9: Intentar
¿Recuerdan que les dije que estában jodidos?, Lo estuvieron y mucho.
Los padres de Mikey lo alejaron de los chicos, comentando que éran mala influencia para el, así que solo se juntaba con ellos si estaba Ron y si era en casa de Ron. Enid fue obligada a estar encerrada en su casa sin poder leer comícs o hacer algo divertido, así que el ver a Mikey tampoco era habitual porque todos no podían verse, no los dejaban salir.
Para Carl, Rick lo regaño en todos los idiomas y aunque Robin lo veía a veces, como cuando éran niños, no los dejaban juntarse ni verse. Y para el caso Robin, Rick hizo lo mismo, solo que al no estar en la misma casa era mimada por Carol que decía que aunque fue estúpido estuvo bien que quisiéran enseñarle a Mikey como defenderse (aunque estén en Alexandría y medianamente seguros).
La única comunicación que tenían Carl con Robin era a base de notas que la propia Carol ayudaba a que sucedería. Se burlaban de ser como un Romeo y Julieta solo que mejores amigos y post apocalíptico. Claro, conforme pasaban las notas, Carl no paraba de sonreír como un idiota de las palabras de la castaña sobre escaparse algún día como una rebelde.
¿Y entonces si te escapas no te volvería a ver? -Carl
Se que no puedes vivir sin mi, Grimes. Pero dejame libre niño -Robin
Había sido esa su última charla, porque Carl aún no podía responder. Tal vez, tal vez el no podía vivir sin ella, todos los buenos recuerdos y la alegría venían con Robin. Su sonrisa burlesca y sus momentos de impulsividad, valiendole poco si todos la amaban u odiaban, ella era Robin Pietro, una chica que no le temía a los superiores, que era sarcástica y que definitivamente era la causante de acelerar su corazón.
Sonrió, sonreía por ella y por toda esa chispa que representaba la muchacha. Inevitablemente las cosas con Robin dejaban de ser como antes, con lentitud la adolescente Pietro lo atrapaba en una trampa donde el quedaría embobado por ella.
Y tal vez, enamorado.
Sus dedos pasaron por la letra no tan legible de la chica, aun podía pensar en la mini Robin quejándose de tener letra tan fea, jugando con que sería médica por su letra tan horrenda. Río, recordar y pensar en Robin le daba las mejores vibras, y lo había afirmado mucho su grupo comentando que ambos se les veía tan felices.
Felices... Felices juntos. Recordaba los finales de los cuentos con el felices, la pareja perfecta que se casa y tiene una vida de ensueño para siempre. Ese no era su caso, porque jamás viviría feliz hasta que una cura saliera, si es que salía.
Aunque había la posibilidad que podrían tener un "felices juntos" Solo debía ver y esperar.
Tomó el papel escribiendo algo que por el momento no le diría a Robin por pura vergüenza.
No quiero perderte como a mamá -Carl
(.....)
Había otro gran problema y ese era la muerte de Aiden, que parecía haber sido culpa de Glenn (claro, parecía) . Deanna había empezado como un interrogatorio a todos los que estuvieron, Nicholás (un idiota a vista de Robin y casi todo el grupo de Rick) afirmaba que Aiden murió por Glenn, y el coreano decía que Nicholás fue el que quería huir.
Robin estaba ajena a lo sucedido, conocía al coreano por el tiempo pero no tanto como para saber hasta donde llegaría, pero aún así, los habitantes de Alexandria eran débiles en su punto de vista, y era más que seguro que Nicholás haya huido como el débil que era. Pero lo triste que dejó mal a Glenn fue el haber visto como comían a un amigo suyo, Noah, chico que había venido con el grupo pero que no sobrevivió tanto.
— Lo que me perdi, yo hubiera golpeado al idiota sin nombre apenas lo hubiese visto — Maggie río y le paso una galleta a la muchacha.
Estában sentadas en el sillón del living comiendo galletas, ella hablaba del tema de Deanna y como llegaba a desconfiar del Grupo, y Robin le hablaba del tema de Mikey y que odiaba a veces Alexandría, también sobre que Carl había parado con sus cartas y no le contestaba.
— Glenn no es malo, el bastardo aprovecha que somos nuevos para echarnos la culpa — dijo antes de morder su galleta.
— Maggie, acá son débiles. Pero no lo aceptan, serán Buenas personas pero son débiluchos... Y así, en este mundo no se puede vivir — ella le dio la razón a la menor.
— Rick quiere seguir las reglas de Deanna, vivir base lo que ellos dicen.
— Pero no conocen la realidad, no saben defenderse. Por Dios, los padres de Mikey nos alejaron por el simple hecho de haberle querido enseñar a usar un arma.
En el living apareció Carol que se veía angustiada. Alertando a las dos mujeres que estaban sentadas.
