Las olas golpeaban la madera negra de un gran barco, el cual tenia una gran bandera con el signo de un ave Fénix, el sol se estaba escondiendo entre las montañas que estaban al horizonte lo cual indicaba que la noche se acercaba.
En el barco un chico de cabello largo negro con ojos azules veía por la borda como se acercaban al siguiente reino en su lista: el reino Andromeda. Se escuchaba que ahí habían muchas riquezas pero lo mejor de ahí era un gran diamante que fue encontrado en unas antiguas minas. Sin duda era uno de los mejores lugares

— June!— llamó el azabache y una chica de cabello largo rubio de ojos azules, muy linda apareció — dile al capitán que nos acercamos a nuestro destino — la rubia asintió con la cabeza y fue hacia el camarote de su capitán. Toco la puerta tres veces y un "pase" se escucho adentro. Ella abrió la puerta y entro

— capitán, nos acercamos al reino Andromeda, estamos a pocos metros — informa

El capitán salio de su camarote y camino hacia una parte del barco en donde todos pusieron su atención en el al verlo

— Shaina! Dirigenos a la borda!— grito a una chica de pelo y ojos verdes que estaba a cargo del volante, ella asintió e hizo lo que su capitán ordeno — hoy no es una ocasión diferente a las demás, robaremos sin ser vistos como siempre lo hemos hecho, y si alguien los ve no tendrán otra opción que matarlos... Todos entendieron!! — los gritos de los tripulantes retumbaron por el barco "Ave Fénix" apoyando a su capitán.

Llegaron al reino en donde dejaron escondido el barco y bajaron sigilosamente de este en unos pequeños botes hasta llegar a la orilla

— Shiryu, Marin y Esmeralda, ustedes irán al norte — los mencionados afirmaron con la cabeza y se fueron — Hyoga, June y Shaina vallan al sur — los tres se van a donde les ordenaron — Pandora, Miho y Jabu ustedes ,vallan al este y Flare, Eri y Bahko al oeste!— todos acataron sus indicaciones y se van

— capitán, usted a donde irá? — pregunta un chico pelirrojo de ojos azules de nombre Bahko

— les are una visita a los reyes — sonríe con malicia

Ikki va silenciosamente al castillo, no habían guardias en la entrada, lo cual facilito su tarea. Logró saltar la barda fácilmente y escalo hasta llegar a una ventana. La abrió y entro en esta

Se dio cuenta que era la habitación del rey y la reina, en las paredes había un tapiz carmín, los muebles eran lujosos de madera café oscura talladas detalladamente. En el centro había una enorme cama en donde descansaban tranquilamente una mujer de pelo azul y un hombre de cabello verde. A lado de la cama, en un buró descansaban las coronas sobre almohadones color escarlata de terciopelo. Las coronas eran completamente de oro y en ellas habían diamantes, rubís, esmeraldas, jades y perlas. Ikki logró tomarlas y las metió en un saco que siempre llevaba consigo en su armadura.

Salio de la habitación y recorrió los largos pasillos hasta que entro al azar en otra. Lo primero que vio fue a un chico durmiendo en la cama, su pelo verde alborotado, sus largas pestañas, sus labios rosados y delgados le daban un aspecto algo femenino, y su piel blanca como la nieve recién caída, además de que tenia un ligero sonroso en sus mejillas lo cual le daba un aspecto... Tierno? Quizás perfecto era la palabra correcta.

Tomo unas cuantas joyas que encontró a la vista y las guardo en el saco, le hecho una última mirada al príncipe de Andromeda y después salió por la ventana, todo había salido a la perfección