🏁 7. Amiga o enemiga 🏁
Desde luego, Lía y Kira tenían al menos un millón de cosas que hablar, pero la que tenía mayor prioridad en ese momento, era lo que sí tenía que ver con Alicia.
En la noche saldría su vuelo al siguiente destino, por lo que tenían que aprovechar al máximo la mañana para conocer todo de lo que podría tratarse el material que Alicia grabaría, y establecer una estrategia donde pudiera promocionar de manera natural tanto a Thunderbolt Racing, como a la marca con la que trabajarían en aquel momento.
Estaban en el Parque de La Ciudadela aprovechando la sombra de un árbol en una de las bancas, mientras probaban sus helados para matar el tiempo y el calor.
—¿Y Alfonso estuvo de acuerdo con todo esto? —preguntó Kira mientras cubría su boca con su mano al haber masticado un pedazo del cono.
El rostro de Lía se ensombreció, como si la sola mención de su padre le amargara el día.
—Fue por eso que no pude estar ayer contigo tras terminar la carrera. Solo porque estaba con Alicia no buscó tantas excusas para negarlo, pero no dejaba de insistir en que Seung-Hee merecía más esa oportunidad, y tuvimos que explicar que queríamos que fuera enfocado en ti pero sin que sonara muy a «empoderamiento femenino» y todo lo que le espanta...
Kira puso los ojos en blanco, imaginándoselo. En verdad que trabajar con Alfonso Montecruz ponía a prueba su paciencia, y era muy irónico porque el hombre era todo lo opuesto a los valores que Thunderbolt quería demostrar a todas luces.
—Pero esa es justamente la idea —continuó Lía más seria—. Mostrar lo que haces e inspirar a muchas más chicas a llegar tan alto como sueñen.
Kira sonrió, aceptando la idea, y vio cómo su compañera apresurarse a lamer su helado antes de que terminara de derretirse en su mano. Fantaseó un poco con esa imagen, manteniéndola en su mente, y más al ver cómo sus labios se habían manchado de helado de cerezas.
Se apresuró a limpiarlos pasando su pulgar por encima, para lamerlo mientras la miraba con inocencia fingida.
Lía solo la miró muy sorprendida, y parecían ser sus mejillas las que hablaban por ella al enrojecerse más.
Por supuesto que había algo entre ellas, pero no sabían bien qué. Y no era el momento para resolverlo, justo cuando tendrían cámaras encima por toda la semana.
—¿Viste a Seung-Hee tirarle champaña en la cara a Moretti en el podio? —Fue todo lo que se le ocurrió para escapar de la tensión que se creaba.
—¿Qué cosa? —rio la piloto antes de recibir el teléfono de Lía para ver el video de aquel momento.
Entre sonrisas por la victoria, Seung-Hee aprovechó el momento para sacudir casi toda la botella en la cara del piloto de Strazieri mientras este apenas reaccionó y luego procedió a tirar el resto de manera más amistosa a Andrés Herrera, quién también se desquitó con su propio compañero.
Kira no tardó en soltar una carcajada, lamentando haberse perdido ese momento. Desde afuera la situación podía verse tan amistosa, pero era claro que su compañero aprovechó la oportunidad para restregarle en la cara a Moretti su victoria.
Vio el podio con ansias, con cierta añoranza. Ya probó el éxito una vez, y no era suficiente. Necesitaba llegar más lejos, estar allí más veces, y podía lograrlo.
Tal vez, necesitaba un poco más de inspiración para conseguirlo...
—Se me acaba de ocurrir... ¿Vos pensás que podamos usar a Caucho para el video?
Lía abrió sus ojos, como si compartiera la visión que ella tenía en ese momento.
—Buena idea, déjamelo a mí —respondió en tanto sacaba su teléfono.
De pronto apareció una chica que se quitó sus grandes gafas oscuras para que pudieran reconocerla, o al menos Lía, quien enseguida fue a ella. Debía ser la famosa Alicia.
En lo que caminaba junto a su representante, Kira no pudo evitar escanearla con la mirada, tratando de identificar en ella algún tipo de amenaza.
«¿Amiga o enemiga?», pensó.
