POV Christian

Después de haber vivido una semana de mierda, hoy por fin vuelvo a sonreir, mi Ana parece que me ha perdonado mi metida de pata, y hoy quiere verme en su casa. Debí invitarla almorzar, la estúpida de Leila, me invitó a un restaurante, pero con ella ya no voy ni a la esquina.

La hora de almuerzo lo ocupo porque iré a Cartier, quiero hacer un encargo muy especial.

- Señor Grey- me llama la recepcionista, cuando me dirijo a la salida.

- ¿Que ocurre?- Me detengo.

- Este señor, desea verlo- veo a un hombre rubio. Oh dios, es el.

- ¿Elliot?¿Elliot Grey?- Esto es increible, no puedo creerlo que sea el.

- Pensé que no ibas a reconocerme- me dice sonriendo y me tiende la mano.

- Esos rizos, los reconocería en cualquier lado- cojo su mano, pero para mi sorpresa el me da un abrazo.

- Pensé que nunca te volvería a ver hermano- susurra. No voy a negar que su presencia me sorprende mucho, pero también me hace feliz volver a verlo.

- Pensé lo mismo- contesto. Mi voz se ahoga un poco por la emoción.

- Es increible...estas distinto- me dice cuando se aparta de mi.

- Bueno, pasaron mas de siete años casi ocho años, obviamente que estoy distinto.- El observa por todos lados.

- Wow, ¿Todo esto es tuyo?- Me dice voz llena de admiración.

- Así es. Esto es el edificio Grey House, lleva un poco mas de cuatro años en funcionamiento.

- Me alegro mucho por ti, conseguiste lo que quería, y ahora eres un importante hombre de negocios- me dice con orgullo.

- ¿Quiere que te muestres las instalaciones, o vamos almorzar?

- Las instalaciones suena tentador, pero tengo hambre...así que acepto tu invitación de almorzar...

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Elliot y yo llegamos a un restaurante. Ordeno un Sancerre, este vino es exquisito y mi favorito.

- Lindo lugar- comenta el cuando nos sentamos en la mesa.

- ¿Que ha sido de tu vida?- Le pregunto a Elliot, hace casi ocho años que no se que ha ocurrido con el. Mía no me dio mucha información.

- Seguí tus pasos...dos años después que te fuiste, yo también lo hice. Me fui a Manhattan, estudie arquitectura - sonríe orgulloso. - Cada vez que pude regresé a Savannah.

- ¿Como están Grace, y Carrick?- Tengo ganas de verlos...saber como están, a pesar de todos son mis padres.

- Carrick, falleció hace dos años atrás- esa no era la respuesta que quería oir, me quedo estupefacto- una cirrosis hepática lo mato- literalmente me quedo helado... en shock.

- No...no entiendo - susurro consternado. ¿Mi padre está muerto? El no fue un padre cariñoso, ni amable conmigo, si no que al contrario fue muy estricto. Yo por mi parte no fui el hijo que el esperaba. Fui rebelde...casi nunca hice lo que el quería, pero aun así era mi padre y me duele saber que esta muerto. Nunca podre oir que me pida disculpa, y yo nunca podré pedirle perdón.

- El se volvió un alcohólico después que mama lo dejo...y también la pena de haber perdido a su familia lo mató- dice con voz teñida de tristeza.

- Lo siento- le digo con voz ahogada, esto es duro para el.

- No fue tu culpa...la culpa fue de ellos dos...Mama siempre quiso fingir algo que no eramos y papa tenia una doble vida, se mostraba como un excelente padre de familia, un abogado implacable, pero cuando se encontraba solo buscaba prostitutas y pagaba por sexo- recuerdo que una vez lo vi con Carla, la madre de Ana.

- Aquí esta el Sancerre- nos interrumpe el camarero y nos deja las copas y la botella en la mesa.

- Gracias.

- ¿Ya decidió que pedirán?

- Filete, termino medio...acompañado de vegetales-

- Yo quiero pollo a la plancha acompañados de vegetales- ordena mi hermano...

El nudo en mi garganta me impide comer, pero trato de esforzarme para alimentarme.

- ¿Que sucedió con Grace?

- La ultima vez que la vi, me corrió de la casa.- Me quedo asombrado, Elliot, siempre fue el hijo favorito de Grace.

-¿Por que?- No salgo del asombro

- A pesar de estar separados, le dolió mucho la muerte de papa...ella reaccionó mal, me grito, me culpó. Todo fue un caos, y para colmo no sabíamos nada de Mía, ni de ti-

- Mía, está en Seattle- el abre los ojos como plato

-¡¿Que?!-

- Como lo oyes, la encontré por casualidad...pero hace mas de dos semanas que anda desaparecida-

- Esto es increible. A pesar de haber sido un grano en el culo, me dolió que mama la echara de la casa.

-¿Como dices?- Lo interrumpo sorprendido, ella no menciono nada de eso.

- Mama, la encontró teniendo sexo con un chico y una chica en su habitación, y no era precisamente al chico que le hacía sexo oral- si supiera que es lo que le gusta a Mía...

Elliot y yo comemos en silencio por unos minutos, debo digerir todo lo que me ha dicho...

- ¿Y tu?¿Eres casado o estas soltero?- Le pregunto al cabo de unos minutos que llevábamos en silencio.

- Estoy soltero, he tenido un par de novia, pero actualmente estoy soltero aunque hace poco conocí una hermosa chica arriba del avión. Creo que la conoces. - Sonríe

-¿Así...quien?-

- Katherine Kavanagh-

-¿Es enserio?-

- Si...me dijo, que tu y su padre eran amigos-

- En realidad, creo que Eamon Kavanagh, y yo fuimos amigos- El debe estar muy enojado, por mi supuesta traición

- ¿Están enojados...porque?

- Me robé la novia de su hijo-

- ¡¿Que?!- Chilla sorprendido- wow, y yo que creí que tu historia con nuestra vecina, duraría para siempre.-

-¿Te refieres a Anastasia?- Pregunto

- Pues si...te veías muy enamorado de ella, hasta me daba envidia lo que tenían.

-¿Y a quien crees que me robé?- El empieza toser.

- ¿Te robaste a Anastasia?¿Pero como?- Pregunta atónito.

- Es una larga historia, si tienes tiempo te la cuento.

- Ok...soy todo oído.

*******

Elliot y yo nos pusimos al día, el está bastante interesado en la chica Kavanagh, espero que le vaya bien con ella. Sonrío al recordar la cara de asombro que puso cuando le conté todo lo ocurrido con Ana. Estoy feliz de haberlo encontrado nuevamente, aunque por el momento solo sea el, espero que Mía pronto aparezca, y nos demos una oportunidad. A la que también deseo de ver es a mi madre, presiento que pronto nos veremos las cara.

- ¡Christian!- Dice mi Ana, al verme parado en su puerta de su departamento y se abalanza en mis brazos.

Sin decir nada la tomo en mis brazos y le doy un largo y apasionado beso, la he extrañado demasiado, deseo besarla, abrazarla, hacerle el amor. Mi semana fue una mierda sin ella, sin sus besos, sus caricias.

- Veo que me extrañaste- murmuro contra sus labios

- Mucho...¿Y tu?- Susurra

- Demasiado, me hiciste mucha falta.

- Mmm...antes de hacerme lo que tienes pensado, debo decirte algo, y espero lo tomes bien...en realidad son dos cosas, y creo que ambas son excelente noticia- se aparta de mi. ¿Que esconde? Sus ojos brillan.

- Dímelo ahora, porque deseo llevarte a la cama y hacerte el amor toda la noche.- Ella camina hasta su sala, yo lo sigo intrigado. ¿Que estará pensando?

- Christian...vas hacer padre- joder tenía que arruinar mi buen humor.

- Eso lo sé- odio la idea de tener un bebé con Leila.

- ¿Sabes que estoy embarazada?¿Como lo supiste?- Oh dios...¿Que ha dicho?

- ¿Que dijiste?- Pregunto conmocionado

- Estoy embarazada, serás padre.