Han pasado más de dos horas desde que desperté, ya es de día y realmente tengo el deseo de quedarme aquí, encerrado para siempre.

Porque realmente no tengo ganas de ir a salvar este imperio y porque sé muy bien de que no puedo. No sé porqué entre tantas personas que existen en mi anterior mundo, Dios tuvo que elegirme.

No soy bueno en nada, ni en la escuela ni en la casa. Solo soy un joven inútil, un bueno para nada...

Me tape la cara con la manta, deseando morir.

El pequeño príncipe no esta aquí desde que he despertado pero sí vino la joven, y parece que pensó que seguía durmiendo y me dejó solo.

Ahora recuerdo que fue lo que hice, desde que me desperté ese recuerdo paso por mi mente e hizo que me congelará. No quería moverme y solo las lágrimas salían.

Porque me suicide.

Sí, lo hice. ¿Por qué? Las situaciones me sobrepasaron, me ahogaron y me dañaron. Y también fue porque me quitaron la única esperanza que tenía, y el no haber recibido el apoyo que necesitaba de mi intento de suicidio.

La mayoría de mis conocidos lo sabían, mis padres lo sabían y nadie me dio el apoyo que necesitaba. Los abrazos y que me escuchen sin juzgarme.

Nadie lo hizo y me sentí solo, como siempre lo he estado.

Mi mamá me llevo al psicólogo al día siguiente y me dijo ella de que si habría solución, de que si podía salir adelante. Así que esperaba cada viernes por la tarde a que me llevarán con ella pero mamá nunca lo hizo, después de un corto de tiempo descubrí que fue porque sería un gasto ineccesario.

Ese momento fue mi quiebre, porque al final, ella me hizo recordarme una vez más de que soy solo un estorbo en su vida. Y ni hablar de mi papá, el no fue a visitarme pero tampoco lo esperaba, hace bastante tiempo perdí la esperanza de que realmente me demuestre que me ama.

Él es testigo de Jehová, así que su religión no está bien visto de que festeje cumpleaños ni otras celebraciones. Pero eso no prohíbe de que venga a la graduación de su único hijo.

Solo no vino porque realmente no le importaba.

Así que un día de 4 de enero, decidí hacerlo y por lo visto, si funcionó.

¿Lo malo? Renaci para salvar un imperio, ayudar al heredero para evitar convertirlo en un Tirano y también para que me perdonen por mi "pecado".

¿Suicidarse en un pecado? Yo opino de que no. Porque al final, las personas que lo hacen solo tienen un grado de sufrimiento alto, que buscaron apoyo en su familia y en sus amigos, pero no lo encontraron. Y pidieron ayuda de mil maneras no verbal, pero nadie lo noto o prefirieron ignorarlo.

Morí porque sabía de que a nadie le importaría.

(...)

Solo voy a quedarme aquí, no voy a salir.

Sentí como el colchón se profundiza, hasta quedar frente de mi.

—Joven Alan — me llamo y enseguida me destape para mirarlo. Reconozco esta voz...

Lo miré exaltado, no se que decir.

¡Es Dios! Pero en forma de gato.

—Tú... — murmure dubitativo.

El solo se sentó y me miró, con lástima y preocupación.

—Eres una persona maravillosa Alan, por eso te elegí a ti— dijo, en un tono dulce y paciente.

No lo creo, aun así sus palabras me hicieron sentir cálido. Me quedé observándolo.

Su mirada, sus ojos dorados se volvieron cristalinos, reflejando una culpa muy profunda. A punto de llorar, me sentí incómodo porque es la primera vez que alguien me ve con tanta simpatía, amor y culpa. Se siente culpable de mi amargura.

—Haz mantenido tu esencia apesar del dolor, del rechazo, del daño causado por tu propia familia, de las palabras hirientes y del acoso callejero. De sentirte asqueado con tu propio cuerpo, por culpa de ojos lujuriosos y perversos. Haz superado cada obstáculo con valor, con disciplina aún sintiendo tu mundo derrumbarse una y otra vez. Es por eso que te elegí a ti para salvarlos de lo que se aproxima. Porque he visto tus batallas, tus fracasos y tus logros. Sé más que nadie, que dentro de este chico callado y herido, lleva dentro un corazón de acero y perseverancia, puedes salvarlos, puedes salvar a todos pero comienza primero a salvarte a ti mismo — dijo quebrado y me miró orgulloso, esta orgulloso de mi. Un Dios esta orgulloso de mí, de lo que he pasado, por fin siento de que todo lo que pase es reconocido y valorado.

Soy un buen chico, una buena persona, no un monstruo.

Soy una persona capaz, no un inútil ni un estúpido como me lo dijo mi padrastro.

Soy importante, no un estorbo que no vale la pena ni gastar.

Y siempre lo he sido.

Él, al igual que yo, empezamos a llorar. Por fin me siento escuchado, por fin me siento comprendido, por fin mi dolor es válido.

Mis ojos se volvieron nublados pero aún así, pude sentir una presencia cálida y ver un resplandor, unos brazos fuertes me envolvieron. Haciéndome sentir cómodo y en casa.

No me asuste, porque sé que es Dios, dandome apoyo, dándome amor, dándome paz.

Su calidez, hizo que parara de temblar, porque siento de que mi diluvio ha pasado, de que ahora si pueda estar en paz. De que ahora si pueda lograr ser feliz, lejos de las discusiones, de la falsedad en familia, pero también sé que no será fácil de olvidar todo lo que tuve que pasar.

Porque sé que sufro de depresión, una enfermedad difícil de entender para las mentes indispuesta de la sociedad que parece no entender de qué la salud mental es igual de importante que la salud física.

Uff, al menos ya no me siento solo, como siempre lo he estado.

Después de un buen rato en un silencio, decidí soltarlo. Ahora me siento mejor, pero sigo sintiéndome mal por todo lo que he pasado.

Es difícil tratar de superar todo, sabiendo de que no tienes ganas de nada. Incluso cuando ahora ya reconozco mi valor como persona, aún por dentro sigo siendo el niño que creció solo rodeado de personas.

Dios solo me miró con un cierto orgullo y de admiración, y me hizo sentir incómodo pero en paz conmigo mismo.

—¿Estás listo? — me pregunto en un tono femenino y dulce.

—¿Cómo? ¿Por qué tu tono de voz cambió? — inquiri confundido.

—Es simple hijo mío, soy un Dios, no tengo un género específico. Solo soy un ser hecho de polvo de estrellas, creado por otro Dios — me responde, tomo un suspiro y luego siguió. — Alan, hijo mío. Tu terapia inicia hoy.

¿Otro Dios? ¿Hay más Dioses?

—¿Mi terapia inicia hoy? ¿Eso significa de que los Dioses les dan terapia a las almas? —pregunté.

Dios me sonrío amablemente, una sonrisa apareció en su rostro blanco, no tiene ojos pero me siento observado.

—Así es, hijo mío. Nosotros los Dioses les damos terapia a las almas más necesitadas, las que tienen una bondad dentro de ellas, como a ti. Como una forma de disculparnos por nuestra superior —me contesto para para soltar un suspiro y todo su cuerpo cambió de color negro y una pantalla en su estómago apareció. Esto cada vez más, me sorprende más —. Hijo mío, así que como lo escuchaste. Tu terapia inicia ahora.

Después de terminar de pronunciar la última palabra, Dios extiende sus manos y mostrando sus palmas de las manos hacia arriba, creando una bola de luz radiante y amarillenta, convirtiéndose en un plato con mi comida favorita: Huevos Benedict con salmon ahumado. Luego Dios me extendió y agarre el plato con los cubiertos de oro, con detalles de girasoles.

—Gracias —fue lo único que pude pronunciar, porque es difícil de explicar lo que estoy sintiendo ahora mismo. Una mezcla de entusiasmo, tristeza, sorpresa, confusión y paz. Y más sentimientos que no logro descifrar.

—Este es un buen inicio hijo mío. Porque el huevo y el salmón ayudan a combatir contra la depresión. Los alimentos nutritivos también son importantes para tener una salud mental saludable y sana.

Eso es cierto, porque he investigado mucho al respecto, porque cuando vivía allá, mi más grande sueño fue ser un psicólogo que ayude a las personas y en crear mi propia organización de salud mental. Pero ahora el sueño ya suena imposible, ya no sigo vivo ahí.

Dios se levantó de la cama, se puso frente mío y acaricio mi cabello.

—Hijo, esto es todo. Mañana empezará la sesión, ¿estaras listo? —Yo asentí, el me sonrío —. Hijo, si necesitas respuestas de este nuevo mundo, podrás encontrarlas en la oficina del príncipe.

Nuevamente asentí, Dios también asintió y empezó a caminar, abrió la puerta y luego la cerró. Dejándome pensativo y más el hecho de que hay más Dioses y existe un superior.

Debí de preguntarle eso, pero cuando tenga la oportunidad lo haré. Mientras solo disfrutare de esto.

(...)