Usaba sandalias de plataforma y pantalones oscuros grandes mientras que su top blanco acentuaba su cintura. Su cabello era oscuro y alisado y su piel un poco bronceada. En resumen, era guapa, pero no era del todo su tipo y esperaba que tampoco fuera el de Lía.
—Soy Alicia Medina, es un gran gusto —sonrió la chica al darle la mano, la cual Kira apretó con duda—. Así de calladita como la ves, Analía me habla un montón de ti...
Tenía al menos tres cosas que procesar en ese instante. La primera fue que creía que Alicia sería española, pero según su acento, parecía venir del mismo lado del continente que ella y Lía. La segunda cosa le hizo molestarse un poco, pero lo disimuló solo para dar paso a la tercera y mirar a su representante todo-en-uno enrojecer de vergüenza.
—Bueno, es mi trabajo... —se excusó ella en voz bajita.
—¿Sos colombiana? —inquirió curiosa Kira, a lo que Alicia asintió con cierto orgullo.
—Todas aquí estamos muy lejos de casa, ¿verdad? Al principio éramos Analía y yo en la facultad tratando de entender un montón de palabras raras y al final me dejó solita aquí para irse a recorrer el mundo —rio al ver a Lía cada vez más avergonzada, solo faltaba que le contara de las novatadas y las pocas fiestas a las que asistió para quedarse en una esquina apartada con el celular—. Ayer te vi, ¡qué gran carrera!
Kira la miró tratando de detectar el menor atisbo de sarcasmo en el cumplido, pero parecía ser bastante honesta.
—Me fue terrible... —murmuró con la honestidad debida.
—Ah, ya veo que eres como Analía: primer lugar o nada. Pero eso es justo lo que quiero. Mira, vas a llevar una cámara para contar algunas cosas como si fuera tu propio diario, y en otras te haré preguntas a ti o a Analía, quien también será parte de esto. Te diré la verdad, todavía no entiendo mucho de esto de las carreras y los autos, pero sé que estás haciendo algo importante y es lo que me interesa captar. Además, creo que será divertido aprender con las dos, ¿te parece?
La piloto asintió mientras recibía una cámara muy pequeña conectada a un estabilizador que se deslizaba con suavidad ante cualquier movimiento que hacía. No tardó en ponerla contra su cara, acercando sus ojos al lente.
—Ve familiarizándote con ella hasta que empecemos a grabar en serio. Pueden hacer un par de tomas en el aeropuerto o el avión. Por favor, te sugiero que pruebes el maquillaje cuanto antes, ¿tienes alergias? —Kira negó con la cabeza—. Perfecto, espero que te guste. Me pasé estudiando tu estilo y te mandé los tonos que sueles usar y otros que pienso que te favorecen.
Al recibir la bolsa con los cosméticos y mirar uno a uno, no pudo evitar sentirse en deuda con Alicia, y ya le daban ganas de probarlos y compartirlos con Lía también.
—¿Los tengo que devolver después?
Alicia rio.
—Claro que no, es un regalo. Si todo sale bien, me encargo de que te manden más —indicó antes de ir con Lía—. ¿Crees que puedas ayudarla con tomas también?
—Siempre lo hago —aceptó ella.
—Tengo que dejarlas porque no he terminado de arreglar mi bolso, pero nos vemos en el aeropuerto. —Se despidió luego de ver el reloj de su muñeca.
—¿Segura que todo está bien con el viaje? —preguntó Lía.
—Son como vacaciones pagadas, yo estoy más que metida en esto —rio su ex compañera—. Es lo mismo para ti, ¿verdad?
—Ya vas a ver que no... —suspiró ella.
—Bueno, ¡chao chicas!
Kira agitó su mano en señal de despedida mientras sonreía y veía a la chica tomar un taxi.
Esperó a que desapareciera para mirar de manera directa a su mánager.
—¿A ella la dejás llamarte así?
Sabía que Kira no lo pasaría por alto...
—Es distinto... no me gusta cuando lo dice Alfonso u otras personas porque suena como un regaño, ella no lo dice con esa intención...
—Dejate de boludeces, no te gusta y punto —reclamó la piloto cruzando sus brazos.
Y tenía razón.
—¿Qué puedo hacer? Es mi nombre, no podía pedirle a cada profesor y compañero que solo me llamaran Lía, me aguanté y ya...
Kira rodó los ojos, pidiéndose la paciencia de la que muchas veces carecía. Incluso cuando comían en restaurantes y a Lía le llegaba la orden equivocada, era ella quien tenía que salir en su defensa.
—¿Qué voy a hacer con vos? —suspiró, pensando que de todas formas, era algo que se le hacía adorable.
Lía en cambio solo pensaba en lo irónico que podía ser graduarse en Comunicación con honores, y tener habilidades sociales tan nulas.
—Ah, por cierto, ¿no te molesta ir con Seung-Hee mientras yo comparto asiento con Alicia...? —preguntó mientras caminaban muy despacio y bajito, consciente de que sí se enojaría.
—¡Posta, Lía! —chilló la piloto—. Ni que pensara en tocarte en el avión...
Lía sintió un calor en las mejillas de solo imaginarlo, aunque estaba casi segura de que era una broma.
—No quiero que se sienta apartada durante el viaje...
«Apartada es como tiene que estar», pensó Kira, pero se esforzó en no decirlo.
—Como sea, van en los puestos de adelante, ¿verdad?
—Claro. ¿Vas a intentar escuchar lo que conversamos?
—Y sí...
Lía sonrió y volteó hacia ella. Muy despacio, la envolvió entre sus brazos, pero no terminaba de cerrar el abrazo, sino que mantenía sus manos sujetas a la chaqueta de Kira, y la miraba con curiosidad.
¿Qué somos?
¿Por qué justo ahora?
¿De verdad te gusto?
Pero no parecía ser el tipo de preguntas que pudiera hacer en ese momento.
Por el contrario, Kira acarició un poco su mejilla y se acercó hasta cerrar la distancia que le impedía probar sus labios y el helado de cerezas como era debido.
Se sentía en las nubes cuando Lía también presionaba su boca contra la suya y se acoplaba a su ritmo, pero trataba de no ir más allá aún. Se moría de ganas, pero sabía que no podría con ese tipo de tentación.
Al separarse tras unos segundos, Lía miró a sus lados con una especie de miedo, queriendo comprobar que seguían a solas y nadie las miraba.
Le pareció curioso aquel gesto, segura de que tenía aún muchas cosas que conocer de ella. ¿Hubo alguna otra chica antes, o era acaso la primera? ¿Qué pensaba realmente de lo que eran ambas?
Ciertamente, reaccionó muy normal la primera vez que le habló de haber salido con una chica, y solo insistió en que firmara el documento de confidencialidad, tal como hacía con todas sus citas para poder proteger su carrera.
«No pasa nada, pero no necesitas ese tipo de atención en ti ahora, y bueno, creo que te puedes dar una idea de cómo se pondrá la prensa y los fanáticos...», explicó aquella vez con tranquilidad, y ella solo pensó que su mánager era de mente muy abierta.
Ella en cambio siempre estuvo segura de que le gustaban las chicas, pero no fue hasta estar lo suficientemente lejos de su país que decidió ponerlo en práctica.
Aunque nunca lo negó ni lo confirmó con sus padres, quería evitar a toda costa «salir del clóset» como si fuera obligación anunciar a todo el mundo sus gustos. Seguro la apoyarían, ¿pero y si terminaba casándose con un chico y ponían en duda su identidad? Cuanto más lo pensaba se le hacía más agobiante.
🏁🏁🏁
Alicia podía justificar las tres maletas que llevaba con equipos de grabación y audio, del que por suerte se encargaba su empresa de pagar.
Al encontrarse con Lía y los pilotos estrella de Thunderbolt en la zona de equipajes, ahogó un gritito de emoción al reconocer al único chico entre ellas, pero lo único que pudo hacer fue juntarse más con Lía, y cada tanto regresar a mirar a Seung-Hee y recomponerse de inmediato, fingiendo que no había hecho nada.
Al menos, Kira no lo había dejado pasar, pero se sentía un poco más tranquila, y sacó su cámara pocket para extenderla delante de ella y de su compañero.
—Por supuesto, parte importante de ser un piloto es soportar semana tras semana los trámites burocráticos de aeropuerto... —dijo, esperando después borrar esa toma.
—¿Entonces vas a grabar toda esta semana en la sede? —inquirió Seung-Hee mientras hacía algunas poses graciosas frente a la cámara.
—Sí. Aunque de seguro resultará menos glamuroso de lo que mucha gente se imagina...
—¿Y va a ser todo en español?
Kira asintió. Seung-Hee también solía grabar material similar con sus propios patrocinadores de Corea del Sur. Desde streams de videojuegos, y alguno que otro mukbang. También le había prometido a Kira invitarla en alguna de esas ocasiones a beber soju y los fideos más picantes existentes.
—¿Y será que la chica nueva sí va a querer darme clases de español? —preguntó con una sonrisa pícara luego de atraparla mirándolo.
—Creo que le va a dar un infarto si se te ocurre acercártele más... —suspiró mientras muy por dentro consideraba la idea—. Ya te enseñé a decir «boludo», ¿qué más quieres aprender, eh?
Seung-Hee tomó la pequeña cámara para mirarla fijamente con todo su encanto.
—Ba-luu-dou... —pronunció despacio, tratando de imitar la pronunciación de Kira.
—Boludo —dijo ella más lento.
—Boludo... —intentó él una vez más, y su compañera asintió con una expresión de infinito orgullo—. ¡Hola boludo! —Se aproximó el chico a saludar a Lía y Alicia.
Kira cubrió su boca con sus manos en un intento fallido de contener la risa, mientras Lía la miraba seria, pero no tardó en reír un poco también.
Por supuesto, Seung-Hee salió totalmente inocente de esa, y Alicia se mostraba más que encantada en enseñarle cualquier palabra, aunque ninguna salía de su boca, ya fuera en español, inglés o cualquier intento de coreano.
Cuando encontraron sus puestos en el avión, le dio una última mirada de asombro al piloto, y luego se acercó a Lía al sentarse.
—¿Y ves muy seguido a ese coreanito tan lindo que no deja de salirme en el Instagram? ¿Es como los de esas novelas?
Lía asintió sonriendo. En realidad, las únicas «novelas coreanas» que había visto en su vida fueron La gloria y El juego del calamar, pero entendía más o menos a qué se refería su amiga.
Casi podía sentir a Kira afinando su sentido de la audición tanto como pudiera, y quizás podría sentirse satisfecha cuando la conversación solo se trataba de la vida de sus ex compañeros y otros recuerdos de la universidad.
Tampoco se sentía muy cómoda del todo escuchando una experiencia que no había vivido. Alguna que otra vez se preguntaba cuándo tendría que retomar sus estudios y qué podría escoger. A menudo miraba el trabajo de Lara Moretti y todo lo que tenía que ver con el diseño y construcción de los monoplazas, deseando involucrarse más allá de la conducción.
Al final, decidió poner una película hasta quedarse dormida, pero se hizo la promesa de que Lía no se le escaparía tan fácil luego de eso.
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Holissss, ¿qué tal están hoy? 💖🌟
Me disculpo por la demora, estoy de viaje y creo que escribí y corregí el capítulo en tiempo récord solo para ustedes (quiéranme xfa) 🥹
Una cosita que quería comentar es que si bien me gustan los comentarios graciosos que hacen en la historia, no voy a aprobar que hagan ciertas bromas fuera de lugar que puedan hacer sentir incómodxs a otrxs lectores. Quiero que mis historias y perfil sean un espacio seguro para las personas de la comunidad LGBTQ+ 💖
Dicho esto, en cuanto al capítulo creo que queda claro que Alicia no es enemiga... aunque quizás Kira sea la última en entenderlo (igual la amamos).
Muchas gracias por todo el cariño que le dan a NSI, espero crear algo a la altura de lo que esperan. ¡Nos vemos la próxima semana!
EDIT: Ahora que regresé de mi viaje quería mostrarles el dibujito que hice de nuestras chicas por las 20k. En serio, gracias por por tanto, me hacen querer llorar sjdjaj
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