Parte Tres.
Pasaron el resto de la mañana elaborando pasteles, resultaba que el señor Jeon era muy bueno siguiendo las recetas y lo que más gracioso le parecía a MinSu era que hacía malabares con huevos, que se terminaron rompiendo causando más risas en la chica. MinSu pidió comida y luego de que almorzaron y pasó una hora comenzaron a vestir el pastel que habían hecho juntos.
—Oh, cielo Santo, olvidé comprar mi Nutella. —Se quejó MinSu revisando algunas bolsas de las compras que ella hizo.
El hombre, que estaba revistiendo la tarta, dejó lo que hacía a un lado ya que había recordado que habia dejado las segunda compra que hizo en el auto.
—Regreso ahora —Dijo quitándose el delantal que MinSu le había prestado para que no se ensuciase y se lavó las manos— ¿Puedes terminar de revestir el pastel?
—Pero ¿Dónde va?
—Ya regreso.
Salió de la cocina y luego salió de la pastelería para después abrir la puerta y llegar al auto que estaba al doblar. Tomó las compras y volvió a entrar, había comprado muchísimas cosas para abastecer la pastelería.
—¿Y todo eso? —Dijo MinSu con asombro mientras se lamía el dedo que anteriormente tenía crema chantilly.
—Lo compré para mis prácticas —Dijo mientras dejaba lo que había comprado sobre una mesa—, también te compré Nutella, escuché que te gusta mucho y-
—¿Lo escuchaste? —Él se cayó la boca dándose cuenta de que acababa de meter la pata—. ¿Dónde lo escuchaste? —Se acercó a él—. Quiero decir... yo recién acabo de mencionar la Nutella, pero tú ya la habías comprado, dime.. —Se cruzó de brazos esperando una respuesta.
—La verdad es que... —La miró y luego comenzó a hablar rápidamente— yo.. quiero algo contigo, he ido muchas veces a la cafetería en la que trabaja tu amiga y cada vez me gustas más, hoy me llené de valor suficiente para pedirle tu número, pero realmente estoy interesado en aprender pastelería contigo-
—¿Realmente le interesa alguien como yo?
—¿Alguien como tú? —Dejó su peso sobre una pierna y se cruzó de brazos— ¿A qué te refieres con eso?
—Solo mírame —Se rió incrédula—. Soy torpe, despreocupada..
El hombre chasqueó la lengua y se acercó mientras la escuchaba parlotear de sus defectos.
—Oye.. —Ella lo miró desde abajo con un leve sonrojo, se veía tan imponente— ¿En qué momento te acercaste tanto? —Retrocedió pero justo a un paso detrás de ella estaba el refrigerador.
El hombre colocó su mano derecha sobre el refrigerador justo a la altura de la cabeza de ella, tenía sus ojos cerrados y sus cejas fruncidas y se relamia el piercing del labio que había captado la total atención de MinSu.
¿Desde cuándo tiene un piercing?
Ella nunca se detuvo a observarlo más allá de sus ojos. Cabello largo que no permitía observar el piercing de su ceja, ni las argollas de sus orejas. Lo que sí había notado perfectamente eran sus tatuajes, ya que se había arremangado las mangas de su Jersey azul oscuro. Ahora sentía unas ganas de besarlo en esos bonitos labios rosa adornados con el piercing.
Él abrió los ojos sorprendiéndola mirando sus labios.
—¿Te gustan? —Ella levantó la vista a sus ojos—. Realmente me gustas, desde hace meses me gustas.
Ella abrió su boca para decir algo pero ese acto no pasó desapercibido para él que automáticamente le miró los labios.
—Ya sé...
Dijo él y se alejó de ella que se sostenía del refrigerador para no caerse porque sus piernas estaban temblorosas y su entrepiernas estaba húmeda. Ella lo vió revisar en una de las bolsas de donde sacó un pomo de Nutella, él lo abrió y dejó la tapa sobre la mesa, se acercó a la muchacha que seguía en ese mismo lugar.
Ella lo vio tomar con su dedo un poco de Nutella y la colocó sobre sus labios. El pecho de MinSu se aceleró, lo miró a los ojos cuando él sonrió llenando sus dientes de Nutella, moría por besarlo.
—Dios... —Susurró ella.
Él iba a agregar algo, pero no pudo porque ella ya estaba sobre sus labios. Succionó el labio inferior de él quien no se quedó detrás y también aprovecho la oportunidad de seguirle el beso. MinSu se puso de puntitas cosa que a él le pareció demasiado tierno, pero la levantó por la cintura y ella rodeó la cintura de él con sus piernas. Él caminó con ella para dejarla sobre la mesa junto a las compras.
Cuando el beso acabó que se separaron ella lo miró, de repente se sentía demasiado caliente. Le tomó el rostro al hombre con una mano y le lamió los labios para quitar cualquier pizca de Nutella que quedase.
—Cielo Santo mujer. —Dijo él excitado y rodeó la cintura de ella atrayendola aún más a su cuerpo.
—Vamos a mi habitación. —Susurró apresurada.
—Aquí me parece demasiado excitante.
—A mi habitación señor Jeon. —Ordenó, cosa que le parecía aún más excitante al hombre. Ella se bajó de la mesa para caminar hacia la salida cuando se escuchó una palmada y sintió su glúteo arder, se volvió a él—. ¿Me has palmeado?
El asintió mordiendo su labio para evitar reír.
—Me parece muy grosero de su parte señor Jeon.
—No sabes cuánto me pone cada vez que me dices señor. —Comentó acercándose a ella—. No soy tan viejo, apenas tengo 28.
Ella disimuló la sorpresa cuando se justificó ante él.
—Solo lo decía por respeto... —Levantó la mirada cuando ya lo tuvo frente a ella. Él dejó un beso sobre los labios de ella.
—Vamos a tu jodida habitación de una vez. —Le susurró al oído haciendo que los fluidos de ella se multiplicaran empapando su ropa interior y su short.
Ambos caminaron fuera de la pastelería, él no había soltado el bote de Nutella en ningún momento porque tenía la esperanza de hacer maravillas con el contenido. MinSu junto a JungKook subieron a la casa de ella y ni bien la muchacha cerró la puerta, ya se estaban comiendo la boca y esta vez, sin Nutella de por medio.
JungKook la cargó haciéndola rodear su cintura con sus piernas y luego comenzó a caminar con ella por la casa.
—Baño... —dijo en medio del beso al darse cuenta de que el castaño iba a abrir la puerta equivocada.
Ella señaló otra puerta y él caminó hacia allá, se adentró a la habitación y luego de encender la luz cerró la puerta. MinSu se removió en los brazos de él para que la bajase mientras sus bocas aún no daban tregua. Se escuchaban los chasquidos y aquellos sonidos húmedos por toda la habitación.
Ella se separó de los labios de él y lo tomó por su mano libre para guiarlo por su habitación. Allí había un sillón de pelo suave (no sé cómo se le dice) color negro, JungKook notó que ella lo guiaba a la cama, pero él tenía otra cosa en mente.
Se detuvo haciéndola volverse para entender que hacía. Lo vio dejar el bote de Nutella sobre su pequeño escritorio para luego verlo quitarse el Jersey y no pudo evitar acercarse mordiéndose el labio para tocarlo, estaba demasiado ejercitado y duro su torso. Lo miró, sus miradas eran otras a cuando se vieron en la mañana. Él dió un paso atrás y se comenzó a quitar rápidamente las zapatillas y el pantalón quedando solo en boxer, un boxer negro que marcaba la clara erección que tenía. Tomó la mano de ella y también la Nutella, guió a MinSu hasta el sillón, se sentó y abrió el bote de Nutella ofreciéndoselo a ella.
—Echa Nutella donde quieras. —Le ofreció con una mirada pícara.
Ella sonrió perversa, se sentó a horcajadas sobre su erección haciéndolo gemir y metió una mano en el bote, la cual cabía perfectamente, y como si se tratase de una crema las frotó con ambas manos y comenzó por el cuello de él haciéndolo cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, lo esparció por los hombros y luego por los pectorales y el abdomen.
—Lame cada parte de mi cuerpo como si fuese un hombre de chocolate.
—Con gusto.
Ella inició pasando su lengua por el lado derecho del cuello de él, después succionó la piel que anteriormente había lamido y así sucesivamente mientras se movía en círculos lentos sobre el miembro de él quien se estaba volviendo loco y la sostenía de la cintura para disminuir sus movimientos, ya que de lo contrario, se podría correr muy pronto.
Ella continuaba con su arduo trabajo, recorriendo cada extremo de piel de JungKook bañado con Nutella, nunca antes había disfrutado comer Nutella como lo estaba disfrutando ahora. Ella se bajó de encima de él para luego colocarse de rodillas y terminar de lamer los abdominales de él quien tenía la piel con bonitos chupones rosa. MinSu tomó el borde del bóxer sin importar que se ensuciase de Nutella y tiró de él hacia abajo, liberando el pene de JungKook de aquel triste encarcelamiento. El pene de él al ser descubierto salió disparado golpeando la cara de su admiradora, cosa que provocó un gemido o casi un sollozo en JungKook y un gemido de sorpresa en MinSu.
Es grande. Pensó ella.
Lo tomó con sus manos embarradas de Nutella y lo frotó de arriba a abajo una y otra vez teniendo cuidado de no lastimar al dueño de semejante barbaridad de pene, quién no paraba de apretar sus párpados, morder su labio y gemir. Y cuando ella lo metió a su boca fue un escándalo, él se contrajo sentándose en el sillón, muy alerta. Jamás se había sentido tan bien durante el sexo y jamás ninguna mujer se había atrevido a meterse su pene en la boca.
—¿Qué pasa? —Quiso saber ella un poco preocupada. El negó con su respiración agitada.
—Nada, es solo que me sorprendí.
—Si te lastimo me dices. —Dijo ella preocupada.
—Si te lastimo me dices. —Repitió él preocupado, ella sonrió y asintió.
JungKook volvió a recostarse en el sillón, ambos tenían las miradas conectadas y luchaban por no apartarlas. MinSu pasó su lengua desde la base hasta la punta haciendo que JungKook mordiése su labio y tirase la cabeza hacia atrás, apretó los brazos del sillón y gimió cuando MinSu metió su pene en su cálida boca, aquel contacto lo estaba volviendo loco, colocó suavemente la mano en la cabeza de ella presionando levemente hacia abajo.
MinSu se esforzó y, apretando sus ojos, permitió que la punta de él tocase un poco más profundo en su boca, lo sacó y volvió a meterlo hasta donde anteriormente había llegado y así varias veces hasta que los quejidos de JungKook le avisaron que se iba a correr y así fue, el explotó en su boca y cuando sintió el sabor de la Nutella con el sabor de la semilla de JungKook en su boca le pareció una mezcla increíble.
Se sentó sobre sus talones mientras se relamia los labios y observaba a JungKook recuperarse, él sudaba como si hubiera acabado de correr en una carrera. Unos minutos después, ella se había lamido de las manos cualquier resto de Nutella que quedase y JungKook había recuperado sus fuerzas, pero su pene seguía activo, necesitado de más acción.
—De pie —Ordenó JungKook.
⌗SRMDJ
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