──────CERO.
o(r)ddinary
Cuando era pequeña... durante el atardecer, le gustaba creer que entre todos los universos existentes, se encontraba otra Nayeon, en realidades distintas.
Tal vez una era princesa, otra tenia una familia numerosa y ordinaria, otra vivía en la playa y todos los días hundía sus pies en la tibia arena, otra tenía muchos juguetes con los cuales jugar.... y la última, la más dolorosa, pero la que le fascinaba, era pensar en esa Nayeon que tenía un padre.
Aunque luego veía a su madre, dormida en el sillón, ebria como todas las tardes. Pero allí junto a ella... Y se sentía egoísta al fantasear con aquello, había personas que realmente tenían una mala vida y aquella pequeña en ese momento aún tenía a su madre, con quien, cuando estaba sobria y tenía tiempo para dedicar a su hija, pasaban lindos momentos.
Tal vez pensaba demasiado a su corta edad, ella era consciente de aquello, sobre todo cuando los "temores" de sus compañeros de clases no se parecía en nada a sus propios temores.
Ahora... en este universo, la tarde cae sobre la ciudad de Seúl, como aquellos anteriores días.
Los departamentos de los suburbios.
Un trío de adolescentes intentando escapar de su triste realidad.
Ella estaba sentada en el suelo, con la mirada perdida entre las manchas de sangre en aquellas paredes, las cuales antes solo eran de un color gris pálido.
Lo único que se oía en aquellas escaleras eran sus respiraciones algo aceleradas.
Soltó un suspiro cansado, asimilando todo lo que había ocurrido hasta el momento, miro a sus "amigos", estaba segura de que después de lo que habían vivido, lo que habían hecho juntos, ya podía empezar a utilizar aquella palabra.
Aunque sea una vez.
Intento controlar su respiración, sintiendo terror al volver a notar la sangre casi seca y algo pegajosa, aun teñir sus manos cerro sus ojos, apretando con fuerza, tanto que debido a la presión pequeñas manchas aparecían en medio de aquella oscuridad.
Las marcas que habían dejado las uñas de aquella mano queriendo aferrarse a las suyas, la que no pudo sostener hace unas horas, aun se mantenían rojizas y poco a poco volvía a sentir el ardor en su piel.
Sabía que no existía una vuelta atrás.
Ella misma eligió estar ahí, ahora solo le toca vivir lo ocurrido esperando que no terminar hundida en la mierda, sabiendo perfectamente que en su vida, hundirse mas siempre era posible.
Se mantuvo con los ojos cerrados, aflojando poco a poco la presión, intentando recuperar la calma, un pequeño déjà vu recorrió su mente, con aquella sensación que extrañamente resultó familiar.
¿Cuánto había pasado desde que se sintió así?
Tan desorientada y aterrada, tal como aquella niña de hace unos años.
Ahora, desde la realidad que le había tocado, la que había elegido, le diría que no era egoísta por querer tener otra vida, por fantasear con ella.
Supuso que ella era demasiado inocente en ese momento para notarlo, pero ese había sido su mecanismo de defensa ante lo que estaba por convertirse su vida.
Algunos días como hoy, pienso en ella... En aquella pequeña, en Na yeon.
Aquella que solía tener una vida "feliz" junto a su madre sobria, la que disfrutaba ir al parque y luego de picnic.
Me pregunto que pensaría aquella niña inocente, de los fragmentos que quedaron de esta Na yeon; la que se encuentra tirada en el suelo, nuevamente cubierta de sangre, la que fracaso en el intento de escapar de su vida ordinaria.
Que pensaría de esta realidad, a la que la llevaron sus decisiones.
Solía decir que no tenía a quien decepcionar, pero siempre supe que mentía... Aquella pequeña Na yeon estaba decepcionada.
No me convertí en princesa, tampoco conseguí una vida normal, no quise perder tiempo en buscar a mi padre, ni mucho menos pude viajar a otro país... le había fallado y muy en el fondo dolía.
Pero... era extraño... lo curioso y satisfactorio... la sensación, saber que había hecho las cosas mal, que me había equivocado y... sin embargo ahora después de todo no lo lamentaba.
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