Capítulo 1.
Era una mañana tranquila para todos los habitantes de ikebukuro, pero en el apartamento de el doctor clandestino no era igual de tranquila.
El día anterior celty había tenido que hacer muchas cosas y para colmo Izaya le complicaba las cosas mas todavía con pedidos de ultima hora.
Al final termino a las tantas, y no pudo volver para ver su programa favorito, el cual no gravo pensando que volvería pronto.
Ella sabia que Izaya lo hizo para rabiarla ya que le dejo bien claro a que hora debía de terminar ese día, lo que ella no sabia era que lo hizo creyendo que haría algo especial con shinra y lo único que tenia era celos.
Y por esto, celty no paraba de dar vueltas por el apartamento asustando cada vez mas a shinra.
- bueno celty, la próxima vez tiralo del edificio después de pagarte- dijo shinra con su típica sonrisa forzada.
Celty paro su acción y dirigió su mirada hacia la entrada del apartamento.
En ese momento apareció el padre de shinra con un montón de regalos.
- hola, celty-kun, shinra, os he traído unos regalos de mi ultimo viaje.
Tras unos minutos de silencio, celty y shinra se miraron y ambos dijeron: no los queremos a la vez.
- venga yo que he tenido el detalle de traerlos para vosotros.
- Papá, todo lo que venga de ti no es de fiar.
- aaaaaa, tu no pensaras a sin no? Celty-kun.
Ante el silencio de celty. El doctor bajo la cabeza.
- yo que me había molestado tanto he conseguiros estos regalos.
Entonces se le ocurrió una idea.
- celty- kun mira - dijo sacando unos dulces - estos dulces son de fresa. Y a cierta persona que te ha molestado odia las fresas.
En ese momento a shinra se le puso toda la cara blanca.
Celty no sabia a quien se refería en verdad, ya que tras meditarlo un poco cogió su ordenador portátil y escribio: muchas gracias.
En el momento que salio por la puerta, padre e hijo se miraron por un momento, y nadie dijo nada hasta que escucharon a celty bajar con su moto y los dulces.
- No has sido tu el que la ha enfadado- pregunto el medico a su hijo.
- No, ha sido Izaya
En ese momento el medico saco su móvil he intento marcar a celty, pero no había caido en que el no tenia su número.
- sera mejor que me vaya de aquí antes de mañana- dijo el doctor dejando los regalos y dirigiéndose a la entrada
- que eran esos dulces padre, y porque querías que me los diera a mi.
Hubo otro silencio incomodo, hasta que el doctor cuarentón, aparento que pensaba en algo importante para acto seguido salir por la puerta corriendo, con un adiós.
Shinra pensó en detener a celty, pero después de pensarlo un poco, pensó que no seria nada malo, y que de todas formas Izaya se lo merecía por molestarla tanto el día anterior.
En la casa de Izaya.
Celty estaba sentada en el sofá de la casa de Izaya, con una taza por delante. No se decidía a darle o no los dulces, no fuera a pasar que fuera en realidad alérgico a esta. Pero todas sus dudas desaparecieron tras hablar con el durante un rato, en el cual Izaya no paraba de recordarle lo que le hizo ayer.
Entonces harta, cogió su móvil y empezó a escribir.
- Ayer, lo que pasaba era que iba a venir un conocido nuestro a nuestra casa, y gracias a ti no lo pude ver. No se si te gustaran las fresas pero a shinra no y he decidido venir y dártelos a ti.
Celty en ese momento creía que Izaya la iba a pillar, pero creyendo que mentía había dicho la verdad, shinra no podía ver las fresas ni en pintura. Pero aun a sin Izaya dudaba un poco.
- puedo entender que a shinra no le gusten las fresas, pero ¿por qué yo?
Celty no supo que decir en ese momento, él tenia razón, de todas las personas que conocía le iba a dar a él un regalo, eso no se lo tragaba nadie, entonces pensó en una estrategia.
- pensé que si te los daba la próxima vez te lo pensaras dos veces antes de fastidiarme un dia - termino de escribirlo en su móvil y empezó a preocuparse.
Después de unos minutos Izaya se echo a reír con esa risa suya tan característica y cogió los dulces.
- bueno, los aceptaré porque me encantan las fresas, pero con respecto a eso de no molestarte, intentare hacerlo lo menos posible, aun que no prometo nada.
Al final celty salio de casa de Izaya mas cabreada que antes, ella creía que el odiaba las fresas, y planeaba molestarle un poco, pero a fin de cuentas era Izaya muy poca gente lograba sacarlo de sus casillas.
Mientras se iba Izaya la vio irse por la ventana, y cuando la perdió de vista abrió la caja de los dulces y dentro había una nota en la que ponía: no comer mas de uno.
Izaya lo ignoro y de los diez que había en la caja se comió cinco, realmente le encantaban las fresas.
Tras comerse los dulces termino su trabajo y decidió irse a la cama.
Pero en otro lugar estallo una guerra ya que celty había sido "engañada" y no había conseguido darle su merecido a Izaya, y bueno shinra tuvo que estar hay toda la noche consolando a su celty, y tratando de impedir que saliera a esas horas en busca de su padre para matarlo, mejor que lo hiciera otro día
Continuara..
Es mi primera historia, espero que OS guste
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