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~DIECI: CUMULONIMBUS~☁️

Night by Ludovico Einaudi





"Solía pensar que el destino era una fuerza inamovible. Muchas veces tropecé y me llené de heridas las rodillas.

Como un niño pequeño que sigue aprendiendo a moverse en el mundo, gateaba hacia la luz despreciando el hecho que ya la había conocido.

Desde las profundidades de un alma sincera. Desde tierras áridas condenadas al anonimato hasta océanos distantes en mi memoria.

Para el hijo de una aficionada al tarot y un trabajador de la construcción no había muchas esperanzas más allá del rechazo. Los que me conocían antes de precipitarme en la aguas del Sena colocaban los mismos rasgos de ellos sobre mi cabeza.

Después de esa noche mi cabello y mis ojos cambiaron, alguna fuerza misteriosa me trajo hasta aquí y quisiera pensar que fue necesario todo ese dolor para semejante recompensa.

Todos los errores que me llevaron a este punto, los volvería a cometer si eso me garantiza estar aquí, de pie bajo el sol de una tierra que será mi tumba, mientras mis cabellos se tiñen de gris y tus ojos se funden en el sol."






Abril de 1910, Perfectura de Yokohama, Japón.

Los cumpleaños son acontecimientos sorprendentes. La mayoría de las personas no piden venir a este mundo, como un gran número no está satisfecho con la vida que le ha de corresponder.

Sin embargo, proteger la inocencia de un ritual tan hermoso sigue siendo motivo para olvidarlo todo y celebrar un año más bajo el sol en este lado del universo. Cuando Park Misora sopla las velas de su pastel de cumpleaños dos personas acuden a su fecunda mente.

Uno es su adorado padre. Aquel hombre que la apoya y alienta a seguir creciendo como la desnuda flor de loto que su herencia anuncia. Ese que le sonríe con ternura y finge que las lágrimas de felicidad no le incendian el rostro.

El otro es su tío Yoongi, aunque la pequeña no está totalmente segura de llamarle así. En el último año aquel vecino que ahora sabe dirige muchas casas de arte en el mundo, se ha convertido en casi una máxima para ella y para su padre.

Recuerda haber enfermado en Navidad. Recuerda escuchar los murmullos en su habitación mientras su padre y el más pálido intentaban calmar la impetuosa fiebre y sus abuelos paternos llegaban desde la capital para cuidarla.

También haber interrumpido una conversación seria en la biblioteca y a Yoongi marchándose bajo la lluvia mientras su padre corría detrás. No, no está segura de llamarle tío cuando lo percibe tan cálido como un segundo padre. Por eso no duda más y su deseo de cumpleaños, como un mantra redentor, le incluye inexorablemente.

Su deseo de una familia donde el tío Yoongi y su padre sean más que amigos podría espantar a Ryu y a los otros niños a su alrededor.

Incluso teme que su abuela y su abuelo sepan esa pretensión. A veces le hubiera gustado ser mayor cuando perdió a su madre. Tiene la sospecha de que la hubiera comprendido.

Pero como decía su amiga Jennie, la señorita que solía visitar a Yoongi cada cierto tiempo, el corazón elige por encima de todos, por muy pequeños que seamos para comprender. Así que ella había decidido tiempo atrás y ofrecer su deseo de cumpleaños era el reflejo de tal anhelo.

Para estar completos, para tener en el marco de su familia, los ojos grises y las adorables sonrisas del compañero de su padre, Sora ya había elegido.

—¿La princesa Sora?¿Es esta su casa?

Un animado Yoongi fingía no verla después que cortaran el pastel. La niña le saca la lengua antes de correr hacia el otro extremo del concurrido salón. Yoongi no duda en perseguirla, levantando un coro de risas infantiles y la ceja enarcada de Park Jimin al pasar por su lado.

—Tengan cuidado ustedes dos...

Jimin los regaña pero Yoongi responde enbadurnando su cara con merengue.

—¡No lo has hecho!

Se finge indignado y ahora son otras manitas las que aparecen por detrás para curbrirle los ojos.

—Por lo visto he sido atrapado por súper Sora y sus poderes de invisibilidad.

Refunfuña el castaño y Yoongi tiene ganas de besarlo sin importarle que la habitación esté abarrotada de niños, padres y sus suegros. Sin importarle que aún sea ilícito exteriorizar el tipo de lazo que lo conecta a Jimin y a Sora.

—¡Sorpresa, papi! ¡Ahora sí vamos hacer ese viaje en globo!

No es una sugerencia y Jimin apostaría que Misora ha heredado genes mandones de parte del de ojos grises. Un hecho insólito, teniendo en cuenta que no es hija biológica de ninguno de los dos.

A veces se pregunta si tendrá el valor necesario de decirle algún día cuál es su verdadero origen. Si los podrá perdonar por ser egoístas y amarse en las sombras.

—Debería ir pensando en separarte de Yoongi. Ustedes dos viven para ese trasto de globo.

—El señor Balloon no tiene la culpa de eso. Además, cuando sea grande voy a viajar por el mundo y construir globos como el señor Balloon.

—Dios, decididamente, debo separarte de Yoongi.

Una mueca enfurruñada de parte de la pequeña y la risa ronca del menor fueron la respuesta al drama de Jimin. La tarde se movió entre chispas de colores y regalos para Misora.

Cuando toda la algarabía se sumergió bajo el pincel de la noche, dos figuras acurrucadas una contra otra admiraban la pacífica sensación de pertenencia desde el porche trasero de la familia Park.

Jimin tenía los ojos cerrados mientras el movimiento suave del columpio donde Yoongi lo abrazaba le ayudaba a conectarse con el presente. El tarareo de aquella familiar voz le hacía evocar los recuerdos del último año.

Las peleas inútiles porque el más joven regresara a Francia, cuando el Louvre le exigía exponer allí. La promesa de esperarse otra vez... las cartas...

Esa parte, más delicada que los pétalos de las rosas azules que testarudamente llenan el invernadero y el jardín de la mansión Min, era sin dudas la que más le calentaba el alma.

Había sido en esas noches de angustia donde la indecisión le condujera abrir el baúl que creía perdido ante la mirada inexpresiva de Yoongi.

Con una paciencia exasperante el papel martirizado por el tiempo se había quebrado entre sus dedos, develando palabras que ni siquiera tendría el valor de pronunciar.

Añoranza, ira, pasión, odio, nostalgia, melancolía y sobre todo amor... amor incondicional y sincero desde la líneas anónimas que por tanto tiempo los conectaron. Yoongi secó sus lágrimas y tomó sus manos antes de hacerlo avanzar sobre el suelo lleno de verde que comunicaba sus patios.

Le bastaron unos minutos regresar con una maleta de cuero tan raída que parecía al punto de hacerse pedazos entre su hábiles dedos. Las luces del porche trasero fueron suficiente para que la voz del más pálido se convirtiera en una suave caricia.

Abril, 1906, Nueva Orleans.

Hoy me he fractuatdo tres dedos de la diestra. Sin embargo, no puedo permitirme dejar de pintar. Me han encargado este retrato y si todo sale bien podría iniciar a cobrar por mi trabajo como "artista."

A estas alturas ya no debería tener la extraña costumbre de escribirte, porque nunca llegará a ti tal pensamiento. El resentimiento me consume la mayoría de las veces.

No entiendo qué pudiste ver en alguien que no tenía nada que dar. En alguien tan pequeño y lejano como un bohemio de la orilla izquierda del Sena.

La razón más vital para que estas cartas no tengan remitente reside en mi incapacidad para merecerte. Nunca podría permitirme que cargaras más peso en tu espalda. Supe que Mei nos dejó.

Un amigo de Namjoon, mi compañero de trabajo y hermano de vida, estuvo en París hace poco. Su nombre es Seok Jin e irónicamente trabaja en la compañía de teléfonos que han abierto en la ciudad. Nunca alardeaste de ello, pero cuando uno de los colaboradores del proyecto de la torre se retira los demás comentan.

Me hubiera gustado estar ahí para decirte que todo estará bien. Me hubiera gustado poder besarte en público y sostener tu mano mientras conocía a nuestra pequeña.

Sé que la promesa de Mei era demasiado egoísta, pero quién no lo es cuando se trata de amar.

Me gustaría arrepentirme y dejar de persistir. No encontrarte en otros ojos, en otras manos, en otras voces o en otros sueños, pero aún no estoy listo. Soy torpe, espero algún día poder alcanzar tu luz sin avergonzarme, caminar a tu lado en lugar de perseguir a una estrella...

La voz iba muriendo como las dudas en el ingeniero. Ninguno dijo más aquella noche, pero se fue haciendo común pasar más tiempo el uno en compañía del otro; discutir por el arreglo de la cerca, pasear en globo sobre el canal, hacer el amor sobre el césped antes que el amanecer besara la tierra...

Pequeños cambios y grandes confesiones. Como el hecho de que los padres de Jimin sabían quién era Min Yoon Gi realmente y lo que representaba en su vida. Pequeñas piezas en el puzle de una vida que hoy se hacía más perezosa que en años anteriores.

—Yoongi... ven a vivir con nosotros. Sora me ha dicho que... quiere llamarte papá...

La tranquilidad, como un espejo de cristalinas aguas, se quiebra en la mirada azul de un hombre con el poder de cambio que tienen las nubes. Su barbilla acaricia los rizos dorados del amor de su vida mientras vuelve a cerrar los ojos con somnolencia.

—Entonces que sea. Me esforzaré por ser el hombre que necesitan en sus vidas. Me esforzaré por amarlos cada día más.

Las manos se entrelazan dentro de esa promesa. La noche avanza en un silencio solo interrumpido por el cantar de las cigarras y los pequeños habitantes de la naturaleza.

Pasan mañanas y puestas de sol en el cielo de esta pareja hasta que una tarde en particular los habitantes de la selecta Yokohama presencian una inusual lluvia sobre los campos y los techos de la ciudad.

No precipitan gotas de agua, los cumulonimbos se encuentran a raya mientras los cristales de su carga son coronados por la travesura infantil de tres aventureros.

Desde lo alto de un globo aerostático  sobre la línea del horizonte, un montón de cartas amarillas precipita en camino a la tierra. Hay lluvia del corazón en Yokohama y la historia de amor que únicamente los utópicos podrían creer se cierra con un beso entre las nubes. Esas que tantas veces contemplaron la magia de un sentimiento tan viejo como el propio mundo.






~NUVOLE BIANCHE~

THE END

Writing line: 2024.05.12-2024.07.28

Notas:

Cumulonimbus: Los cumulonimbos suelen producir lluvias intensas y tormentas eléctricas, especialmente cuando ya están plenamente desarrolladas. Los cumulonimbos están formados por pequeñas gotas de agua y en su región superior por cristales de hielo.






———NOTA DE AUTOR———

Hola, cómo están. Otra historia corta que llega a su fin. Realmente no esperaba que llegara a tanto, pero creo que estoy feliz con el resultado. NUVOLE BIANCHE surgió de una inspiración en una tarde de mayo. Gracias a las notas del pianista Ludovico Einaudi, esta historia fue creciendo paso a paso, como un autorreto.

Digo esto, porque pude desarrollar una escritura más descriptiva e íntima, a mi juicio, de los que ya había hecho hasta aquí. La idea de explorar el mundo desde otra óptica fue el móvil para servir una entrega con el mínimo de drama, solo direccionada a reforzar la sensación que las piezas que acompañan cada capítulo despertaban en mí y espero eso suceda con los que la leen.

Quería agradecer a todos lo que la han apoyado desde el minuto cero, gracias por su motivación y palabras de aliento. Me despido de esta obra segura de que puedo volver a pisar nubes tan esponjosas como las que presenciaron el amor de sus protagonistas.

Arivederci!

~Allie_desu/Heaven~

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