Las horas habían pasado con lentitud tortuosa, el ir y venir de las personas que llenaban la tienda, buscando peces, gatos, perros, conejos, tortugas, loros; los gustos eran muy variados y lamentablemente los niños también. Había tenido toda la mañana ocupada ayudando a pequeños revoltosos —con todo el cariño que puede incluirle a la palabra—, a no llevarse más de un animal y a tratarlos con respeto.

Aunque nunca faltaban los tímidos que creían que un animalito de orejas peludas y tres veces más pequeño, lo comería de un solo bocado si lo tocaba… esos le causaban especial ternura.

Y bueno, con la llegada de la tarde, y conforme el trabajo era menos, más tiempo tenia para ver a su rubio, incluso llego a apoyarse con los brazos cruzados sobre el escritorio de la recepción, sus ojos cafés observando con gesto enamoradizo.

Estuvo a punto de maldecir por el peso en su espalda.

Odiaba a sus compañeros de trabajo.

—¡Tú puedes hablarle! ¡Confía en ti! —Murmuró con un entusiasmo alentador, y mucho más vergonzoso cuando las personas se les quedaban mirando. JungKook se cubrió el rostro con las manos y TaeHyung se encogió de hombros, mientras SeokJin miraba al menor con una sonrisa abatida, soltando un suspiro.

—Kookie, solo tienes que hablarle, no será el fin del mundo.

—No puedo.

—¿Por qué no? ¡No seas cobarde!

—¡TaeHyung has silencio!

Cobarde... ¡Cobarde!

—¡No soy un cobarde!

—¡Si lo eres! —JungKook quiso gruñir, tomar entre sus manos el pequeño cuello blanco del pelinaranja, oh si, también quería patear con fuerza a TaeHyung en los hue…- Respira, JungKook. Respira, es un fluff no puedes decir palabrotas.

—¡No entiendo aún como puedo haberte escogido como novio! —Gritó SeokJin.

El pelinegro bufó, desviando la mirada de la pelea que se había formado entre SeokJin y TaeHyung; acariciándose las sienes con los dedos suavemente, con el par de novios a sus espaldas gritándose el uno al otro. Su mirada escurriéndose cautelosa hasta el chico rubio, acuclillado y acariciando la cabeza de un gato, el minino cerrando los ojos y dejándose mimar por esos dedos pequeñitos.

Antes de darse cuenta se le escapo un suspiro, los chicos que peleaban girándose a verlo con una sonrisa de diferente índole, TaeHyung más como una burla, el acto divertido del enamoramiento de uno de sus amigos, SeokJin, enternecido, juntando las manos sobre su pecho emocionado y casi dando brinquitos en su lugar.

Solo parpadeo, y cuando volvió a abrir los ojos en esa milésima de segundo, Park JiMin, parecía haber sido poseído, fijando sus ojos oscuros en él y sonriéndole, entre tantas personas, estaba… ¿sonriéndole a él?

No, no, no, no, no. Es mi imaginación.

Abrió los ojos de par en par, el rubio soltando una risita y tapándose la boca con las puntas de sus dedos. Y JungKook supo que no era un sueño, que aquellos ojos pequeños estaban en él, y la sonrisa hermosa también era para él.

Para su mala suerte, hizo lo más estúpido que se le había ocurrido en su vida.

Se hundió en las penumbras más espesas, su cuerpo pesando igual que una pluma y sus brazos dejando de responderle cuando cayó al suelo.

Acababa de ser tan idiota como para desmayarse.

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Sí, me desmayaria si Park JiMin me sonríe... ¿Quién no? Tanta perfección asesina jajaja.
Perooo, bueno, primer cap lleno de puro azúcar para sus sistemas, que hará vomiten arcoiris o, les dé gastritis xD.

Espero les guste.
💘 VinniePark