Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

___☆_33_☆___

Lydia

OPPA😘

Hermosa, lamento lo que hice, fui un tonto, no merezco tu perdón, pero te necesito

Te amo, no negaré nada de lo que pasó, pero créeme que fue un error, el más grande de mis errores.

Dime algo, no soporto esto, di lo mucho que me odias

Dulces sueños, descansa, te amo 💖


Más cínico no puede ser, me duele, quisiera gritarle en la cara que ya no lo amo, pero sé que sería mentira, sólo quiero saber por qué lo hizo, todo iba tan bien, la peor parte es que estoy escuchando las palabras de Liam...

—¿Está todo bien? —cuestiona Emma, yo asiento con la cabeza, lo cierto es que está haciendo mucho por mí, pero ella es así.

—¿Puedo preguntarte algo? —pregunto dudosa.

—Claro —responde con una sonrisa.

—¿Piensas darle una oportunidad a Eithan? —la pregunta la toma por sorpresa, me mira unos segundos y luego observa el techo, juega un poco con su cabello y muerde sus labios.

—Amm... no lo sé, quiero hacerlo, pero temo que se repita la historia... ¿tú le darías otra oportunidad a Zac?

—Creo que estaría igual que tú —aunque lo cierto es que esa pregunta provoca esperanza, porque quiero pensar que él cambiará para bien.

—Si bueno, pero ¿cómo saber qué es lo correcto? —hace un gesto y alza ligeramente los hombros.

—Tienes razón —le dedico una sonrisa — Adelántate, en un rato te alcanzo —pido al llegar a la prepa y ella accede.


Emma

—Hola niña —escucho a mis espaldas.

—Hola joven —respondo burlona y lo saludo.

—¿En qué tanto piensas? —cuestiona, me mira un poco desconcertado, es como si tratara de adivinar o indagar mi ser.

—En nada —miento.

—¿Por qué tengo la impresión de que mientes?

—No miento.

—Si claro, lo que tú digas, tus ojos te delatan.

—Sólo abrázame —pido, él extiende sus brazos y me rodea.

—Si intentas hacerme cosquillas no lo lograrás —suelta una risa.

—Lo sé, pero sabes que nunca pierdo la esperanza en que lograré hacerte reír con cosquillas.

—Bueno, ten por seguro que nunca lo lograrás —afirma.

—Nunca digas nunca —él me sujeta con fuerza, no sé cuánto llevamos sin fundirnos en un abrazo, pero esto es perfecto.

Él me hace girar un poco, puedo apreciar como Dylan está observándonos, eso provoca que mi corazón se acelere, no de la forma bonita, es más de la que me hace pensar que provocaré algo malo, he pensado en lo que hablamos, en aquellos recuerdos y luego en el reciente, con ese recuerdo mi mente hizo un boom total, temo que lo recuerde o que nunca me haya olvidado, porque yo a él y a esa promesa si olvide.

—Ay bebé —al oír esas palabras mi cuerpo se estremece, me separo un poco de él, me mira divertido, al verlo sonreír quedo contagiada, él y yo parecemos unos bobos al sonreírnos mutuamente.

Bebé

Esa palabra tiene muchos significados para ambos, es una palabra tan poderosa cuando sale de su boca, ambos brillamos, cuando estoy con él vuelvo a ser esa pequeña asustada, si, olvide una promesa y a alguien que parece amarme mucho, no estoy segura de que tanto recuerde, pero necesito saberlo, necesito saber lo fuerte que es o ha sido su amor por mí y esa promesa.

—No soy una bebé —replico y golpeo su brazo.

—Claro que sí, pegas como una bebé —responde burlón.

—No es mi culpa —replico molesta

—Bebé.

—Contigo no se puede hablar —me volteo fingiendo estar enojada y cruzo mis brazos para volverlo más realista.

—¿Te enojaste? —trata de hacerme voltear, aunque yo me mantengo firme — Emma —me llama, sujeta mis cachetes y aprovecho para fruncir un poco el ceño — Háblame.

—No.

—Eso cuenta como habla —ríe un poco y no puedo contener mi risa.

—Oigan tortolitos —ambos volteamos a ver a Meli.

—¿Qué pasa prima?

—Que estorbas.

—Perdón prima —responde apenado y se separa de mi para darle el paso.

—Pues muévete —ordena.

—Ahorita las veo —se marcha.

—Te pasas —niego divertida, entramos al salón.

—Ay Emma, faltaba poco para que ambos se besaran —replica divertida.

—Pero ¿qué?... no... ¿o sí?

—Amo tu reacción, te pusiste rojita —se burla, cubro de mis cachetes, aunque ya me vio.

—No es gracioso.

—Para mí si lo es —antes de que pueda decir algo llega la maestra, Alina llega un poco tarde al igual que Lydia, lo cual es raro porque llegamos juntas.

—Oye, ¿ese es Zac? —pregunta Alina con voz baja, me asomo a la ventana y efectivamente es él.

—Si, pero ¿qué hace aquí?

—Supongo que piensa hablar con Lydia.

—¿Crees que esté bien que hablen? —cuestiono un poco dudosa, no soy la que mejor puede opinar porque mi ex me engaño, aunque él tuvo los pantalones para decirme.

—La verdad no, Lydia necesita tiempo, es muy bajo de él querer hablar después de lo de ayer —responde Ali.

—No lo sé, creo que está arrepentido —me oigo decir.

—Tienes razón —vuelve a mirar hacia la ventana —Como sea, Lydia es la que va a decidir cuándo hablar con él.

—Estoy de acuerdo.

Una mano me distrae, Eithan sujeta mi mano con fuerza, no me molesta, le dedico una sonrisa, aunque Alina nos mira con bastante ternura.

—Extrañaba esto —susurra.

—¿De verdad? —asiente —Eres el mejor.

—Tú lo eres —me sonríe.

—Ambos lo somos —me separo un poco de él, su mirada se proyecta en mí, mejor dicho, en algo que traigo.

—¿Aún lo conservas? —sujeta el dije, asiento, no podría tirarlo.

—Es hermoso —digo apenada, lo abre, si bueno, aún hay un detalle, la foto de ambos.

—Ese día nunca lo olvidaré.

—Es obvio que no, aquí está el recordatorio —suelto una pequeña carcajada.

—¿Lo recuerdas?

—Por supuesto —le sonrío, la foto es de día antes de que confesáramos nuestros sentimientos.

—Fue el mejor día de mi vida —dice con un brillo en los ojos.

—Admito que también el mío —ambos nos observamos —Fue un día antes de iniciar...

—Nuestra relación.

—Si —rio y la maestra voltea a vernos con enfado.

Pienso un poco en todo, ese día fue tan memorable y la primer vez que nos tomamos una foto juntos, la clase termina y Lydia me observa, no tiene que decirlo, sé que quiere que la acompañe al baño. Me levanto de mi lugar y me acerco a ella, volteo a ver a Ali y Meli, pero parecen ocupadas.

—Ahorita venimos —digo dedicándoles una sonrisa.


Alina

En cuanto Emma se aleja me siento en su lugar, Eithan está jugando un videojuego, hasta es raro verlo sin hacer una tarea.

—Eithan —ahora tengo su atención —Toma esto —le doy una hoja.

—¿Qué es esto?

—Son ideas de lo que puedes hacer para reconquistar a Emma y sus gustos —le dedico una sonrisa.

—Sé lo que le gusta, recuerda que fuimos novios por un año —responde sin sonar grosero.

—Error, fueron nueve meses —sonrío — Además, puedes necesitar una ayudadita extra.

—Gracias —abre el papel y lo lee —Lo siento.

—¿Por qué?

—Porque quizás soné un poco malagradecido —baja la mirada apenado.

—Algo me dice que te comportas así por lo frustrado que estás —respondo haciendo una mueca.

—Cierto, me siento muy tonto —suelta con reproche.

—No lo niego, perdiste a una gran chica de la forma más patética —él aparta la mirada —Pero tengo fe en ti, en que has cambiado y sé que lograrás conquistarla de nuevo, ambos se podrán volver a enamorar de nuevo.

—Gracias —ahora si sonríe de verdad —Me alegra tener una aliada.

—Eithan, ¿por qué la amas? —ambos nos giramos para observar a Natalia, dolió el alejarnos de ella, Emma nunca nos obligó, pero fue como si también nos sintiéramos traicionadas —¿Acaso no lo sabes?

—Claro que lo sé —responde con firmeza — Pero no es fácil decirlo.

—Que lindo, inventando pretextos —suelta una pequeña risa —Dilo, no me puedes lastimar.

—La amo porque ella es una persona muy extraordinaria, ella me ha mostrado algo que no veía, cree en mi y no me juzga por mis errores, admiro la fuerza que tiene para enfrentar sus problemas y la madurez en sus decisiones —levanta la mirada y nos mira a ambas —Pero por lo que más la amo es por la capacidad que tiene para hacer que todo pase a segundo plano y que me hace sentir pleno...

—¿Seguro que eso es amor? —inquiere nuestra antigua amiga.

—Lo estoy, no porque sepa lo que es el amor, sino porque con ella lo experimento —el brillo que tiene cada que está con ella aparece hasta cuando habla de ella —¿Sabes?, no soy un experto en el amor, siempre he cometido errores, pero estoy seguro de que ella es la indicada.

Sin si quiera decirlo se aleja de nosotras, no sé a donde va, pero sé que me dejó con la piel de gallina, estoy segura de que sus sentimientos por Emma son fuertes y que está dispuesto a recuperarla de nuevo.

—¿No te cansas?

—¿De qué?

—De quedar mal parada en esto, Natalia, no sé qué fue lo que te orillo a traicionarla, pero te garantizo que ella podrá superarlo y perdonare, pero está claro que no te has perdonado.

—Ash, tú no sabes nada.

—No, pero sé observar a la gente y estoy segura de que la única que sufre día con día eres tú —la miro con pena —Ella aprendió a vivir sin ti, pero tú la extrañas, aunque te comportes como la villana.

Pasa saliva, no dice más y se aleja, Emma y Lydia llegan en el momento indicado, Eithan no aparece, supongo que es difícil tener que abrir su corazón a la chica con la que le fue infiel al amor de su vida.


*


Narrador

—Peda masiva, ¡woo hoo! —grita Melissa bastante animada y levantando los brazos.

—No, algo más de ellas —replica Lydia dudando de la seriedad de Melissa.

—A ver, la fiesta la organizamos nosotras, son nuestras ideas, somos la mente maestra —reprocha en un tono sarcástico, algo bastante natural en ella.

—Ash, ya que —responde Lydia rendida —¿Y los invitados? —cuestiona Lydia, su mente se encuentra distraída ante lo ocurrido, aunque eso no le impide organizar algo para sus amigas.

—Yo me encargo de eso —responde Melissa y en ese momento ve llegar a Dylan —¿Para qué le hablaste a ese?, ash, sólo estorba —cuestiona molesta, ella sabe que con Dylan cerca, Emma no se acercará del todo a su primo, después de todo, Melissa quiere que ellos se queden juntos.

—Pues porque quiere mucho a Emma, amm, porque es su amigo y quiero que se quede con ella —explica Lydia, una parte de ella también quiere ver a Zac, aunque por otro lado necesita tenerlo lejos, ya ni ella se entiende, Melissa ve llegar a su novio acompañado de Zac.

—Mira, ya llegó tu novio —dice Melissa burlona y se echa a correr para abrazar a Idali, Lydia siente que el corazón se le hace añicos, pero a la vez se siente feliz de verlo.

—Como ya saben, estamos aquí para organizar una fiesta sorpresa —comienza a decir Lydia entusiasmada, ella no quiere que Zac vea que está mal, la debilidad es algo que procura ocultar

—¿Alguien tiene ideas? —cuestiona Melissa.

—Amm, podemos aprovechar la fiesta que hará Lucas —sugiere Dylan algo tímido, sabe que Melissa desea algo, por eso en su rostro se muestra molestia al verlo llegar.

—Perfecto, así podemos ver lo que prefieren de las fiestas o no sé —dice Melissa emocionada.

—Ustedes dos se encargarán de eso —ordena Lydia señalando a Eithan y Dylan.

—Me parece bien —responde Eithan entusiasmado al ver esto como una oportunidad para acercarse más Emma, aunque Dylan tiene el mismo pensamiento a sabiendas de que le dio un tiempo.

—Y obviamente tu averiguas lo que le agrada a Alina —le dice Melissa a Peter y este asiente con la cabeza

—Pero por favor, sean discretos —pide Idali observando a Eithan y Dylan.

—Descuida, no lo notará —responde Dylan despreocupado.

—Si tardó en darse cuenta de que sentía algo por ella, supongo que es lo mismo —replica Eithan y Dylan se molesta ante el comentario.

—Espero que Alina no sospeche, ella es demasiado intuitiva y nota cuando hay algo extraño —responde Petter asustado de que no pueda guardar el secreto, aunque su mente comienza a idear un plan para mantenerla distraída

—Si, no inventes sus teorías dan miedo —dice Lydia recordando cada evento donde Alina ha hecho teorías y estás se han vuelto realidad.

—Tú de que te quejas si estás igual, las dos parecen brujas —replica Melissa.

—Bueno, así quedamos, seguimos en contacto —dice Dylan tratando de despedirse y marchándose del lugar.

—Primo, la vas a tener difícil, pero está que a fuerzas quería invitar a ese.

—Amor, no te enojes, después de todo necesitan la ayuda suficiente —dice Idali de una forma tan dulce y seguido de esto la besa, Melissa hace una mueca, pero corresponde al beso.

—Los dejo, quede de verme con Ali, deséenme suerte —pide Peter temeroso de regarla, aunque tiene un plan que será ideal — Hola, si —saluda a la persona que se encuentra del otro lado del teléfono —Necesito de tu ayuda, ¿te parece si nos vemos mañana en donde siempre —sugiere con el deseo de que no sea muy obvio —Bueno, luego nos vemos, una cosa más, nada de esto a Alina...


Emma

Han sido días bastante atareados, Lydia y Meli han pasado demasiado tiempo juntas, dejándome con Alina, ambas pensamos que se debe al concurso interno en el salón, a la maestra se le ocurrió la oportuna idea de formar parejas como quisiéramos, así que decidí trabajar con Ali.

—Hace mucho que no hablamos a solas —comento un poco nerviosa.

—Ya sé, algo me dice que me vas a contar algo —se detiene y me mira intrigada —¿Me equivoco?

—Jaja, no, no te equivocas —la observo con mucho animo —Hasta cierto punto me haces sentir que no perdí la cabeza, captas cosas que yo noto también y me da miedo decir.

—Eso sí, hablar de esto nos hace tener nuestros secretos —suelta con una pequeña carcajada.

—Lo cierto es que hablar de eso contigo y que me digas lo que piensas respecto a él —medito mis palabras —Como que me ayuda.

—¿Sabes?, a veces siento que solo creo más dudas en ti, pero al mismo tiempo siento y no es por adornarme, pero te comprendo más de lo que te imaginas —nos detenemos en una banca y tomamos asiento, ella me dedica una sonrisa —Sabes que conmigo puedes hablar de todo ello, además, considero que siento que eres la única que me comprende ciertamente.

—Créeme que me siento más a gusto contigo cuando se trata de hablar sobre todo eso —suspiro —No es que haga de lado a las demás, pero a veces dicen las cosas como si fuera fácil y creo que no me entienden del todo...y sé que tú sabes lo que siento y como me siento.

—Si lo sé, yo también he sentido eso y como tú dices, no es por dejar a las demás de lado, pero ven todo fácil y lo hacen parecer así.

—Si —miro a los niños que juegan en el parque, decidimos venir aquí para inspirarnos, pero como siempre cambiamos de rumbo la conversación.

—Ahora dime, ¿qué pasa por tu mente? —inquiere con curiosidad.

—Tengo recuerdos con Dylan —abre la boca formando una "o", aunque cubre su rostro —Eso no es lo único —suspiro —Creo estaba enamorada de él, además parece que nos casamos antes de que se fuera —suelto una risa —Fue una boda muy linda, de hecho, encontré el anillo que me dio.

—¡Por Dios Emma! —chilla asombrada —Él nunca te olvidó.

—Eso parece o al menos eso pienso —bajo la mirada —Nadie se siente tan atraído por alguien, menos de la forma en la que él lo ha hecho y...

—¿Y?

—Siento que por eso hay ocasiones en las que me habla como si me conociera, pero luego parece estar con una desconocida, no sé si me explico.

—Claro que te explicas, Dylan mantiene el recuerdo de tu versión de niña y es con lo que ha vivido durante estos años que estuvieron separados.

—Exacto, estoy confundida, esto es tan loco.

—Emma.

—¿Sí?

—¿Lo que sentías por él regreso?

—No, me conoces —sonrío con tristeza —Esto es solo otra razón para confundirme y ni esos recuerdos hacen que el sentimiento reaparezca, Ali, lo olvidé, hice promesas que no cumplí.

—Oye, no creo que sea así —sujeta mi mano de forma consoladora —Eras pequeña y recuerda que ambas no sabemos si nos conocíamos, solo llegamos a la conclusión de que nos encontramos y estuvimos en el mismo kínder, pero eso no influyó en lo que hemos formado.

>>Amiga, él mantuvo todo a flote y debe entender que tú no, puede que hayas sido más pequeña como para almacenarlo o incluso, te dolió que se fuera y tu cerebro olvidó para no sufrir más.

—Si, eso pensé —suspiro —Me siento mal, aunque al mismo tiempo no sé ni como verlo o decirle, quiero confirmar que él nunca me olvido.

—Ay Emma, no estás sola, me tienes a mí.

—Gracias.

—¿Por qué no lo dijiste en grupo?

—Porque no lo vi relevante, aunque te confieso que algo me hace pensar que las llegaré a desquiciar o no sé, además Lydia ahorita tiene suficiente con lo que acaba de pasar y pues Meli está disfrutando lo que le queda con Idali.

>>Sabemos que él está por salir de la prepa y en cuanto pase a la universidad nada será igual.

—Y yo tengo a Peter —ese comentario si que me hace reír.

—Lo sé, pero él no está en la misma prepa que nosotras.

—Buen punto amiga mía.

—Gracias por no dejarme —me acerco a ella y me rodea con sus brazos.

—No tienes nada que agradecer —amo a Lydia y a Meli, aunque se reconocer que estos momentos entre Ali y yo siempre han estado, a veces pienso que tengo una gran conexión con ella, misma que nos ha vuelto muy unidas y cuando las chicas estaban con sus parejas, esto ha crecido más.

Alina y yo tendemos a hablar sin siquiera planear la conversación, nos conectamos y coincidimos sin hablar, son detalles que nos hacen tener cierta complicidad y es algo mágico.

—Eres la mejor.

—Tú también —sonrío —¿Y qué harás?

—Hablaré con él, no sé en qué momento, pero pasará.

—Suerte en eso.

—La necesitaré.

—Ahora hablando del concurso, ¿crees que ganemos? —cuestiona Ali.

—No lo sé, se supone que debemos hacer una bella carta, emotiva, cruda, pero romántica —respondo.

—Tengo una idea —dice emocionada.

—Justo iba a decir lo mismo, algo me dice que estamos conectadas —digo divertida.

—Supongo que eso es bueno – responde con una sonrisa

—Ahora dime tu idea.

—Se me ocurre que la carta hable de dos personas que "deberían estar juntas", pero no lo están —dice dudosa.

—Amm, me parece bien, aunque siento que la carta debería decir cómo ella tiene que liderar con la idea de que lo dejo ir...

—¡Perfecto! —exclama —Y la mejor parte, que sea porque ambos corazones quedaron rotos por una tercera persona.

—Oye, justo estaba pensando en algo así —digo emocionada de ver que estamos entrando en sintonía con nuestras ideas, después de tantos días se nos tenía que ocurrir algo.

—¡Ay Emma!, adoro que vos y yo tengamos las mismas ideas...

—Ya sé, sigo pensando que somos hermanas perdidas —digo poniendo cara de angelito.

—Y más sabiendo que nacimos el mismo día, aunque la hora fue distinta —replica divertida.

—Eso sí, yo nací primero que tú.

—Es que yo quería seguir en la pancita de mi mamá —responde Ali divertida.

—No, recuerda que no querías despertarte y por eso tardaste en nacer —le corrijo.

—Cierto, lo había olvidado —ambas nos reímos.

—Hablando en serio, ganemos o no, estoy feliz de que escribamos algo juntas —digo conmovida.

—Opino lo mismo Emma —me dedica una sonrisa.

—Y ¿qué harás el día de tu cumpleaños?

—Pues mi mamá planea invitar a algunas de mis tías —responde con una sonrisa —¿Y tú?

—Amm, supongo que mi mamá me hará una merienda, aunque no sé a quién invitará —respondo, tengo la sospecha de que invitarán a sus amigos cosa que me tiene nerviosa.

—¿Sabes?, tengo muchas ganas de ver a...

—Alinaa —una voz masculina llama a mi amiga y está voltea.

—¡Peter! —responde bastante feliz y corre hacia el chico, una incomodidad se presenta, olvidé que hoy se verían, porque al parecer Peter tiene una sorpresa para Ali.

—Un gusto verte Petter —digo dedicando una sonrisa.

—Digo lo mismo —responde él, oportunamente recibo un mensaje de ¿Eithan?, sin dudarlo lo abro.


Eithan

Hola, ¿podemos vernos?

Emma

Claro, ¿dónde nos vemos?

Eithan

¿Te parece si nos vemos en el parque?

Emma

Ahí te veo


—Me tengo que ir —digo nerviosa.

—¿Tan rápido? —cuestiona.

—Sip, pero prometo enviarte un mensaje para acabar de escribir eso.

—Vale, nos vemos luego —responde y me despido de ambos.

Eithan no especificó donde vernos, pero sé que hay un lugar donde solíamos estar, así que me dirijo ahí, nada ha cambiado, todo se ve igual, a excepción de ambos amantes que ya no están juntos, si, hablo de él y de mí, me siento en aquella banca a esperar y redactó lo que mi mente idea para el concurso, de un momento a otro siento como alguien me abraza, sentir esa calidez me anuncia que Eithan ha llegado.

—Me espantaste —miento.

—Lo siento —responde apenado.

—Tontito, estaba jugando —digo divertida, él sólo me observa y permanece callado... —Ya estoy aquí —anuncio en busca de romper el silencio.

—Si, ya me di cuenta —me dedica una sonrisa.

—¿Para qué me quiere joven? —cuestiono en un tono lleno de cortesía extrema.

—Para nada niña, bueno, es una humilde petición.

—Adelante, te escucho.

—Bella niña, ¿te gustaría acompañarme a una fiesta? —inquiere como si le hablará a una clase de princesa.

—¿Hablas en serio?

—¿Eso es un no? —pregunta entristecido.

—Obvio que no, si quiero ir con usted —suelto una pequeña risita.

—¿No me mientes?, ¿lo dices de verdad?

—Si, lo digo de verdad —respondo dedicándole una sonrisa y mostrándome seria.

—No sabes lo feliz que me hace escucharlo.

—Bueno, a mí me hace feliz verte así —confieso enternecida.

—¿Así como?

—Pues feliz, emocionado y... —suena mi teléfono y contesto, al parecer es mi hermano.

—Emma, prometiste que llegarías pronto —dice mi Adam molesto.

—Lo siento, no tardó en llegar —respondo apenada de haber olvidado eso.

—Apresúrate, es URGENTE —dice bastante alterado.

—Tranquilo hermanito, no tardaré —respondo y cuelgo la llamada, ¡Dios!, es horrible ser muy despistada.

—¿Todo está bien? —inquiere mi acompañante.

—Si, bueno, no... tengo que comprar un ramo de rosas que me encargo Adam, pero no lo he hecho y las necesita en unos... ¡Carajo!, tengo diez minutos antes de que llegue su novia.

—Si quieres te llevo —se ofrece.

—Si no es mucha molestia, me salvarías la vida.

—Vamos —dice y me subo a ¿su auto?

—¿Este auto es nuevo?

—Si bueno, hace poco me brindaron la confianza de tener este auto —responde sin quitar la mirada del volante y casi como de película encontramos una florería con unas rosas bastante hermosas, casi parecidas a lo que pidió mi hermano y por suerte no tardamos en llegar a casa.

—Adam, aquí está lo que pediste —digo al ver a mi hermano que casi me mata con la mirada

—¿Ya viste la hora?

—Si, faltan 3 minutos, así que no tienes un pretexto para enojarte —respondo besando su mejilla y... —Tengo que hacer algo —añado al recordar que deje a Eithan —Lamento ser muy mal educada, pero estaría acabada si no llego a tiempo.

—Descuida, ya me tengo que ir, espero que podamos salir un día de estos.

—Yo también —me oigo decir.

—Luego te mando la fecha de la fiesta para que pidas permiso.

—Vale, nos vemos mañana —digo un poco nerviosa, me despido de él como suelo hacerlo, pero sin querer nuestros labios están a nada de juntarse, apenada me meto a mi casa y subo a mi cuarto, al verme en el espejo puedo ver como mi rostro está hecho un jitomate, aunque una boba sonrisa se dibuja en mi rostro...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro