──¡Mami!──exclamaba una pequeña niña pelirroja, al cruzar la puerta de la casa──, ¡Mira cuántos dulces recogí!── sostenía su pequeña canasta en forma de calabaza, repleta de caramelos.

──¡Vaya, esos son muchos dulces! Será mejor que los escondas de tu papá, si no, no pasan de esta noche──le decía la mujer rubia, mientras la cargaba en sus brazos──, ¿Te divertiste con Norman y Ray? ──.

──¡Sí! ¡Fué súper mega divertido! La tía Isa nos llevó por todo el vecindario. Norman se cayó, la sábana que estaba usando lo hizo tropezar. Yo lo ayudé y Ray se empezó a reír.

──Niño tétrico──una voz masculina se aproximó por el pasillo──, ¿Con qué lo alimenta Isabella? ¿Cadáveres y petróleo?──.

──Yuugo──lo regañó su esposa──, no deberías hablar así de tu sobrino──.

──Oh, vamos, Dina, muy mi sobrino y todo pero es raro, acéptalo──ella rodó los ojos──, ¿Cómo la pasó mi pequeña princesa? ── tomó a su hija desde los brazos de Dina.

──¡Muy bien! Caminé por muchos lados. Norman se fué más temprano porque cuando se tropezó con su sábana se raspó la rodilla, así que su papá lo vino a buscar.

──¿Sábana? ¿Iba disfrazado de fantasma?──la niña asintió──, James sigue siendo tan básico... ¿Te fué bien recogiendo caramelos?──.

──¡Sí! ¡Tengo cómo un millón de dulces!── explicaba emocionada.

──Y vas a compartirlos con papi, ¿verdad? ── sus ojos se iluminaron.

──¡No! ¡El año pasado te los comiste todos, papá! ¡Sólo me comí un caramelo de fresa! ── la niña se cruzó de brazos.

──Además──agregó Dina──, papi no puede comer dulces, el doctor ya se lo dijo, ¿o no?──.

──Sí...── rezongó Yuugo.

De pronto, se escuchó un ruido en la parte subterránea de la casa. Emma dió un pequeño brinquito, mientras buscaba una respuesta en la mirada de su padre. Dina también lo veía.

──¿Por qué me miran a mí?──cuestionó, mirándolas a ambas──, quieren que vaya a investigar, ¿cierto?──asintieron, mientras ponía a Emma en el suelo──, ¡Bien! Siempre el más pend...──Dina lo fulminó con la mirada──, el más... pendiente, claro que sí...── se puso en marcha a bajar al sótano.

──¡No tengas miedo, papito! Yo iré contigo── afirmó Emma, ofreciendo su mano..

──¿Segura? El sótano da mucho miedo.

──¿Porque no hay luz? ── preguntó.

──No, porque está la alfombra vieja de tu abuela.

La madre de Yuugo tenía una alfombra algo... exótica. Él la detestaba, pero ella se la había regalado luego de decidir comprar una casa en el extrangero donde pasar sus años dorados.

Ambos bajaron las escaleras, con cuidado de no caerse.

──Papi, ¿Tú a qué le tienes miedo? ── preguntó la niña, con obvia curiosidad, mientras se quedaba unos escalones arriba. Esperando que su padre encuentre al causante de aquel ruido.

──A nada, no le tengo miedo a nada── aseguró el azabache.

──La profesora Sienna me dijo que todos tenemos miedos. Mami le tiene miedo a las alturas. Yo le tengo miedo a las arañas. Es imposible no tenerle miedo a nada.

──Emma...──él suspiró──, tienes razón. Todos tenemos miedos y eso está bien──.

──¿Entonces a qué le temes? ── Al escuchar la pregunta nuevamente, Yuugo se acercó a ella y se agachó.

──Esa es una conversación que tendremos cuando crezcas, pequeñita...

──Papá...── la niña miraba al fondo de la habitación.

──Y por ahora──no prestó atención──, quedarás con la intriga──.

──Hay algo detrás de ti── ella señaló con el dedo.

──No hay nada que temer, Emma, de seguro es una som...──volteó──, ¡Oh, maldita sea es una rata!──caminó a los lados──, ¡No en mi casa!── tomó una escoba, dispuesto a ahuyentar al animal.

──¡Papi, no la lastimes!

Yuugo se encontraba en una batalla de miradas con el animal, ninguno se movía, él sólo amenazaba con la escoba. Cuando la rata avanzó hacia él, dió un pequeño salto y retrocedió, mientras Emma se acercaba al roedor.

──¡Al diablo! ¡Corre, Emma!──soltó la escoba, mientras subía a la primera planta tan rápido cómo si su vida dependiera de ello──, ¡Dina!── corrió hacia su esposa, quién se encontraba descansado en la sala.

──Y hasta ahí llegó mi calma...──suspiró──, ¿Qué pasó?──.

──¡Hay una maldita rata en el sótano! ¡Salí corriendo cuando pude!

──¡¿Y la dejaste sola con ella?!

──¡¿A quién?!

──¡A Emma!── Yuugo abrió los ojos completamente, dándose cuenta de que no se había asegurado de que Emma lo hubiese acompañado de vuelta arriba.

──¡Tranquilos, estoy aquí!──exclamó la pequeña, llegando con el animal en brazos y algo más──, ¡No les hará daño!──.

──¡Emma, suelta eso!── exclamaba Dina, horrorizada por la normalidad con la que su hija sostenía aquel roedor.

──¡No es una cosa!──afirmó, muy ofendida──, es el hámster de Norman, lo perdió la última vez que vino aquí, ¿recuerdan? Se llama Bernadette──.

──¿Esa es la mascota de Gasparín? ¿No puede tener un perro cómo un niño normal?── cuestionó Yuugo.

──James piensa que Norman podría ser alérgico──mencionó Dina, observando la otra cosa que traía su hija en manos──, Emmita, ¿Qué traes ahí?──.

Emma, además de traer a Bernadette, traía consigo un álbum de fotos, la portada tenía escrita la palabra "HALLOWEEN" junto a un montón de stickers de calabazas y caramelos.

──¿Ese no es nuestro álbum de fotos?── preguntó Yuugo.

──Sí, lo es...──dijo Dina, esbozando una sonrisa──, ¿De dónde lo sacaste, preciosa?──.

──Lo encontré cuando estaba intentando atrapar a Bernadette. ¿Qué tiene? ¿Hay fotos muy bonitas?

──Bueno, pequeña...──tomó el álbum entre sus manos, llenándose de recuerdos al tocarlo──, tendrás que verlo para saber──.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──No voy a ir, Isa── decía Dina, al teléfono.

──¿Estás cu-cú loca? ¡¿Qué quieres decir con que no vas a venir?! ¡Es la fiesta del año!

──Sabes que no soy mucho de fiestas, y...

──Vas a venir. Sí o sí. Estoy afuera de tu casa──Dina soltó una pequeña risa──, ¿De qué te ríes? literalmente estoy afuera de tu casa──.

──¿Qué?──Corrió hasta la ventana──, ¡Maldición, Isabella! ¡¿Qué carajo haces ahí?!── exclamó, al ver a su amiga parada frente a su ventana, vestida de Sally, la chica de El extraño mundo de Jack.

Dina colgó la llamada y bajó rápidamente las escaleras de su casa, abriendo la puerta y dejando pasar a la azabache.

──Feliz halloween, amiga mía── decía aquella, con ironía.

──Ya te dije que no voy.

──¡¿Por qué?! ¡Tú siempre me acompañas a todo!

──Precisamente por eso──declaró──, siempre te acompaño a todos lados. Ya estoy cansada, es más, ni siquiera tengo un disfraz──.

──Sí, sí tienes──le entregó un bolso──, sabes bien que yo pienso en todo──.

Dina lo tomó, examinando y observando un disfraz de bruja. Básico, pero útil.

──Isabella...

──Nada de "Isabella" me vas a acompañar. ¡Es Halloween! ¡Tú adoras Halloween!

──No hay nada que puedas hacer para que cambie de opinión...

──Si vienes, no me vas a acompañar a ninguna fiesta hasta navidad.

──Estoy lista en media hora── aseguró rápidamente, mientras subía las escaleras a su habitación.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¡Ahí estás!──exclamaba Emma, señalando a la joven Dina que posaba en aquella foto, vestida de bruja──, ¿No que no había nada que pudiera cambiar tu opinión?──.

──Es que tu tía Isa era muy fiestera, siempre tenía compromisos y cosas así. No le gustaba ir sola, así que me llevaba con ella a todos lados. Yo no era mucho de salir, así que casi dos meses libres eran una completa bendición, te lo aseguro──suspiró──. Pero... No me arrepiento de haber ido...──.

──¿Por qué, mami? ¿Porque te tomaste muchas fotos bonitas?

──Espera y verás── aseguró Yuugo.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¡Llegamos!── exclamó Isabella, abriendo el ingreso a aquella fiesta.

Estaba muy bien lograda, a decir verdad. Las luces, las decoraciones. Incluso la comida se veía increíble. El ponche tenía colorante, por lo que era sangre. Los bombones tenían chocolate blanco y algunos detalles más que los hacían parecer ojos, sin contar la máquina de humo.

──Demonios, Isa. Se nota que Leslie quería hacer la fiesta perfecta... De lejitos se ve que te quiere impresionar.

──¡¿De qué hablas?!──Isabella soltó una carcajada──, No quiere "impresionarme" sólo quiere... ¿Dar una buena fiesta?──Dina la miró con fastidio──, ¡Está bien! Tal vez sí se haya esforzado un poquito demasiado con la fiesta, pero eso no quiere decir que yo le guste o algo así. Somos amigos de hace años y...──.

──Eso da más oportunidad de que desarrolle sentimientos por tí──le interrumpió──, Leslie babea por tí desde antes que yo me fuera a Salem con mi papá... Y teníamos cinco...──.

──¿Quién babea por quién?── se acercó un chico, mejor dicho, el anfitrión de la fiesta, quién estaba disfrazado de vampiro.

──¡Leslie!──saludó Dina, intentando disimular──, ¡Gran fiesta!──.

──Sí... Y es realmente agotador. No sé cómo voy a limpiar todo esto cuando llegue mi mamá──se escucharon unos gritos desde la otra parte de la fiesta, probablemente queriendo saludarlo──, bueno, me llaman por allá... ¡Las veo luego!──.

Leslie marcó el paso hacia el lugar de dónde lo llamaban, mientras Isabella se le quedaba viendo.

──Y después dice que no te gusta...── dijo Dina, por lo bajo.

──¿Qué dijiste?── preguntó aún embobada.

──Y ahí está──comenzaron a caminar hacia la mesa en busca de un poco de ponche──, Isa, aquí nadie es ciego. Es que no sólo te gusta, a tí te encanta. ¿Por qué no sólo le dices y ya?──.

──Lo dice la señorita "nunca me ha gustado nadie en mi vida". No es tan fácil, Dina.

──Bueno, no puede ser tan difícil, ¿sabes? Quiero decir...──volteó a verla, dándose cuenta de que estaba intentando seguirle el paso a Leslie con la mirada──, Al diablo, ve por tu hombre──.

──¡Gracias! ¿Estás segura de que no te molesta quedarte sola?

──Me molesta más que ustedes no se hayan besado antes.

Isabella le sonrió y corrió en la misma dirección en la que Leslie.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¡¿Así que tú fuiste la responsable de que la tía Isa y el tío Leslie tengan a Ray?! ¡Eres cómo cupido, mami!

──Y lamentablemente se parece a su mamá...──Yuugo recibió un codazo por parte de Dina──, ¡Ay!──.

──Te recuerdo que a ella la conocí mucho antes que a tí, eh──volteó a ver a Emma──, déjame decirte que no fuí la única "cupido" esa noche...──.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

Ya había pasado un rato, Dina se quedó recostada en una pared, esperando por algo que le diera un toque de diversión a la noche... Sin embargo, pudo notar a lo lejos, a un chico alto y pelinegro. Nunca lo había visto, realmente. Lo había notado hacía un rato, riéndose a carcajadas con unos chicos de por ahí.

Se pudo percatar que él la miraba bastante, así que intentó disimular que lo había notado. Pudo haberse ido del lugar, pero no lo hizo. Algo la obligaba a quedarse ahí.

Pronto, el chico se comenzó a acercar. Podría jurar que casi se le cae el vaso de los nervios. La última vez que eso le había pasado, no terminó muy bien.

──Lindo disfraz── dice aquel, mientras se recuesta en la misma pared que ella.

──Gracias── Dina responde cortante, conoce bien a este tipo de chicos. Primero te sacan conversación, juegan con tus sentimientos y nunca te vuelven a hablar.

──¿Eres nueva por aquí? Nunca te había visto.

──Sí.

El chico asiente, entendiende perfectamente lo que significa ese tono y esas pocas palabras. Pero, a pesar de eso, intenta seguir con la conversación.

──¿Qué haces por aquí tan apartada? Es decir, ¿No deberías estar con tus amigas? Se supone que todo el pueblo vino.

──Bueno, mi amiga se fué a Dios sabrá dónde, persiguiendo al amor de su vida.

──Ya somos dos──declaró──, mi hermano y mi prima me obligaron a venir. Ella es algo "famosilla" entre la gente──.

──¿Me lo dices a mí? Va a sonar muy cliché lo que voy a decir, pero mi amiga es la más popular de aquí. Para mi desgracia, siempre hay un lugar al que quiere que la acompañe──dió un trago a su ponche y cambió el tema de conversación. Ella había intentado ser cortante, pero no pudo evitarlo──, ¿Así que "obligado"?──cuestionó──, parecías divertirte mucho allí──.

──Oye, que me hayan obligado no significa que no vaya a disfrutar. Espero que pase algo más aterrador que todos estos ineptos intentando ligar──Dina sonrió levemente──, me dijiste que eres nueva por aquí, ¿no?──ella asintió──, ¿De dónde?──.

──Creo que mi disfraz te lo dice todo──él la miró confundido, mientras Dina soltó un suspiro algo molesto──, Salem──.

──¿Entonces tu disfraz es idolatría?

──Ja, ja. Muy gracioso. Yo ni siquiera lo escogí──él rodó los ojos, mientras ella lo veía de pies a cabeza──, ¿Y tú eres...?──.

──Soy un corredor de fórmula uno... Sólo que en un afterparty... Mientras presume su chaqueta para impresionar a las damas──Dina intentó aguantar la risa──, No me mires así, no tuve tiempo de escoger un buen disfraz──.

──Para ser corredor de fórmula uno, eres bastante lento──rió──, te estaba preguntando tu nombre, ¿sabes?──.

──Oh, mala mía──admitió──, me llamo...──.

──¡Yuugo!──una voz conocida se aproximó a ellos──, ¡Así que por fin decidiste dar la cara!──.

──Ah, ya viniste a fastidiar. De verdad que inoportuna, Isabella.

──Callate, que al menos yo si tengo vida social──Isabella volteó a verlos a ambos──, veo que ya se conocieron, pero de igual manera los presento. Dina, este es mi primo, Yuugo. Yuugo, esta es mi mejor amiga, Dina──.

Ambos voltearon a verse, sorprendidos por la "coincidencia" que acababa de pasar.

──Amaría quedarme con ustedes, pero el amor de mi vida probablemente haga algo tonto, así que... ¡Nos vemos!── Isabella se fué rápidamente.

──Diablos, no la había visto correr tan rápido desde que había oferta de botas de cuero en el centro comercial── bromeó el azabache.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¿Entonces no sabías que papá era primo de la tía Isa?── cuestionó la niña.

──No, no sabía. Me extrañó mucho que Isabella no me hubiese comentado nada acerca de él.

──En mi defensa, no me juntaba mucho con Isabella en esos tiempos──mencionó Yuugo──, ella tenía una fiesta cada fin de semana y yo, por otro lado, tenía la misma película aburrida de siempre──.

──En pocas palabras, tu papá era un ermitaño y tu tía Isa tenía muchas amistades.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──Así que... Eres primo de Isabella...

──Lamentablemente...──dió un trago al ponche──, Sé que Isabella puede ser muy sociable, pero... ¿Cómo es que son mejores amigas si eres nueva por aquí?──.

──Bueno, realmente, pasé una parte de mi infancia aquí. Pero mis papás se divorciaron. Me fuí con mi papá a Salem cuando eso pasó, nos quedamos ahí varios años. Pero tuvimos que regresar, así que es cómo un regreso a casa, más que nada. Isabella era mi vecina.

──Con razón...──se quedaron en silencio un rato──, así que padres divorciados, ¿eh? Que bueno debe ser eso──.

──Muy bueno no es...

──Perdón, es que los míos están juntos pero deberían divorciarse.

──Debe ser un asco.

──Lo es, pero, ¿Qué más da? Ya me acostumbré. Al menos tengo a mi hermano. Oh, ahí está──señaló a un chico a lo lejos, vestido de pirata──, se llama Lucas──.

──Suertudo. Siempre quise tener hermanos.

──Bueno, cómo alguien que tiene un hermano y una prima que es cómo su hermana, déjame decirte que no te pierdes de nada── sacó su teléfono.

Cualquiera pensaría que estaba respondiendo unos mensajes o algo por el estilo pero, realmente, estaba buscando en Google...

"Temas de conversación con una chica linda que acabo de conocer"

──¿Cuál es tu peor miedo?── con el tono en que lo dijo, era fácil deducir que lo estaba copiando de internet.

──Bien...──Dina soltó una risa──, a las alturas, supongo. ¿Y tú?──.

──Creo que...──se quedó pensando un poco──, a quedarme solo──.

──Vaya... Que profundo...── dijo con ironía.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¡Ajá!──exclamó Emma──, ¡Así que a eso le temes! ¡A estar solo! ¿Por qué?──.

──Es algo que vamos a conversar más adelante, ya te lo había dicho antes, calabacita.

──¡¿Y cuándo va a ser más adelante?!

──Cuando estés lo suficientemente grande para entender esos temas.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

Ya habían pasado algunas horas, Yuugo y Dina seguían conociéndose un poco más y más. Se estaban comenzando a caer muy bien. Aunque ellos no sabían que se caerían más que bien.

Cómo sea, ellos y algunos más se reunieron en un círculo. Iban a jugar al juego más típico en las fiestas de adolescentes: Verdad o reto.

Y, cómo Yuugo es el ser más desafortunado de esta vida, le había tocado y, no sólo eso, era Isabella quién pondría el reto.

──Veamos...──fingió estar pensativa──, te reto a que te lances a la piscina──.

──Y si no, ¿qué?

──Pagas veinte.

──Oh, no. Ni siquiera pienses que te vas a quedar con mi dinero── se levantó de su lugar y le dió su chaqueta a Dina.

Todo el mundo comenzó a seguirlo, querían estar seguros de que cumpliría con el reto. El agua estaba helada, pero eso no lo detuvo.

Pronto, el agua salpicó a todos.

──¡Las cosas que hago por dinero!── exclamaba Yuugo, mientras se acercaba al borde de la piscina.

──Creo que necesitas que te saquen de ahí──Dina se arrodilló frente a la piscina, extendiendo su mano──, ya te van a traer una toalla──.

La helada y húmeda mano de Yuugo hizo contacto con la cálida palma de Dina. Podría decir que sintió chispas en ese momento, pero su orgullo no dejaba que lo aceptara.

Con algo de esfuerzo se sentó a su lado, con el cabello y la ropa goteando.

──Creo que voy a traerte tu chaqueta── dijo ella, volviendo al interior de la fiesta.

Yuugo asintió, mientras se quedaba viendo a la nada. Luego, sintió una toalla cayendo en su cabeza.

──Veo que te cayó bien Dina── le dijo Isabella.

──Es linda y dulce... ¿Cómo es que son amigas siquiera?

──Ja, ja. Graciosísimo cómo siempre, Yuugo──él le hizo una mueca──, menos mal que te cayó bien. Si no, todos mis esfuerzos se iban al caño── se dió cuenta de que había hablado demasiado.

──¿Qué?

──¡Ay sí! ¡Finge que no te gustó que los junte!──exclamó ofendida──, Dina y tú son las personas más solitarias que conozco y, negativo más negativo es positivo, ¿no?──.

──Muérete.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¿Entonces la tía Isa los juntó a ustedes...?──los dos asintieron──, ¿Y mamá juntó a mi tía Isa con el tío Leslie?──.

──Afirmativo. Ahora entiendo por qué eran amigas, ambas igual de calculadoras.

──Dejémoslo en que fué un favorcito entre amigas── comentó Dina.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──¿Qué haces?── preguntó Yuugo, terminando de secar su cabello con aquella toalla.

──Te estoy haciendo un regalo── respondió la rubia, anotando algo en un papel.

──¿Y ese regalo es...?

──Escribo lo que pienso de ti.

──Entonces, bruja de Salem, ¿Qué piensas de mí?

Dina dobló el papel y se lo entregó a Yuugo. Cuando lo tuvo en sus manos, pudo observar un número telefónico.

──Pienso que deberías llamarme más tarde.

Yuugo se quedó en blanco. Miró al papel y la miró a ella en repetidas ocasiones.

──Yo ya me voy. No quiero que mi papá me castigue, así que...

──Eh, sí... Te llamaré cuando tenga tiempo.

──Yuugo──se acercó un poco, dándole unas palmaditas en el hombro──, tú y yo sabemos que tienes tiempo de sobra──.

──Touché──dijo, mientras la veía alejarse un poco, dirigiéndose a la puerta──, ¡Espera, Dina!──.

──¿Mmn?── se volteó a verlo.

──¿Te vas con mi chaqueta?

──Oh, no, cariño. Ahora es mía. Quedas expropiado de esta chaqueta.

──¿Quién eres? ¿Chávez?

Dina rodó los ojos y finalmente se fué.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

──Y el resto es historia...── finalizó Dina.

──Ya se durmió──dijo Yuugo, con Emma en brazos──, la voy a llevar arriba──.

Dina asintió y se dirigió a la cocina. Iba a prepararse un té, realmente necesitaba dormir. Fué bastante lindo recordar a tanto detalle el principio de su relación con Yuugo.

Bastaron cinco minutos de servir el té para sentir los brazos de su esposo rodearla de manera cariñosa.

──Me encanta cuando cuentas eso... Aunque omitiste algunos detalles.

──¿Ah, sí?──Yuugo asintió──, ¿Cómo cuáles?──.

──No sé, tal vez que la verdadera razón por la que me diste tu número fué porque me besaste cuando estábamos en la piscina.

──¿Tú crees que quiero enseñarle a nuestra hija a besar a un desconocido en una fiesta? ¿En serio?

──Sí, eh... Creo que estaba bien así cómo la contaste──ambos rieron──, no me arrepiento de haber ido a esa fiesta──.

──Yo menos.

✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧

BUENASS, mi primer One-shot!

Obviamente está dedicada a mi preciosa Bywxsof, espero que te guste mi regaloo!!!