Capítulo 7: "Nuestro amor sigue creciendo"
Un gigantesco hombre hablaba con un par de pelinegros mientras cenaba con ellos.
¿Mañana?, decían los pelinegros.
Si mañana, como te lo dije Milk, compre ese terreno con la finalidad de poner un viñedo allá, el terreno cuenta con una casona antigua a la cual ya la están remodelando, de igual manera mañana será la inauguración del viñedo, asistirán mis clientes, sus hijos y por supuestos ustedes también, ¿o mañana tienes entrenamiento o trabajas Gokú?, dijo el señor Ox.
No padrino, mañana casualmente es mi libre, respondió Gokú.
Qué bueno porque quiero que los dos como mi familia esten conmigo, dijo el señor Ox con firmeza.
¿Padrino el viñedo es en Paoz?, pregunto Gokú.
Si hijo, ¿Por qué?, dijo el señor Ox.
Porque me gustaría llevar a Milk a la montaña, allá hay una laguna muy linda que me gustaría que ella conociera,......, decía Gokú siendo interrumpido por el señor Ox.
No es mala idea ir a esa laguna con los clientes y sus familias, luego me indicas como llegar allá hijo, respondió el gigantesco hombre.
Si padrino, dijo Gokú mirando a la pelinegra que solo levanto los hombros con resignación.
Al día siguiente:
El auto que transportaba al gigantesco hombre y a los pelinegros se detenía frente a una vieja casona en donde un grupo de hombres se encontraban trabajando.
Aun no terminan con la remodelación de la casa pero el viñedo ya esta listo y ello es lo que hoy se inaugurará, decía el señor Ox.
Claro, dijeron los pelinegros antes de bajar del auto.
Los llevare a dar un recorrido por la casona antes de que empiece la ceremonia de inauguración, dijo el gigantesco hombre mientras los pelinegros asentían.
El señor Ox llevo a los pelinegros a recorrer cada uno de los ambientes del lugar en el camino uno de los trabajadores hizo que ellos detuvieran su andar pues quería informarle algo a su jefe.
Señor Ox, ya todas las cajas fueron sacadas del almacén, dijo el hombre.
Bien, continúen con la remodelación, respondió el señor Ox antes de continuar su camino junto al par de jovencitos.
1 hora después:
En un amplio patio un par de pelinegros miraban a un gigantesco hombre dirigirse a sus invitados.
Mi padrino es muy bueno para los negocios, sabe dónde debe invertir y donde no, decía Gokú.
Sí, eso es cierto, respondido Milk.
¿Muñequita crees que demore mucho la ceremonia de inauguración?, pregunto Gokú.
Creo que aún falta para que termine, ¿Por qué?, dijo Milk.
Porque quisiera aprovechar esos minutos para poderte darte un beso, ya vez que desde que amaneció no hemos podido darnos un solo beso, pues tu padre estuvo desde muy temprano con nosotros y lo más probable es que una vez que acabe la ceremonia, el tal Diecisiete se acerque a ti......, decía Gokú con molestia.
Diecisiete no me importa, solo me importas tú, además Marón y tus demás fans están también aquí, respondió la pelinegra con molestia.
Mejor no discutamos por ello y aprovechemos estos minutos para estar juntos, para darnos aunque sea un besito, respondió Gokú con dulzura mirando a la pelinegra.
¿Aquí?, dijo Milk preocupada.
No mi niña, aquí no, vamos a otro lugar, respondió Gokú estirando su mano para que la pelinegra lo tomase.
Vamos, dijo Milk tomando la mano del joven de cabello alborotado sin que nadie se percate de ello para fortuna de ambos.
Minutos después:
Un par de jovencitos pelinegros caminaban presurosos tomados de la mano por los pasillos de una vieja casona.
Creo que aquí, nadie nos vera, dijo un apuesto jovencito de cabello alborotado al tiempo que abría una de las habitaciones que habían en el pasillo y entraba a ella con su bella acompañante.
Este es el almacén Gokú, decía con dulzura y a la vez preocupación una bella jovencita pelinegra.
