—Al fin llegó el día—exclamó Jungkook con una gran sonrisa adornando su rostro—. ¿Cuánto falta para que estén aquí?

—Se supone que en unos minutos ya estarían aquí—intervino Jimin—. Yo también quiero ver a hyung, lo extrañé mucho.

—Sí, aunque también estoy anticipando ver como se acostumbran al mundo humano.

De solo imaginarlo, el castaño se moría de risa.

—Quieres ver el mundo arder, Kook... Pareciera que se cambió tu personalidad con la de TaeTae.

—¿Me invocaron? —cuestionó el susodicho, quien llegaba para ubicarse a un lado de su pareja—. Realmente me pregunto en qué concepto me tienes, Jiminnie... Cuando tú eres el cruel.

—¿Quién está tratando de cruel a mi lindo pollito?

La voz gruesa resonó en el lugar, llamando la atención de los jóvenes que yacían sentados sobre el suave césped de aquel lugar en el que vivían.

—Tranquilo, gatito. TaeTae solo está haciéndose el dramático. Mejor ven aquí—pidió abriendo sus brazos, y el mayor sin pensarlo dos veces acotó el pedido de su amado.

—Más le vale, pero... ¿por qué fue?

Con una risita, Jimin le explicó a Yoongi lo sucedido.

—Vaya, eso explica muchas cosas.

—Ya hasta estas usando referencias que usan los humanos, tal parece que tú eres el que mejor se ha adaptado.

—Ya sabes, cariño. Siempre hay que tratar de pasar desapercibidos, pero también estoy de acuerdo contigo—respondió con una sonrisa cómplice—. Desde que pisamos el mundo humano hace un año ese par adoptó la personalidad de su contrario.

—Me alegra saber que no soy el único que lo piensa. Tomen esa.

El más bajito musitó sintiéndose victorioso ante el apoyo de su adorado amante.

—No pues gracias por lo que nos toca hyungs—Jungkook rodó los ojos, divertido, mientras Taehyung se acurrucaba más en su pecho, sin ganas de opinar—. También los queremos.

—Bueno, creo que nos desviamos un poco del tema—opinó Jimin—. A todos en realidad nos da curiosidad ver como enfrentarán estos cambios Namjoon y Seokjin hyung.

—Confirmo—Taehyung concordó, sintiéndose un poco más curioso que antes—. ¿Lo harán rápido o les costará como a nosotros? Bueno, menos a Yoongi hyung que extrañamente lo supo llevar muy bien.

—¿Qué te digo? Soy un genio, Taehyung-ah.

—Si le creo, pero todavía recuerdo todo como si fuera ayer.

Jungkook observó con ojos brillantes a su pareja, y le dio un besito en la sien, sabiendo que tenía la intención de rememorar esos recuerdos.

—Dale, bebé. De paso recordamos esos bueno tiempos, mientras esperamos.

El mayor asintió levemente y empezó a hablar.

—Por ejemplo, esa vez que nos fuimos al supermercado y no comprendíamos porque no nos querían aceptar la tarjeta negra que nos dejó como regalo la diosa Hye.

—Sí y luego tuvimos que aprender a sacar efectivo de un cajero y los humanos que estaban ahí, casi se la pegan con nosotros por demorarnos, ya que había una fila gigante esperando—secundó Jungkook al recordar esa graciosa escena en su mente.

—Ay Dios, ni me lo recuerden—se quejó el joven de labios rellenos—. Nos salvamos por pura suerte. Ese día sentimos el verdadero terror por parte de una turbia furiosa.

—Los humanos sin duda son impacientes.

El joven de ojos felina acotó y todos estuvieron de acuerdo. La paciencia en definitiva era una virtud.

—O esa vez en la que nos olvidamos que nuestro cuerpo no era como el que teníamos y después de aquel picnic que compartimos terminamos resfriados.

—Esa es una muy buena anécdota, Tae. Aunque fue muy fastidioso tener esos síntomas. En ese aspecto admiro a los humanos—declaró Jungkook—. Aunque me causó gracia que fue algo que nos advirtieron el día de la unión y terminamos haciéndolo.

—Tienes razón, Kook, pero eso no fue nada en comparación a cuando nos intoxicamos con comida.

De tan solo recordarlo a Jimin le daban escalofríos, no fue una experiencia muy agradable a pesar de que ahora la recordaran con buenos ánimos. Literalmente se quedaron sin ganas de comer nada nunca más.

—Fue horrible—comentó el más pálido—. Wheein noona bajó a cuidarnos porque no quisimos ir al hospital de la ciudad.

—Sí... La comida es de lo mejor que nos pudo pasar, pero esa vez nos dio un gran susto.

Los presentes estuvieron de acuerdo cuando Taehyung dijo aquello.

—O la ocasión en la que sufrí una torcedura en el pie y así tuvimos que ir al hospital para que me ayudaran. Por lo que terminaron poniéndome un antibiótico por el fuerte dolor.

