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___☆_45_☆___

Hay amores que son tan misteriosos,
y que su calidez sobrepasa todo,
ese amor espera y siempre está,
la familia, nuestro centro y fruto del amor...


Llegar a casa y sentir el aroma de los árboles y las flores me trae buenos recuerdos, puedo ver que parte del jardín se encuentra bien arreglado por mi Ita.

—¡Llegaron al fin! —nos recibe mi prima bastante feliz.

—Hace mucho que no nos vemos —digo dejándome rodear por sus brazos.

—Ya sé, pero ahora estamos aquí y todos quieren verte ya —dice dándome un pequeño empujón.

—¡YA LLEGUÉ!—grito a todo pulmón, no sé dónde están, pero aparecerán.

—Mi mariquita —me saluda mi Ito, me acerco y lo saludo dándole un gran abrazo y recibiendo un beso en mi cachete.

—Hola, ya vine —le digo con una gran sonrisa.

—Muy bien, te estábamos esperando.

—¿Y mi Ita?

—Salió con tú tía para comprar unas cosas, en un rato regresa, puedes subir a dejar tus cosas, será un gran día —me dedica una sonrisa y va a recibir a los demás.

Obedezco y subo a mi habitación, es hermoso venir a visitarlos, las habitaciones nunca faltan, arriba están habitaciones para la familia y ellos tienen su habitación en lo que sería la planta baja, eso debido a los riesgos que corren al subir escalones.


Lydia

¿Ya llegaste?

Emma

Si mamá, sana y salva.

Lydia

Muy bien, saludos a tu familia, me hubiera gustado ir

Emma

Lo sé, a mí también me hubiera gustado tenerte a mi lado, pero será para otro momento.

Lydia

Está bien Emma, disfruta de tu día, te quiero.

Emma

Yo más, mucho, mucho más...


—Se que tenemos nuestras habitaciones, pero uuuurge una pijamada —suelta Sofía.

—Y se hará, como dices, hace falta —responde Nina, ambas entran a lo que es mi habitación.

—¿Escuchaste todo? —inquiere Sofi.

—Claro, la pregunta del millón es ¿dónde será la pijamada?

—Obviamente en el cuarto de la festejada, esa es la costumbre —me recuerda Nina.

—Bien, traigan sus cosas —respondo divertida y negando con ternura.

—¿Ya les conté?

—Geme, tú nos dejas siempre con la incertidumbre no eres capaz de mandarnos un mensaje o llamarnos siquiera —se queja Nina con pesar.

—Lo que quiere decir es que no nos has contado casi nada —explico al verla desconcertada.

—Es que...

—No te tenido tiempo —la imita Nina —. Lo sabemos.

—Ash —se queja poniendo los ojos en blanco.

—¿Ya no nos contarás? —pregunto con falsa desilusión.

—Claro que les contaré —las tres nos sentamos en la cama —. Tuve una cita con Santiago.

—¡Oh por Dios!, ¡¿Acaso te casarás?!

—No seas precipitada —se queja —. Ya somos novios oficialmente.

—¡Felicidades Sofi! —decimos mi hermana y yo al unísono, ella nos dedica una sonrisa.

—¿Cómo va todo Emma? —inquiere Sofi.

—Ni le preguntes, la pobre tiene más cosas en qué pensar —expresa Nina mirándome con una sonrisa.

—Gracias —ironizo.

—Bueno, bueno, está vez nos olvidaremos de que tienes líos amorosos y celebraremos que cumples años —se apresura a decir mi prima, la miro con agradecimiento, realmente venir a este lugar es para disfrutar de mi familia y no pensar en todo.

—Bueno, iré a dejar mis cosas y acomodarlas, será un grandioso fin de semana —Nina se pone de pie y nos dedica una sonrisa.

—Iré contigo, Emma, nos vemos en un rato —expresa mi prima y sigue a mi hermana, yo asiento y me recuesto en la cama.

El techo aún tiene las pequeñas estrellas que permiten que se mantenga alumbrado en la noche, observo la foto familiar que me encanta tener aquí, sin duda ya he crecido, mi tiempo de niña se ha ido en un abrir y cerrar de ojos, sigo sin creer que estoy a horas de cumplir 17 años.

Abrazo una almohada, el atardecer es hermoso, llegamos en la hora perfecta para disfrutar de la tarde-noche, la ventana me transporta a muchos recuerdos familiares, en especial el recuerdo de las reuniones y la felicidad que inspira mi familia...

—Emma, que bueno que has llegado —comenta mi primo.

—Si, creí que estarías con mi hermano.

—Ah, sí, pero quería pasar a saludar —comenta dedicándome una sonrisa.

—Holii —saludo dejando escapar una risita.

—¿Vemos una película?

—Claro que si —ambos bajamos a la sala, nos sentamos y buscamos algo por ver —¿Tienes alguna propuesta?

—Aún tenemos pendiente ver The Purge...

—Ni se les ocurra verla los dos solos, nosotros nos apuntamos para verla —se apresura a decir Sofi y toma asiento.

—Cierto, que es una película que nos encanta a los cinco —comento divertida.

—Luego no quiero que estén de miedosos —comenta mi tía, me pongo de pie al igual que Nina y Adam para saludarla y a mamá Ita.

—Hola querida.

—Hola querida —me saluda.

—¿Te ayudamos tía? —inquiere mi hermano.

—Pregúntale a la Virgen si quiere una veladora —responde dando a entender que hasta la pregunta ofende, su tono de voz es muy especial, tanto como el de Meli, ambas coinciden en que es una voz que se escucha a distancia.

—Ay hija, cómo serás —replica mi mamá Ita.

—Hola mamá —saludamos al unísono.

—Hola hijos, bendito Dios que llegaron con bien —comenta con una sonrisa.

—Si, aquí estamos ya —respondo y la saludo con un enorme abrazo, de esos que das cuando no has visto a alguien en mucho tiempo.