Lo se amor, lo sé, pero no creo que aquí alguien pueda venir en este momento, ya sacaron todo lo necesario de aquí y yo muero por darte un beso, respondió el apuesto jovencito de cabello alborotado mientras se acercaba a la jovencita pelinegra para tomar con sus manos el rostro de ella y posar con delicadeza sus labios sobre los de la jovencita.
¡Te amo¡ ¡te amo mi niña¡ decía Gokú mientras besaba con dulzura a la pelinegra al tiempo que soltaba de su agarre el rostro de ella para sujetaba de su cintura y apegarla más a él.
Yo, ¡también te amo¡ decía la pelinegra mientras correspondía el beso con la misma dulzura mientras rodeaba con sus delicados brazos el cuello del joven de cabello alborotado.
Prométeme que nunca permitirás que nadie te bese, que nadie te toque, tú solo eres mía, mía, si bien por ahora no podemos vivir libremente nuestro amor, en cuanto yo gane ese título tendré mucho dinero y tu padre me aceptara, estoy seguro que me aceptara, ya no habrá impedimento para nuestro amor, ya no tendremos que seguir escondiéndonos, nos casaremos, seremos muy, muy felices, ya lo veras mi niña bella yo te daré todo lo que mereces mi niña, todo, decía Gokú mientras besaba con dulzura a la jovencita.
Mientras tanto:
Un gigantesco hombre buscaba con la mirada a su hija y a su ahijado cuando una peli azul se acercó a él.
Padrinito bello, ¿no has visto a Gokusito?, pregunto la peli azul.
Aquí los deje a los dos antes de empezar la ceremonia, ¿Dónde pudieron ir?, dijo el señor Ox.
¿Gokú y Milk, estaban juntos?, pregunto Marón ocultando su molestia.
Si, dijo el señor Ox.
Tal vez estén viendo la casa, iré a buscarlos, dijo Marón mientras el gigantesco hombre asentía al tiempo que un par de gemelos se acercaban a él.
Señor Ox, ¿y Milk?, pregunto uno de ellos.
Marón fue por ella, respondió el señor Ox.
Almacén:
Un par de pelinegros se separaban lentamente luego de haber estado por varios minutos besándose.
Creo que es momento de volver, dijo Milk.
Si, lo se muñequita bella, no imaginas como cuento los días y semanas para que el torneo inicie y así poder demostrar mi talento a todos, yo estoy seguro que gracias a las artes marciales podre adquirir el dinero que necesito para comprar una casita para los dos,......., decía Gokú al tiempo que escucho unos pasos en el pasillo.
Parece que alguien viene, dijo Milk nerviosa.
No te preocupes mi niña, no pasara nada, ven, respondió Gokú tomando su mano para llevarla tras de un viejo armario al tiempo que la puerta del lugar se abrió.
Tampoco están aquí, entonces, ¿Dónde están?, dijo Marón antes de cerrar la puerta.
Vez, todo paso, ahora yo salgo primero para entretener a Marón, luego sales tú y si alguien te pregunta algo solo responde que fuiste a los servicios higiénicos, dijo Gokú dándole un beso en la frente a la pelinegra para tranquilizarla.
Está bien, respondió Milk antes de salir.
La pelinegra salió del almacén y camino con seguridad hacia el lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta en celebración a la inauguración del viñedo.
Milk hermosa, te estaba buscando, dijo el joven de cabello negro lacio.
¡Diecisiete¡ respondió Milk con una sonrisa fingida ocultando su molestia.
Mi hermanito estaba muy preocupado por ti al no encontrarte en la ceremonia, decía una rubia.
No hay motivo para preocupaciones, ya estoy aquí, respondió la pelinegra lo más calmada que pudo.
Milk, hija, ¿Dónde estuviste?, pregunto el señor Ox al llegar junto a la pelinegra.
Fui a los servicios higiénicos a los pocos minutos que acabaste tu discurso padre, por cierto el discurso estuvo muy bueno, dijo Milk.
¡Gracias hija¡ ¡gracias¡ ¿y Gokú?, pregunto el señor Ox.
No lo sé papá, él se quedó aquí, dijo Milk sonriendo.
¿Dónde puede andar ese muchacho?, necesito que me diga como llegar a esa laguna, decía el gigantesco hombre.
¿A poco iremos a ella padre?, pregunto Milk.
Si hija, iremos con mis socios y su familia, respondió el señor Ox.
Mientras tanto:
Un joven de cabello alborotado platicaba con una peli azul en un pasadizo.
Pensé que no habías venido, decía la peli azul tomando del brazo al joven de cabello alborotado.
No podía dejar de estar con mi padrino apoyándolo en su nuevo logro, dijo Gokú mientras caminaba con la peli azul hacia el lugar donde estaban los demás.
Una vez que llegaron junto a ellos el gigantesco hombre le pidió al joven de cabello alborotado que le indique la ruta que deberían seguir para ir al lago que el alguna vez le comento.
Horas después:
Un gigantesco hombre junto a sus familiares e invitados se encontraban en un bello lago.
¡Es hermoso¡ dijo Milk.
No más que tú, respondió Gokú en voz baja haciendo a la pelinegra sonreír.
Pues hay que disfrutar de este maravilloso lugar las horas que restan del día dijo el señor Ox mientras sus invitados asentían.
¿Y esa montaña se puede escalar?, dijo Diecisiete.
Claro, respondió Gokú.
Entonces subamos a ella, dijo Diecisiete.
Si es buena idea hermanito, respondió la rubia.
¿La subimos Gokú hermoso?, dijo Marón mirando al joven de cabello alborotado.
¿Te gustaría subirla Milk?, pregunto Gokú generando molestia en la peli azul pues no respondió a su pregunta.
Si, dijo la pelinegra.
Entonces vamos, dijo Gokú.
Vamos Gokusito, respondió Marón tomando del brazo al joven de cabello alborotado bajo la mirada de molestia de la peli negra.
1 hora después:
Un grupo de jóvenes escalaban una montaña.
Ya no puedo más, me duelen mis piernitas, decía Marón.
Si a mí también, se quejaba la rubia.
Oye debiste decirnos que esta montaña es difícil de subir, dijo Diecisiete con molestia.
Yo no lo veo difícil, e escalado muchas veces esta montaña, si ya se cansaron mejor no continúen porque podrían hacerse daño, respondió Gokú.
Yo no estoy cansada, yo quiero continuar, quiero llegar hasta lo más alto de la montaña, dijo Milk sonriendo.
Pero hermosa, puedes hacerte daño, dijo Diecisiete.
No me pasara nada, si ya te cansaste quédate aquí cuidando de tu hermana y de Marón mientras Gokú y yo continuamos subiendo, dijo Milk con calma.
No, espérenme yo también continuo, quiero ver las cuevas que Gokú dice que hay arriba, respondió Marón intentando ponerse de pie.
Estas muy cansada Marón, no creo que puedas continuar, dijo Gokú con calma.
No, no estoy cansada, respondió Marón intentando dar un paso más pero no pudo hacerlo.
Te traeremos fotos Marón, mejor descansa, dijo Milk sonriendo.
Estúpida, dijo Marón con rabia mientras veía continuar subiendo la montaña a Gokú y Milk. Luego de ello giro su rostro hacia el joven de cabello negro lacio y le dijo: Tú deberías ir con ellos en vez de quedarte aquí.
No vine preparado para subir una montaña y ello me da rabia, parece que ellos ya hubieran pensado escalarla pues trajeron ropa de cambio adecuada para escalar, respondió Diecisiete con rabia.
Si tienes razón, lo tuvieron preparado, dijo Marón con molestia.
30 minutos después:
Un par pelinegros subían a la cima de la montaña.
Ya estamos aquí, dijo Gokú ayudando a subir a la pelinegra.
Lo logramos, respondió Milk.
Si, mira muñequita bella estas son las cuevas, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra para llevarla a una de ellas, una vez que estuvieron dentro el joven de cabello alborotado toco un pedazo de roca y con ayuda de ella escribió algo en la cueva.
¿Qué haces?, dijo Milk sonriendo.
Pongo nuestros nombres como prueba de que llegamos aquí, dijo Gokú mientras la pelinegra miraba lo que su amado había escrito.
Gokú y Milk estuvieron aquí, fueron los únicos del grupo de expedicionistas que llegaron hasta aquí como prueba de que nunca se dejaran el uno al otro.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro