Transcripción de rueda de prensa oficial tras las terceras prácticas libres.

Évelyne Vernier: En estas prácticas libres estuviste liderando la gran mayoría de los sectores, me parece que has venido con toda la energía de siempre, pero con cierta intención de hacer historia en este Gran Premio de Mónaco. Siendo tu segunda vez en la Fórmula 1 aquí, ¿podrías contarnos tus experiencias?

Seung-Hee Ha: Creo que Mónaco en Fórmula 1 es una locura. La presión de conseguir un buen lugar en la Quali es enorme, pero me encanta trabajar con la adrenalina al tope, ¿sabes?

Y de niño cuando jugaba Fórmula 1 en mi Xbox, este era mi circuito favorito, lo jugaba una y otra vez, así que pensé que lo sentiría familiar la primera vez, pero es una experiencia completamente distinta. No sé cómo explicarlo, pero para un chico de Ilsan, estar aquí compitiendo... es un sueño hecho realidad.

Évelyne Vernier: Desde tu debut te has convertido en uno de los favoritos de la parrilla. ¿También lo imaginaste así? Creo que es momento de que nos cuentes tu historia.

Seung-Hee Ha: Es... un poco larga. Como verás, soy el hermano del medio entre cuatro. Ji-Hoon se está haciendo cargo de la empresa familiar, Do-Hyun decidió irse por las leyes y ya tiene su propio bufé de abogados. Haneul cuidará de nuestros padres cuando se vuelvan más mayores, y eso significa que yo podía hacer lo que sea (risas). Cuando tenía doce años, un socio y amigo de la familia nos invitó a Suzuka a ver el Gran Premio de Japón, todo con pases VIP. Estuve en el garaje del equipo Strazieri, en ese entonces Hunter Chambers era su campeón. Todo lo que vi me cambió para siempre, pensé... "Aquí está, esto es lo que quiero hacer. Así es como enorgulleceré a mi familia". Luego empecé mis primeras competencias de karting... y aquí estamos, en mi tercera carrera en Mónaco.

Évelyne Vernier: ¿Es tu sueño ser el primer campeón mundial surcoreano?

Seung-Hee Ha: Un sueño que se hará realidad.

Évelyne Vernier: Estoy segura de que en Corea del Sur hay muchos niños viéndote en este momento, deseando ser como tú.

Seung-Hee Ha: ¡Ah!, espero que no porque en Seúl es la 1 de la mañana ahora mismo. (Habla en coreano).

Évelyne Vernier: (Risas). Con siete carreras en lo que va del campeonato, ¿cuáles son tus expectativas y crees estar seguro de alcanzarlas? Al ritmo actual, es probable que este campeonato también debas disfrutarlo detrás de Enzo Moretti.

Seung-Hee Ha: El tiempo lo dirá... (risas)

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El auto de Seung-Hee pasó por las calles de Monte Carlo mientras él miraba el cielo a través de sus gafas rojas, tarareando una canción de J. Cole con una familiaridad que a primera vista podía sentirse bastante irónica. Durante la temporada anterior había comprado una propiedad allí; era el lugar ideal de descanso para todos los pilotos, donde el resto de personas eran demasiado millonarias y hartas de todo lo referente a la Fórmula 1 como para importarles quiénes eran sus vecinos. Cuántos autos tenían. Con quiénes salían.

Sabía en el fondo que era algo que no podía permitirse en su país natal.

Seung-Hee había nacido en el distrito de Ilsan porque era de allí donde provenía su madre; se trataba de una especie de tradición donde se reunía con sus familiares maternos, pero toda su niñez la había vivido en Gangnam-gu, Seúl.

Luego de empezar sus prácticas en karts con los mejores entrenadores en las mejores pistas que podían alquilar, y dar los resultados sobresalientes que se esperaban de él, se mudó a Australia a los trece años.

Tras haber conquistado el mundial de karting con quince años y reunir una cantidad considerable de patrocinadores con ayuda de la empresa de sus padres, su siguiente gran paso fue la Academia de Thunderbolt en Bélgica.

No quedaba mucho del chico de Ilsan, pero había aprendido que sonaba bien, se veía auténtico. Se veía ejemplar en su país, incluso si no se sentía tan cercano a este. Era algo que quería aprender de Kira Russo, quedaría bien en su marca personal.

Había mucho que aprendía o quería aprender con solo ver a las personas. Tener actitud pero no ser arrogante. Ser cordial pero impedir que te pisoteen. Gustar de las cosas populares pero sin ser tan básico. Mostrarse tan genuino que no queden dudas de los secretos que guardas.

Quizás no debía ser para tanto. Era un deportista de élite, no una estrella del pop... incluso si las estrategias de marketing de las escuderías y la misma federación lo hacían parecer así.

Al apagar la música de sus audífonos y bajarse del Lamborghini Urus que su chófer manejaba, el sonido fue reemplazado por los gritos de fanáticos. Llevó las gafas encima de su cabeza y con una sonrisa y un movimiento de su mano les saludó, antes de entrar al paddock.

Entró al vestidor para colocarse rápidamente el uniforme, ignorando los reclamos de Noah de lo mucho que se había demorado. Lo bueno de su acento belga era que a veces no entendía una mierda de lo que decía.

Al salir, saludó a Lara, que en conjunto con el resto de los mecánicos de su equipo, revisaban y hacían los últimos ajustes para adaptar su TB-24 al circuito callejero de Mónaco. En el garaje continuo podía ver a Kira y su mánager haciendo ejercicios de reflejos con una pelota de tenis.

