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06

JungKook se imaginaba rodeando con su brazo los hombros del rubio, acurrucándolo en su pecho y terminar la velada en un beso romántico y pasional bajo las tenues luces del cine, perdiéndose ambos en los ojos del otro, como en las mejores escenas de un cliché. Pero, esto era la vida real, y ese tipo de situaciones resultaban absurdas y poco originales.

Incluso no sabía lo feliz que podía sentirse solo con estar saltando los dos en sus asientos, riéndose y lanzándose palomitas a la cara. Sonriendo entre ellos cuando las demás personas los mandaban a callar, completamente molestos por el desastre que estaban haciendo.

—¿Haremos silencio en algún momento? —El rubio se rió, ladeando la cabeza y llenándose la boca con el chocolate, mirando a la pantalla cuando la princesa alienígena apareció, y el pelinegro se encogió, seguro de que el mayor no estaba entendiendo nada de la película cuando volvió a verlo, sonriéndole y picándole una costilla con los dedos llenos de dulce.

Eso explicaba porque estaba tan entusiasmado en buscarle juego.

JungKook se dio un par de golpecitos en la barbilla, tomando la mano de Jimin para levantarlo y sacarlo de la sala de cine, entre las sombras y con el audio de la película sonando a sus espaldas. Giro a verlo, el rubio ladeando aún más la cabeza cuando estuvieron en la calle.

Lo llevo al centro, con la idea en su cabeza de que tal vez pudieran hacer algo divertido. Algo en lo que no solo se divirtiera él, sino los dos.

Sus ojos se iluminaron cuando se cruzaron con un dibujante, jalando la mano del rubio distraído admirando las luces de la ciudad, en medio de una noche estrellada donde el cielo estaba despejado, mostrándose en su más esplendoroso brillo. La brisa fresca que les golpeaba la cara mientras caminaban, moviéndoles algunos mechones de cabello.

—¿Puedes dibujarlo?

—Claro, aunque... —El chico pálido hizo una pausa, pareciendo ligeramente avergonzado. —Soy solo un aprendiz, pero, agradecería si me dieras la oportunidad, aun así.

—Solo… solo dibújalo.

El chico sonrió, pidiéndole a JiMin que se sentara. Y el rubio lo hizo, haciendo una mueca y sonriendo cuando el dibujante se señaló la boca sonriente, sus manos alisando el papel blanco y presionando el lápiz. Los trazos suaves marcándose con el ritmo de su mano, la figura en grafito luciendo en líneas finas, llenas de la gracia singular de las manos que la dibujaban y le otorgaban forma sobre el papel. El sombreado delicado realzando la belleza del rostro del rubio cuando el artista dio el último toque a su obra, girando el lienzo para que los ojos mieles y brillantes observaran su reflejo en el diseño.

Park JiMin estaba maravillado con lo que veía.

—YoonGi, Ha Joon y yo hemos estado esperando, ¿has visto a Do Joon, o a WooSung?, ¡¿y dónde rayos esta JaeH…-?! Oh. —El moreno dejo de hablar, mirando al pálido sonreírle y mostrarle su arte con el dedo. —Te quedo muy lindo, Yoonie. Te dije que tenías talento para esto.

JungKook miro al otro chico de reojo, acuclillándose a acariciar la cabeza del perrito blanco que se froto contra su pierna, el pelaje blanco escurriéndosele entre los dedos, y sonrió, soltando una pequeña risa cuando el animalillo le lamió la cara.

Vivía con esto todos los días, no era algo que le molestara.

Gajes del oficio, supone.

—Hey, eres el chico de la tienda de mascotas.

JungKook regreso su vista al alto, ladeando la cabeza cuando lo reconoció. —Sí, soy yo. Qué tal todo con este amigo, ¿eh?

—RapMon es maravilloso. Un buen amigo.

—Me alegra, lo que más merece es un hogar. —Murmuró, acomodándose en su sitio y mirando al moreno rodear con su brazo la cintura del pálido, levantándolo de su silla y plantándole un beso en la mejilla.

—Sono i tuoi amici, Kookie?

Miro al rubio, mientras este le sonreía también y dejaba la cabeza caer en su hombro, soltando un suspiro que parecía enternecido, acariciándole la mano. JungKook uso de toda su fuerza, manteniéndose quieto y mordiéndose los labios para no gritar o desmayarse de nuevo.

—¿Son novios?

—Yoonie. —Le dijo el moreno, y el otro se encogió de hombros.

—Es curiosidad, NamJoon.

NamJoon bufó divertido, negando con la cabeza y desviando su mirada al pelinegro antes de hablar. —Suele ser bastante curioso.

—¿Entonces lo son o no?

—¡Yoonie!

JungKook retuvo una carcajada, acercando más al rubio hacia su cuerpo con un brazo en su cintura, y el mayor se removió, mirándolo mientras extendía su sonrisa, acurrucándose en su pecho con la mirada en la pareja en frente de ellos.

—¿No habla? —Preguntó YoonGi, entrecerrando los ojos y bajando una mirada sospechosa por el rubio.

—Solo italiano.

—¿Cómo es posible? ¡Parece coreano!

—¿Sabes italiano? —Preguntó el moreno, y JungKook negó, frunciendo los labios.

—Lo traje aquí porque no entiendo lo que dice y ya no sé qué hacer.

El pálido sonrió de lado, subiendo las cejas. —¿Te gusta?

—¿Q-qué?

—Pregunte si te gusta.

—¡Yoonie, estas excediéndote! Es una pregunta muy personal, y no lo conoces.

El pálido movió una mano en el aire, restándole importancia, y NamJoon se apartó, pasándose las manos por la cara.

—¿Has intentado cantarle?

—¿Cantarle? —Preguntó JungKook, confundido. YoonGi asintió.

—Mi Joon tiene un lema. ¿Cuál era, Joon?

—La música trasciende el idioma, país y la raza, como el arcoíris, no importa si eres rojo, azul o naranja.

—La música trasciende el idioma… —Susurro, hundiendo la barbilla en la cabellera rubia, los suaves mechones jugueteándole en la nariz. —Pero, no se cantar. —Dijo, suspirando decepcionado.

—¡Joon! —El moreno vio a su novio, cruzándose se brazos con una sonrisa. —¡Por favor tienes que hacerlo!

—Claro que sí.

—¿Hacer qué?

—NamJoon es cantante. —Murmuró, y giro para volver a mirar a su novio. —¿Te sabes una en italiano?

—Algo así. Haré lo que pueda, tómalo como un favor por aceptar que Yoonie dibujara a tu novio, nadie quiere después de que dice que es aprendiz.

—JiMinie no es m…-

El moreno se giró alzando las manos al aire, y bajándolas para tomar la muñeca de su novio, pidiéndole con la mirada que los siguieran, y JungKook lo hizo, manteniendo a JiMin todavía entre sus brazos.

El pelinegro abrió los ojos de par en par, echando un vistazo a toda la gente que comenzó a rodear al moreno, un rubio a sus espaldas acomodándose con una guitarra en su regazo, sonriendo graciosamente, un baterista completamente preparado en su asiento, y un castaño acompañado de un peliblanco frente al micrófono, asintiendo para que NamJoon comenzara, las manos del moreno sujetando el otro micrófono portátil y aclarándose la garganta.

—¡Buenas noches! Oh, como extrañaba esto. —Hizo una pausa, poniéndose una mano en el pecho. —¿Saben? Hoy cantaremos una especial, es para ayudar a un nuevo amigo.

El rubio toco con suavidad la guitarra, después del sonido de los palillos chocando entre sí, moviendo sus dedos sobre las cuerdas con delicadeza y dejándose llevar por el compás suave y peculiar. NamJoon sonrió, sujetando más fuerte el micrófono y el peliblanco acerco la boca al suyo, abriéndola, con las palabras saliendo al ritmo de la guitarra.

—Hey chica, mam mamma mia.

JiMin boqueo alejándose de JungKook y pegando pequeños brincos en su sitio, tomando la mano del menor y zarandeándola de arriba-abajo, eufórico, el sonido de la guitarra vibrando alegre, vivo y lleno de gozo, mientras el peliblanco seguía cantando, NamJoon aclarándose la voz.

Bajo el caliente desierto
Eres la flor roja que está floreciendo, déjalo perder
Deja que se pierda
Tus perfectos labios
Esa linda cara, lo tendré todo.

—Por favor abrázame, quiero abrazarte
Quiero estar en tu mente
No estoy seguro si esto es un sueño o no
Pero tengo miedo de que desaparezcas
Mi corazón se pone caliente
Caliente, caliente, caliente.

Rió, mirando al rubio abalanzarse hacia él, rodeando sus brazos en su cuello, dejando su frente pegarle del pecho. Sintió la sonrisa del rubio dibujarse aún más grande, el rápido latir de su corazón, y sintió el suyo igual, cuando la mirada del rubio se alzó, mirándolo con adoración, el roce divino de sus labios en su mejilla, antes de que se apartara, celebrando.

Y JungKook se sostuvo de sí mismo, atónito. Parado bajo las estrellas y el cielo oscuro, con su corazón latiendo feliz dentro de su pecho.

Woo, woo, woo
Woo, woo, woo
Aplaude, aplaude, yo aplaude, aplaude yo
Olleh mamma mia
Cuando te miro mamma mia
Mi corazón se pone caliente
Caliente, caliente, caliente.

🔹🔸
¿Saben de quién es esa canción? A mí me encanta y el fic tiene el nombre de otra de las canciones de ese mismo grupo.

Espero les guste.
💘 VinniePark

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