__¡¡No!! __un grito desgarrador se escuchó en el lugar.

Se levantó con dificultad y corrió al auto que estaba en llamas, pero no lo dejaron acercarse.
Zayn, su chófer lo sujetó y no permitió avanzar.

__¡¡Sueltenme!! ¡¡Sueltenme!! __gritó con voz desgarrador ahogado en llanto, mientras con todo su ser intentó soltarse pero sin éxito.

__No puede acercarse, señor. Es peligroso.

__¡¡Adara!! ¡¡No! Ella no ¡¡Ella no!!__pataleo, gritó y al final termino en el piso mientras lloraba amargamente.

__Señor....

__Es mi culpa, es mi culpa. Todo es mi culpa __sollozó amargamente __. No la protegí como debía y lo perdí para siempre. Se fue maldita sea ¡¡Se fue!! __gritó con todo su ser mezclado de llanto.

__ Adara __Melissa, susurró y lloró al ver el auto en llamas con su amiga adentro.

Bruno, que se encontraba ahí consoló a su amiga mientras contenía sus lágrimas, pero en el fondo estaba llorando por su amiga.

Por un lado Massimo, jaloneo su cabello con desesperación y pateo la pared mientras no pudo contener sus lagrimas.

Finalmente habían logrado lo que querían, lo habían acabado con ella.

En un rato el lugar se llenó de bomberos, ambulancia y patrullas.
Apagaron el fuego y los forenses se encargaban de recoger los restos de Adara y del oficial que era su escolta.

El magnate se levantó del piso, dio un último vistazo al auto carbonizado, donde se encontraba los restos de su esposa, giró su rostro hacía Melissa, quién lo miraba con ojos llorosos pero repleto de odio y despreció.
Dio un paso atrás, se giró y caminó hacía su auto, y entonces desapareció del lugar.

__¡Maldito bastardo! ¡Maldito hijo de puta! __exclamó lleno de odio y despreció la capitana.
Ella lo hechó la culpa al magnate de la muerte de su amiga, y más su reciente huida lo confirmó su sospecha.
Todo ese llanto por la perdida de su esposa era un engaño, un teatro que había armado el magnate pasa salirse con la suya.

__Te haré pagar Alessandro Lambordi, haré justicia por mi amiga que era como mi hermana, juro que te lo haré pagar aunque sea lo último que haga. Lo juro __se prometió.

__Melissa __lo alcanzó Massimo.

__¿Qué pasa, Massimo? __preguntó.

__Acaban de avisarme que Benjamin, apareció muerto en su celda.

__¿Qué? __exclamó.
Como no había hablado ese bastado lo habían llevado a su celda.

__Alguien lo hizo callar, Melissa. Le cortaron el cuello.

__Y ese alguien es el maldito Alessandro, su huida lo demuestra todo __bramó tomando su móvil para hacer una llamada.

Los forenses ya se habían llevado los restos de los víctimas, y hasta el momento no se había atrevido llamar o ir personalmente a darles la noticia que los destrozaría por completó.

Miró su móvil con pesar, no quería llamar pero tenia que hacer antes que se enteren por los medios al amanecer.

__¿Quieres que yo lo haga? __se ofreció, Bruno.

__No, lo haré yo __se armó de valor y cuando estaba apuntó de llamar, recibió la llamada y con pesar contestó.

__Hola.

__Mi hija, ¿sabes algo de mi hija? Lo llamo y no me contesta __dijo el padre de Adara__. Tuve un sueño horrible y tengo un mal presentimiento __la pelirroja cerró los ojos y respiró con pesar.

__¿Qué pasa? __sintió miedo en su voz.

__Lo siento, lo lamento tanto __dijo con pesar la pelirroja.

__¿Qué quieres decir? ¿Qué le pasó a mi hija? __exclamó alterado el hombre.

__Ella.....Exploto el auto con ella adentro.

__¡No! __escuchó un grito aterrador del otro lado__. No es verdad, mi hija no puede estar muerta ¡¡No es cierto!! __gritó ahogado de llanto y escuchó del fondo gritos y sollozos por parte de la madre. La capitana cerro los ojos y sollzó en silencio. Le partia el alma dar esa noticia tan desagradable.

__Mi princesa no puede estar, ella...ella __al final no escuchó su voz más el grito de la mujer.
El hombre no pudo soportar la noticia al saber que su única hija, estaba muerta que le agarró un infarto. Finalmente se desplomó delante de su esposa.

__¡Manda una ambulancia! __Melissa, escuchó el grito y apenas cortó la llamada se encaminó a su auto llamado a la ambulancia de paso.

Al otro día todo era un caos. Los medios sólo hablaban de la reciente muerte, o más bien del asesinato del fiscal y de un oficial de policía. Y para la tristeza de la familia de los víctimas, no era nada mentira como estaban acostumbrados escuchar de los falsos rumores.

Los restos de Adara, y del oficial, fueron llevados por los forenses, mientras que el padre del fiscal, luchaba por su vida en la clínica.

Ya todo el mundo sabía de la muerte de Adara, y entre ellos Apolo, quien lloraba por su amiga.
Sentía culpa y resentimiento por todo lo sucedió, y lo hechaba la culpa a su amigo y el mismo se culpaba.
Pero más que todo, los ojos de su amiga llenos de lágrimas y decepción lo estaban atormentando, por que fue lo último que vio en los ojos de su amiga.

Tomo sus llaves y fue a buscar a Alessandro. Al llegar a la mansión se encontró con Carla, quién tenía los ojos llorosos.

__¿Dónde es esta, Alessandro? __preguntó.

__El señor no vino __pronunció con voz ahogada y rencor.

__¿Qué está pasando? __preguntó al escuchar gritos del planta arriba de la mansión.

__Esa mujer vino con sus maletas y quiere ocupar el lugar de mi señora __su voz se quebró.

La sangre de Apolo, hirvió de rabia y apretó los manos en puños.
Subió rápido la escalera de paso pidió a Carla, que le siguiera y le saqué al niño del lugar.

Siguió los gritos que provenían de la habitación de la pareja, entonces su sangre hirvió de rabia y odió más de lo que odiaba a la mujer.

Era un insulto, una falta de respeto por atrever a meterse a la recamara del matrimonio cuando Adara, apenas había muerto hace algunas horas.

En ese momento tenía tantas ganas de agarrar a su amigo y estrangularlo por ser un imbécil, ya que Adara, seguiría viva si Alessandro, no hubiera metido a sus vidas a esa mujer.

Nunca estubo de acuerdo con su amigo, pero se había quedado callado por su amiga y por el niño, pero ahora se arrepentía por haberse quedado callado y a causa de ello, su amiga estaba muerta.
Viendo los acontecimientos del día anterior, del arresto de Benjamin, quién era el hombre más confiable de su amigo, aún estaba muy confundido por que Benjamin, quería matar a Adara. Pero ahora con la muerte del hombre, sabía que él no era el causante de la muerte de la rubia, y las dudas que siempre tuvo por esa mujer se aumentaron.
Estaba seguro que las lagrimas, la mujer atormentada y sufrida eran falsos, y detrás de todo estaba esa mujer.

Al ver a la mujer que empujaba a Lara, quien intentaba sacar de la recámara, apresuró sus pasos.

__¡¡Cornelia!! __exclamó y se acerco con rápides.

__Apolo...

__¡¡Qué mierda haces aquí!! __bramó quitando la sonrisa de la mujer.

__Alessandro, el me pidió que me muda...

__¡¡Alessandro qué!! __agarro de los hombros y sacudió con desesperación__. ¡Cómo te atreves faltarle el respeto a Adara, mudándote a su casa y lo peor metiéndote en su recámara! ¡¡Cómo te atreves!! __lo sarandeó perdiendo el control.

__¡Sueltame! __se soltó con brusquedad la mujer__. Ya te he dicho que Alessandro....

__iAlessandro ni puta mierda! __gritó y nuevamente tomo con fuerza de su brazo.

__ Tu no eres nadie para darme órdenes por que esta casa no es tuya __con brusquedad se soltó nuevamente de su agarre__. De apartir de hoy, yo soy la dueña de esta mansión, de apartir de hoy, yo seré la señora Lambordi __finalmente lo estaba mostrando su verdadera cara.

__Desde el principio ese era tu objetivo __confirmo lo que estaba sospechando__. Tu intención era deshacerte de Adara, y ocupar su lugar.
Tu la mataste __lo último lo susurró.

__¿No me la meresco? ¿No meresco ser la señora Lambordi, cuando fui yo quien le dio a Alessandro, lo que nunca pudo dar esa mujer?

__¡Tu lo único que trajiste a esta familia fue desgracia, puro dolor y lamentos. Nuna debiste haber salido de tu maldito agujero!

__Como te atreves a faltarme el respeto así.

__Me atrevo por que eres una maldita falsa mentirosa y manipuladora. Una maldita asesina. Tu la mataste, tu estas detrás de todo.
Te acercaste con mentiras a Alessandro y como él es un imbécil, creo en tus mentiras.

__No me taches de asesina por que no voy a permitir que me insultes de esa manera __amenazante apunto con su dedo__. No me eches la culpa de sus decisiones que lo llevaron a la muerte, no tengo la culpa que se haya metido con gente peligrosa. De lo único culpa que tengo es que haya deseado estar en lugar de ella.

__¿De que mierda estas hablando? __pregunto el abogado, por que aún no estaba enterado de las amenazas que recibía la rubia.

__¿No te enteraste que estaba procesando aún miembro de un cartel muy peligroso y a causa de ello se quedó rostisada en ese auto? __largo una risita burlona.
Parecía estar disfrutando de lo que había pasado al fiscal.

__¿¡Y cómo mierda sabes de todo eso!? __tomo con fuerza de sus brazos.

__Yo...

__Escúchame bien maldita loca maniatica. Si tuviste algo que ver en la muerte de Adara, juro que te arrepentiras de haberte metido con ella, te refundiré en la carsel y nunca en tu miserable vida podrás salir de ella.

__No puedes hacerme nada, ¿sabes por qué? Por que Alessandro, me ama y no dejara que me toques un pelo.

__Estas enferma.

__Ahora el es viudo, y créeme cuando te digo que dentro de un mes ya seré la señora Lambordi

__Sobre mi cadáver, nunca permitiré que suceda tal cosa. ¡Ahora lárgate de aquí! __lo arrastró por el pasillo y lo sacó a rastras de la mansión mientras la mujer gritaba y insultaba al abogado.

__¡¡Maldito!! ¡¡Te vas a arrepentir!! ¡¡Juro que te vas a arrepentir de esta humillación!! ¡¡Te lo juro, por que no sabes con quien te metiste!!__amenazó la castaña.
Tal vez estaba fuera del lugar al sacar de la mansión y prohibir su entrada del cual no era el dueño, pero no podía permitir que pisoteara a su amiga.

Nuevamente entró a la mansión y consoló a Lara, quien lloraba desconsoladamente.
Todos los que trabajaban ahí estaban tristes por la muerte de su señora, pero solo había una que disfrutaba de lo sucedido.

Alida, la madre de Adara, se desmayó ya que no pudo soportar tanta tristeza y dolor, dejó que la oscuridad lo consuma y por un momento dejó de sentir tanto dolor.
Su esposo estaba luchando por su vida y su hija, su única y amada hija estaba muerta.

Las horas pasaron y finalmente llegó el día del entierro de los víctimas.

Mientras bajaban el cuerpo de Adara, para ser enterrado, mucha gente acompañaba a los familiares que estaban devastados.
Toda la gente cercana a ella lloraban y lamentaban por su partida.

Como era tan querida como amiga, persona, como fiscal y más siendo esposa de un magnate muy importante, el publico querían que su entierro fuera televisado, pero los más sercanos a ella querían que fuera algo privado, pero aún así, había mucha gente, tanto de clase baja y de clase alta que lo acompañaban en su entierro. Aunque fuera del sementerio estaba casi toda la prensa.

Todos los medios estaban hablando del lamentable muerte y más que todo se preguntaban dónde estaba el esposo de la difunta.
Todos estaban despidiendo los restos del fiscal, pero el magnate no apareció en ningún momento y eso hacía dudar a la gente.

En el lugar solo se escuchaba llantos, lamentos por la perdida y parecía que el tiempo también lloraba por su muerte, ya que el día estaba gris y la hora de su entierro la lluvia se largó a mares dando su apayo.

Se acabó

Se había acabado.

Era el fin, todo se acabó, todo se derrumbó, todo se terminó, la historia de Adara llegó a su fin, ella se marchó para no volver nunca jamas y sólo los recuerdos se quedó en los corazones de su seres amados.