Después de ayudarles con las cosas regresamos a la sala y Javi se encarga de poner la película, me siento a su lado y me recargo en él, sin duda me encanta mucho la saga de The Purge, curioso que me den miedo las películas de terror y estás en las que hay sangre de por medio las acepte sin problema.

Ya vamos para tres películas, en la segunda me he quedado dormida, sé que era de terror, así que no me perdí de algo que me interese, mi mamá se movilizó rápido porque ahora estamos todos comiendo palomitas y riendo con la película Norbit, sé que es la favorita de mamá Ita.

—¿Qué haces? —pregunta mi primo.

—Le mando un mensaje a Alina —respondo concentrada.

—¿Tú amiga?

—Así es, es que mañana es el cumple de las dos —comento con una sonrisa.

—Bueno...

No sé en qué momento está por ser media noche, pero si sé que las palabras salen sin ningún problema, después de todo, cuando dejas que el cariño sea profesado, todo se plasma sin ningún problema y bueno... Ali lo merece y amerita la expresión de cariño. 


Emma

🎶🎵🎶Estas son las mañanitas que cantaba el rey David, hoy por ser tu cumpleaños te las escribo aquí...🎶🎵🎶

💙De todo corazón espero que te la pases muy bien en compañía de tus seres queridos, sabes, me alegra demasiado que nuestro camino se volviera a unir, te quiero mucho, eres mi mejor amiga, sé que la vida siempre se encarga deponernos a las mejores personas en el camino, y yo tengo la fortuna de haberte encontrado en mi camino, deseo que Dios te bendiga hoy y siempre... disfruta tú día, te amo con todo mi corazón, gracias por obsequiarme tiempos llenos de sonrisas, complicidad y miles de conversaciones en papelitos e inclusive frente a frente.💙

💙Te mando un fuerte abrazo psicológico y te deseo lo mejor este y todos los días.💙

💙Hoy estamos de fiesta porque nació una gran persona que es muy importante en la vida de cada persona que se ha cruzado en tu camino.💙

💙Que Dios te colme de muchas bendiciones, ahora me despido y disfruta de tu día, gracias por ser parte de mi vida.💙

Posdata. Te daré tu regalo después💙💙


Alina

Emma❤️

¡Feliz cumpleaños!🎂 🎊

Sabes que te quiero mucho y quiero que ahora que cumples 17 sigas creciendo como persona, que nunca pierdas esa esencia que te caracteriza, quela Emma amable y simpática exista para siempre, que hoy estés llena de bendiciones y buenas personas (bueno todos los días) que cuando apagues las velitas de tú pastel tus deseos se cumplan.❤️

Sin duda eres de las mejores personas que existen en el mundo, eres una increíble amiga y hoy en tu gran día te deseo lo mejor desde el fondo de mi corazón, sé que el destino y Dios quiere que estemos juntas por mucho tiempo más⌛, que no importa que nuestros caminos de separen, se volverán a unir en algún momento, bueno, pero deseo que sigamos compartiendo muchos momentos lindos❤️❤️❤️.

Posdata. Muero por darte tu regalo


Nuestros mensajes llegan al mismo tiempo, lo sé porque ambos aparecen enviados a las 00:00 a.m., le agradezco a Ali, al igual que ella a mí, sonrío y pequeñas lágrimas se encargan de mostrar mi emoción, nunca imaginé tener una amiga que cumpliera años el mismo día que yo, pero el conocerla y tenerla en mi vida de verdad me hace sentir afortunada.

—¿Ya se felicitaron? —inquiere Sofi.

—Ya —respondo con una enorme sonrisa.

—Bueno, entonces ya duerme —comenta negando —. Muero de sueño.

Asiento, ella se recuesta, dejo mi teléfono a un lado y me dispongo a dormir.


*


Abro mis ojos con pesar, mis oídos se invaden por la melodía de las mañanitas, tallo mis ojos y bostezo aún sin encontrar mi aquí y ahora. La luz me permite saber que es temprano, veo a mi papá con ternura.

—Ponte hermosa mi amor —comenta una vez que termina la canción, me dedica una sonrisa y posa un beso tierno en mis cachetes.

—Dormiré cinco minutos más —advierto cubriéndome con mis cobijas.

—Bien, pero no te quedes así todo el día, que será largo y hermoso —me informa negando ante mi actitud, sip, 17 años y sigo pareciendo una niña ante sus ojos.

Cinco minutos se convierten en dos horas, la luz golpea más mis ojos, eso me hace despertar, bostezo y arreglo mi cabello, tomo mi teléfono y me encuentro con el hecho de que pasan de las diez, escucho que hay música y murmullos abajo, pero ni eso tuvo el poder de levantarme. Siento mi cuerpo bastante relajado, siento que tenía mucho que no dormía tan bien.

Decido usar un suéter blanco con delicadas rayas rojas que deja mis hombros descubiertos, lo que me encanta es que los colores se relacionan a los personajes de mi libro favorito, decido acompañarlo con un short rojo y tenis blancos, si, mis colores preferidos desde siempre.

—Créeme que pensé que usarías algo así —comenta mi hermano divertido.

—No pensaba escuchar algún reclamo sobre la sudadera que me obsequiaste —comento con una sonrisa.

—¡Feliz cumpleaños mana!

—Gracias, te quiero hermanito.

—Lo sé, bueno, iré abajo, te espera un gran desayuno...

—¿Acaso preparaste malteada y hot-cackes?

—Lo sabrás en cuanto bajes —murmura divertido.

—Bueno, deja que responda algo —comento al recordar haber visto mensajes de las chicas.

—No te tardes —advierte con seriedad y baja, me siento en la cama y decido comenzar por abrir el último mensaje registrado hasta el primero...

Alina es la primera en felicitarme, cosa que me encanta, más porque de manera oficial es el cumpleaños de ambas, lo hermoso es que sin planearlo nos terminamos sorprendiendo.


Lydia

Hola Emma, primero que nada

¡¡Feliz Cumpleaños!! 🎊

Agradezco a Dios por poner en mi vida a una persona amable, cariñosa, honesta, a una persona que sé que es una niña con el mejor corazón del universo, bondadosa, que sé que no te juzgará, que siempre te apoyará en todo.💜

Emma, de verdad muchas gracias, te adoro demasiado...

💜 Gracias por aguantar mis gritos de fan loca
💜 Gracias por hacerme sonreír siempre
💜 Gracias por compartir momentos especiales a mi lado
💜 Gracias por todas esas sonrisas
💜 Gracias por aguantarme cuando estoy irritada
💜 Gracias por siempre escucharme cuando tengo un problema
💜 Gracias por temerme confianza
💜 Gracias por permitirme ser quien soy sin cohibirme

Emma, de verdad gracias por todo, no sabes cuanto te quiero y no tienes idea de cuanto me harías falta si no estás a mi lado, porque como he dicho: "Sin ti soy un desastre"🙃🤭

Espero que te la pases muy bien en compañía de tu familia y amigos sabes que te quiero mucho, muchas gracias por estar para mi en muchas cosas, gracias por estar cuando más te necesito y sabes que te deseo lo mejor de este mundo.🤗💖

Te Quiero Mucho no lo olvides 💖🥺


Meli

Hola hermosa cumpleañera...

En el tiempo que llevo conociéndote he visto que somos muy diferentes, pero eso no ha sido impedimento para que tengamos una hermosa amistad. Nunca olvides que cualquier cosa que necesites, yo siempre te apoyaré, no dudes en pedirme un favor. Eres una gran niña, sigue como vas, échale ganas para que puedas seguir tu camino y te conviertas en alguien exitosa, pero amable y bondadosa, que el éxito no te quite la humildad que llevas.

Te quiero!!

Jaja, me gusta hacer tonterías contigo😊 Pero es más fácil que yo te fastidie porque nunca me estoy quieta 😂😂

Gracias por aguatar día a día todas mis tonterías. Por estar ahí siempre, por quererme como lo haces, contigo se me sale mi lado "tierno" o sensible 😂 &' Por último, nunca olvides que te quiero demasiado &' me da miedo perder tu amistad porque estoy muy consciente de la gran persona que eres&' pues te has ganado un lugar en mi corazón 😊 Te quiero a montones ❤️

De verdad me he encariñado muy rápido contigo, me da gusto que esta amistad se vaya fortaleciendo día a día 👭, espero que te la estés pasando super bien, te deseo un muy feliz cumpleaños, que disfrutes de la presencia de tu familia &' las personas que quieres. Me da mucho gusto que formes parte de mi vida.

Te amo Emma, gracias por apoyarme y levantarme siempre el ánimo, nunca tuve una amiga como tú y me da gusto el haberme encontrado contigo ahora🖤🖤🖤


Lydia y Meli de verdad que me dejan sin palabras, son tan tiernas, me encanta tenerlas en vida, la presencia de Lydia es toda una aventura, en especial cuando se trata de sus BTS, pero con Melissa es un nivel donde lo introvertido pasa por el arco de triunfo para convertirlo en memorias llenas de aventuras y muchas cosas que sin duda hacen que pasemos por momentos llenos de pena y vergüenza, pero verdaderamente memorables.


Diego

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Estas son las mañanitas...

Bueno tú te sabes el resto

Solo quiero desearte un feliz cumpleaños y a pesar de no estar contigo quiero que sepas que siempre contarás conmigo.

Disfruta este tu día con tu familia.

¿Ya cuántos años de amistad?, No tengo idea por eso tu llevas la cuenta jajaja, perdona si no se me ocurre más, pero sabes que soy pésimo en esto jaja, estoy emocionado por vernos este sábado.

Recuerda que te amo mucho ❤️.


Diego sin duda también es de mis personas favoritas, en pocas palabras logra darme mucha felicidad su sinceridad, sin duda cinco años de amistad han válido la pena y han sido toda una aventura llena de retos, lo que más me encanta en que en ambos existen muchas diferencias, pero encajamos muy bien.

Después de agradecer por las felicitaciones decido dejar mi teléfono en el tocador, mi mente decide invadirme con la decepción al no ver un mensaje de Eith, decido alejar la melancolía y despejar mi mente para poder estar libre de malos pensamiento y disfrutar al máximo el tiempo con mi familia.

—¡Aplausos a la quinceañera! —expresa mi tía alegre —Ay no, ya no es quinceañera —añade soltando una carcajada.

—Buenos días —saludo a cada uno.

—¡Feliz cumpleaños Emma! —dice mi tío extendiéndome una caja de chocolates.

—Gracias tío.

—¿Me darías uno prima? —inquiere Javi sin vergüenza alguna en su voz.

—Nou —comento en un tono aniñado.

—¡Felicidades hija! —expresa mi papá Ito rodeándome con un caluroso y afectuoso abrazo, seguido de eso me reúno a los brazos de mamá Ita.

—Provecho —comenta Nina dejando al descubierto que acerté con el desayuno.

Todos toman sus asientos, cada uno se distrae en su charla, la casa comienza a tener rastro de aromas debido a la comida que están preparando, parece precipitado, pero conociendo a mamá, prefiere tener todo listo para comer a tiempo.

—¿Podemos jugar un videojuego?

—Yo soy un desastre para eso —me apresuro a responder.

—Yo acepto —comenta Adam.

—Mamá, ¿Les ayudo con algo? —pregunto al ver que todas están en la cocina, mientras mi papá con ayuda de mi tío ponen la mesa, sillas y de todo en el jardín.

—No hija, mientras sal o puedes enviarle un mensaje a Alina —responde concentrada.

—Bueno —comento aburrida.

Me paso a la sala al lado de Adam, enciendo el televisor, ver una película puede ser una buena opción, busco algo que capte mi atención, pero no consigo encontrar algo, apago la tele y subo a mi cuarto, tiendo la cama y ordeno lo que estaba en desorden.

Veo el ropero, recuerdo que aquí deje muchas cosas, saco la caja que tiene mi nombre, sonrío al ver su contenido, está la muñeca con moto que me obsequiaron mis papás, hay un álbum, decido que es bueno quitarle el polvo y disfrutar de los buenos recuerdos. Era tan pequeña, pero también crecí, parece que todo se va en un parpadeo...

—¡No te creo!...

—Prima, ¿Si me das un chocolate? —pregunta sacando uno, cosa que me molesta un poco.

—No Javier, eso es para mí —declaro haciendo un puchero al percatarme de que mi primo ha usurpado mis chocolates.

—Emma, dame un chocolate —vuelve a pedir y se hecha a correr.

—Pareces un niño, espera al menos a que terminemos de comer —comento algo agitada, le arrebato mi caja de chocolates.

—Javier, ya sabes las reglas —comenta mi tía.

—Está bien mamá —se rinde —. Primita, ve y recibe a tu novio —añade burlón.

Volteo y siento que todo se detiene, sé que no es así, pero así lo siento, mi tiempo se pone en stop, ¿qué hace él aquí?, es lo primero que me pregunto. Verlo llegar hace que mi corazón de un huelco.

—Hija, ve a saludar a los invitados —indica mi mamá emocionada, ahora me siento como la niña pequeña que tiene que ir a recibir con una sonrisa a quienes lleguen a su fiesta.

—Hola pequeña —me saluda Dylan con una gran sonrisa —¡Feliz Cumpleaños!

—Gracias —respondo dedicándole una sonrisa nerviosa, su llegada me sorprendió y me ha dejado en blanco.

—¿Cómo te la estás pasando? —pregunta la señora Jackie dedicándome una sonrisa.

—Bien, está siendo un grandioso día —respondo al recordar las felicitaciones de mis amigas y amigos.

—A mi Jackie le fascina la idea de darle regalos a una chica —comenta el papá de Dylan —. Comprenderás que a ella le hubiera gustado tener también una hija...

—Pero tenemos a nuestro príncipe —interrumpe con algo de nostalgia, ella me extiende una bolsa de regalo, aunque se abalanza sobre mi para darme un abrazo —Disfrútalo.

—Muchas gracias de verdad, aprecio el presente —respondo dándole pequeñas palmadas en la espalda.

—¡Llegaron! —expresa mi Ita —Pero que hacen aquí, pasen a su casa —los invita con mucho entusiasmo.

—Usted como siempre tan linda —comenta el señor John abrazando a mi Ita.

—Nos tuvieron abandonados —lamenta —Después de haberlos visto crecer por mucho tiempo...

—Sentimos eso —añade la señora Jackie haciendo un puchero.

—Crecieron tan rápido —comenta mi Ito con sorpresa.

—¡Ay!, el tiempo pasa tan rápido —lamenta mi Ita con nostalgia.

—Nosotros suegra, el tiempo es el único que parece seguir igual —corrige mi mamá.

—Los niños ya dejaron de ser niños —añade mi papá.

—Lo sé —ríe —Algo me dice que sus parejitas no se logran —murmura sin éxito porque escucharlo me hace pensar en lo emocionados que debieron estar nuestros padres ante la idea de que como sus hijos tuviéramos algo.

—Con el tiempo entendimos lo imposible de nuestros planes —murmura mi papá.

—Aún hay esperanza —replica mi Ita guiñándoles el ojo.

Los adultos se sumergen en su conversación, es lindo verlos y no sólo observarlo, sino sentir el cariño que existe. Sus sonrisas son tan naturales que de verdad me contagian, verlos sonrientes hace que pierdan el aire adulto, a veces parecen ser jóvenes y vivir del momento, disfrutando de su compañía y de los recuerdos buenos, sus risas siempre contienen buenas historias y cada una de sus maneras de reaccionar vuelven más mágico todo.

—¿Te molesta que haya venido? —la voz de Dylan hace que salga de mi trance.

—Para nada —afirmo con una sonrisa —. Creo que es algo inesperado y en parte lindo, no lo vi venir.

—¿De verdad?

—Si —río ante su sorpresa —. ¿Quieres venir conmigo?

—Claro, hoy la cumpleañera merece un sí a todo —comenta y me mira apenado.

—Dylan, si te pido que uses vestido y corras por todo el lugar gritando que has perdido la razón, ¿lo harías?

—Por hablador no me quedaría de otra —admite —. ¿Quieres que lo haga?

—¿Qué? ¡Nooo!, tengo ideas locas, pero eso es mucha humillación.

Él suelta una carcajada que logra contagiarme, ambos abandonamos a los adultos y no tan adultos, decido que es buena idea ir a los juegos que aún podemos usar.

—¿Sabes?, nunca imagine que la cumpleañera decidiera estar alejada de sus invitados —comenta con voz burlona.

—Lo sé, pero tanta luz me abruma —explico con algo de dramatismo.

—Creí que los habían quitado —comenta al ver los columpios y el sube y baja.

—No, bueno, si quitaron algunos juegos, pero dejaron los que aún podíamos usar —comento con una sonrisa —. ¿Acaso no notaste que a sus ojos seguimos siendo unos niños y niñas?

—Tienes mucha razón —expresa.

Decido sentarme en uno de los columpios y lo invito al que está a mi lado.

—¿Puedo empujarte?

—¿De verdad?

—Bueno... sólo si la princesa me lo permite —flaquea con su respuesta.

—Acepto, pero no me dejes jugando sola —respondo haciendo un puchero.

—Tú mandas —acepta dedicándome una sonrisa, se acerca a mí y sujeta el columpio repagándome a él, su cercanía me pone nerviosa, más por el hecho de que después del beso no mencionamos nada. Él se inclina acercando más su rostro al mío, puedo ver la luz del sol golpear su cara, debo admitir que lo hace ver atractivo, paso saliva y mis manos se aferran al columpio, intento no voltear en su dirección.

—Dyl... Dy...

—Luces hermosa cuando te sonrojas —comenta empujándome, no puedo decir nada, sólo dejo que mi cuerpo se relaje, vuelve a empujarme y trato de pedirle a mi cerebro que regrese mi capacidad para hablar.

—Con eso es suficiente —consigo decir, aunque él se recarga en uno de los tubos y mantiene la mirada en mí.

—De nada.

—Lo siento, gra...gracias —titubeo —. ¿Qué esperas para columpiarte?

—Temo informarte que la vista es demasiado linda y no quiero perderme de ella.

Agradezco tener la vista en frente, sólo así me es fácil ocultar mis mejillas sonrojadas.

—Creí que cumplirías tu palabra —comento decepcionada.

—Eso fue ofensivo, pero tienes un muy buen punto —comenta dolido, puedo percatarme que se acerca al columpio que está a mi lado, se balancea un poco y comienza a tomar vuelo —. ¿Mejor?

—Mejor —respondo con una sonrisa.

—¡Ya vengan a comer! —nos llama mi tía.

—¿También se quedarán a dormir? —pregunto.

—Parece que sí, lucen tan felices que ten por seguro que habrá una buena desvelada —responde dedicándome una sonrisa.

—Bueno, según recuerdo está casa fue construida con el fin de tener visitas, ¿no? —inquiero devolviéndole una sonrisa.

—Así es...

—Como dije, aún hay esperanza —dice mi Ita haciendo que nuestros papás suelten una carcajada.

—Momento incómodo, pero qué le hago —murmuro Dylan.

—¿Nos iremos una vez que terminemos? —inquiere Nina.

—Si, eso dijeron en la pastelería —responde Javier.

—¿Puedo ir con ustedes? —pregunto, ellos niegan, hasta parece un complot.

—No debes ver tu pastel y también es deber de la cumpleañera quedarse con sus invitados —explica Sofi divertida.

—Además, pasarás tiempo con tu amigo —agrega Nina dedicándome una sonrisa maliciosa.

—Ni modo —digo haciendo un puchero.

—Y luego no quieres verte tierna —comenta Dylan sin quitarme la vista de encima cosa que hace que me sonroje.

—Mejor comamos —comento obligándome a no sonreír.

Todos terminamos de comer, mamá Ita recoge la mesa, la sigo al ayudarla a llevar los trastes al igual que Dylan.

—Si quiere yo los lavo —ofrezco.

—La regla de la casa es que la cumpleañera no haga nada —me recuerda.

—Lo sé, pero quiero ayudar...

—Si gusta yo la ayudo —ofrece Dylan.

—Bien —acepta —, es mejor decir que quieren estar solos —añade dedicándonos una sonrisa, Dylan y yo nos miramos con desconcierto.

—Es lindo volver a tener un momento así —comenta después de un rato.

—¿Lo dices por lo ocurrido en vacaciones?

—Si, nos falta la compañía de Reik —comenta sacando su teléfono.

—Sigo sin creer que te guste...

—Un poco de todo si —admite —, pero debo confesar que tengo un alma más rockera.

—No te creo —respondo sorprendida —, Dylan, tienes que querer jugarme una broma porque no te ves como una persona a la que le guste el rock.

—Ofendes mi apariencia —lamenta.

—No es eso, te ves más del tipo que escucha a Bruno Mars o incluso Ed Sheeran.

—Admito que me gustan y si los escucho, pero también soy amante de Queen, tú pareces ser de las chicas que escuchan baladas —parece pensar —, ¿Has cantado música de Timbiriche?

—Si, lo he hecho, ¿Y tú?

—No, pero ahora quiero el show —admite dedicándome una sonrisa.

—Lo siento, pero no pasará...

—Vamos Emma, cantaste con Reik, puedes cantar algo de Timbiriche.

—Debo agarrar confianza y valor... —suspiro —, es mejor cuando todo sale natural, así que no lo forcemos.

—¡Que emoción!

—¿Escucharme cantar?

—Si, debo decir que a pesar de ser amante de Adele te prefiero mil veces, pero tienes competencia...

—Bueno, entonces ella gana —respondo encogiéndome de hombros —, yo no soy ninguna artista, ni nada por el estilo.

—¿De verdad?

—Sip.

—Niña, es obvio que te prefiero como no tienes idea, recuerda que tú para mí, eres mi artista favorita —confiesa acercándose a mi y tomando mi mano.

—Dylan...

—Niña, estoy enamorado de mi verdadera artista y la número uno —me dedica una sonrisa y me mira a los ojos —, y eres tú.

No sé ni que decir, me siento feliz y extraña, es tan complicado esto, paso saliva y me separo de él.

—Emma...

—¿Sí?

—Entiendo que aún no me digas algo y que tengas miedo, pero siempre te apoyaré en la decisión que tomes, no lo olvides.

—Gracias Dyl, ¿Está bien si enjuagas los trastes?

—Yo encantado de ayudar, pero hoy lavo yo.

—Bueno, será mi turno devolverte los trastes que laves mal —respondo soltando una carcajada y él mira negando con la cabeza sin quitar la sonrisa de su rostro.

—Mínimo pon algo de música —pide dándome su teléfono.

—Bueno, pero no quiero quejas —advierto.

—¿Bromeas?, tus gustos harán que cantes —me explica.

—Bueno, perderé si digo que no pasará...

Decido que es interesante que Dylan tenga canciones de Leonel Garcia, así que decido poner en aleatorio, Dylan me mira divertido al darse cuenta de que conozco la canción.

—Si, también soy fan de "Te bese" con María José —admite.

—No lo resistiré... —me da una ataque de risa y cubro mi rostro, es imposible no cantar y más cuando él se pone a cantar también, así que decido que es lindo hacerme pasar por la Josa.

Debo admitir que es extraño cantar "Te bese", en especial cuando si ha pasado entre él y yo, la diferencia es que no ha sido solo una vez, sino tres, creo, ese pensamiento me hace reír.

—¿Qué es divertido? —pregunta y sigue cantando.

—Que... —le dedico una sonrisa —, te besé, te besé, te besé —canto, cosa que hace que entienda mi punto.

—Con toda el alma en la piel, te besé...


"Solo una vez y cambiaste lo que significa el tiempo
Ahora un segundo es igual a la medida de extrañarte tanto

Solo una vez y no hay más que ese mágico momento

En que te besé, te besé, te besé"


Canta acercándose demasiado a mí, decido dejarme llevar y dar mi mejor show, sujeto su cuello y me separo de él, aunque este me obliga a volver a él, tomo un poco de espuma del jabón para trastes y se lo embarro en su rostro.

—Eso no es justo —se queja.

—Lo es —afirmo divertida.

—Emma —me llama.

—¿Sí?

—Y te besé, te besé —canta dejándome perdida, se acerca demasiado a mi haciendo que sus labios rocen mi mejilla —, y te amé...

¡¿Acaso me quiere matar?!

De no ser así siento que me dejará sin vida un día de estos sin siquiera saberlo, decido enjuagar los trastes que dejo, darle la espalda me hace sentir tranquila, aunque también mal, pero él parece tomarlo bien.

—Lo confirmo —suelta de golpe —, eres mi artista favorita...

—Si sigues así me veré en la necesidad de irme y dejarte con el trabajo solo —suelto con un tono de broma, él levanta las manos a modo de rendición, con música y todo terminamos de lavar los trastes, nos dirigimos a donde se encuentran todos, Sofi ya se ha encargado de poner música, baila de forma divertida, aunque tiene que cambiar de dispositivo al ver que ya es momento de irse.

—Con cuidado —les dice mi tía.

—Si mamá, tranquila.

—Si se encuentran con un tarugo lo ignoran —advierte mi papá Ito.

—¿A qué se refiere? —inquiere Dylan.

—A que si les coquetean no hagan caso —responde divertida.

—Entiendo...

—Dylan, amor, ¿Puedes traer los dulces que trajimos?, fue lo que olvido bajar tu papá —comenta la señora Jackie.

—Creí que era sorpresa —responde dedicándole una sonrisa a su mamá, ella lo mira apenada y nos dedica una sonrisa.

—Fue su idea traerlos —explica.

—¿Son para Emma? —inquiere mi tía.

—Si, bueno, quería traer algo, en especial cosas que le gustan a ella —dice nerviosa, bueno, a esto le llamo sorpresa arruinada, Dylan llega y acomoda las cosas, no hay trastes sucios, a excepción de los vasos, pero los dulces adornan lindo y tengo unas ganas enormes de tomar de todo.

—Espero que los disfruten —dice encogiéndose de hombros.

—Gracias por esto —respondo dedicándole una sonrisa, todos le agradecen, aunque él no deja de mirarme. Todos toman dulces, que sean sueltos ayuda mucho, así puedes tomar un poco de todo.

—Espero te guste la "sorpresa" —eso último lo dice haciendo unas comillas con sus dedos.

—Es perfecto, de verdad —le dedico una sonrisa —. ¿Te animas a ver una película?

—¿Me estás invitando a volver adentro? —inquiere con falsa incomprensión.

—Eso creo...

—Bueno, vayamos, pero tienes que ver una película que me encanta —responde con una enorme sonrisa.

—Bien, hay tiempo para ver hasta dos o más —respondo dedicándole una sonrisa, ambos llevamos una buena cantidad de dulces, los ponemos en platitos, decido subir por mi cobija, el álbum me recuerda que tengo que mostrarle la foto.

—¿Qué tienes ahí? —pregunta con desconcierto.

—Una cobija, ¿Acaso no es obvio? —ironizo divertida.

—Obvio que sí, pero me refiero a lo otro —enfatiza.

—Ah, jaja, lo llamo "Un viaje al pasado".

—Veamos ese viaje —sugiere, nos cubrimos con la cobija, ambos nos acercamos para poder visualizar bien el álbum.

—¡Que pena!, no puedo creer que tengo esa foto...

—¿Por qué querías matar a una manzana con un plátano?

—No me juzgues, quiero pensar que era divertido jugar con la fruta.

—Con la comida no se juega —me recuerda.

—Ash, sólo espero que valiera la pena traerlo y enseñártelo —murmuro de mala gana.

—Los bailables del kínder era interesantes.

—Ya lo sé, verte en esa foto me causa gracia —comento —, el bigote te queda gracioso —añado soltando una risa.

—Muy graciosa tú —susurra mirándome con falsa indignación, llegamos a lo que es casi el final del álbum, sus ojos se cristalizan al ver la foto.

—Dyl...

—¿Cómo es que termino aquí? —pregunta, pensé que se pondría feliz, pero sólo pensé, hago una mueca, la foto de él con su abuela y yo de mal tercio no fue después de todo una hermosa sorpresa.

—No tengo idea, supongo que la olvidaste o algo así —explico.

—¿Puedo quedármela? —inquiere, para ser un momento triste, debo decir que es como volver a ver a ese niño que retratan las fotos, fue divertido porque casi todas no eran parte de la memoria que nos dieron nuestras mamás.

—Claro que si —respondo, extiendo mis brazos y lo rodeo, acaricio su espalda, aunque el que la tenga ancha me impide rodearlo en su totalidad.

No sé lo que es perder a un abuelo, pero si me doy la idea de lo triste que puede sentirse, más si existe un vínculo tan grande que sobrepasa el límite. Dylan hunde su rostro en mi cuello, siento sus lágrimas, no sé qué más hacer, lo único que sé que soy capaz de darle es este momento.

—Gracias —dice con voz temblorosa.

—¿Por qué? —pregunto aún sin separarme de él, pero queriendo alejarme, el aliento de su voz me hace sentir una clase de corriente.

—Por la foto, no tienes idea de como sufrí cuando no al encontré...

—Bueno, ya volvió a ti y jamás se perderá de nuevo —respondo separándome de él sin que se vea repentino, limpio sus lágrimas y le dedico una sonrisa —, te quiero mucho y me alegra encontrar lo que buscaste por mucho tiempo...

—Emma...

—¿Qué ocurre?

—Es la primera vez en mucho tiempo que me dices que me quieres —admite sonrojado, yo me llevo la mano a la boca para reprimir una sonrisa.

—No tenía idea —tomo un chocolate —, esto terminará de hacerte sentir bien —se lo extiendo buscando evadir lo que dije, el abre la boca indicándome que quiere que se lo de, lo hago, sujeta mi mano y me mira con una gran sonrisa, sus ojos aún lucen cristalizados, pero tiene una enorme sonrisa que me contagia.

—Gracias...

—Why? —pregunto intentando no sonar repetitiva, pero es que este hombre siempre logra sacarme de mi tranquilidad.

—Por darme felicidad, por ser tú... —responde sin quitar la sonrisa de su rostro.

—Bueno, completemos la felicidad —sugiero sacando la foto del álbum, aunque nos llevamos una sorpresa, dos fotos iguales se encuentran en la misma página.

—No recordaba que eran dos —admite desconcertado.

—Bueno, quiero pensar que si la dejaste, puede que haya sido en una de tantas veces que te quedabas dormido...

—Bueno, entonces no tendré que quitarte tú foto —dice encogiéndose de hombros.

—Bueno, ten por seguro de que si la pierdes, aquí tendrás otra —afirmo.

—Gracias —ve hacía el frente —, veamos ahora esa película —pide.

—Te doy el poder absoluto —respondo divertida.

—Me decepciona que no sean las gemas del infinito, pero es cierto, quien tiene el control puede poner lo que quiera —responde divertido.

—Advierto que si decides poner esa película me dormiré —comento haciendo un puchero —, requiero acción o tensión, pero tampoco algo que me asuste.

—Bueno, admito que me gusta el universo de Marvel, pero en esa categoría no se encuentra mi película favorita.

—Está bien, yo mientras me deleitaré de estas gomitas enchiladas...

—Dame una —pide, yo niego divertida y le doy, nos incorporamos para ver la película, me recuesto en él, ambos nos compartimos dulces, en ocasiones él me da uno en la boca y yo a él, vamos progresando con la película, aunque ya nos terminamos todos los dulces.

—¿Voy por más? —pregunto enternecida ante su expresión, ver su película favorita hace que me de ternura.

—No, ya no creo poder con más —dice sujetando mi mano —. ¿Irás por más?

—Nou, ya no me cabe más —digo divertida.

—No te vayas —dice en un tono aniñado —, casi llegamos a mi parte favorita —dice encogiéndose de hombros.

—Dylan, ver Resident Evil significa estar alterado —explico regresando a mi lugar.

—Los zombies son interesantes —murmura.

—Lo que es interesantes es la mirada que pones, te brillan los ojitos y pareces emocionado, más que asustado.

—Bueno, date una idea de como te ves cuando se trata de Los Juegos del Hambre —replica.

—No puedo argumentar nada ante esa lógica —me rindo, vuelvo a recostarme, de forma inesperada él deposita un beso en mi cabeza.

—De verdad me gustas mucho... —susurra.

—¡Llegamos! —anuncia Sofi.

—¿Puedo ver mi pastel? —inquiero evadiendo el comentario de Dylan.

—No, será a la hora de partirlo —responde Adam.

—Bueno, no tengo de otra —respondo de mala gana, aunque me siento agradecida de que llegaran a tiempo, sería feo no responderle o cambiar el tema, bueno, esto es feo, pero no quiero pensar en sentimientos.

Los adultos comienzan a entrar y pasan al comedor, parece que ya se siente frío, terminamos de ver la peli favorita de Dylan y todos comienzan con el debate importante, ¿Qué película veremos?, siempre hay opciones, pero muy difícilmente se llega a una conclusión.

—Chicos, ya vamos a partir el pastel —nos llama mi mamá.

—¡Al fin! —celebro al poder ver de qué es mi pastel, Dylan sujeta mi mano impidiéndome pararme.

—Deberían cubrirle sus ojos para alargar la espera de ver de qué es su pastel —sugiere Dylan con una sonrisa un tanto maliciosa.

—Eso no es justo —me quejo intentando soltarme de su agarre para cruzar mis brazos.

—Descuida pequeña, no lo haremos —me anima mi hermano.

—Le quitan lo divertido a tanta intriga —replica Dylan.

—Si, no lo haremos porque mamá se nos adelanto y ya ha saco el pastel —responde Nina con una sonrisa.

Nos dirigimos a la mesa, a mi me dejan en el centro, veo mi pastel y les dedico una sonrisa, aunque tengo que cubrir mi rostro para reprimir un grito...

—Efectivamente, es tu preciado Sinsajo —dice mi primo por mi.

—¡Muchas gracias!

—No es nada, lo mereces —responde Nina, mi prima prende las velas y apagan las luces, cantas las mañanitas, no puedo evitar ver con admiración a las personas que más amo en está vida, me hacen sentir bien y su apoyo aleja todo rastro de soledad. El amor que me dan no se compara con nada, soy feliz, en este momento me siento bastante satisfecha y afortunada por la familia que tengo y las hermosas amistades que han forjado, eso nos ha permitido conocernos y estar disfrutando de este momento.

—Pide tu deseo —dicen todos al unísono, pienso con una sonrisa.

—No ese no —dice mi tía, vuelvo a cerrar los ojos para pensar —, no querida ese tampoco —añade, todos reímos ante sus expresiones.

—¡Ya, pídelo! —exigen, cierro los ojos y lo pido, mi deseo es el mismo que he pedido cada año, sonrío y soplo las velas, todos aplauden y hacen sus porras, Sofi prende la luz, hora de partir el pastel...

—¡Que lo muerda, que lo muerda! —cantan todos, observo a mi primo y también a Dylan, soy un poco paranoica cuando se trata de la mordida del pastel.

—Si lo muerdo deben alejarse —les advierto, aunque mi mamá y la de Dylan deciden vigilar el área, muerdo el pastel, los aplausos no cesan y yo no puedo dejar de sonreír.

—Ahora sonrían para la foto —dice mi tía, aunque mi tío es quien la toma.

—Primero los Ferrer —sugiere mi prima, Dylan y sus papás se toman una foto conmigo, aunque luego deciden dejarnos a él y a mi solos, mi cara comienza a picar por el chocolate, todos nos tomamos las fotos, estoy segura de que me veo chistosa.

—Iré a lavarme —les digo.

—Primero parte el pastel —dice mi mamá.

—¡Que lo parta, que lo parta! —cantan ahora, una vez que lo parto todos aplauden, me pongo de pie y voy al baño para limpiar mi rostro, tengo que subir por crema para evitar que se reseque mi piel.

Parece que mi prima volvió a poner música, ahora todos se encuentran bailando, es divertido porque comen su pastel en intervalos, bailan y se sientan, me siento y degusto de mi pastel que tiene helado de chocolate y más chocolate...

—Puedo ver que disfrutas de tu pastel —comenta Dylan después de bailar con su mamá.

—Así es —afirmo.

—Bueno, lo probaré —su rostro hace que su boca no deba articular ninguna palabra, su expresión habla por si sola —. ¡Delicioso!

—Lo sé —respondo dedicándole una sonrisa.

—Bien, señorita, ¿Me permite bailar con usted? —inquiere dejando a un lado su pastel.

—No tengo de otra —respondo como si fuera algo complicado para mí.

—Duele menos un no —dice en un susurro.

—Sabes que bromeo, nunca lo olvides, el drama es mi pasión.

—Lo sé —tomo su mano y ambos bailamos un buen rato una que otra canción.

—Hermosa, está es tu canción —dice mi hermana, mis oídos y cuerpo saben que no puedo seguir, esa canción es especial para Eith y para mí, "17 años" adaptada a "Tiene 15 años", es una de sus tantas ocurrencias.

—¿Ya te cansaste? —pregunta Dylan.

—Si, tengo sed —miento, mi prima me mira mal, pero no la culpo, solo quiere que disfrute del momento.

—Es buen ejercicio bailar —comenta Dylan.

—Lo sé, quemamos las calorías que dejamos entrar a nuestro cuerpo —respondo con una sonrisa y bebiendo más agua, sólo quiero que termine esa canción.

—Emma, ¿En qué momento la hora paso a casi media noche?

—No tengo idea, sólo sé que ha sido divertido este día —admito.

—¿Eres feliz?

—Si, lo soy, justo ahora me siento más feliz que nada, es hermoso estar con quienes más me aman —respondo dedicándole una sonrisa.

—Podemos pasarnos a la sala para mayor comodidad —sugiere.

—Tengo el presentimiento de que sabes que me dormiré en cualquier momento.

—Puede ser, pero seamos realistas, eres una dormilona, no aguantas hasta media noche...

—Buen punto, pero hoy si lo haré —me defiendo.

—Ya se verá —niego divertida, decido dejarlo un rato y subir a mi cuarto por mis pantuflas, mi teléfono emite la señal de que ha llegado una notificación, decido encenderlo, hay felicitaciones de mis conocidos, agradezco un rato, al terminar medito un rato las palabras de cada uno, aunque su nombre hace que una sonrisa tonta se dibuje en mi rostro.

—Eithan —susurro sin quitar la sonrisa de mi rostro.


Porque la última es la mejor...

Estas son las mañanitas que te canto yo a ti, hoy por ser día de tu santo, te las cantaría, pero están muy largas jeje 🎂.

Espero que te la hayas pasado muy bien en este gran día para ti, ya por fin cumples 17. Emma, échale ganas a tus estudios y a todo lo que te propongas, sé que tomarás muy buenas decisiones, en especial la capacidad que tienes para progresar en la vida.

Que este no sea el fin de tu camino sino el inicio de algo mucho más grande, nuevamente te deseo lo mejor y felicidades por tus 17 vueltas al sol (¿Cómo no te mareas xD?), bueno te daría un gran abrazo ahorita, pero no estás aquí.

Ojalá hayas podido convivir con tus seres queridos en especial en este día tan importante para ti, me despido🙋‍♂️.

Te quiero mucho ❤️.

Atte: yo 🙋‍♂️

Posdata: espero mi pastel 🎂.


La sonrisa en mi rostro no se va, le agradezco el detalle y bajo a mi hermosa realidad, Dylan ya se ha pasado al sillón, parecen ver una película de DC, en este hogar hay mucha variedad. Este día sin duda se ha llevado de todo, sé que puede no ser igual el próximo año, pero al menos he absorbido de todo, me he permitido ser feliz, disfrutar de mi familia y bueno, que Dylan viniera no era parte del plan, pero también ha valido la pena hacerlo feliz con algo que tanto aprecia y lo que me atrevo a decir, era uno de sus mayores tesoros.

Me recargo en él, él me abraza recargándome en él, no le presto atención a la película, sólo disfruto de estos momentos que son perfectos, momentos con personas que me han brindado mucho y que me permiten ser mejor día con día, personas que amo y me aman como no se ama a cualquiera... 

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