___☆_42_☆___
Emma
Después de lo de anoche debo confesar que mis miedos aumentaron, pero mi cariño resurgió más, al llegar a la escuela veo que Idali se encuentra con las chicas, están bastante ¿emocionadas?
—Hola —saludo a todos.
—Hola Emma —saluda Meli, aunque su tono de voz es algo difícil de explicar.
—¿Qué ven?
—Esto —dice mostrándome un video de lo que ocurrió ayer.
—¿Quién?
—Yo, lo siento Emma, le prometí a Meli que lo grabaría —Idali baja la mirada apenado.
—No me molesta, sólo que no pensé que lo grabarían...
—¿Grabar qué? —volteo y veo que es Dylan, le dedico una sonrisa, después de saludar a las chicas y a su amigo se acerca a mí dándome un beso en la mejilla.
—Esto —responden las chicas.
—Fue un gran detalle —comenta Alina.
—¿Me lo pueden enviar? —pregunto con una sonrisa.
—Ya lo hicimos, es tan lindo que lo vería sólo una vez, ya que es demasiado cursi —responde Meli arrugando la nariz a modo de que le da mucho asco lo que es romántico.
—Concuerdo contigo —comenta Lydia.
—Alguien está rojita —cubro mi rostro apenada al ver que se dirigen a mí.
—¿Quién está rojita? —pregunta Eithan ahora.
—Emma —responde al unísono.
—¿Por qué? —cuestiona divertido.
—Nos grabaron ayer —responde Dylan serio.
—Primo, prometiste algo...
—Lo siento, pero no iba a fallarle a Meli —Idali parece arrepentido, aunque está claro que la ama y haría todo por ella.
—Te amo —dice Meli besando a su novio.
—Nos tenemos que ir, faltan dos minutos para que comience la clase —digo, las chicas se ponen de pie y nos vamos junto con Eithan.
—¿Tenías idea de...
—No, iba llegando cuando me hicieron burla —respondo apenada — ¿Te molesta que lo hicieran?
—No, pero no lo esperaba, tenía la ligera esperanza de que fuera algo personal.
—Yo también, aunque no pude evitar pedirles que me lo mandaran.
—¿Por qué?
—Porque cantan bien —respondo divertida, ambos me miran confundidos y al mismo tiempo intrigados en si digo la verdad.
—Los dejo aquí, ya llegó mi profa —dice Dylan mirando hacia su salón.
—Nos vemos al rato —le dedico una sonrisa, él se acerca y me abraza, no puedo evitar sentirme mal, mal porque ahora sé todo lo que posiblemente se ha estado guardando desde que llegó.
—¿Estás bien? —pregunta Eithan confundido en cuanto Dylan se aleja.
—No, pero no quiero hablar de eso —confieso haciendo una mueca.
—No sé qué sea, pero espero que mejore todo —ahora imita mi expresión.
—¿Volverás a ser nuestro vecino?
—Por supuesto niña —saca de su bolsa un pequeño chocolate.
—Tú quieres que engorde —mi comentario lo hace soltar una carcajada.
—No, y en ese caso seguirás siendo perfecta.
—Ash, que maña la tuya de ponerme así —me quejo cubriendo mi rostro.
—Y eres maravillosa...
—No sigas, mejor entremos a clase —ambos nos sonreímos y continuamos nuestro camino, sus manos se posan en mis hombros y aunque es poco el tiempo, eso logra reconfortarme.
¿Soy mala persona por no ser clara con Dylan o es que estoy volviéndome egoísta por miedo a herirlo?
Por primera vez las clases me traicionan, dejan de volverse mi forma de no pensar en lo que me atormenta, volteo y veo a mi compañero aburrido, recarga su rostro en su mano derecha, el sol golpea su rostro dándole un aire fresco, sus ojos brillan más. Demoro en reaccionar cuando él vuelve la mirada a mí y me dedica una sonrisa, eso hace que sonría.
Decide tomar mi mano, todo trae recuerdos que de verdad anhelaba que no terminaran, me siento feliz, pero al mismo tiempo mal por serlo, hablar implica aceptar una realidad nueva. Puede que no me importara tanto, pero ahora todo se volvió distinto.
Hago garabatos, copio lo que nos ponen en el pizarrón y transito sin estar presente, mi pretexto es un clásico que nadie podría desmentir, "tengo sueño", mi rostro no me desmiente, tengo la ventaja de que mis expresiones son similares cuando lo tengo y cuando me siento triste.
Decido tomar agua para oxigenar mi cerebro, pero no ayuda mucho, el descanso llega sin previo aviso, Lydia y Meli salen y me quedo con Alina, decido recargarme en ella, no necesito decirle lo que estoy sintiendo porque ella ya lo sabe.
—¿Vamos a dar una vuelta?
—Si.
Nos paramos y hacemos nuestras constantes rutinas de caminata, la preparatoria es lo suficientemente grande como para darle una gran vuelta y que escuche tus problemas, no los alumnos, el aire es frío, pero eso ayuda a no cansarse.
—¿Te sientes culpable?
—¿Tan obvio es?
—Para mí que sé la mayor parte de la verdad, sí.
—Pienso hablar con él, pero ahh —cubro mi rostro —No pude resistirme a perdonarlos, pero hasta hoy caí en la cuenta de que debo hablar de eso, por muy cruel que pueda parecer decirle que recuerdo algo que solo nos pertenece a los dos.
—Sé que puede parecer algo cruel, pero que lo aceptes significa que te preocupa y eso, por horrible que parezca todo, significa que te importa.
—Si...
—No temas, será difícil para él, pero lo aceptará.
—¿Piensas que elegiré a Eithan?
—Si, los he observado y con él has tenido siempre esos momentos especiales, pero igual y eres capaz de dejarlo ir.
—¿Y si no es así?
—Ya no me confundas más, solo apresúrate a decidir porque es feo mantenerlos con esperanzas.
—Primero voy a dejar en el pasado todo —le dedico una sonrisa de lado.
—Y cualquier cosa, aquí estaré para vos.
—Eres la mejor.
—Lo sé —el teléfono de Ali suena.
—¿Qué pasó?, cerca de dirección, ya las vi —cuelga —Que nos están buscando.
—Pues vamos —las chicas están sentadas en una de las mesas cercanas a los salones de tercer año.
—¿Dónde andan chamacas? —pregunta Meli.
—Refrescando nuestro cerebro —digo tratando de escucharme seria.
—¿Tienen planes para el sábado?
—No —decimos al unísono.
—¿Por qué? —pregunta Ali.
—Porque queremos ir a una fiesta, ¿jalan?
—Mañana les confirmo.
—Yo también.
Nuestra profesora de ecología se acerca y vamos detrás de ella, la clase se torna un tanto aburrida, ella pide participaciones, pero son pocos los que hablan.
—Debí saltarme la clase —dice Eithan en un susurro.
—Si lo hacías pondrías en juego tu lugar en la prepa —le recuerdo con voz baja.
—No, ahora no me he saltado muchas clases.
—¿De verdad?
—Si, además ella siempre deja que entres tarde —ríe en un tono bajo y yo niego con la cabeza.
—Tenemos que ser responsables.
—Si, pero también podemos divertirnos —ironiza.
—Claro, eso lo hacemos en nuestros tiempos libres o fuera de clases.
—¿Me puedes dar la razón?
—No —suelto una risita, aunque decido tomar agua para despistar a la maestra, ahora uso su cuaderno que tiene páginas en blanco o incompletas, voy a la última hoja y le anoto:
Siempre te ganaré
Claro que no, conmigo terminamos en empate
¿Ah sí?, pues lo hago porque eres muy terco
Mira quien lo dice
Oye
Oyo
Te quiero
Él me dedica una sonrisa y niega divertido.
Yo te quiero más
Que no, yo más
Yo uno más que tú
Noooo
Siiiii
Ambos nos queremos por igual
Cierto, aww, ya va a ser tu cumpleaños
Ya ni me digas, ya casi soy un año más viejita
Ya te están saliendo arrugas
Que malo eres, tú estás peor, ya hasta tienes pansa de cantinero
Pero por lo menos no tengo canas
Suerte la tuya, a tu edad tienes muchas chicas que te quieren tener
Pero no a la que amo :(
¿Y a quien amas?
A una chica que es adorable, aunque lo que más me hace admirarla es su fuerza y noble corazón
¿Cómo se llama la susodicha?
No te diré, es un secreto
Déjame adivinar, ¿es alta?
No, no te dejaré saberlo
Ash
—¿Te enojaste bebé? —inquiere burlón aprieto la boca para evitar que se muestre mi sonrisa.
—No.
—Mentirosa —sujeta mis mejillas y la aprieta sin lastimarme.
—No hagas eso.
—Te ves tan adorable.
—Jóvenes, ¿me pueden decir que acabo de decir?
—Pues explicaba sobre las capas de la atmosfera y se quedó en que la mesosfera es el escudo de la tierra que destruye la mayoría de los meteoros y asteroides —se queda pensando —Ah sí, también nos protege de la radiación UV.
—Emma, ¿qué está delante de la mesosfera? —suerte la mía de anotar todo, aún si me distraigo.
—La estratosfera —digo un poco dudosa, pero ella asiente.
—¿Qué más?
—Amm, en ella se alberga la capa de ozono, esta tiene un límite inferior llamado tropopausa y uno superior llamado estratopausa —vacilo un poco para entender parte del apunte.
—¿Nada más?
—Como dato curioso dijo que los aviones vuelan en ella para evitar turbulencias.
—Lo que dijeron sus compañeros está bien —nos mira a ambos con cierto reproche —Ahora nos vamos con la cuarta capa, que es la:
—Termosfera —dice Lydia tratando de no dormirse.
La maestra continua con su explicación, Eithan y yo dejamos de juguetear y prestamos atención a la maestra, por lo visto ha decidido volvernos sus alumnos preferido para preguntarnos o que leamos contenido del libro.
—Por equipos harán una maqueta de estas capas —indica, nos dicta los criterios y la fecha de entrega —Les dejaré este tiempo que nos queda para que se organicen con su equipo, nos vemos la próxima clase.
—A ponernos de acuerdo —les digo divertida.
—¿Nos reunimos para hacerla? —inquiere Meli.
—Igual podemos hacer una parte cada quien y ya unirla días antes —sugiero.
—Si, es una buena idea —dice Lydia.
—De hecho, está super fácil y sirve que terminamos los pendientes —comenta Alina convencida.
—Agradezco que solo estemos aquí por tres días —dice Meli, aunque su sonrisa se ve apagada —No había notado que estamos a semanas de que se termine el semestre de nuevo.
—Cierto, Zac e Idali ya se graduarán —dice Lydia con voz apagada.
—Y en un año nosotros —suena deprimente el cómo le decimos, pero parece que llevamos días conociéndonos, no un año.
—Ly, podemos hacer nuestras tareas con ellos —dice Meli con entusiasmo —Así pasaremos con ellos el tiempo que nos sea posible.
—¿No los asfixiaremos?
—No, podemos pedírselos y ellos deciden si aceptar o no —Lydia asiente emocionada y temerosa a la vez.
—¿Tú harás algo similar con Dylan? —me pregunta Eithan, su voz no suena agresiva, sino todo lo contrario, ese tono hace que sienta paz conmigo misma.
—No lo sé —le dedico una sonrisa de lado.
—¿Estás celoso?
—No, ya no —ahora su mirada se dirige hacía algo o alguien —Al rato las veo —dice con un tono apagado y se aleja.
—Fui yo o se fue con Natalia —dice Lydia dudosa.
—¿Qué? —pregunto confundida, volteo y efectivamente, se va con ella.
—Emma —me llama Meli.
—¿Si?
—¿Crees que... —suspira —¿Crees que se sigan hablando?
—No tengo idea —suspiro un poco desaminada, no me siento enfadada, solo extraña, es como si eso me hiciera dudar de nuevo, eso me hace pensar en todo y a la vez en nada.
Temo que las palabras de Nat de ese día hayan sido influenciadas por su sentimentalismo, pero no dichas de verdad. También me aterra pensar que pueda darle una oportunidad y él vuelva a hacerme lo mismo.
No quiero retenerlo, no quiero desconfiar al grado de ser asfixiante, eso no va conmigo, pero es parte de los humanos, tanto como el de errar.
Eithan
—Al rato las veo —les digo al ver la señal de Nat, mes sorprende, pero tampoco quiero ser grosero.
—Creí que no vendrías —confiesa con tristeza.
—¿Estás bien?
—No, realmente no —comienza a llorar y me abraza, estamos en un lugar alejado, eso puede evitar muchos malos entendidos.
—Natilla, ¿qué ocurrió? —sonríe y limpia sus lágrimas.
—Hace mucho que no me decías así —suspira y oculta su rostro —Mis padres se van a divorciar, venir y sentirme sola no ha sido fácil.
>>¿Crees que me arrepentí de mis decisiones?, extraño mi amistad con Emma, pero no es sano regresar, al menos no cuando ella esta rodeada de muchas personas mejores que yo.
—Sabes que ella te recibirá con amor —le dedico una sonrisa —Emma no es rencorosa.
—Pero si es humana, ella también dudará y tendrá cientos de ideas —se recarga en la pared que apunta hacía atrás de los salones de estudio —Ya no es la misma niña soñadora e ingenua que conocimos.
—Tienes razón, es bueno su cambio —despeino un poco mi cabello —Después de todo logramos hacer algo bien entre tanto daño.
—Te extraño —no sé qué responder a eso, le dedico una sonrisa nerviosa, pero no puedo darle aquello que creí que era amor —No tienes que responder a eso.
—Te has sentido sola y es normal que necesites de alguien, Natilla, no te abandonaré, puedes contar con mi apoyo, pero solo como amigos.
—Lo sé, hasta con esa suerte corro, tú eres igual alguien con buenos sentimientos.
—Agradezco el cumplido —la miro dudoso, no sé si acercarme o no, tampoco sé si decir algo más o callar.
—La pelea entre ellos fue horrible —ahora regresa al tema que la hizo llamarme —Es duro, pensé que siempre podrían con todo y contra todos, pero me doy cuenta de que fue una mentira.
—Nat...
—No todo es miel sobre hojuelas, ¿cierto?
—Si, pero también depende de cómo lo tome la persona.
—Me siento fatal —comienza a golpear la pared con fuerza, sus manos comienzan a ponerse rojas, sujeto su mano y la obligo a mirarme.
—No es tu culpa, ellos han sido el problema —suspiro para no escucharme tan severo —Esto pasará, no estoy en tu lugar, pero lo repito, no estás sola.
—No, no lo estoy, pero tampoco es como que me fascine la idea de no verlos como antes.
—¿Peleando?, esa tampoco era vida.
—No, pero al menos estaba juntos.
—Necesitas desahogar todo —la suelto y ella soba su mano.
—No es tan fácil como parece.
—No, pero puedes escribir todo lo que sientes.
—Te quiero a ti, contigo ya nada importaba.
—Natalia, no me hagas ser...
Mis ojos se abren con sorpresa, ella se abalanza sobre mi y sus manos se deslizan sobre mi cuello, trato de alejarme, pero ella me tiene sometido, permanezco inmóvil, mientras ella juega con mis labios uniéndolos a los suyos con ansiedad. Sonríe, comienza a bajar sus manos por mi espalda, su lengua llega entra en escena, busca sacarme de mi transe, su aliento es pesado, mis sentidos no reaccionan ante su cercanía me remuevo un poco para alejarme, ella baja la guardia y me separo con brusquedad.
—Yo no...
—Debía hacerlo, te extraño y me iré, no puedo estar en un lugar donde soy una desconocida y solitaria alma —me sonríe —Necesitaba tenerte por última vez, lo siento.
Tan pronto como dice eso se aleja, sigo en shock, mis ojos se humedecen, siento una presión en el pecho, no hice nada más que ser amable y a pesar de demostrar mi apoyo me siento un traidor.
Vuelvo a sentir que he traicionado a quien más amo y eso me aterra, no podría perderla, pero tampoco podría ocultarle esto.
Limpio todo rastro de llanto de mis ojos, así como he aprendido a no sentir los golpes de mi cuerpo, también he aprendido a ocultar cosas que se ven con facilidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro