Siete
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El mazo del juez fue golpeado y el juicio se dio por terminado, JiAh sonrió satisfecha con que el acusado quedara bajo prisión luego de una gran paliza que ella le dio a su abogado, el tipo era un abusador, golpeaba a su esposa y a su hija por gusto; eso ella no lo toleraba, así que con pruebas y testimonios que logró recoger pudo darle la paliza que se merecía.
Juntó sus documentos mientras el fiscal la felicitaba con una gran sonrisa, él le había asignado el caso la semana pasada y ella sólo lo despedazó en un día.
— ¿Almorzamos hoy? — le dijo su jefe esperando una respuesta mientras ella lo miró sonriente.
— Tengo otro caso que revisar en casa, aunque quiera no puedo. — rio un poco guardando todo en su maletín, el fiscal asintió de acuerdo y la miró orgulloso.
— Eres una ganadora JiAh... — hizo un saludo militar y ella sólo volvió a reír negando.
Al quedar sola nuevamente se retiró de la sala de juicio y caminó hacia las amplias escaleras externas del edificio para irse a su casa, aunque una figura que iba subiendo con documentos en su mano la hizo detenerse en el acto. Lentamente se puso en el camino donde él distraído iba subiendo, y cuando se dio cuenta que iba a chocar él se detuvo levantando la mirada. JiAh sonrió extrañada y decidió susurrar.
— Mister J~ — lo vio con su sonrisa de lado y este sólo la vio seriamente— ¿Qué haces aquí? — preguntó confundida y el hombre quiso pasar a un lado de ella ignorándola, aunque ella fue más rápida y se volvió a colocar delante de él.
— No es tu problema. Con permiso voy tarde. — quiso volver a subir y lo logró, pero JiAh siendo una persistente mujer que obtenía lo que quería se puso a su lado y caminó junto a él.— ¿Podrías dejarme tranquilo? Estoy tratando de hacer algo personal. — se detuvo para girarse y mirarla encontrando esos ojos brillantes de deseo sobre él. Se acercó un poco a su rostro dispuesto a susurrar.— mi vida en el club queda en el club, así que ahórrate llamarme así fuera del mismo, fuera del flub no conozco a nadie y nadie me conoce ¿bien? — JiAh no borró su sonrisa en ningún momento y observó luego como él se giró y se acercó a alguien para preguntar por algo pero la persona parecía no saber, así que se dio la vuelta y caminó regresando a ella para intentar pasar a su lado, pero su voz lo detuvo nuevamente.
— ¿Estás buscando algo o a alguien aquí? — preguntó cambiando el tono sexy por uno normal. Quería saber qué hacía un stripper tan excitante en un tribunal vestido de la manera correcta en que se debe ir a uno. Él la miró para ser tosco nuevamente, pero ella volvió a hablar.— Podría ayudarte, conozco casi a todos en este lugar.
El hombre sin más suspiró dejando caer sus hombros, tal vez podría ayudarlo; en eso tenía razón la abogada sexy. Él la vio a los ojos y luego se desvió a su cuello observando lo tersa y blanquecina que se veía su piel allí. Algo le faltaba para adornarlo.
— Estoy buscando al fiscal Woo. — pronunció con su voz ronca. JiAh se vio interesada y decidió notificarle lo que sabía.
— Es mi jefe, hace pocos minutos que se retiró. — comentó viéndole luego con una sonrisa suave al bajar la mirada a los documentos en sus manos.— pero yo soy su abogada asistente, podría ayudarte si quieres. — Estiró su mano para que le prestara los documentos, pero él los alejó sin la intención de mostrárselos a alguien que lo conocía del otro mundo.
— No, gracias, puedo volver mañana. — le afirmó sonriéndole falsamente y caminó pasando a un lado de ella para retirarse.
JiAh lo miró irse y negó con una sonrisa ladina para luego morder su labio inferior. Terco, como le fascinaban.
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Era nuevamente de noche, en un sábado cerca de las diez. JiAh se encontraba sentada en el apartado junto a SunMi mientras ésta vestía un traje rojo muy sexy, en cambio la menor vestía uno negro igual de sexy y ajustado al cuerpo, con la cola alta nuevamente apoderada de su cabello.
— En verdad que esto cada vez se pone mucho mejor. — dijo SunMi viendo que esta vez quien abría el espectáculo era Vante con una coreografía sensual bajo la canción Slow Down.
— ¿No te parece raro que Mister J no abriera hoy? — añadió la menor recibiendo una sonrisa ladina de su hermana.
— ¡Ay JiAh! En verdad Kahi tiene razón, estás coladita por ese hombre. — negó entre risas y JiAh le siguió.
— Claro que no, sólo quiero tener sexo con él. — dijo entre risas para luego llevar la copa a sus labios.
— Bueno, no te culpo. — imitó su acción llevando la copa a sus labios, bebió un poco y luego chasqueó la lengua con el sabor delicioso del vino.— todas aquí se lo quieren comer al igual que tu. — ambas rieron y JiAh negó con su cabeza.
Vante se acercó a ambas y se quitó la camisa quedando con una bandana en su cuello, la misma la desató y la pasó detrás de la cabeza de JiAh para atraerla a él y así poder besarle la barbilla de forma húmeda. JiAh sonrió encantada y luego lo sintió alejarse para regalarle una sonrisa ladina junto a un guiño.
A su hermana casi le dio algo de la emoción por ver que JiAh era un imán para los hombres divinos. Tampoco la culpaba porque su hermana estaba para que se la cogieran los mejores y más sexys hombres del planeta.
— Ah~ — chilló emocionada y se acercó al rostro de JiAh.— Eres una zorra. — murmuró entre risas; orgullosa de su pequeña nena.
JiAh le alzó una ceja con una mirada traviesa mientras llevaba la copa a sus labios. Necesitaba calmar su calentura luego de tan ardiente momento.
Tras unos minutos luego de que Vante terminara su show ella observó hacia Kahi y la notó hablando con el mismísimo Mister J; quien parecía estar llegando apenas. Según Kahi, él cerraría el espectáculo esta vez. Él caminó hacia una de las habitaciones con un bolso colgado de su hombro, seguramente iría a cambiarse; pues venía con ropa deportiva. De inmediato Kahi se acercó a ambas.
— ¿Quieren otra copa? — preguntó Kahi sentándose al lado de ellas, parecía más relajada que cuando ambas hermanas llegaron; y no era para menos, pues su show principal no había llegado.
— Por favor. — pidió SunMi extendiendo su copa vacía.
Al pasar otros dos espectáculos las luces volvieron a apagarse para dejar ver al mismísimo Mister J con su mirada felina sobre el público, su cabello largo estaba en pequeñas ondas cayendo por su rostro, estaba totalmente vestido de negro; usando una chaqueta y pantalones de cuero junto a sus típicas botas clásicas, dentro de su chaqueta una camisa del mismo color tenía sus dos botones superiores desabrochados dejando ver su terso y fuerte pecho.
JiAh mordió su labio inferior cuando él hizo un círculo con su cabeza para mostrar su cuello en ese primer paso de la presentación bajo un sonido y efecto de lluvia cayendo sobre él; que al parecer era parte del espectáculo también. Los ojos filosos de ella estaban sobre él en cada movimiento en el escenario, sobre todo cuando empezó a cantar esa suave y sensual melodía que la excitó desde la primera frase.
"Mantén tus manos ahí" ya con cantar esa parte mientras llevaba la mano lentamente a su entrepierna la hizo mojar las bragas pequeñas bajo ese vestido negro.
"Dios perdóname nuevamente" pidió en su mente al ver como el chico se movía describiendo cada parte de la canción en los pasos que hacía. JiAh sentía que se iba a desmayar ahí mismo, pero sabía que no debía hacerlo si se proponía buscar más. Así que al terminar la presentación; que no fue más que dejarlas con ganas de que bailara sobre ellas, recibió muchos gritos y aplausos por parte de las millonarias mujeres a su alrededor. Esta vez él hizo un movimiento con su mano para acariciar sus labios mientras sonreía de lado de forma pícara para guiñar su ojo por último y que las luces se apagaran dejando todo a oscuras.
Al encenderse nuevamente dejando el color rojo dominante sobre el ambiente; JiAh miró el escenario con su sonrisa ladina.
Hoy no se le escapaba.
¡HA LLEGADO EL FINAL DE LA PREVIA!
CONTINÚA DISFRUTANDO DE LA HISTORIA EN INKITT Y EN INKSPIRED.
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