Taehyung acarició levemente pie de su pareja, gracias a que este usaba unas zapatillas muy cómodas como para lograr su cometido. Cuanto miedo tuvo al creer que no se recuperaría. El menor le sonrió, su chico era una dulzura.

—Ese día descubriste lo mucho que te daban miedo las agujas, tanto así que juraste no volverte a subir en un árbol para ver el anochecer.

—Fue muy gracioso cuando se desmayó en los brazos de Tae.

El joven de mirada felina rio levemente, y un bufido que mostraba indignación se escuchó por parte de Jungkook.

—Que malo, hyung. Ya veo porque congeniaste tanto con Jimin hyung.

—¡Ya! No molesten a mi cielito, no es su culpa adorar la oscuridad, ¿sí?

—Te amo, cariño. Gracias por comprenderme.

Jungkook besó castamente los labios de Taehyung, y este se derritió al degustar ese sabor tan adictivo de los belfos ajenos.

—Awww. Son tan lindos.

—Pero nosotros les ganamos—afirmó con confianza y Jimin chilló con emoción.

—¡Yoon!

—Ya... No discutiremos sobre eso. Mejor continuemos con nuestras anécdotas, ¿de acuerdo? —al recibir una respuesta positiva, Taehyung continuó—. También es inolvidable esa ocasión el que fuimos a un centro comercial para conseguir más ropa y Jiminnie se emocionó tanto que quería llevarse media tienda, pero le frenamos para no llamar la atención para que no creyeran que éramos millonarios o algo así.

—Aunque si lo somos cariño. Además de que no trabajamos, pero fue porque acordamos no gastar más de lo necesario. Y en gratitud a la benevolencia de nuestros dioses ayudamos cada vez que se nos presenta la ocasión.

—Eso sí, Jungkookie, es lo menos que podemos hacer. Sin embargo, hemos llamado mucho la atención en la ciudad, porque siempre que los humanos pueden se nos acercan a pedirnos nuestros números ya que piensan que somos idols, y nosotros nos inventamos la tonta excusa de que no tenemos móviles.

—Mi pollito tiene la mente muy lucida cuando se trata de ese tema—Yoongi bromeó y Jimin hizo un puchero, siendo tan tierno como de costumbre—. Sin duda nos ha pasado de todo un poco en lo que vamos y lo que nos seguirá pasando, a pesar de que ahora lo manejamos más decentemente.

—Algunas desgracias, pero también hemos vivido muchas cosas buenas, como por ejemplo que yo pude conocer la marca Gucci y llenar mi armario.

Taehyung adoraba esas prendas y cada que podía conseguir alguna se ponía muy feliz.

—Los malos hábitos no desaparecen. Lo vanidoso sigue en ti.

El susodicho rodó los ojos ante las acusaciones de su hyung más cercano. El menor solamente rio.

—Ay hyung, tampoco así—le corrigió Jungkook—. TaeTae merece tener ese gusto por las buenas obras que ha hecho últimamente con los seres humanos que han llegado a ponerse en peligro en el bosque.

—Sí, también por eso es que estoy muy orgulloso de Tae, mi gatito solo bromea.

—Exactamente, así que no entres en modo drama, Taehyungie.

—Ya—respondió cruzándose los brazos, decirle que no fuera dramático era igual a alentarlo a que lo haga—. Pero bueno, te lo dejo pasar hyung solo porque hemos probado comida muy deliciosa y en el proceso descubriste que tenías un gran talento con ello.

—En eso te daré la razón, Tae. Me gusta mucho cocinar, así como a mi pollito ama bailar.

—Esa es mi pasión, así como para Jungkook es la pintura y el ejercicio.

El menor esbozó una sonrisa y asintió repetidamente con la cabeza. Esos pasatiempos le encantaban tanto como la oscuridad.

—No veo la mentira en lo que dice Jimin hyung, mientras que para mí Tae es la fotografía y la música en la cual a veces me gusta participar.

—Me encanta cuando lo haces—expresó el joven de sonrisa cuadrada—. Hasta tengo fotitos tuyas cantando—Taehyung fue abrazado con más fuerza por Jungkook, quien no pudo evitar conmoverse ante tal revelación—. En fin, aquí fue donde descubrimos nuestros talentos y entre todos nos hemos apoyado y no puedo estar más feliz por eso.

—Sí, por eso cuando se los mostramos a nuestros dioses, ellos nos halagaron mucho—recordó Yoongi y Jimin le secundó—. Este año fue toda una aventura.

—Y no duden que lo seguirá siendo ahora que se nos unirán nuestros hyungs.

Jungkook exclamó con auténtica emoción y una voz fue la que lo interrumpió.

—Pues gracias por tenernos en cuenta a Jinnie y a mí.

—¡Namjoon Hyung!

Todos voltearon el rostro, incorporándose de inmediato para observar a la pareja de destinados que estuvieron esperando.

—Hola chicos, Nam y yo llegamos hace rato, pero parece que estaban tan entretenidos en su conversación, sin embargo, les tengo una mala noticia.

—Hyung, lo extrañé mucho, pero... ¿a qué se refiere?

—Lo de Kook—dijo Jimin un tanto intrigado por la dichosa noticia—. Aunque me alegra que hayan llegado sin problema.

—Bienvenidos hyungs—musitó Taehyung—. También quiero saber.

—Nos alegra que ya estén aquí y estamos listos para la mala noticia, ya se nos ha hecho costumbre ahora que vivimos en el mundo humano.

—Gracias chicos—Namjoon les sonrió genuinamente y ellos copiaron su acción—. Ahora cuéntales Jinnie, no los dejes con la duda.

—Pues... Nosotros fuimos partes de jerarquías altas, era un requisito saber cómo se manejan en el mundo humano, porque hubo veces en las que nos enviaron de infiltrados para ciertas situaciones y no podíamos fallar o quedar al descubierto.

—Por eso no se nos hará problema adaptarnos, ya que en los últimos años aprendimos muchísimo. Pero gracias por pensar en nosotros ya que independientemente sé que nos hubieran ayudado.

—¿O sea que esos viajes a los que Namjoon hyung iba por días eran en el mundo humano? —interrogó el joven de piel canela y Yoongi asintió—. Así parece Tae, pues que bien que ustedes hayan podido tener contacto con todas las cosas básicas que en su momento nos dieron dolor de cabeza.

—Estoy en shock, pero admito que es genial.

—Concuerdo contigo, Jungkookie. ¿Y ustedes también encontraron en que eran buenos?

—Sí—confirmó Seokjin—. Al igual que Yoongi amo cocinar y adoro los videojuegos. Soy un gran jugador, y Joon tiene un increíble talento para escribir y componer, así que podría armarse sin problema un equipo con Tae y Kookie.

—No sería mala idea—opinó su pareja—. Me apunto con gusto.

—Genial, yo sí quiero.

Aquella propuesta le encantó a Taehyung quien ya se imaginó el mejor de los resultados. Siempre soñaba en grande.

—Sería una gran idea, a mí también me gusta componer así que podría darles una mano.

—Sería estupendo Yoongi hyung, y Jimin-ah sabe bailar, por lo que podríamos montar nuestras propias coreografías.

—Kookie tiene razón, ya llegará la ocasión perfecta para que lo conversemos más a fondo y veamos que sale de ahí.

—Claro que sí, también me gusta cantar—confesó Seokjin—. Y si nos esforzamos puede salir de maravilla, pero por ahora mi amorcito y yo pasaremos nuestro respectivo tiempo juntos y luego nos reuniremos con ustedes, ¿les parece?

—A fin de cuentas, somos vecinos, y podemos comunicarnos por aquí así que solo avisen—pidió Taehyung y Yoongi dijo—. Suerte, y disfruten ahora que están juntos con todas las de la ley.

—Gracias por eso chicos, ustedes son geniales—Namjoon agradeció y el menor de todos no pudo evitar intervenir—. Estoy de acuerdo con lo que dijo Tae, igual no nos moveremos a ningún lado porque casa día encontramos algo nuevo que hacer.

—Pues sí, la vida continúa y nosotros con ella.

—Obviamente, Jiminnie. Y con eso seguiremos trazando un precioso futuro a lado de nuestros destinados.

Porque esa siempre sería la mejor decisión que pudieron tomar. Ya que aprendieron a amar y aceptar los defectos u virtudes propias y ajenas que son parte importante de lo que son. Con el anhelo de ser mejores cada día para ellos mismos y sus parejas. Apoyándose el uno al otro con confianza y dedicación.

Siendo aquellas las mejores cualidades que ayudaron a fortalecer esas relaciones que durarían por los siglos de los siglos. Tal y como si fuera la primera vez que lo prometieron.

Las parejas compartían sonrisas en dicho momento, hasta que Taehyung y Jungkook se pusieron frente a frente, tomándose de las manos mientras se observaban con fascinación.

—Ya que no nos importó que fuéramos tan diferentes, si al final llegamos a ser el mejor complemento del otro—musitó Jungkook y Taehyung le complementó con esa preciosa complicidad que compartían—. Porque todo a nuestro alrededor podrá cambiar, pero jamás lo hará nuestro amor.

Y con esa afirmación, las parejas se sintieron tan identificadas, porque su eternidad sería tan duradera como el sentimiento que nació en sus corazones y que el mismo destino fue el encargado de unir.

Fin🌃

Gracias a los que me acompañaron en esta pequeña aventura y hayan disfrutado de este epílogo en donde se enteraron más sobre lo que tuvieron que vivir.

Si les gustó, no olviden recomendar el fic, como pudieron haber notado el drama fue muy leve, y ni siquiera involucró como tal a la pareja principal, pues en su lugar hubieron muchos momentos románticos, así que espero lo hayan disfrutado tanto como yo.