Lanzó una mirada ladina a su compañera que logró distraerla por un segundo, pero de todas formas su brazo se movió por impulso para atrapar la pelota a tiempo.

No era como si hubiera descubierto la última novedad, podría decirse que lo supo apenas la había visto. Su radar no le fallaba. Lo sorprendente quizás sería que Lía estuviera dispuesta a jugar algo tan peligroso, más en su posición.

¿Pero cuál era el punto de vivir en el mundo de la Fórmula 1 sin riesgos?

Solo esperaba de ellas un juego inteligente. Quería seguirlas viendo en el mundo del paddock por un largo tiempo.

En su primera temporada, Mikael Arnesen no fue para él más que su compañero, uno al que sobrepasó con facilidad al punto en que Thunderbolt no lo pensó más antes de prescindir de él.

Cuando anunciaron a Kira Russo como su siguiente compañera, vio en ella una aliada desde el inicio. Recordaba haber tenido una conversación un poco torpe en la que solo hablaron de Messi sunbaenim, pero decidieron que se llevarían genial con el otro.

Para él, Kira tenía el talento y las ansias de triunfo, su carisma era completamente auténtico, y tenían muchas cosas en común. Ambos estaban lejos de casa y guardaban secretos.

De donde venía, guardar las apariencias no era más que otra costumbre, pero en el momento en que sus secretos salieran a la luz, todos los dedos no dudarían en apuntarlo. En eso no se diferenciaba tanto del paddock.

Quizás Kira tenía a Lía de manera incondicional a su lado, pero él era el único chico asiático de su equipo, y desde muy corta edad había aprendido que su carrera solo estaba en sus manos.

Al momento de alistarse para la Clasificación, no le quedó más que colocarse la balaclava y el casco, antes de entrar a su monoplaza.

Q1. Las primeras vueltas eran de reconocimiento, para calentar neumaticos. Luego se enfocaba en dar su mejor esfuerzo, así se concentraría en romper esa marca en las siguientes fases de la clasificación.

Terminó su sesión en P2

—¿Cuál fue la marca de Moretti? —inquirió a su ingeniero luego de saber que su rival llevaba la delantera en la clasificación a Q2.

—1:14.595.

—Entendido. Cambiemos a intermedios de nuevo.

Una vez hecho el cambio de neumáticos, se preparó para la segunda sesión de Clasificación.

Repitió una y otra vez la marca de su rival en su mente, concentrándose en las vueltas para hacer su mejor trabajo.

Acabó en P3, por debajo de Herrera.

«Mierda, mierda, mierda...», masculló molesto en sus adentros. Pero eso solo lo haría peor.

La tercera era la vencida, dejaría de pensar en cosas que no valían la pena, incluso si al ajustar las configuraciones de su monoplaza con sus ingenieros, podía ver a Moretti en el garaje contiguo mirándolo con seriedad y el rastro muy leve de una sonrisa, como si se alimentara de su desesperación.

—¡Confío en ti, Fran! —dijo Seung-Hee antes de volver a subirse, listo para dar su mejor intento una vez más.

Mónaco era el circuito más pequeño del calendario, repleto de curvas cerradas y rectas muy cortas, por lo que debía potenciar su habilidad para frenar y retomar la potencia a tiempo constantemente.

«Beau Rivage —gira—, Casino, Mirabeau Haute —gira ahora—, Grand Hotel Hairpin —gira AHORA—, Mirabeau Bas, el túnel —acelera, acelera, acelera, ¡FRENA!—, Nouvelle Chicane, Tabac, doble chicana —acelera ahora—, La Rascasse —GIRA—, gira una vez más... ¡ACELERA, ACELERA, ACELERA!»

Le pareció haber contenido la respiración en el último tramo, y el tiempo se había agotado.

Su rostro y su cuerpo estaban empapados de sudor, pero a pesar del calor, se sentía helado, y aún no se atrevía a respirar bien.

—1:13.805 —informó Fran a través de la radio—. ¡Seung-Hee, tienes la pole!

Y solo en ese instante, tomó una enorme bocanada de aire.

Salió de su monoplaza, dispuesto a celebrarlo y recibió la noticia de que su compañera quedó en P4, nada mal para su primera vez en Mónaco.

Se quitó el casco y la máscara, revolviendo su pelo sudoroso con su mano, y a pesar del ruido propio de los talleres del paddock, pudo escuchar cómo en el garaje de Strazieri, al lado del suyo, se escuchaba el ruido de un casco tirado al suelo, y luego esa detestable voz quejándose en italiano.

No entendía nada, pero por el tono, seguramente eran insultos. Y por el rostro de preocupación de su mecánica al acercarse a él, escuchando lo mismo, pudo corroborarlo.

—Si comporta come un bambino... —masculló Lara con desagrado, aunque no la entendió—. Vamos, Seung-Hee, tienes que celebrar esto.

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Volví más temprano de lo que imaginaba porque no saben lo que ME MORÍA DE GANAS de escribir este capítulo mientras planificaba la historia, amo mucho a Seung-Hee y quería escribir al fin su perspectiva y que lo conozcan más 🥹💞 Btw, escogí Ilsan como la ciudad natal de Seung-Hee por Namjoon 💞

Quizás me apure en escribir el siguiente porque pasarán MUCHAS COSAS 🔥🔥🔥 GRACIAS POR LEER !! 💞💞💞