Capítulo 31: Quiero escuchar tu voz.
En el momento en que volví a cruzar el umbral noté el cambio de temperatura que antes, por la sorpresa que me inundó al escuchar a Takumi pedir por Franchesca, no había percibido. Cerré la puerta principal detrás de mí, me saqué la chaqueta y los zapatos, ambos dejándolos en la entrada. Antes de tomar mis pantuflas para usarlas, estornudé. Definitivamente había sido pésima idea no decirle que me estaba congelando pero claro, con todo lo que ocurrió ni si quiera yo noté el estado en el que se encontraba mi cuerpo, solo podía estar concentrado en él, sus ojos llenos de amargura y tristeza, su mirada penetrante, sus labios...el roce de su mano con la mía...
¡Ah!, ¿qué estoy pensando?, ¡Alexander concéntrate! Tienes que hablar con Franchesca.
Dejando atrás el recuerdo de Takumi y me acerqué sin titubear a la cocina.
— ¿Dónde estaba Midori cuando pasó todo eso? —fue lo primero que pronuncié al llegar, ya que era lo que más me preocupaba de toda la situación.
—Por suerte ella se quedó unos cuantos días donde su amiga —hablaba mientras se movía de un lado a otro, mirando el horno, ordenando platos y más.
— ¿Qué amiga?
—Una niña que vive cerca. Decidí dejarla allá ya que yo tampoco estaba tanto acá y ella necesitaba estar en un mejor ambiente.
— ¿Y ahora dónde está?
—Arriba.
—Franchesca —la llamé para que me prestara atención.— Franchesca, mírame —no tuve ningún tacto en pronunciar las últimas palabras, logrando tomar su atención.
Se irguió, se dio la media vuelta y me miró por unos segundos directamente a los ojos pero de inmediato los desvió hacia otro lado.
— ¿No me dirás lo que pasó entre tú y Takumi?
—No sé si sea buena idea que te enteres...
—Franchesca —pronuncié con una voz severa, cansado de que quisiera seguir ocultándolo.
—Bien, como desees —dijo, arisca— él me golpeó en la mejilla, ¿contento? No quería que tuvieras una mala imagen de él.
— ¿Te golpeó? —sorpresa acompañó mis palabras.
Un fugaz recuerdo iluminó mi mente; frente a mis ojos se reproducían las imágenes de Takumi golpeando una y otra vez a Yuma aquella vez que ninguno de los tres estábamos en buenos términos pero no solo eso, la mirada que tenía él en aquel entonces la recuerdo a la perfección, no solo porque todo aquello lo había vuelto a vivir hace poco sino también por el impacto que me habían causado ya que estaba seguro que vi en aquellos ojos que él sería capaz de matarlo a golpes sin titubear. Aquel era el Takumi del pasado pero ahora...estoy seguro que no es así, no explota con tanta facilidad así que si llegó a ese punto...
—No...Takumi no llegaría a tal punto por si solo, lo conozco.
— ¿De verdad lo conoces? —sus palabras eran como cuchillas que se insertaban en mi corazón, había dado en el punto más doloroso...¿a propósito?
—Lo suficiente —fruncí el ceño con fuerza.
—Entonces lo estás defendiendo —pronunció con un obvio descontento.
—Él no actuaría así porque sí.
—Es un maldito abusivo y violento, ¡¿cómo no te das cuenta de eso?!
—Baja la voz Franchesca. Tú a fuera dijiste que le habías dicho algo, así que por una vez en tu vida se sincera, te estoy dando tu última oportunidad para serlo, así que espero que la tomes y no te atrevas a mentir porque obviamente lo conversaré con él.
Me miró dolida por unos segundos— Cuando caíste en coma, acudí a él pensando que tú reaccionarías a su voz y volverías con nosotros pero no pasó...aun así le permití que te visitara en las noches cuando él quisiera.
No pude evitar no mirarla sorprendido, no sabía que él...
— Preguntó varias veces lo que te pasaba pero yo no podía decirle, pensé que ese era tu derecho, eso obviamente lo enojó hasta que una noche me visitó furioso, de alguna forma había confundido la situación y pensaba que yo te tenía ahí en contra de tu voluntad, entonces cuando notó que no diría nada, me golpeó y luego yo...enojada le dije que él solo te hacía daño y se fue, eso fue lo que pasó.
Entonces recordé. Ahora lo entendía, las palabras de Takumi, su constate recuerdo del daño que no hemos hecho, no digo que Franchesca haya sido la culpable, ella solo confirmó lo que él ya tenía en su interior y provocó que se arraigara más a la idea de separarnos...
—No quiero que te vuelvas a meter entre nosotros —pronuncié seco.
— ¿Vas a permitir que me trate así? Yo dije todas esas cosas porque estoy cansada de que me juzguen sin si quiera intentar entenderme.
—Yo lo entiendo, de verdad a precio todo lo que hiciste por mí en aquel tiempo Franchesca pero ahora, sé que al principio tuviste buenas intenciones porque tú diste la idea de venir a Japón luego de la muerte de mi padre, tú me recomendaste que me postulara en la empresa de Takumi y tú me insististe en trabajar allí cuando tenía otras ofertas pero después de eso...solo mentira tras mentira, secretos...¿crees que voy a dejar de lado que me manipulaste y acorralaste para adoptar? Y no solo eso, no me contaste la verdad hasta que estuviera muriendo en una camilla de hospital.
—Y-Yo lo siento, —habló por lo bajo, su cabeza agachada me impedía ver la expresión de su rostro— tu padre me dijo que sería un golpe fuerte para ti decirte todo de inmediato p-por eso decidí que lo recordaras todo de apoco, —su voz transmitía una profunda tristeza— quería que fueras feliz pero cuando sentí que me arrebataban de mí y-yo...se me destrozaba el corazón...q-quería volver a intentarlo y-yo —se detuvo por unos segundos, tragó saliva y prosiguió— quería que me miraras como lo miras a él, sabía que aunque estuve junto a ti tanto tiempo nunca me quisiste como a él aun así yo quería intentarlo por última vez y-y...solo terminó en desastre y me ahogué en un odio profundo hacia Takumi cada vez que tenías que ir en un viaje con él, pensar en las cosas que hacían, provocaba que mi sangre ardiera y mi corazón se destruyera en pedazos pero a la vez me ahogué en tu desprecio, en tus besos sin sentimientos, en tus saludos sin cariño...te amo tanto que no me interesa cargar con todo eso si significa estar a tu lado... —su desgarradora voz demostraba lo difícil que había sido ocultar todo lo que sentía hasta ahora.
—Franchesca... —caminé unos cuantos pasos para quedar frente a ella, para luego ubicar ambas manos en cada hombro— tú ya sabes que te quiero, muchísimo es por esto que quiero que seas feliz con alguien que realmente te entregue el amor que tú mereces porque yo no puedo, desde el principio sabías que ya hay otra persona en mi corazón.
—Lo sabía pero q-quería que me miraras aun así...
—Lo sé, también es mi culpa, decidí hacerte feliz sin amarte. Solo fui egoísta y nunca consideré lo que era mejor para ambos...
—P-Perdón por usarte...y-yo estaba desesperada...te estaba perdiendo frente a mis ojos...no lo podía permitir entonces yo...
—Está bien, tranquila —me acerqué unos centímetros más y la rodee con mis brazos.— Todo...está en el pasado, lo importante ahora es terminar con todo esto —me alejé de ella para poder mirarla a los ojos, estos los tenía rojos y un poco hinchados.
— ¿De qué hablas?
—Ya no puedo seguir haciéndote esto, tampoco a mí...en realidad debería haberlo hecho hace mucho tiempo pero antes...solo me dejaba llevar por la corriente y no había razón para no seguir, ahora las cosas son muy diferentes, es por esto que...quiero que nos divorciemos y siento que lo mejor sería que te devolvieras a Inglaterra —mientras pronunciaba cada palabra, ella se sorprendía cada vez más hasta que terminé, con lentitud bajó su cabeza, clavando su mirada al suelo.
Pasó un largo tiempo en esa posición, yo tampoco tenía más que decir así que me quedé callado frente a ella, esperando su respuesta.
—¿Qué...Qué pasará con Midori?
—Es un problema que resolveré yo.
—Claro...ella está más encariñada contigo entonces discutir con quién se quedará es inútil...además será difícil...en especial si se enteran que mantienes una relación con otro hombre —pronunció aquellas palabras con lentitud y firmeza, llenas de veneno.
Fruncí el ceño con fuerza.
—Sí, lo será, es por esto que será mejor que no se enteren —paré por unos segundos— y esto te lo digo a ti.
