Capítulo 1
—No le queda mucho tiempo de vida ¿Lo entiende?
—Sabe una cosa, moriré en algún momento. No me pregunte si tengo familia, lo único que tengo es a Duncan y Alexa.
—Y ellos pueden venir a verle?—pregunta la enfermera
—No.
—¿Por qué no? —pregunta la enfermera
—Porque son mis perros, yo no tengo esposa ni hijos.
—Debe decirnos a quién podemos llamar—pregunta nuevamente la chica.
—Puede hacerme un favor, traiga a mis perros para despedirme de ellos.
Horas después.
Era de noche aproximadamente eran las doce de la noche, la joven llevaba a los dos animales con ella. Tenía miedo que la vieran con estos animales además sería despedida por querer hacerle el favor a este hombre, pero entendía el sufrimiento de este hombre.
Aun así ella había convertido este deseo en realidad.
La chica dejó a los animales en la habitación y este chico le pidió que lo dejara solo con sus animales.
Se veía tan feliz de ver a sus bebés con él, no podía dejar de decirles lo mucho que los extrañaba.
A pesar de que la chica no sabía lo que pasaba, ella decidió entrar al cuarto, vio al hombre acostado y a sus perros durmiendo.
Se acercó al hombre y noto que este no tenía pulso.
La chica no sabía si llamar al doctor, pero no había tiempo para que ella fuera a buscarlo así que ella empezó actuar
Flashback
Era un lugar calmado, estaba tan silencioso y solo se escuchaba los ruidos de los pájaros y la brisa pegar por mi rostro
Había algo que hacía que me fuera a la luz, estaba muy oscuro y necesitaba caminar hacia la luz
No sabía si seguir caminado o quedarme allí, así que opte por proseguir a caminar, me faltaba dar un último paso para entrar a la luz, pero derrepente una mano me detuvo
Mire rápidamente a la persona que no me dejaba entrar a la luz y al mirar, me encontré con mi dulce perro Duncan, se veía lo cansado y viejo que estaba, igual que yo.
Yo le hablaba y este me lamía las manos, hasta que tome su cara quedando ella en mis manos.
La luz brilló pegando a nuestros rostros y llevándonos con ella.
Fin del flashback
...
No habían podido salvar al hombre y ambos perros seguían durmiendo.
La enfermera debía de ser despedida por llevar animales al hospital y al querer sacar a los perros de la habitación. Detalló que uno de ellos no se movía.
Y fue allí cuando la enfermera entendió que ambos hombres se habían ido de aquel mundo dejando a la perrita a su cuidado.
...
Entendió que el mejor obsequio de la vida es tener a un amigo que te acompañe en las malas y peores, que un cachorro es la mejor compañía para nosotros los humanos, y que el mejor amor que te puede dar un animal es quedarse contigo hasta tus últimos años así él sea el primero en irse.
Fin.
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