— Carol... — la llamó Maggie — ¿sucede algo?
— Creo, No, estoy segura que Pete lastima a Jessie.
— ¿Quieres decir...que la golpea? — fue difícil decirlo para Robin, que perdió el apetito. Le dio cosa pensar en eso.
Ella asintió, la cabeza de Robin fue un rompecabezas que la muchacha comenzó a unir. Terminaba teniendo algo de sentido, Jessie jamás quería hablar de su esposo y cuando la conocio le incomodaba hablar de el, además de que Sam (el hermano pequeño de Ron) no se le veía tan ¿feliz?, además de que Pete daba miedo, nadie puede ser tan feliz en la lógica de Robin Pietro.
— ¿Hablaste con Rick? — le pregunto y Carol asintió.
— Hablará con Deanna al respecto.
Robin asintió varias veces pensando en los golpes que habría recibido tanto Jessie. Y el porque Ron tal vez era tan idiota, su padre había criado muy mal al joven.
Suspiro la muchacha dejando de lado eso, no quería matarse la cabeza por el momento. Había pasado de todo en tan poco tiempo.
(....)
Estar encerrada no era algo que le gustara a Robin. Así que tomo una desicion, que era saltar los muros y por lo menos matar caminantes, pasarla mejor de lo que pasaría ya en la habitación de la casa.
Dio una observación en toda el área y el recorrido hasta los muros. Solto un suspiro antes de dar el primer paso fuera del ventana, y luego el otro pasó.
Con cuidado bajo por el árbol que estaba cerca, dio un salto y acabo en el suelo, y de pie, como un gato. En la cintura tenía un cuchillo, si, el mismo que siempre tenía, y unos comics (que no hace mucho le dio Carol de contrabando).
Viendo de aquí para allá pudo llegar a los muros y trepar, esto no era algo que hacia muy seguido, era con Enid más bien las salidas y ella era la experta en el tema.. Y Robin era la novata, el trepar tampoco era tan habitual.
El alumno se vuelve maestro... Ah mierda así no era. Se auto dio regaños trepando con rapidez.
Por estar atenta a trepar y a darse regaños, no la dejó sentir la mirada fija de Carl Grimes, que miraba por la ventana de su cuarto, aquello que hacia la chica. Lo suponía, suponía que Robin se escapara como Enid, le era obvio por la personalidad de la joven, suspiro tomando su amado sombrero, iria a cuidarla y ya que esta, poder reencontrarse con Robin, la extrañaba, y todo lo que estaba sintiendo aumentaba más sus ganas de volver a verla.
(....)
No es por presumir, pero la idea de salir y matar caminantes le término gustando más a Robin. Y el toque que dio ese "gustar más" Fue haber descubierto que tenía cierto acosador, un acosador tierno y de ojos azules llamado Carl Grimes.
Este venía siguiéndola en todo el camino y sus pisadas ayudaban mucho en saber donde estaba, hacia mucho ruido el chico. Robin lo ignoraba y se ocultaba en varios momentos para hacerlo despistar. Hubo un momento que le aburrio y subío a un árbol para ver a Carl, sonrio con burla al verlo tan perdido.
— ¿Sabes que acosar a alguien no es bueno? — el se sorprendió viendo a todos lados — Oh Carl Grimes, eres todo un acosador.
— ¿Donde estas? — no le respondió y con todo el silencio bajo del árbol — ¿Como sabias que te seguía?
— Eres pésimo acosador, haces mucho ruido.
Aprovechando que estaba a espaldas, dio camino a estar tras otro árbol. Le daba diversión jugar de ese modo con Carl, queria reírse y aguanto esas ganas para mantener más el suspenso.
— Rob, no estoy de bromas. Ya murieron dos personas, no deberías salir sola —rodo los ojos ante su regaño, a veces le gustaba ser Pepe Grillo con la castaña.
— ¿Y que? — salio del escondite y el dio un mini salto por la aparición repentina — Ellos murieron por estar con esos inútiles, yo no estoy con esos inútiles. Yo soy única, mi cielo.
El ego, el escuchar su voz, el verla le gusto a Carl. Y no negó el vuelco en su corazón por ella. Carl camino a ella hasta estar en frente, ella tuvo la oportunidad de ver más de cerca esos ojos celestes, los cuales siempre le parecieron grandiosos a Robin. Era una de las cualidades físicas de Carl Grimes que le parecían atractivas desde niña.
— No quiero perderte, haber salido fue una gran equivocación.
— Mira el lado positivo — sonrio un poco y tomo sus hombros — Estamos por fin juntos luego de lo de Mikey.
Lo estaban, luego de tanto lo estaban. Carl río un poco acercándose para abrazarla con dulzura y amor, la chica correspondio sintiendo como siempre, calidez de estar cerca de el. Vio el cuello del contrario y para jugar, le pellizco este.
— ¡Hey! — se quejo rompiendo el abrazo.
Los ojos de ambos se encontraron con burla y diversión, Robin tomó su barbilla guiñandole el ojo, eso hecho por la chica lo volvió a poner más nervioso.
— Vamos, quiero pasear — se alejó sin mostrar nervios como el, en realidad, no podía descifrar el trato de ella hacia su persona.
Robin rscuchó pisadas y al mirar unos segundos, noto que efectivamente era Carl siguiéndola, sonrió con burla subiéndose a una raíz y saltando esta, Carl la imitó. Volvió a ir a otra raíz que saltó, y el volvió a imitarla.
— ¿Que haces?
— Nada — murmuro con una mini sonrisa de diversión pura, estaba jugando con ella.
La chica rodo los ojos riéndose dando unas corridas hasta un árbol y si, Carl había quedado en la misma posición, solo que atrás de ella. Sintió la respiración de Grimes en su cuello y de vuelta se río, se dio vuelta sin abandonar esa energía que tiraba diversión y burla.
Carl y Robin se quedaron serios, la joven al darse vuelta quedaba acorralada en los brazos de Grimes y el árbol. Dejaron de sonreír sin parar de verse a los ojos, primera vez que Robin mostro nervios, Carl porfin había visto si causaba efecto el acercamiento de el.
— Deja de copiarme.
— Tu deja de hacerlo.
Robin arrugó su nariz dando a saber su molestia.
— Habló en serio.
— Habló en serio.
— ¡Carl!
— ¡Robin!
Podías verlos, a los dos volverse niños revoltosos que habían sido estaban ahí, jugando y molestandose.
Se miraron una última vez teniendo aún ese sentimiento raro que Carl ya sabía que era, ya lo suponía. Robin no aguanto que estuvieran tan cerca y abandono el acercamiento, alejándose un poco más, Carl no cuestionó y trago saliva, la había puesto nerviosa, no sabía si ponerse feliz o debía estar en pánico porque Robin actuaría raro con el, acabando con su amistad.
Exagerado de mierda. Ignoro lo que decía una parte de su cabeza y siguió a Robin.
¿Que verga fue eso?. Robin fruncio el ceño, tan hundida estaba en sus pensamientos que no notó cuando Grimes estuvo a su lado, y menos que este quería tomar su mano. Como si fuese el mini Carl de antes que temía tomar la mano de la niña que le gustaba porque no quería incomodar.
Las pisadas ruidosas de Carl la trajeron otra vez a la realidad, donde de reojo vio ese acto tan dulce y suave que quería hacer el contrario. Sonrió de costado tomando la iniciativa de agarrar su mano y entrelazar sus dedos.
— Tienes la mano sucia — la sonrisa de Carl que quería formarse se fue ante las palabras de Robin.
— Callate — puso sus ojos en blanco cuando ella río, amaba reír, amaba burlarse de el, eso era.
Pero no todo es cuento de Hadas donde estos momentos duran para siempre. Gruñidos se oyeron en plena charla, Carl por inercia quería ponerla atrás de el, pero la fuerza que dio Robin le hizo saber que ella no quería ir atrás suyo. Sus sonrisas y sus alegrías se fue para ser reemplazada por la seriedad y su atención absoluta al entorno.
¿En serio?. Carl estaba enojado con el mundo, odiaba lo que tenía que vivir porque arruinaba momento como esos.
Robin soltó la mano de Carl y empujó al chico a estar atrás de un árbol. El muchacho no entendía que quería hacer, hasta que presenció como ella se iba por una roca. Carl negó repetidas veces con preocupación de lo que haría Robin, pensando que fallaría. Pero lo ignoro y la joven tiro la roca contra un árbol alejado de ellos, llamando la atención de los pocos errantes que había.
Suspiro aliviada, pensó que no lo lograría, digamos que aún debía perfeccionar su puntería.
La tomaron de la mano sorpresivamente y tiraron de esta, Carl la llevaba lejos del peligro para poder seguir en su momento de libertad y felicidad juntos.
— Inteligente jugada — halago Carl a la chica, que asintió con una sonrisa de ego.
— Claro, porque lo hice yo — le guiño el ojo y Grimes bufo.
— Egocentrica.
— Obvio — movio su cabello hacia atrás y Carl río levemente — Señor Carl, casi morimos — bromeó cambiándo de tema separando sus manos para apoyarse en un árbol.
— Pero no pasó, lo que no pasó... No pasó — Rodo los ojos con diversión por su "sabia palabra".
Ambos estuvieron apoyados en el árbol hasta sentarse para estar más comodos, la cabeza de Robin se sostuvo en el hombro de Carl, que como si fuera un instinto, paso su brazo por sus hombros acercandola más. Admiraron la vegetación, los ruidos de las hojas siendo golpeadas por el viento, el aire casi fresco que daba el bosque. El corazón de Carl latía con rapidez por tener a Robin con el, y ella no se quedaba atrás, sintiendo como podía hasta dormirse en los brazos de Grimes, estaba a gusto con el.
— Siempre quiero pensar que todo esto es una simulación — confeso la chica — Y que no es verdad que todo lo que conocimos murió.
— A veces quiero pensar que es un sueño — Carl suspiro — Y que nada es real, que me despertare y mamá estará ahí, toda mi vida estará ahí, que tu estarás ahí.
Ese "Tu" Alteró el cuerpo de Robin, sacándole una sonrisa pequeña. No, no es que le gustara que Carl la necesitara, claro que no... Si, si era eso pero Pietro no lo aceptaba. Queriendo ignorar eso optó por una idea para sacar el tema cursi y del "Tu" De lado.
— ¿Hacemos pactó de sangre?
— ¿Que?
Robin se despojo de sus brazos y se sentó como indio al lado de Carl. Teniendo a este más que sorprendido por la petición de la joven.
— Un pactó de sangre, prometeremos jamás romper la Unión que tenemos — el lo pensó, hizo una mueca pero acabo aceptando — Pasame tu mano.
Saco el cuchillo y le hizo un Corte en la palma derecha. Carl pronunció algunos quejidos pero nada grave, repitió la acción Carl pero con la palma izquierda de Robin.
La mano del otro tenía una línea carmesí y sentían que el viento raspaba la herida. Se miraron y se dieron un apretón de manos, Robin sentía que su sangre se mezclaba como la de Carl, era raro el sentimiento pero lo dejaron pasar agitando sus manos.
— Yo, Robin Pietro, prometo jamás romper la Unión del dúo fantástico.
— Yo, Carl Grimes, primero jamás romper la Unión del dúo fantástico.
Se sonrieron sin dejar de mover las manos, el efecto de seguir viéndose tanto los llevó a estar en un trance dejando de agitar las manos para solo verse sin decir nada. Carl respiro hondo con la sonrisa ladeada, separó las manos y vio su mano con un poco de la sangre manchada por la sangre de Robin.
— Hasta mi sangre es hermosa — ante eso, el alzó una ceja sin creer lo dicho — ¿Que?
— Eres única — la burla molesto a Robin, que le dio un golpecito al ojiazul.
— Callate — agarro la manga de su camisa y limpio la sangre que ensuciaba su mano — Ya me imagino como estarán cuando vean la cicatriz.
— No es tan grave, ya no sale sangre — Carl por si acaso rompió un pedazo de su remera en dos pequeñas partes atando una en su mano y la otra en la mano de Robin.
La castaña aguanto la sonrisa de como Grimes hacia con tanta delicadeza eso, su remera estaba rota y la piel levemente pálida de Carl era apreciada, Robin apoyo su frente en el cuello de Carl mientras este hacia el último nudo a la mano de la chica con la cortada. Dejó caer sus manos en las rodillas de Robin y su sonrisa creció más mientras Robin se quejaba por lo bajo de los castigos que le habían dado tras el incidente con Mikey y el arma, y como Rick se enojo tanto.
— A veces olvido que siempre ama poner ese castigo de no vernos.
— Esta obsesionado con eso.
Gruñidos fueron oídos por Robin y Carl. Al levantar Robin la cabeza pudo ver que eran varios caminantes y que ninguno de los dos con cuchillos podría matar sin morir en el intento, los dos se levantaron rápidamente del suelo y dieron pasos hacia atrás queriendo no ser vistos u oídos por los infectados. Robin movio su cabeza por todos lados hasta caer en un árbol con un gran hueco donde podrían estar ocultos.
— Por aquí — susurro arrastrando a Grimes al hueco.
El brazo de Carl fue jalado hasta el hueco, entraron uno luego del otro poniéndose frente a frente cayendo (después de tener su corazón ligeramente calmado) de lo cerca que acabaron. El estar en ese hueco, tan cerca de Carl, manteniendo el silencio puro, escuchando hasta su respiración, Robin ya no pensaba en lo gracioso que era su rostro asustado, sino en lo lindo que se veía de cerca y en sus labios entreabiertos. Similar sucedía con Carl, sus nervios crecían y no ayudaba en nada que Robin quedará tan estática como el, aún pensaba como la chica que el antes le gustaba molestar y consideraba como una hermana, le diera un escalofrío en todo su cuerpo, y que sus labios fueran tan tentativos para el. Estaba jodido por Robin Pietro.
Y lentamente Robin estaba jodiendose por Carl Grimes.
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