[Horacio Pérez]
______ lo esperaba sentada en la cama de su habitación. Estaba en casa de Horacio, había ido a pasar el día con él y se le hizo un poco tarde por lo que él le propuso que se quedara, ya que la ciudad a esas horas no era muy segura.
Hacía unos cuatros meses que estaban saliendo, se conocieron en uno de todos los líos que se armaban en la salida del hospital. Cleo estaba realmente enamorada de él, y creía que el sentimiento era correspondido al cien por cien, pero se dio cuenta de que no era así.
Es decir, si, Horacio la quería y le tenía mucho aprecio, pero la veía más como una amiga que como una novia. Intento frenar la relación lo antes posible, para que nadie salga herido, pero no podía oponerse a la felicidad de ella.
Pero hoy la azabache quería cambiar las cosas, pretendía por fin besarlo. Si bien llevaban algunos meses juntos, nunca se habían besado, solo eran abrazos y besos inocentes en las mejillas.
Se encontraba mirando un punto fijo en la habitación, esperando a que llegue Horacio para reproducir la película, pero cuando lo vio entrar supo que las cosas no estaban bien. Se lo veía nervioso, incluso asustado, supuso que era porque sería la primera vez que duermen juntos, así que se abstuvo a preguntar.
Su pareja se sentó junto a ella y suspiró, estaba a punto de aclarar las cosas.
—_______ yo...—titubeó Horacio, estaba a punto de arrepentirse, pero no podía seguir con esa farsa—quiero acabar con esto.
Ella sonrío con tristeza, no se sorprendió, sabía por dónde iba la mano. Muchos en comisaría le habían contado un poco sobre el comportamiento de Horacio con el comisario y ella misma, en dos ocasiones, lo había pillado.
—¿Es por Volkov, cierto? —preguntó, queriendo despejar todas sus dudas, sin mirarlo. No quería llorar, se sentiría tonta.
—No creas que es tú cul...
—Horacio, responde—pidió mirándolo seriamente a los ojos.
—Mira, él es mi amor secreto, desde que lo vi por primera vez supe que jamás podría sacarlo de mi cabeza, ¿sí?, y la verdad es que no puedo seguir contigo sabiendo que no te quiero de la manera en la que tú lo haces—contestó apenado, tenia miedo de voltear y verla llorar.
Ella no dijo nada, solo permaneció en silencio, analizándolo todo; ya sabía que este momento algún día llegaría, pero nunca pensó que sería tan pronto.
—______?
—Vete...—hablo por fin la azabache, con la voz cortada— corre, busca a Volkov y dile lo que sientes antes de que sea tarde— al finalizar la frase giró su torso para poder mirar a Horacio y dedicarle una sonrisa melancólica. Si no era feliz con ella, quería que al menos lo sea con su amor platónico, y si eso no funcionaba, la chica estaría allí para consolarlo cuantas veces sea necesario ya que lo amaba y por más que el sentimiento no sea correspondido, jamás dejaría de hacerlo ni mucho menos le guardaría rencor.
Algo en su mirada le decía que era verdad, que eso era lo que realmente ella quería que vaya a por el chico de pelo gris, por lo que sonrió y, poniéndose su saco, corrió en dirección a la puerta regalándole una mirada de gratitud a la chica.
Habían pasado mas o menos unas dos horas, dos horas en las que la azabache se dedicó a mirar a la nada dejando salir sus lagrimas acumuladas. Se sentía mal por haber sido "rechazada" por Horacio, pero a su vez estaba alegre, sabía que este sería inmensamente feliz al lado del comisario.
La puerta de la casa se abrió y por ella paso un Horacio triste y decaído. Se sorprendió al verla aun en su casa, pero luego recordó lo que había pasado y supuso que lo estaría esperando para que le contara que paso.
—¿Cómo te...—la joven no pudo terminar de formular su pregunta debido a que el recién llegado la tomo por sorpresa, envolviéndola en un fuerte abrazo soltando alguna que otra lagrima. Se sentía fatal, si bien no había sido rechazado como tal, lo que le dijo lo dejo casi sin esperanzas.
Y así se pasaron un buen rato, buscando consuelo en los brazos del otro, llorando de forma silenciosa por su mal de amores.
Pd.: no me termina de convencer, pero me gusto.
Pd.: estoy trabajando en los Os de Rogelio y Torrente :)
Besos ❤
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