Un par de jovencitos eran sacados de un auto con sumo cuidado.

Con mucho cuidado, con mucho cuidado, son poli traumatizados, decía un hombre de mandil blanco a unos jóvenes de uniforme azul.

Sus funciones vitales están normales, decía una mujer de bata blanca y lentes.

Si, la chica no sufrió lesiones de gravedad de igual manera hay que tenerla en observación, el que llevo la peor parte por el impacto fue el joven, dijo un hombre de cabello marrón mientras subían a los jóvenes a la ambulancia.

Si el auto impacto para el lado donde él iba sentado, dijo el hombre de bata blanca.

Milk y Diecisiete fueron trasladados al hospital principal de la zona, la pelinegra fue llevada a sala de observación mientras el joven de cabello negro lacio fue llevado a sala de operaciones para detener la hemorragia que estaba presentando.

Horas después:

En una habitación una mujer de uniforme turquesa revisaba la hidratación de la pelinegra mientras platicaba con su colega.

No se apersonan los familiares de los jóvenes, dijo la mujer que estaba revisando la vía de la pelinegra.

No, parece que ambos no son de este pueblo, dijo la otra mujer al tiempo que una aturdida pelinegra abría lentamente los ojos.

¿Dónde estoy?, ¿qué paso?, decía la pelinegra.

Cálmate linda, estamos en el hospital, respondió la enfermera.

En el hospital, dijo Milk intrigada.

Si hija, ¿no recuerdas lo que paso en la madrugada?, pregunto la enfermera preocupada al tiempo que a la mente pelinegra venían diversas imágenes.

En unas ella aparecía forcejeando con un joven de cabello rosa en un local al tiempo que un joven de cabello negro lacio trataba de defenderla, luego se veía en la calle con el mismo joven de cabello rosa que con navaja en mano la intimidaba a los pocos minutos este se encontraba bañado en sangre en el piso al tiempo que ella lo miraba impactada a los pocos minutos ella se veía corriendo hacia un auto junto a un joven de cabello negro lacio al tiempo que el joven de cabello rosa los seguía, de allí la imagen cambio a ella manejando un auto al poco tiempo ella sintió que el mismo fue impactado con tal violencia que la hizo soltar el volante.

Si, si recuerdo, ese infeliz de Majim boo nos venía siguiendo, el venia tras de nosotros en su auto, el empujo el auto, el provoco el accidente, decía Milk con voz temblorosa.

Cálmate hija, que bueno que recuerdes todo porque tu declaración es valiosa para poder hacer pagar al culpable del accidente que sufrieron tu novio y tú, dijo la enfermera.

¿Mi novio y yo?, dijo Milk confundida.

Si, ese chico en verdad te ama, por el no sufriste lesiones, él te protegió de ellas, cuando te sacaron del auto él te estaba abrazando, dijo la otra enfermera al tiempo que unos recuerdos vinieron a la mente de la pelinegra.

-.Recuerdo.-

Una aturdida pelinegra conducía un auto al tiempo que un joven de cabello negro lacio le decía: Nos viene siguiendo el desgraciado.

No, no puedes ser, dijo Milk al ver por el espejo al auto que era conducido por el joven de cabello rosa acercarse al de ellos.

Me la pagaran, escucho la pelinegra al notar que el auto de Majim boo ya estaba junto al auto que ella manejaba al tiempo que este le dio un fuerte impacto al auto haciendo que la pelinegra soltara el volante.

Milk, dijo Diecisiete a pesar de su dolor abrazándola a él para evitar que ella se golpeara al tiempo que el auto empezaba a dar vueltas de campana.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

¿Cómo está?, ¿Cómo esta Diecisiete?, pregunto la pelinegra sin aclarar que él no era su novio.

Su estado es delicado, tiene múltiples golpes en el cuerpo, dijo la enfermera.

Hija, ¿podrías decirnos como ubicar a sus padres?, necesitamos saber quién correrá con los gastos de hospitalización, decía la otra enfermera.

No se preocupen, yo los cubriré, ubicar a nuestros padres es muy difícil, el pueblo donde ellos viven no tiene buena señal. Yo me encargaré de todo, papá me ha depositado una suma considerable de dinero para mis gastos del mes y creo que con ello es suficiente para cubrir los gastos, respondió Milk.

Bueno, siendo así está bien, de igual manera la presencia de algún familiar de tu novio es necesaria, el tal vez necesite otras operaciones, dijo la enfermera.

¿Lo operaron?, pregunto Milk sorprendida.

Si, de las costillas, pero también recibió golpes en la cabeza, ¿no se sabe que daños internos pueda tener?, decía la enfermera mientras la pelinegra entristecía.

Y todo por mi culpa, no debí ir a esa fiesta, no debí, pensaba Milk.

Fri pan:

Gokú se encontraba dándole de golpes a un saco de arena al tiempo que sentía una ligera opresión en el pecho.

No comprendo que me pasa, tengo una sensación de angustia desde ayer por la noche, tal vez solo sea la tensión como dice Krilín, si tal vez sea mejor no sobre esforzarme tanto, pensaba Gokú mientras dejaba caer su cuerpo al piso para descansar un poco.
Luego de algunos minutos de descanso, el joven de cabello alborotado se puso de pie, se acercó al lugar donde había dejado su maletín de entrenamiento, saco de este su toalla y accesorios de baño y se dirigió a las duchas del gimnasio.

Horas después: "Capital Central"

Una sexy peli azul que llevaba algunas bolsas en la mano abordaba un tren con destino a Fri pan.

Le llevo algunos regalitos a mi padrinito y a Gokusito bello, creo que lo mejor es no mencionar a Milk para nada, ni con mi padrino ni con el bombón, ahora todo es paz en la casa como para volver a causar revolución con su nombre, pensaba la peliazul mientras tomaba asiento.

Mientras tanto:

Una pelinegra escuchaba lo que un grupo de médicos decían mientras veían una serie de exámenes que le habían practicado.

No presenta daño interno, sus exámenes salieron bien, no hay alteración de la memoria,......, decía uno de los médicos.

Solo refiere un poco de dolor, pero creo que no es necesario que permanezca internada, decía otro.

Si ello es cierto, dijo otro de los médicos que miraba una placa.

Mañana le damos de alta, dijo otro.

Si, dijeron los demás médicos.

Bueno, te quedas informándole a la señorita lo acordado mientras nosotros vamos a evaluar al otro joven, dijo el jefe de los médicos.

Si, dijo el otro médico.

Una vez que el grupo de médicos salieron el medico que se había quedado en la habitación de la pelinegra se acercó a ella.

Mañana te daremos de alta, no presentas daños internos hija, por ello no es necesario que te quedes un día mas aquí, te daremos unos analgésicos para que los tomes si sientes dolor, decía el médico.

¡Gracias¡ respondió Milk.

Vino la policía, ¿verdad?, pregunto el médico.

Si, respondió la pelinegra.

Ya rendiste tu declaración entonces, pregunto el médico.

Si, dijo Milk.

Qué bueno hija, respondió el médico.

¿Cómo salió Diecisiete en los estudios que le realizaron?, dijo Milk con preocupación.

No lo sé hija, no los he visto, respondió el médico.

Habitación de Diecisiete:

Un grupo de médicos hablaban frente a un aparentemente inconsciente joven.

¿Cómo salió en los estudios?, dijo el jefe de los médicos.

Por suerte no hay daño en columna, solo se fracturo las costillas, por eso fue intervenido en cuanto llego aquí, tiene múltiples golpes en el cuerpo, pero a pesar de ello no hay daño interno de gravedad, ya está estabilizado, de igual manera creo que debería seguir en observación, decía uno de los médicos.

Eso sí, pues aun no reacciona, no podemos saber si hubo daño cerebral o no, dijo otro de los médicos.

¿Daño cerebral?, pensaba Diecisiete mientras escuchaba todo lo que los médicos decían.

Si eso es cierto, mientras no despierte no podremos saber ello, dijo otro de los médicos.

¿Creen que se haya lesionado la vista?, tiene aún los ojos edematizados por el golpe, dijo otro de los médicos.

Es una probabilidad, pero esperemos que no sea así, dijo otro de los médicos con preocupación.

Daño de la vista, pensó Diecisiete.

Si esperemos que no, es terrible no poder ver y estar dependiendo de otros, escucho Diecisiete mientras una idea se le pasaba por la cabeza.

Claro, eso es lo que necesito para que Milk sea mi novia, necesito ser dependiente de ella, tal vez no sea mala la idea de quedarme ciego si con ello ato a ella a mí, pensaba Diecisiete.

Al día siguiente:

La pelinegra fue dada de alta, ella cancelo sus gastos de hospitalización con una tarjeta que su padre le dio cuando la instalo en el departamento de la capital.

Una vez que ella cancelo sus gastos fue a la habitación del joven de cabello negro lacio.

La pelinegra entro a la habitación a paso lento al tiempo que miraba con nostalgia el rostro lleno de moretones e hinchado de su amigo.

Aun no despierta, dijo la enfermera que estaba colocando unos medicamentos a Diecisiete.

Pero, ¿Cómo dicen los médicos que esta?, pregunto Milk.

Al menos daño interno no hay, hoy por la mañana le tomaron unos exámenes del cerebro. Los médicos están preocupados porque no despierta, lleva casi 36 horas dormido. Bueno, los dejo, dijo la mujer antes de salir del lugar de la habitación.

La pelinegra camino lentamente hacia la cama de Diecisiete y al llegar junto a él tomo su mano y empezó a hablar: Ante todo gracias por protegerme, gracias a ti yo no presento lesiones, gracias a ti yo estoy bien, siempre te estaré agradecida por ello.

Agradecida, no, yo quiero tu amor, pensaba Diecisiete mientras escuchaba a la pelinegra seguir hablando.

Si no despiertas tal vez será necesario que vaya a Fri pan por tus padres, ellos tienen que estar aquí ya que solo ellos son los que podrían autorizar una nueva operación para ti, decía Milk con voz entrecortada.

A Fri pan, no, tu no volverás a Fri pan, nunca más, yo siempre he tenido mis sospechas de que a ti te gusta el ahijadito de tu padre y que el chiquillo iluso ese también se siente atraído por ti, por lo tanto, no volverás al pueblo nunca más. Sin duda las cosas no pudieron ser mejores, el infeliz de Majim boo después de todo me ayudo sin querer, de seguro él ya debe estar bien preso por intento de homicidio pues supongo que Milk lo denuncio ahora solo me queda hacer que mi hermosa Milk se sienta tan culpable de lo que me ha sucedido que termine aceptando ser mi novia, pensaba Diecisiete.

Sabes denuncie a Majim boo, espero y lo metan preso pues no solo lo denuncie por intento de homicidio sino también por acoso,......, decía Milk.

Bien hermosa, bien, pensaba Diecisiete al tiempo que la puerta de la habitación se abrió.

Disculpa linda pero tienes que salir, vamos a evaluarlo, dijo un médico.

Si, respondió la pelinegra.

1 hora después:

Un par de médicos salían de la habitación de Diecisiete, la pelinegra al verlos se acercó rápidamente a ellos.

¡Disculpen¡ ¿Cómo está?, dijo Milk preocupada.

Acaba de despertar, respondió uno de los médicos.

¡Despertó¡ dijo Milk con una dulce sonrisa.

Si, despertó hija, pero hay algo que nos tiene preocupados, esperemos que conforme baje el edema de sus ojos esto pase, decía el médico.

No comprendo, dijo Milk.

Según los estudios que le hicimos no hay daño en ninguna zona del cerebro, sin embargo, el refiere no poder ver nada, queremos creer que es por el trauma que ha sufrido los ojos por ellos seguiremos evaluándolo, dijo el médico.

Si por favor hagan lo que este en sus manos para que el vuelva hacer el mismo chico saludable de antes, por el dinero no se preocupen, yo me encargo de los gastos, respondió Milk.

Luego de hablar con los médicos la pelinegra entro nuevamente a la habitación donde se encontraba Diecisiete.

Me dijeron que despertaste, dijo Milk.

Hermosa, ¿Dónde estás?, acércate, decía Diecisiete mientras con dificultad levantaba uno de sus brazos como si estuviera buscando a alguien con esa acción.

Aquí estoy, dijo Milk al llegar junto a él, mientras tomaba su mano.

Milk, hermosa, ¿Por qué no puedo verte?, decía Diecisiete.

Los médicos dices que tal vez el edema de tus ojos no te permiten ver bien, pero que esto ira cediendo con los días entonces podrás ver con normalidad, pues no hay daño interno, respondió Milk.

Ojala y así sea hermosa, porque no quiero prohibirle a mis ojos mirar tu belleza, aunque a pesar de ello estoy feliz, ¿y sabes por qué?, dijo Diecisiete.

¿Por qué?, pregunto Milk.

Porque te protegí, porque tú estas bien, porque no te pasó nada, sabes, yo daría mi vida por ti, prefiero mil veces ser yo él que este así a que hubieras sido tú, decía Diecisiete haciendo que la pelinegra sintiera una tremenda opresión en su pecho.

¡Gracias por protegerme¡ te estaré eternamente agradecida por ello, dijo Milk.

Milk, yo no quiero tu agradecimiento quiero tu amor, respondió Diecisiete mientras tomaba con dificultad la mano de la pelinegra.

Diecisiete, no es momento para hablar de esas cosas, dijo Milk.

Está bien, ¡disculpa¡ es que a veces se me olvida que solo me vez como amigo, decía con voz entristecida y a la vez adolorida Diecisiete.

¿Quieres que llame a una enfermera para que te ponga un analgésico?, dijo Milk preocupada.

Si hermosa, ¡por favor¡ no soporto el dolor es insoportable, insoportable, parece que mi cuerpo estuviera completamente destruido, respondió Diecisiete bajo la mirada de nostalgia y preocupación de la pelinegra.