... Con tu actitud tímida, creí que...- Suspira –Bueno... Morirías virgen- Se encoge de hombros.

Cierra sus ojos, suspirando más tranquilo, incluso parando de llorar un poco, pero el ceño fruncido no se relaja en ningún momento.

-Sabes que eso no me interesa, yo quiero... Necesito que Gateguard esté bien, es lo único que me importa- Declaro su verdadero sentir sincero, sin el odio, o la tristeza plasmada, si no como su conciencia establecida por instante.

Se toca la cabeza, como si le fuera a dar un fuerte dolor en esta, suspirando por la inocencia de su hermano, que le parece tan gentil pensar en otros antes que en su propio bien.

-Si temes que lo dañen... ¿Podrías hablar con el patriarca?- Es una idea arriesgada que Hakurei le está dando pero cree que es lo único que podría ayudarlo a calmase.

-Se supone que yo no debería saberlo- Baja la mirada derrotado nuevamente ante esa declaración.

-Pues ya lo sabes, ¿Qué se le va hacer? Si estas preocupado por el borrego amargado, entonces trata de cuidarlo en las sombras- Le da ánimos de cualquier forma, sonriéndole.

-No... No quiero meter en problemas a Gateguard...- Baja la mirada, otra vez sintiéndose sumamente mal con su vida y su suerte en el amor.

-Pues... A como lo vi al llegar...- Pensativo recordando al pelirrojo –Creo que debió ir a pedir disculpas... No creo que... Bueno...-

-Jamás en sus cinco sentidos engañaría por su cuenta a él...- Suspira con una sonrisa media –Pero no me arrepiento de haberle robado un beso...-

-¡¡¡¿LE ROBASTE UN BESO?!!!- Hakurei otra vez dejo salir su voz de sorpresa, no podía creer que su hermanito le esté ganando en esos temas, cuando ni él ha dado su primer beso, pues no se ha enamorado aun.

---Habitación del patriarca---

Los sonidos lascivos de pieles chocando una contra otra.

El fuerte olor a sexo en el aire se puede sentir.

Acompañados de ruegos, gemidos y palabras obscenas, siendo pronunciadas por dos que se encuentran en el acto sexual.

-Aaaaaah... Argg... Pa... Triar... Ca...- Inundado por el placer algo masoquista que le están proporcionando.

Sin el mínimo cuidado, empujando la cabeza del pelirrojo contra la almohada, levantando las caderas de este, para que las penetraciones sean profundas.

Sin duda se había divertido previamente, castigándolo de todas las formas posibles.

Aries presentando heridas en su piel, marcas que demuestran haber sido sujetado fuertemente, los pezones tan maltratados que se encuentran rojos, mordidas que aun parecen sangrar.

En la mejilla de quien esta abajo, una bofetada en su rostro que aún se mantiene roja.

Pero parece que no importa cuánto dolor le inflijan, lo parece disfrutar, aunque sus lágrimas estén cayendo, ya no sabe si es por sufrimiento o placer.

Es una terrible combinación que ambos sentimientos se encuentren en un corazón que es fácil de manipular.

-¡¡¡CÁLLATE!!!- Aunque este disfrutando del cuerpo que ha reclamado antes, aún sigue realmente furioso.

Nadie debe tocar lo que le pertenece, de eso se encargaría de proteger.

-¿Te gusta... Lo que te hago?- Sonriendo triunfante, solo por ver las marcas que ha dejado en esa piel que disfruta cuando desee.

-Si...- No pudiendo hablar correctamente, pues es demasiado placer para aguantar.

Gateguard se ha venido varias veces, que ya no cree lograr soportar mucho tiempo sin desmayarse, es tan satisfactorio el castigo, aunque al principio le dolió mucho y sangro, aun así lo está disfrutando.

Los insultos recibidos, parece que ya no le afectan, solo los acepta, porque cree que es su forma de pagarle aquella falta.

Cada estocada yendo más profundo, hasta que de buenas a primeras, Libra deja escapar su semen en el interior del Ariano.

Pero parece que la tortura no acabara solo allí.

Apenas deja salir su gran carga, levanta el cuerpo de Gateguard, sin salir aun del interior de este.

Sabiendo que está sumamente cansado y adolorido, no le da tregua.

Acercándolo más a él, que la espalda choque contra su pecho, para apretarlo más y con esto sujetarlo del cuello.

Sonriendo, acercándose a su oído.

-No crees que con esto... Pagaras lo que has hecho- Le susurra triunfante de poder dominarlo siempre que desee.

Las fuerzas se le están alejando cada instante, apenas si puede sostenerse, apoyado por el pelinegro de esa manera, con sus ojos entrecerrados, solo escucha la voz de Itiá.

-¿Qué... Más... Debo... Ha... cer...?- No le importa nada, solo desea saber qué hacer para complacer al otro.

-¿Estás dispuesto a todo por mí?- Le pregunta como si no conociera la respuesta.

-Si...-

-¿Incluso traicionar a Atena?-

-Sí, si... Usted... Lo de... Sea... Yo haré... Lo que sea- Apenas con los ojos abiertos, está comprendiendo lo que el otro dice, y aceptando para que lo perdoné. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Miren que ya había escrito el final bien chido, pero... No se que demonios paso, pero todo se borro y fue así de, Kiaaaaa...

Así que lo haré de vuelta mucho mas rápido y conciso.

Primero que nada, felicitar a mi terrón de azúcar ngelValverde hoy esta de cumpleaños, así que mas de rato tendrás tu regalo de cumpleaños, espero que te guste mucho.

Y vamos a cantarte la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades ngelValverde, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades ngelValverde, tu cumpleaños si que si.

Cuídate mucho y disfruta este día.

Muchas gracias mis terrones de azúcar por apoyarme y cuídense mucho.

Les agradezco el apoyo y espero siempre hacerlos felices.

Hagan caso a las medidas de higiene, mantengas a salvo y cuídense.

Feliciten a mi terrón.

Y los quiero mucho.

Ammu se va. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro