Emma

Han pasado semanas y las bellas parejas lucen felices, es extraño, pero agradable, a veces solo somos Alina y yo, y otras estamos en grupo, una que otra vez Eithan está con nosotros y Meli no pierde la oportunidad para ponernos incómodos.

Aún me siento en un enredo donde debo decidir si quiero internarlo de nuevo con mi primer amor o crear una nueva historia con el chico que ha buscado sacarme una sonrisa todos los días, sé que existen las segundas oportunidades, también sé que nada vuelve a ser como antes.

—Nos vemos al rato —dice Dylan con ternura.

—Sip —respondo y le planto un beso en la mejilla, estoy a punto de entrar al salón, pero veo a Eithan.

—Hola Emma —me saluda Eithan acercándose y dándome un beso en la mejilla.

—Hola Eith.

—Nuestro plan funciono —celebra dedicándome una sonrisa.

—Lo sé —lo miro divertida —Es tan hermoso verlos juntos.

—Si, aunque espero que un día tú y yo seamos los que se vean así, que de nuevo estemos juntos —puedo sentir que mis mejillas se han teñido de rojo, sus palabras son un golpe en mi corazón.

—Perdón, pero estoy confundida, al principio a mí también me hubiera gustado eso... —no puedo continuar porque él me sorprende silenciándome con un beso, me besa con tanta pasión y ternura, necesito tiempo, en un acto de impulso me separo de él —Dame tiempo —pido, oír sus palabras en mi mente provocan que me cuestione lo que aún no sé.

¿Qué es lo que quieres?

—Chicos tomen sus asientos y anoten lo siguiente —ordena la maestra que viene a toda prisa.

—Entremos —dice dedicándome una sonrisa.

—No te duermas en clase, joven —susurro divertida.

—Es lo que haré niña —responde con una sonrisa, tomamos asiento e intento distraerme con lo que la profesora nos está explicando, lo cierto es que no es tan difícil como parecen los ejercicios con vectores, veo un papelito en mi libreta y lo abro.

¿Qué tienes?

Volteo y veo que es de Alina, sin dudarlo comienzo a escribir.

Ali, me siento muy confundida

¿Por?

Porque estaba hablando con Eithan de Meli e Idali y me dijo "Espero un día que tú y yo seamos los que se vean así, que de nuevo estemos juntos" y... me besó

OMG!!... amiga, ya era hora, ambos se complican la vida, te lo dije, aún se quieren

Noo, bueno, si lo sigo queriendo, pero hay un problema

¿Cuál es ese problema? ¿Acaso es por Dylan? Emma, no seas tonta, no te compliques sino vas a perder a Eithan, ustedes son perfectos, ¿has notado como brillan sus ojos al mirarte?, y no se diga de la cara que pones de borrego a medio morir cuando hablas de él, supongo que es la misma que tienen en este momento

Me dejas sin palabras, Ali, no sé qué carajos hacer

A mí no me mientes, él que te deja sin palabras es Eithan, yo sólo digo la verdad y tú lo sabes, solo déjate llevar y vivan felices, quiero verte feliz y si él es tu felicidad ¿qué esperas para correr a su lado?

Alina, tengo miedo, ¿quién me garantiza que no me va a volver a engañar?, ¿qué me garantiza que de verdad puedo intentarlo de nuevo con él? ¿cómo saber que el de verdad me hará feliz? ¿qué me dice que a quien quiero ahora es a Dylan?, no lo sé, quiero intentarlo con Dylan, pero... ¿por qué carajos tenía que pasar esto? ¿por qué no puedo decidir?

Mmm, nadie y créeme que yo mejor que nadie sé eso, sabes... yo tenía miedo y al final encontré a una persona muy buena, mira, tal vez Dylan es muy bueno, pero se nota que no le correspondes el sentimiento, me he dado cuenta de que Eithan ha cambiado y tal vez el motivo eres tú

Todos cambian, sabes... sólo quiero pensar bien, dejar de llevarme por lo que me dicta el corazón, sino pensar con la cabeza fría, no quiero lastimarme, no quiero volver a ilusionarme y pasar de nuevo por ese dolor, sé que está cambiando, pero hay que ser realista, hay días en los que hablamos como antes y otros en los que parecemos unos completos desconocidos

Comprendo lo que tratas de decir, pero no ves las cosas tan maravillosas que pasan los días que hablan, sacan chispas de lo hermoso que es su amor, a mi consideración... él no quiere volver a lastimarte y por ello un día se acerca mucho y otro se aleja... hace poco tuve una conversación con él y me dijo que verte con Dylan hizo que reaccionara, lamento si no lo había dicho, pero me hizo jurar que no lo hiciera, pero es para que calmes tus dudas

Sabes... hace poco me lo dijo mi hermana, que él lo hace porque ya no quiere lastimarme, pero... ¡Dios!, no quiero que sienta culpa, ¿y si lo que siente no es amor sino culpa?, Ali, una relación donde hay culpa está destinada al fracaso

Yo no creo eso Emma, siento desde lo más profundo de mi corazón que si no quiere lastimarte es porque realmente le importas, y sabes que en esas cosas no me equivoco

Alina, te odio, pero te quiero... ya dejé de sentir algo por él, si, ese bello sentimiento está muriendo, duele, pero es cierto, no creo que tengamos un futuro, ambos huimos cuando las cosas se complicaron, yo tome la iniciativa, él no hizo nada, sólo lo acepto, el resto fueron fragmentos de mi corazón, me siento muy egoísta, pero debo pensar en mi...

Vos te contradecís, primero me dices que aún sientes algo y luego no, sé que tienes que pensar en ti, pero él es tú felicidad, es como si viera tu cara de amor detrás de la pantalla, aún lo quieres, como yo te quiero

Lo siento, mi mente es un caos, ya no sé, sólo quiero dejar de pensar en eso... quiero, quiero escuchar otra cosa que no sea un "están destinados a estar juntos", "En sus ojos aún se ve que se aman" ... muchos piensan que aún hay algo, pero ya no... YA NO

Pero ¿cómo dejar de escuchar lo que es verdad? Y si tu mente es un caos es por el amor que sientes por él y DEBES ACEPTARLO, ¡Te conozco Emma!, tan sólo deja de mentirte

No lo sé, solo...sólo quiero no sentir esto, intente odiarlo, pero no funcionó, es cierto lo que escuche hace tiempo, el amor es perdonar y lo perdone, pero ya no sé

Pues porque lo que sientes es amor y odiar a alguien es darle demasiada importancia, te debo dar un empujón para que regreses con él

Ali, lo que tengo es miedo

Olvídate de ello y arriésgate

—¿Me acompañan al baño? —cuestiona Lydia sacándonos de nuestra conversación.

—Sip —respondo para tomar un poco de aire y poder aclarar mis ideas.

Alina

Que Emma acepte que aún siente algo por Eithan, me hace pensar que debo hacer que regresen, veo a Eithan, su mirada es igual de triste y desolada como la de mi amiga, esta es mi oportunidad.

—Oye... necesito hablar contigo —digo haciendo que voltee.

—¿Qué pasó Ali?

—Perdón por molestarte, pero es sobre Emma —al mencionar el nombre de mi amiga el rostro del chico cambia por completo.

—Todo lo que tenga que ver con ella me interesa, así que tú dices —responde con ese brillo de enamorado.

—No sé si recuerdas el día que hablamos sobre si aún la quieres y que aún existe ese sentimiento, Eithan... —suspiro — Ella aún te quiere mucho, casi como el primer día, así que no dejes que te la roben.

—Si lo sé, pero tengo miedo de pedirle que sea mi novia de nuevo y más que me rechace por miedo a lastimarla —dice en un tono triste, parte de lo que dice es cierto, pero no puede rendirse por eso.

—No seas un niño, esto no es un juego, sé un hombre que lucha por lo que quiere —digo algo molesta.

—Pero no sé cómo hacer algo bonito —responde encogiéndose de hombros.

—¿Alguien pidió la ayuda de la heroína Alina? —inquiero consiguiendo que el suelte una risa — No te preocupes, llegue para salvar su relación.

Si puedo voy a ayudar a estos tortolitos para que se den cuenta de que están destinados a estar juntos, pero necesito hacer todo con el consentimiento de Eithan.

Emma

En nuestro camino al baño se interpone Zac, Lydia es tan feliz, aunque ver sus labios juntos sólo hace que me incomode, por suerte, Dylan acompaña a Zac, así que es una incomodidad compartida.

—¿Qué tal han estado las dos primeras clases? —cuestiona un poco nervioso.

—Pues un poco abrumador, pero entretenido, la verdad es que los problemas de física no son tan difíciles como parecen.

—¿Puedo preguntar algo?

—Claro.

—¿Es cierto que tú y Eithan se besaron? —cuestiona, su pregunta me deja muy sorprendida, no puedo ni quiero mentirle.

—Si, es verdad —digo sin quitar la mirada de sus ojos.

—¿Aún lo amas?

—Amar es una palara muy fuerte ¿no lo crees? —digo con una sonrisa falsa — No te voy a negar que aún siento algo por él, la verdad es que estoy confundida, todo esto me tiene tan envuelta en una nube de pensamientos y dudas.

—Pero él te ama, hace poco escuche una conversación entre Idali y él te ama y no quiere perderte.

—No sigas, no sigas más por favor —interrumpo con pesar.

—Lo siento, sabes... la verdad al no saber lo que quieres o ser indecisa, no solo te lastimas a ti, sino también a mí —suspira — Siento que tú misma pusiste una barrera, hay veces en las que puedes decir que me quieres y así, pero no lo demuestras o bueno, mejor dicho, lo haces de una manera tan fría, que yo ya no sé lo que realmente tú quieres y eso hace que yo me confunda totalmente.

Si así se siente él, no me quiero imaginar como la pasa Eithan, aunque habla muy rápido como si me conociera de tiempo atrás, cosa que él dijo, no recuerda.

—Lo siento mucho —suelto un sollozo.

Entiendo que lo lastime mi forma de actuar, hasta he comenzado a sospechar que he vuelto bipolar, pero mi realidad es que tengo un gran miedo, miedo de cambiar, pero las circunstancias han hecho que pase, he cambiado.

No sé qué más hacer, ya no sé cómo volver a sentirme la misma de antes, no sé dónde está mi botón de reinició, sólo quiero volver a sonreír, quiero volver a sentirme viva, no quiero sentirme muerta en vida, ya no...

Perdí toda mi cordura, con lo que ocurrió yo misma mate mi seguridad, ahora comienzo a pensar que estoy atravesando por algo, el hecho es que perdí a mi primer amor y consigo a una amiga que me importaba, una chica a la que ame con todo el corazón, ella era mi hermana.

—Emma yo...

—Tengo que ir a clase —mi ánimo ha decaído, temo romperme, al menos no es algo que quiera ahora, pero sé que en cualquier momento pasará, lo cierto es que esto está incrementándose, pero es parte de crecer, sé que tengo que tomar decisiones que van a marcar mi vida, ahora entiendo lo que se nos ha dicho, esto es parte de madurar, aunque no es tan fácil como parece.

—¿Estás bien? —cuestiona Eithan, me mira con preocupación, de nuevo es él, aunque es cierto que cuando estaba con ella me partía el alma e incluso lo desconocía.

—No —niego con lágrimas —¿Me puedes abrazar? 

Sus brazos me rodean, las lágrimas son traicioneras, me dejo embriagar en su calidez, sus brazos me reconfortan, siempre fue así, por eso, ese día lo abrace, porque a pesar del daño, él es el único que pudo reconstruirme, aunque yo misma haya tenido que enfrentar la realidad de que debía alejarme por mi bienestar emocional.

Menuda estrategia, tuvo tanto efecto que estoy de nuevo con él, desestabilizada y rota, rota porque siento que sólo estoy lastimando a dos chicos, uno maravilloso con sentimientos nobles y sinceros, su corazón está lleno de bondad. Pero por otro lado está él, un chico que es humano y tiene errores, pero demuestra que quiere cambiar, me muestra lo arrepentido que está y, sobre todo, me da esa seguridad que necesitaba.

No lo odio, jamás podría llegar a ese grado, me detengo a mirarlo, su rostro está lleno de dolor tanto como el mío, lo conozco, se arrepiente de sus actos, pero sabe que no puede hacer nada para cambiar lo que él mismo escribió en su destino que, para colmo de desgracias me implica en ese destino.

—Amo estar así contigo, pero se ve que la maestra ya viene —asiento, nos dirigimos al salón.

La maestra habla y habla, Eithan me deja un papelito, sonrío, porque a pesar lo mal que me siento, él consigue que mi humor mejore.

¿Puedo acompañarte a tú casa?

Lo miro y asiento, me observa con complicidad, si, sus ojos brillan justo como siempre me ha dicho Alina, no puedo negar lo que sigo sintiendo, tampoco puedo ilusionar a ambos porque me queda claro que estoy muy confundida.

¿Jugamos gato?

Al igual que yo segundos atrás el asiente, la maestra no se da cuenta de nuestro juego porque parece como si estuviera escribiendo en su cuaderno, las lapiceras cumplen una buena función como protección para no ser descubiertos. Después de unas cuantas partidas lo miro rendida, el juego se pone muy interesante, pero es tedioso porque la mayor parte ha terminado en un empate.

Cambio el rumbo del juego a carrera veinte, él me mira rendido, es obvio que aún le cuesta cumplir la estrategia, siempre termino triunfando en este juego. Eithan sujeta su rostro buscando la forma de darme la vuelta, pero no hay salida, como último recurso se declara vencedor del juego, suelta una pequeña risa, miro a la maestra, por suerte no lo escuchó.

—Nos vemos —me despido de las chicas al igual que Eithan, Alina y Melissa me miran orgullosas, Lydia aún sigue enfadada con él, no lo digo yo, lo dice su mirada que parece asesinarlo sin piedad —Quiero decirte algo —él me mira sorprendido.

—¿Es bueno o malo?

—No tengo idea, pero tiene que ver con —suspiro —Con nosotros.

—Necesitas tiempo —habla de repente — Escucha, sé algo, no dudo en que quiero una segunda oportunidad, y comprendo si te sientes asustada, no te culpo, te lastime, pero estoy cambiando, no te pido que confíes del todo en mí, sólo te pido que me des la oportunidad de demostrarte lo importante que eres para mí —suspira —Seré honesto no sabía lo que tenía, pero al estar con Natalia e intentar buscar una nueva relación me di cuenta de algo, ninguna chica es tú, nadie se compara contigo, a la que quiero es a ti, ellas no valen la pena porque no se comparan contigo —me mira y me dedica una sonrisa — Tú eres alguien muy especial, eres modesta y no te puedes dar cuenta de tus encantos, Emma, yo te a...

—Detente, por favor, no digas esa palabra, no quiero oírla.

—¿Por qué?

—Porque es una palabra con mucha fuerza, tanta, que no debe decirse por decir.

—Entiendo —baja la mirada —Lamento haberte herido, no sé si algún día puedas perdonarme.

—Eithan —él me mira con desconcierto — Yo te perdone desde el momento de tu confesión, sí, me dolió, pero me hubiera hecho más daño si te guardaba rencor, lo que menos quería era más dolor, todo ocurre por algo, nuestras decisiones repercuten en nuestro presente y no es algo que podamos cambiar, sólo nos queda aprender de todo.

Sus ojos me miran, mis manos toman su rostro con ternura, es como si le hablará a un niño pequeño, siempre ha sido así, sus ojos me dicen que ahí está el chico bondadoso, tierno y especial que conocí, ese chico que me enamoró, es la segunda vez que lo veo de esa forma, como si su error pesara menos que todo lo bello que construimos, aunque es cierto, su traición no se compara con todo lo que viví a su lado.

—Ahora entiendo mejor porque me enamore de ti —dice dedicándome una sonrisa.

Llegamos a mi casa, caminar ayuda mucho, aunque el que nos detuviéramos a hablar fue muy bueno, mi mente tenía planeado algo, pero el destino decidió otra cosa, ya no me sorprende que mis planes se salgan de control.

No entiendo, quiero darle vuelta a la página, pero todo parece regresar, la tormenta no se va, estoy a nada de renunciar a esta batalla, quiero olvidar todo y huir cuanto me sea posible, pero me es imposible. Nadie puede escapar de las decisiones, mucho menos de los problemas, solo debemos afrontarlos con la frente en alto y seguros de que hacemos lo correcto.