Hay un amor tan especial,

no todos lo ven,

pero es el más vital

y es un amor que sólo tú te puedes dar.

La carretera deja al descubierto un día soleado, carros pasando y un hermoso paisaje adornado por el cielo azulado, mirar a la ventana me hace pensar en todo lo que ha ocurrido, en lo mucho que me dolió dar ese adiós y en el tiempo que me tomó reponerme y salir adelante. Leer un poema me ilumino y cambio mi sentido de las mismas cosas, de todo lo que creía y reafirmo la certeza en mi decisión.

VERDAD SOBRE EL AMOR

El amor es un camino sin retorno,

que parte siempre de ti

para ir hacia el otro.

Cada vez que retienes algo o a alguien para ti,

dejas de amar porque dejas de dar.

Si amas te das. Si amas a los demás, ellos te enriquecerán.

El amor enriquece infinitamente al que ama.

Autor desconocido

Muchos miran a la ventana como si vieran algo triste y hermoso, así me encuentro ahora mismo, aunque no lo miro como si estuviese rompiéndome y fingiendo ser feliz, ver a la ventana es darte paso a un nuevo mundo, a oportunidades únicas, a capítulos de tu vida que te lleva a navegar en las aguas de los misterios que te da la vida misma.

Nos volvemos capitanes de nuestro barco, somos un conjunto de aventureros en busca de la isla de la felicidad, dejamos de ser un conjunto de células y materia para convertirnos en protagonistas de nuestra propia historia.

No puedo creer que de verdad ya sea un año desde aquel día, no me creo que ya este a días de graduarme oficialmente, no me creo que me separaré de mis amigas, no me creo que ha pasado tanto y bueno, mi álbum se ha llenado de buenas fotografías.

Darme una oportunidad para mi fue lo que me llevó a acabar con todo, aún si eso implicaba romperme y despedir mi amor, necesitaba un motivo para alejarlo y huir, pareciera una decisión fácil, pero realmente fue algo complicado de llevar, fue una carga que implicó noche de retrocesos e intento en volver a escribirle. Pensando las cosas supe que fue lo mejor, era necesario sanar y bueno...

No escoger a Dylan fue más justo de lo que podría verse, desde mi realidad era injusto para él, no merecía convertirse en el plato de segunda mesa, al menos no cuando yo seguía sintiendo algo por Eithan, mis miedos lo hirieron, mis acciones lo dañaban y en mi ceguera no vi lo mucho que lo lastimaba, tanto como todo lo que dio por mí. Eso fue lo que me permitió descubrir que nadie puede sanar nuestras heridas, ese proceso debe ser personal, sólo podemos aferrarnos al apoyo de quien lo ofrece, pero no esperar a cambiar por alguien.

No volver a verlo fue duro, dejó de asistir a las reuniones familiares, se enfocó en lo suyo, a medida que el tiempo nos alcanzaba, él mantuvo su distancia. Por sus padres sé que le va muy bien, de ellos me he enterado de lo mucho que está logrando y siendo sincera, siempre que escucho aquello, una sonrisa ilumina mi rostro, sabía que eso ocurriría, siempre mantuve y sigo manteniendo mi fe en que él llegará tan lejos como se lo proponga, sin duda he experimentado el sentirme orgullosa de él y celebrar sus logros, aunque ya no forme parte de su vida.

Por otro lado, con Eithan las cosas fueron extrañas, dejamos de hablar un tiempo, aunque él siguió siendo mi compañero, vernos y no hablarnos era extraño, mantuvimos un poco de distancia, yo acepte darle su espacio y acepe la poca posibilidad de que volviéramos a ser amigos. Las chicas mantenían la esperanza de que él y yo regresáramos, con el tiempo vieron que no pasaría, debo decir que no me arrepiento de mi decisión, Eithan después de mucho encontró a alguien que le ha enseñado a amar de forma distinta a la que vivió conmigo, verlo feliz ha sido grandioso, en ciertas ocasiones fui cómplice en sus ideas románticas. Verlo al lado de alguien con quien ha hecho las cosas bien y en especial, alguien con quien ha mostrado que es posible cambiar y ser una mejor versión, eso me ha hecho confirmar que mi decisión no estuvo mal, sino que pudo ser ese motivo para que él encontrara su felicidad.

Y yo, bueno, yo sigo luchando, con el tiempo aprendí a abrazar y aceptar mi versión herida, comencé a darme cuenta de que la vida no siempre será color de rosa, pero que dentro de las luchas podemos descubrir nuestra mejor versión y sorprendernos de lo que podemos lograr.

─Emma, ¿Segura que estamos por llegar?

─¿Eh?

─Pásame el teléfono, andas dormida ─pide Lydia para cumplir su papel de copiloto.

─¿Todo bien? ─inquiere Alina.

─Si, sólo me quedé pensando en que se fue muy rápido el tiempo ─comento haciendo un ligero encogimiento de hombros.

─Si, pareciera que no paso nada de tiempo ─expresa Meli suspirando.

─Hay que reconocer que vivimos muchas locuras ─replica Ali.

─También encontramos el amor ─añade Lydia.

─No se pongan a llorar ─pido bajando la ventana para que entre aire.

─La chillona eres tú y Lydia ─aclara Meli provocando que soltemos una carcajada, niego al saber que en parte tiene razón.

Nos dirigimos a un campo, Meli dice que es de lo más hermoso que veremos, aunque en el trayecto nos perdimos y bueno, teniendo tecnología pudimos solucionar ese problema. Es esta es de las últimas veces que podremos pasar más tiempo juntas, egresamos del bachillerato y a pesar de lo mucho que duele saber que diremos adiós a un lugar con miles de recuerdos, nos mantenemos positivas, no sabemos lo que pasará en el futuro, pero si sabemos que todo depende de lo mucho que nos esforcemos para que esta amistad duré mucho tiempo.

Acordamos vestirnos igual, nuestro outfit se compone con un jean negro y tenis color blanco con negro y la sudadera que mandamos a hacer de manera especial, a pesar de la melancolía, todas estamos felices por nuestro logro.

─Ya casi llegamos ─anuncia Meli emocionada.

─ Muero por conocer ese lugar ─responde Lydia maravillada por lo que hemos visto hasta ahora.

─La única que no ha hablado en todo el camino es Emma ─replica Alina divertida.

─Disculpen, pero realmente disfruto estar en silencio ─vacilo, aunque solo yo sé en lo que he pensado.

Las chicas fingen creerme y yo no doy más excusas, lo cierto es que me siento muy conmovida y nerviosa, si guardo silencio es porque a pesar de lo mucho que he disfrutado igual y no he encontrado de qué hablar.

─Agradezco su voto de confianza ─dramatiza Meli.

─Es que es cierto, las posibilidades de perdernos fueron cincuenta, cincuenta y para rematar, gano un cincuenta por ciento ─responde Alina.

─Prometo aprender a conducir para que tengamos siempre un plan B ─expresa Lydia con entusiasmo.

─Debemos ser tus primeras pasajeras ─advierto dedicándoles una sonrisa.

─¡Bienvenida seas a nuestro mundo! ─exclama Lydia.

─No podía perder la oportunidad de hacer mi solicitud ─comento dedicándole una sonrisa.

─Apuesto a que estabas pensando en los chicos ─dice Melissa sin dudarlo.

─Acordamos algo... ─replica Alina.

─Si, ya, lo siento ─se rinde Meli.

─No se preocupen, de verdad que no me afecta eso ─comento.

─Seguimos sin entender porqué no elegiste a ninguno ─habla Meli.

─Parecerá tonto, pero chicas, siempre he visto que debes escoger entre uno u otro, la mayor parte de tiempo me preguntaba quién sería el correcto, muy a pesar de tener mi respuesta, pero después de reflexionarlo entendí que no hay porque escoger.

─¿Cómo? ─cuestiona Alina.

─Si, a lo que voy es que antes que ellos, estaba yo primero, para poder darme la oportunidad de amar necesitaba sanar mi corazón roto, ni Dylan o Eithan garantizaban reconstruir los pedazos de mí corazón, la única que puede garantizar una estabilidad soy yo, y bueno, debo aprender a amarme y en mi hermosa soledad descubrir que es lo que quiero.

─Creo que entiendo tu punto Emma, en las películas siempre deciden quedarse con alguien, pero las protagonistas se olvidan de sí mismas y terminan escogiendo.

─Exacto ─afirmo, Lydia y Meli aún me miran con desconcierto.

─¿Está bien si dejamos ese tema para otro día?

─Totalmente de acuerdo ─responde Lydia.

Lydia se pone a cantar canciones de BTS, mientras Alina juega en su teléfono y yo sigo observando la hermosa vista que adorna el lugar, el camino ha sido largo, pero cada detalle va valiendo la pena.

─¡Llegamos! ─exclama Meli muy emocionada, todas nos bajamos y realmente es hermoso el lugar.

La pradera se encuentra adornada por flores de diversos colores, en ella varios árboles permitan sombra, algo perfecto para Melissa, el lugar posee un ambiente tranquilo y sereno, incluso se puede ver que el pasto queda perfecto para la entrada a autos; lo cierto es que ninguna descripción terminaría de garantizar lo bello que es este lugar.

─Ya pueden decir que es hermoso ─agrega Meli con un poco de burla al ver nuestras caras.

─Tenías razón ─me oigo decir.

─Si que sabes encontrar buenos lugares ─comenta Lydia aún sorprendida por lo hermoso que es el lugar.

─Bueno, a disfrutar ─expresa Alina bastante emocionada, debo decir que las cuatro nos vemos fabulosas con el outfit que hemos creado, lo cierto es que esta marca simboliza lo hermoso de una gran amistad, una amistad llena de retos, locuras, risas, alegrías, en algunos momentos tristezas, confesiones, apoyo y muchas cosas más.

Las tres chicas con las que comparto estos momentos me han dejado mucho y siempre les agradeceré el que hayan llegado a mi vida y con el tiempo me hayan sacado de mi zona de confort. Lydia saca su teléfono y buscamos lugares estratégicos para capturar este momento.

─Deben disfrutar de este manjar ─suelta Meli comiendo de su emparedado de Nutella.

─Y tú debes aprender a comer ─respondo haciendo énfasis en que tiene chocolate en los labios.

─Lydia, borra esa foto ─ordena al escuchar el flash.

─Eso no será posible ─lamenta con falsedad y envía la foto a nuestro chat.

─Jajaja, debo admitir que te ves tierna ─afirmo enviándole un beso.

─Vas a ver Lydia ─amenaza.

─Meli siendo Meli ─murmura Alina provocando que solemos una carcajada.

─No te enojes, solo gozalo ─comento a Meli que sigue fulminando con la mirada a Lydia.

Miro a mis amigas, ellas me hacen sentir afortunada, de verdad que, si lo hacen, sonrío al verlas tan felices, al estar con ellas, en el pasado tuve selecciones no muy buenas, siempre terminaba mal parada con esos amigos, pero tenerlas a ellas, disfrutar de los momentos, me hace sentir que de verdad estoy en el lugar y tiempo adecuado, este es nuestro momento y si que lo esta valiendo.

La mayoría buscamos descubrir lo que es amar, lo cierto es que a veces pensamos en una historia romántica encontrando el amor de esa persona especial a la que vemos como nuestra alma gemela, pero ¿Qué pasa con el amor propio?, no hay libros o historias que nos den una respuesta a eso y de lo bien que se siente encontrarlo, si hay algo que he aprendido en este tiempo conmigo misma, es que vale la pena conocerte, vale la pena encontrar tu lugar, vale la pena sacarte adelante a pesar de la tormenta, simplemente es descubrir lo mucho que te puedes dar y lo mucho que puedes darle a otros.

He descubierto que, en parte, el amor es una melodía que nos permite explorar los aspectos más sublimes de tu persona, el amor es una puerta de conocimiento personal que engloba nuestro verdadero valor.

Miro atrás, hay tantos recuerdos y aún suelo preguntarme sobre qué hubiera pasado, río divertida y me mantengo viva, el mundo da vueltas y más vueltas, me doy cuenta de que era necesario todo para que yo creciera más, sé que puedo ser fuerte, me supero a mí misma y me siento feliz de saber que puedo ser mejor, tengo una gran familia que me ama y apoya, tengo amigas que hacen de mis días ordinarios los más divertidos e impredecibles, todo se torna en algo extraño, pero sigo creciendo, caigo, me levanto y me mantengo firme, sigo luchando por mis sueños... es loco como comienzan las historias, todo es un conjunto de memorias, nuestros recuerdos nos permiten avanzar, la vida se vuelve nuestra escuela, el miedo nos puede manipular, pero es bueno tomar riesgos, cometer errores no es tan malo como parece, a veces es increíble retroceder para llegar a un mejor resultado.

Todo se vuelve un conjunto de miles de cosas, vivimos y en algún punto amamos, ¿cómo saber si es amor?, de cierta forma no hay respuesta a eso, cada persona lo va sintiendo a su manera, el problema se genera cuando se confunde, ¿por qué?, porque terminas siendo infeliz y haciendo infeliz a la persona que prometiste en algún momento amar. Aunque no estoy segura, sé que esa es mi verdad, lo único que puedo garantizar es que no sé a dónde me lleve la vida, sólo sé que pase lo que pase debo vivir y aprovechar el momento como si fuera el último día de mi vida, con él tiempo sé que hay palaras a las que se les debe dar importancia, pero no se les da.

Mis días se han resumido en acciones simples y pequeñas, partiendo desde el disfrutar, algo que muy poco se entiende por vivir en la monotonía, cada uno nace con un propósito, es nuestro deber encontrarlo. Nunca dejamos de aprender y si no observamos a nuestro alrededor, nunca sabremos.

Tenemos derecho a soñar, a ver más allá de lo que el resto considere apropiado o correcto, nosotros somos nuestro propio futuro, somos la esencia de un lugar que crecerá.

Al dejar ir a Dylan y a Eithan me regale el tiempo necesario para sanar mis heridas, me gustaría decir que después de eso todo fue fácil, pero mentiría, me enfrente a retos que me ayudaron a forjar más mi carácter y disciplina, tuve que caer y cometer errores para aprender lo valioso que es aprovechar las oportunidades y no abusar de ellas, entendí lo que es aprender a dejar ir, más cuando en las noches sentía que necesitaba escribirle, quería llamarle, pero con el tiempo esos deseos fueron reduciéndose y me descubrí, aprendí sobre mí y me empecé a perdonar, más que perdonar el daño de un tercero, comencé con lo más vital e importante que era perdonarme a mí.

─¿Seguirás escribiendo? ─pregunta Lydia observando mi pequeño cuaderno.

─No, ya he llegado al final de mis ideas ─acepto dedicándole una sonrisa.

─Vengan, tienen que aparecer en las fotos ─nos llama Alina.

─Milagro que Meli quiera ser fotogénica ─ironizo.

─Quiero que conservemos esto, así que aprovechen ─responde elevando un poco sus hombros.

─¿Haremos esas promesas de no separarnos? ─inquiere Lydia, todas la observamos y negamos.

─Eso es una clase de maldición, mejor disfrutemos de los momentos y enfrentemos el reto de estar separadas ─se anima a decir Ali.

─Estoy totalmente de acuerdo, mientras seamos cursis ─respondo abrazando a las chicas.

─Las quiero mucho ─nos dice Meli, sé que es fuerte, pero en todas hay una tristeza y felicidad que juntas hacen que todo sea extraño, pero hermoso.

Suspiro y observo el lugar, veo a las chicas y me veo a mí, tener a estas niñas en mi vida es más que perfecto, así dure un año, dos o más, el tiempo que sea sé que sabremos aprovecharlo, con todo y las altas o bajas que nos lleguen, porque si, nada es perfecto y bueno, habrá batallas que tendremos que ganar, algunas se perderán, pero si somos tercas y desafiamos al mismo tiempo, sé que ganaremos la batalla...

Simplemente seguiremos creciendo y conviviendo, entenderemos el arte de vivir y haremos que cada día valga la pena, a pesar de que no siempre sea todo felicidad, a pesar de lo mucho que cueste, nos levantaremos para alcanzar nuestras metas, "Ponle café al azúcar", se ha convertido en mi metáfora favorita, el café puede ser amargo, ese café puede parecer la vida misma, pero de nosotros depende poner el toque de nuestra esencia que se convierte en el azúcar, sólo así entenderemos que somos parte de algo bueno, somos ese conjunto de granos que le dan un toque dulce a la vida, a veces puede haber escases, pero siempre encontraremos la forma de que el café tenga un buen sabor y que nos deleite de formas maravillosas, formas que con el tiempo serán mágicas y valiosas en su totalidad...

FIN