— ¿Qué? —con rapidez levantó su mirada —yo sería incapaz de—
—No lo sé, en algún momento creí que te conocía, creí que no serías capaz de hacerme daño, ¿lo recuerdas?, cuando encontré el collar que compartía con Takumi en tus cosas, pensé que solo lo habías escondido por mi bien y qué equivocado estaba, no solo me has herido y manipulado a mí, también lo heriste a él entonces puedo ver que en realidad no te conozco Franchesca, quizás nunca te conocí.
Por la expresión de su rostro, noté el dolor que le había proporcionado mis últimas palabras. Aun así, no pronunció nada más y se retiró.
Me mantuve de pie en mitad de la cocina.
Quizás me pasé con mis palabras...pero definitivamente todo lo que ha pasado nos ha cambiado a todos.
A la mañana siguiente Franchesca no salió de su habitación en ningún momento. Decidí dejarla tranquila, después de todo yo no me retractaría de mi decisión así que solo debía esperar su respuesta.
Dejando de lado a Franchesca, el siguiente en inundar mis pensamientos fue Takumi, fue imposible sacármelo de la cabeza en todo el día. Cada vez que tenía tiempo libre en el trabajo sacaba mi celular para llamarlo o mandarle un mensaje pero solo me quedaba en su contacto, él había dicho que estaría ocupado pero quizás fue una mentira por el mal entendido con Franchesca, no quiero que piense cosas equivocadas pero si realmente está ocupado solo lo estaría molestando...¡Ahhhh!, ¿qué debería hacer? Podría...
Sin pensarlo dos veces, a penas terminé de trabajar, me dirigí a la empresa.
El ambiente seguía muy frío, pronosticando que pronto se acercaría la navidad...ahhh, navidad, pensar que ni siquiera pude pasar una junto a Takumi...
—¡Alexander! —Natsuki corrió apenas me vio llegar y me abrazó, cuando reaccioné, le devolví el abrazo— Debe ser un milagro que te vea tan seguido —se separó de mí y me sonrió.
—Jajajaj, ¿cómo has estado?
— ¡Horrible!, ¿ves estas ojeras?, he tenido que hacer horas extras hace días, ¡wahh! Estoy forrada en dinero pero necesito mi estabilidad mental —pronunció, dejándose caer en su silla.
— ¿Tan mal? —reí levemente por el dramatismo con el que actuaba y hablaba.
—Sí, desde la muerte de Takaiichi-sama está todo descontrolado.
— ¿Takaiichi...Edward?
— ¡Ah, no pronuncies su nombre! —se puse de pie de un salto y tapó mi boca con sus dos manos— ¡Oh!, perdón, los traumas jajajaja, si decías su nombre estabas muerto —estaba riendo pero su rostro daba miedo.
—Pero, su nombre...
—Es porque era mitad norteamericano, ¿no lo sabías?
—No...
—En fin —suspiró— no vuelvas a mencionar su nombre tan a la ligera.
—Entiendo —le sonreí.
—Argh, quiero vacaciones, en realidad al principio no era tan complicado pero desde que Takumi-sama decidió que no se iría a Estados Unidos, tenemos el doble de trabajo ya que nos estamos haciendo cargo de la empresa que está allá, ahhhh, sácame de aquí por favor, quiero mi casa —dijo con una voz dramática, para luego sentarse otra vez en su silla y dejó caer la mitad de su cuerpo a su escritorio— ya no puedo más...
Entonces es verdad que está ocupado, menos mal no lo llamé.
Levanté la vista y noté que Natsuki me miraba fijamente con sus ojos entrecerrados.
— ¿Qué pasa?
— ¿Fuiste tú verdad? —de inmediato noté la picardía en su voz.
— ¿De qué hablas? —miré hacia un lado, intentando no darle importancia.
—Takumi-sama estaba decidido en irse, hasta que tú estuviste aquí buscándolo, después de eso, él de la nada decidió quedarse, a mí no me engañas, fuiste tú —pronunció mientras se ponía de pie
Ya no podía seguir ocultándolo, antes también se había percatado que teníamos algo y como pude intenté desmentirlo pero quizás esa idea nunca la dejó. Me mantuve callado sin saber qué decir por unos minutos.
— ¡Tranquilo! —pronunció para luego dar un suave golpe en mi brazo— no tienes que ocultarlo, sé que ustedes son cercanos...más de lo que aparentan —lo último lo pronunció casi en un susurro, con el claro objetivo que nadie más que nosotros lo escuchara.
Abrí mis ojos más de lo normal. Sabía más de lo pensaba, ¿somos así de obvios? Bueno...recordando el como actuábamos antes, solo nos tenían que prestar atención para notar que nuestra relación iba más allá.
Sin querer, los recuerdos de aquel 11 de Junio llegaron a mi cabeza, me quedé dormido en mi escritorio y Takumi me llevó hasta su auto...solo espero que haya sido en su espalda porque como "princesa" hubiera sido muy vergonzoso...aunque conociéndolo un poco él no tiene nada de vergüenza...argh, definitivamente fuimos muy obvios.
—Natsuki, me gustaría hablar algo contigo.
— ¿Eh?, pero si ya estamos hablando.
—Sí, pero esto es más privado.
—Mmh, me gustaría que fuéramos a comer pero no me alcanza el tiempo así que, ¿por qué no me acompañas a comprar un bento?
—Está bien pero tienes que abrigarte, fuera está muy helado.
—Me imagino, creo que la próxima semana habrá una tormenta, que miedo. Fumiko-san, iré a un combini, ¿quieres algo? —preguntó dirigiéndose a su compañera, ya que ambas se hacen cargo de la recepción.
Mientras ella tomaba su abrigo y se preparaba para salir, caminé hasta la entrada y la esperé ahí hasta que estuviera lista. En nada ella llegó a mi lado y comenzamos a caminar.
— ¿Y bien?
—Bueno, la relación que tengo con Takumi es...complicada, en realidad nos conocemos hace años —pronuncié, llevando mis manos a los bolsillos de mi chaqueta, a penas habíamos salido pero ya sentía mis manos congeladas.
—¿Enserio?, ¡ah!, y yo pidiéndote que nos juntaras, realmente perdón por eso.
—N-No tienes que disculparte, tú no sabías...además...el que tiene que pedir disculpas soy yo.
— ¿Disculpas?, ¿por qué? —me miró, curiosa y confundida.
—Yo...si nuestra relación ahora es complicada, antes era aún peor y yo era imprudente y egoísta—
—Y explosivo y amenazante, ¡aún recuerdo cuando asustaste a todo un departamento por tu actitud! jajajjaja.
Las imágenes de aquel recuerdo cruzaron mi mente.
"— ¡¿En dónde está Shin?!, ¡TSK!, ¡¿En dónde carajos está Shin?!
— S-S-S-S-Se fue ha-hace unos mi-minutos."
—Ah, sí... —pronuncié avergonzado mientras agachaba mi cabeza.
—Después de eso, todos en la empresa se referían a ti como el oso gruñón jajajjajaj.
— ¿E-Enserio? —levanté mi rostro y la miré— nunca me di cuenta.
—Claro que no, ninguno tenía las agallas de decírtelo jajajajaja —seguía riendo, hasta el punto de parar y empezar a apretarse el estómago.
—Q-Que vergüenza —reí ligeramente.
—P-Pero, —pronunció, ya un poco más calmada pero seguía riendo- ahora que te veo bien, estás, mmmh —se irguió y me miró de pies a cabeza,seria— diferente, ¿te pasó algo?
—Es una historia muy larga —dije con un suspiro para luego hacerle un gesto con mi cabeza para seguir caminando.
— ¡Ah, es verdad! —de inmediato se percató de mi mensaje y seguimos nuestro camino—Oso gruñón —murmuró, seguido de otra risita.
Quería seguir platicando pero noté que habíamos llegado al combini más cercano, así que sería mejor hablar devuelta. La acompañé dentro y lo mínimo que pude hacer por ella fue comprarle el bento más caro.
— ¡Waaah!, ¡muchas gracias!, este es uno de los mejores —esbozó una gran sonrisa. Yo también le sonreí de vuelta.
—Como decía...antes fui muy egoísta y...bueno, un hijo de puta básicamente —reí con suavidad— en especial contigo...
— ¿Conmigo? —me miró sorprendida— pero si cuando me contaron la historia de tu apodo no lo podía creer, tú nunca te habías portado así conmigo.
—Me comporté peor y en ese tiempo no me importó hacerte daño pero ahora, las cosas son diferentes y—
—Espera, no entiendo de lo que estás hablando.
— ¿Recuerdas cuando me pediste que le hablara a Takumi sobre ti?
—Sí y no salió nada de bien...
—La verdad es que...yo...por dentro estaba celoso, a pesar de que no teníamos nada, lo quería solo para mí, entonces...te mentí, la verdad es que fui yo con inventó todas esas palabras.
Natsuki paró su caminar en seco, provocando que las personas que caminaban detrás de nosotros se detuvieran de golpe y nos rodearan. Yo me disculpé con ellos con una reverencia.
Tomé su brazo con suavidad y la guié hacia el lado pata dejar obstaculizar el caminar de los demás.
—Estaba celoso y—
—Entiendo pero no es justificación...yo creí que solo le daba pena...
—De verdad lo siento, no puedo decirte que no quise hacerte daño porque sería mentira, antes no me importaba si te dañaba o no pero ahora sí me importa, es por esto que te lo estoy haciendo saber.
—Creí que eramos amigos...
—Yo...lo siento, antes nunca te consideré como una amiga.
—Eso parece...ahora que lo pienso, Takumi te encubrió...
—Sí...a pesar de que en ese momento ni si quiera nos mirábamos, él aun así lo hizo.
—Es demasiado gentil...con personas que no lo merecen.
Sus palabras atravesaban mi corazón como una cuchilla.
—Tienes...razón...
—Se está haciendo tarde así que volveré a la empresa.
—Entiendo —le sonreí.
—No sé si sea capaz de perdonarte algo así.
—Tranquila, estoy consciente del daño que causé y es por eso que no te estoy pidiendo que me perdones, solo quería dejar de mentirte.
Me miró por unos segundos, asintió con su cabeza y prosiguió su camino.
—Natsuki —la llamé, a pesar de que detuvo su caminar, en ningún momento miró hacia atrás— ¿podrías avisarle a Takumi que estuve ahí?
No hizo ningún gesto a mi petición y solo siguió caminando.
Quizás era demasiado pedir.
Miré hacia el frente. A pesar de que las calles estaban abarrotadas, en mi cabeza y vista solo existía una persona. Al recordar lo que había ocurrido con Natsuki, provocó que recordara los momentos que había pasado con Takumi este último tiempo.
Ahora que lo pienso...siempre recuerdo lo que pasamos en el instituto...como si los acontecimientos que ocurrieron con él desde que volví a Japón fueran irrelevantes cuando no es así...al principio fue estresante e incómodo por su constante acoso pero después de enterarnos quién era cada uno las cosas fueron cambiando, hasta el punto que, muy adentro, yo quería verle y tocarle...¡hasta logró que me confesara!, aunque ni si quiera lo escuchó... pero definitivamente todo aquello solo logró que mis sentimientos aumentaran...ahhh...ahora mismo, tengo ganas de verlo...
O aquella vez de su cumpleaños...diciendo todas esas palabras vergonzosas frente a los demás, aun puedo sentir el nerviosismo y lo avergonzado que estaba al tener a todos mirándonos tan atentamente, sentía que mi alma se salía del cuerpo hasta que comenzaron a aplaudir...de verdad que nunca te importaron los demás cuando se trataba de mí. Luego la playa, recordar que estuvimos toda la tarde perdiendo el tiempo con mi miedo para que al final terminara más traumado aún con tu actuación. Siendo sincero, aun siento enojo por aquello, si te hubiera pasado algo...pero solo estabas actuando para que te besara...dios...
Reí por lo bajo. Mis mejillas se enrojecieron más de lo que ya estaban.
Son unos recuerdos hermosos que no puedo evitar querer apreciarlos en lo profundo de mi corazón pero...dime Takumi...¿tú recuerdas todo esto?
—Cada día —susurré.
¿Sería algo que diría él?
Al pensarlo, recordé su rostro, el rostro que ha estado mostrando este último tiempo...definitivamente quiero volver a verlo sonreír, como en esos días....
...
¡Midori!, se me había olvidado por completo que tengo que ir a buscarla. Saqué inmediatamente mi celular para ver la hora. Aun tenía tiempo para llegar antes de que saliera de clases así que, ¡A correr!
La noche ya estaba aquí. A pesar de que cenamos los tres, no hablamos sobre el tema con Franchesca, está bien, unos días estará bien para que lo piense, esperando que tome la decisión correcta.
—Papá, ¿pasó algo con Franchesca? —pronunció Midori por lo bajo.
Me senté en la cama a su lado, para luego acariciar con suavidad su cabeza.
— ¿Por qué lo preguntas?
—Es que desde que volviste del hospital ya no duermen juntos y ella ha estado triste.
—Es un tema complicado cariño.
—Es...¿Es por mi culpa? —dijo titubeante.
— ¿Por qué piensas eso? —la miré, totalmente confundido.
—Es que...en el orfanato escuchaba historias de mis compañeros que los habían adoptado pero por su culpa los padres se separaban y los volvían a dejar... —la tristeza se apoderaba de sus palabras.
—Midori, nunca pasaría tal cosa por tu culpa —pronuncié para luego dedicarle la más cálida sonrisa, intentando tranquilizar su miedo.
— ¿Entonces..?
—Si nos llegamos a separar, es solo porque ya no hay amor en nuestra relación y lo mejor que podemos hacer es soltarnos y dejar que cada uno vuelva a amar.
—Amor...me pregunto qué se sentirá...
Había olvidado que a veces no parece una niña de 10 años.
— ¿Entonces a mí no me amas? —fingí una voz triste junto a un puchero.
— ¿Eh? —me miró totalmente confundida.
—El amor del que hablo yo es solo amor de pareja, tú puedes amar muchas cosas, un animal, el disco que te di, el collar que te regalé...y obviamente, a tu padre —le sonreí.
A ella de inmediato se le iluminaron los ojos con mis palabras.
— ¡Claro que amo a papá! —gritó lanzándose en mis brazos.
—Yo también te amo hija.
Luego de que se quedara dormida, apagué la luz y me dirigí a la habitación de invitados, por suerte la casa es lo suficientemente grande para tener una habitación extra.
Sin más me acosté e intenté dormir. Pero los recuerdos inundaban mi mente.
Quiero volver a crear recuerdos hermosos...
...
Abrí mis ojos con rapidez. No era nada nuevo, mi respiración estaba muy agitada así que me tomé un tiempo para inhalar y exhalar con lentitud. Los recuerdos de mi pesadilla seguían presente y como dije, nada nuevo...
Me erguí, sentándome en la cama. A penas me moví, noté que la polera de mi pijama estaba empapada en sudor, debería cambiarme. Me puse de pie y caminé en dirección al baño, allí me sequé con una toalla y miré mi rostro con detalle. No me había percatado que mis ojeras estaban creciendo. A pesar de que estoy yendo a terapia, las cosas siguen igual que al principio.
Suspiré. Sin más me coloque otra polera y solo intenté seguir durmiendo. Luego de unos minutos, escucho el sonido de mi celular.
¿Quién llama a esta hora?
Lo tomé y abrí los ojos como plato al notar el nombre que aparecía. Del nerviosismo me erguí con rapidez y me senté en la cama. Respiré profundo y contesté.
—Así que estuviste aquí —pronunció con suavidad a penas contesté la llamada.
S-Su voz...
—S-Sí...no quise molestarte —elevé un poco mis piernas para poder afirmar mis brazos en ellas.
—Tranquilo, ya terminé lo que tenía por hoy.
— ¿Tan tarde?, ¿qué hora es?
—Son las 4 —escuché un leve suspiro después de sus palabras.
—Perdón...es mi culpa que ahora tengas tanto trabajo.
—No te preocupes por eso, en unas horas tendré una reunión con mis hermanos y allí se resolverá.
¿Sus hermanos?, pero había dicho que no quería volver a verlos...
—Será difícil...
—Sí, de tan solo pensarlo me siento más cansado pero...escuchar tu voz...provoca que todo el peso que siento desaparezca —dijo, con una voz tan dulce que me tomó de improvisto, provocando que mis mejillas se encendieran con rapidez y el nerviosismo se apoderara de mi cuerpo.
Hace mucho tiempo que no lo escuchaba así...
Una calidez empezó a crecer lentamente en mi pecho.
— ¿C-Cómo puedes decir cosas tan vergonzosas? —escuché una leve risa por el otro lado de la línea— Y-Yo...también tenía ganas de...escuchar tu voz —titubee al pronunciarlas.
—Ahhhh...Alexander... —suspiró, para luego murmurar mi nombre, con una voz tan melosa.
Argh...si seguimos así mi corazón terminará explotando.
Agaché mi cabeza en un acto de intentar esconderme.
—S-Si quieres, puedes llamarme cuando quieras
—Cuidado con lo que dices...porque si es así, te estaré molestando todos los días a las 4 de la mañana.
—Jajajaj ya estoy acostumbrado.
— ¿Acostumbrado?, ¿por qué?
Mierda, hablé sin pensar.
—P-Porque...no puedo dormir muy bien, así que, puedes llamarme cuando quieras.
—Está bien.
Me quedé callado igual que él, no tenía muy claro qué decir, intentaba calmarme pero con tan solo escuchar su respiración en mi oreja...mi corazón ya...
—Será mejor que descanse por lo menos unas horas.
— ¡Ah!, sí...
No quiero colgar...me gustaría seguir escuchando tu voz...
—Me gustaría seguir escuchando tu voz...pero ya es muy tarde y tú también tienes que descansar.
De inmediato sentí como mi corazón se detenía de golpe, ¡¿lo había dicho en voz alta sin darme cuenta?! No...él...él siente lo mismo que yo...ambos queremos lo mismo.
—Y-Yo...igual...
Escuché que rió con suavidad.
—Puedo imaginar tu cara sonrojada en este momento.
—D-Deja de decir esas cosas —cerré mis ojos con fuerza. Sentía cómo las palpitaciones de mi corazón retumbaba en todo mi cuerpo. Si seguía así, definitivamente terminaría con un ataque.
Aunque...se sentía que volvía a ser él...toda la amargura y pena que lo a estado rodeando desde que elegí a Franchesca se desvanecía, volvíamos a ser solo nosotros dos, queriendo todo del otro...se siente tan nostálgico...
—Bien, será mejor que cuelgue o sino estaremos así toda la madrugada.
Reí levemente—Tienes razón...
—Entonces adiós...
—Ehhh, estos días, podríamos almorzar juntos, s-si tienes tiempo claro...
—Mmh, está difícil, mi horario es inestable ahora espero que cambie con mi reunión de mañana pero no estoy seguro...pero me dejaste llamarte así que eso haré por ahora.
—E-Entonces estaré esperando tu llamada.
—Espero que puedas seguir durmiendo bien, adiós.
—Gracias...adiós.
Colgó.
.
.
.
¡WAAAAAAH!
Estaba esperando escuchar su voz pero tan de repente, ¡mi corazón no puede con tanto!
Dejé mi celular a un lado y con rapidez escondí mi caliente rostro debajo de la almohada, intentando que mi temperatura bajara.
Dios, me siento como un adolescente pero me hace tan feliz...
Y sin darme cuenta, me quedé dormido y por primera vez, no recordé qué había soñado.
— ¡Alexander! —escuché una voz bastante conocida detrás de mí.
— ¡A-Asami! —titubee un poco por la sorpresa— Creí que tardaría más días en su viaje.
—Tuve que volver porque convocaron una reunión urgente, urgh, me pregunto qué pasó ahora.
— ¿Reunión?
—Sí, estarán todos nuestros aliados.
Todos...¡Ah!
— ¿T-Takumi estará ahí?
—Sí, en realidad él fue el que convocó la reunión.
Él...quizás anunciará la muerte de su padre pero...
¡Podré verlo!
—Por esto, te pediré que hagas algo especial, —lo miré confundido— antes de ir al grano tenemos que hacer una pequeña exposición de cómo está la empresa y quiero que ese seas tú.
— ¿Y-Yo? —fue imposible ocultar la sorpresa en mis palabras.
— ¡Claro!, estás más que capacitado para que hagas este trabajo, además quiero que todos se enteren de la capacidad de mi jefe de departamento —esbozó una gran sonrisa.
—Lo haré —le sonreí, decidido.
— ¡Así me gusta!
Aunque hablaré frente a Takumi...o no...siento que el nerviosismo se apodera de mí otra vez...
¡Hola a todos uwu!, ¿cómo estuvo su día? Espero que les haya agradado el capítulo.
Si sienten que esto va un poco lento, es a propósito, no será tan lento como una tortuga pero sí quiero que se acerquen de a poco, en sí es porque ambos temen que si es igual de rápido como antes, las cosas no terminarán bien así que disfruten como ambos superan sus miedos para seguir...juntos❤
Como siempre, espero que hayan disfrutado el capítulo.❤
Por el momento, esto es todo, adiós y cuídense mucho por favor.
¡Gracias por leer, votar y comentar!
¡Saludos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro