Emma

Las vacaciones han terminado, al fin veré a las chicas, sé que tiene poco que nos vimos, pero ahora es de manera oficial y todos los días. Me tiene un poco nerviosa la sorpresa especial, además es el cumpleaños de Lydia, opte por traer la mochila, no pesa, pero me sirve para guardar el regalo de Ly.

—Hola Emma —me saluda Ali.

—Holi —me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla, por lo que veo ella se sienta en la primera banca, supongo que es para concentrarse más y no distraerse con Melissa.

—Tenemos que hablar —decimos al unísono.

—Hola —su melodiosa voz nos interrumpe, ambas lo miramos.

—Hola —respondemos.

—¿Te mudarás? —cuestiono al ver que se sienta al lado de mí.

—Mucho gusto, mi nombre es Eithan y seré su nuevo vecino —ambos reímos, él me extiende un chocolate, cosa que me toma por sorpresa.

—Sea bienvenido y gracias por este presente —él me dedica una sonrisa y con tanto silencio volvemos a reír.

—Por lo que veo sólo le das a Emma una ofrenda de paz —la voz de Alina nos regresa a la realidad.

—No —sonríe y me mira con complicidad.

—¿A no? —inquiere mi amiga.

—A ustedes se los daré los próximos días —suspira con falso cansancio —Es agotador ir de casa en casa.

Ahora los tres reímos, Alina nos mira con ternura, estoy segura de que hablaremos en cualquier momento de esto, de lo que ocurre entre él y yo.

—Emma, vamos a ver si llegan las demás —me dice Ali, me pongo de pie.

—Eith, ¿vienes?

—Ahora las alcanzo —ambas nos miramos y nos dirigimos a la entrada.

—Hola Meli —la saludamos, no tuvimos tiempo de decir algo porque ella llegó.

—Hola guapas —nos saluda, después de Ali la abrazo con fuerza.

—¿Para mí no hay un abrazo? —cuestiona Dylan haciendo una clase de puchero.

—Tontito, claro que si —digo divertida y lo abrazo.

—¿Y ya son novios? —inquiere mi bella amiga.

—No —respondemos al unísono.

—Pues ya se están tardando, en una de esas y te la terminan bajando —suelta divertida, yo la fulmino con la mirada, pero a esta chiquilla no le importa.

—Y bien, ¿cómo se sienten por este nuevo semestre? —pregunta Dylan tratando de ocultar la vergüenza que sintió gracias a mi bella amiga.

—Me siento muy nerviosa —me escucho decir, es cierto, pero no sólo es por el semestre, sino...

—¡Primo! —grita Meli bastante animada, los nervios se apoderan de mí, Dylan toma mi mano, eso me hace sentir peor y al mismo tiempo sentirlo algo posesivo.

—Hola prima —la saluda con una sonrisa, seguido de eso saluda a Dylan.

—¿No se saludarán? —nos mira.

¡Ay amiga!, si supieras.

—De hecho, ya se saludaron —Alina habla por ambos —Tenemos un nuevo vecino —esas palabras suenan tan graciosas e incomodas, de verdad quiero que la tierra me trague, Meli se va con Alina y Eithan, claro, ahora me dejan sola con Dylan.

—No puedo creer que Idali se le va a declarar a Melissa —suelta sin dejar libre mi mano.

—Ambos merecen ser muy felices —admito, se ve que Idali la quiere mucho.

—Lo sé Emma, créeme que me siento feliz por mi amigo —dice con una gran sonrisa.

—Pensé que ibas a estar ayudándonos con la sorpresa.

—Si, lo sé, pero estaba algo ocupado —dice nervioso.

—¿Acaso ocultas algo? —lo miro con curiosidad.

—No —me sonríe —¿Quieres que te lleve a tu salón?

—Sip.

—Bueno mi pequeña ha sido escoltada por este humilde caballero —dice haciendo una reverencia, yo rio divertida, aunque no puedo evitar sentirme mal, nos es mi intención, pero parece que estoy jugando con él y Eithan —Hey, ¿por qué borraste esa sonrisa?

—Nada, es sólo que estoy en esos días en los que me siento muy bipolar —miento.

—Espero y esto dibuje esa bella sonrisa que tanto me gusta —saca una paleta de corazón, no puedo evitar sonreír, es un lindo gesto, aunque ahora mi culpa es peor.

—Gracias —le dedico una sonrisa.

—Y ahí esta esa bella sonrisa de nuevo, bueno me tengo que ir, creo que ya llego el maestro o maestra —responde, se despide con un beso en la frente y entro al salón, los pocos que estaban se quedan perplejos al verme entrar, pero el rostro de Eithan cambia por completo, me acerco a mi asiento, el teléfono de Eithan comienza a sonar y sale a atender la llamada.

Idali

Hoy es el gran día, aún es temprano, pero no puedo esperar por la emoción, me ducho y tomo una playera color vino un poco ajustada, un pantalón negro y unos tenis blancos de bota, sólo espero que las amigas de Meli no levanten sospechas, tomo mi teléfono, necesito que mi primo calme mi nerviosismo.

—¿Qué pasa primo? —cuestiona, por su tono parece que está mal.

—Dime que todo va bien, que las amigas de Meli no han levantado sospechas.

—Primo, descuida, todo va bien, además ellas saben guardar secretos —dice con un tono tranquilizador, aunque sé que tiene algo.

—¿Estás bien?

—Si, ¿por qué estaría mal?

—No mientas, tú tienes algo —replico —¿Es por Emma? —cuestiono, aunque por el suspiro que suelta, obtengo mi respuesta —¿Qué ocurrió?

—Creo que la estoy perdiendo, sabes... se ve tan feliz con él, creo que...

—Espera, espera, no me digas que piensas rendirte.

—No lo sé, pero no creo que pueda competir con Dylan —su tono de voz es tan triste.

—Hey, descuida, creo que si no pones de tu esfuerzo no lograrás nada, Eithan, reacciona, esa chica esta confundida, ella debe tomar la decisión, tú debes demostrarle de lo que eres capaz, el tiempo y el destino dirán todo —busco animarlo con mis palabras.

—Lo sé, lo sé, pero... creo que me siento muy inseguro —confiesa con tristeza.

—Si, bueno, casi no se nota —rio para relajarlo.

—No es divertido.

—Perdón, esto de la sorpresa me tiene algo mal —admito.

¿Qué me has hecho Meli?

—Siento que debes hablar con ella y pedirle que no tarde mucho...oye... —me oigo decir al pensar en, no ¿o sí?

—¿Qué?

—No nada, mejor luego te digo —respondí, ¿cómo decirle que tal vez y sólo le tenga el cariño de un amigo?

—Está bien, me tengo que ir, ya llegó la maestra —responde, no puedo despedirme porque este ya ha cortado la llamada.

Melissa

Idali

¡Buenos días princesa!

Al ver el mensaje se me sale una sonrisa estúpida, al parecer Emma ve mi reacción y sólo se comienza a reír.

Melissa

¡Buenos días!, ¿Cómo amaneciste?

Justo en el momento que envío el mensaje entra la profesora de física, se presenta y hace todo lo que hace un maestro al principio de curso, son cosas aburridas, pero bueno, en todo el rato Emma y Alina lucen muy ansiosas y como nerviosas, ¿qué estarán tramando?

Se comienzan a enviar papelitos, es muy sorpréndete como le hacen para que no se dé cuenta el maestro, Lydia y yo estamos extrañadas, pero no es tan raro, de seguro están hablando de mi primo o de Peter, ojalá y Emma ya se decida porque mi primo está muy esperanzado.

Me sorprendió la iniciativa de él al cambiarse de lugar, aunque también reconozco que aún deseo que regresen, pero algo me dice que no es tan probable que ocurra y más con la presencia de Dylan.

—Emma ¿me acompañas al baño? —cuestiona Lydia, esto es tan típico de ella.

—Espera, mejor que te acompañe Meli, ahorita las alcanzamos —dice con un poco de nerviosismo.

—Meli, ¿me acompañas?

—Si —en el camino Lydia me va platicando algo de Zac, aunque la verdad no le presto mucha atención, cuando entra me quedo afuera, por suerte hay unas banquitas como a dos metros y medio de los baños.

—Que bueno que no sospecho —suelta Emma.

—Ya sé, tu voz sonaba muy nerviosa —al oírlas levanto la mirada, estaban poniendo unos regalos, también un pastel y globos que formaban el número 17, símbolo de sus 17 años.

—¡Carajo! —ellas me voltean a ver —Se me olvido el cumpleaños de Lydia.

—Así de mal te trae Idali —se burla Alina.

—Bueno, creo que le debes un regalo —responde Emma, aunque casi no me presta atención por concentrarse en que todo quede perfecto, en eso llega Dylan y la abraza por la espalda, ella sólo se pone rojita.

—Está quedando muy hermoso —dice Dylan besando su mejilla.

—Gracias —responde apenada mi amiga —Dyl, ¿puedes ir y cubrir los ojos de Lydia por favor? —pide, aunque suena más a una orden.

—Creo que este día les ha gustado pedir ayuda para cubrir los ojos —suelta Dylan.

—¿Por qué lo dices? —cuestiona Emma.

—Por nada, olvida lo que dije.

—Ya dime quién eres, me voy a caer —exige Lydia molesta, pero Dylan no responde —Zac, si eres tú me las vas a pagar —Emma le indica a Dylan que suelte a Lydia.

—¡Sorpresa!

La cara de Lydia es muy hermosa, ella es tierna por naturaleza, aunque es obvio que la tomamos desprevenida. Nos sonríe, de verdad está feliz, se acerca a Emma y la abraza, después seguimos Alina y yo.

—Gracias niñas.

—No tienes nada que agradecer —Lydia parte el pastel después de soplar la velita y pedir su deseo.

—Chicas me tengo que ir —Dylan interrumpe el momento.

—Al rato te veo —Emma le dedica una sonrisa, él le responde de la misma manera y se marcha.

—Algo me dice que hay amor en el aire —se burla Lydia.

—No empieces, es sólo un amigo —replica Emma.

—Claro, di lo que digas.

—Y aún no sabe si va a regresar con Eith... —Emma me fulmina con la mirada, creo que aún no lo sabían.

—Espera ¿qué? —preguntan sorprendidas y Emma cuenta lo ocurrido.

—Entonces ¿todo fue por lo que provoco Meli?

—Si —responde algo sonrojada —Bueno, luego hablamos de eso, creo que ya llego nuestro nuevo maestro —añade, esta mujer aún no sabe qué va a hacer, las horas restantes se me han hecho eternas, deseo con todo el corazón que sea la hora de la salida para poder ver a Idali, ¡Dios!, me encanta estar con él, me atonto cada vez que lo veo y más cuando estoy cerca de él

Idali

Ya quiero verte

Melissa

Yo también :(

Idali

Te amo, nos vemos en un rato

Melissa

Vale, adiós

— Nos vemos el miércoles —se despide la maestra.

—Al fin terminó, se me hizo eterna esta hora.

—Estoy de acuerdo —Alina me sonríe.

—Oigan ¿pueden venir? —las llama mi primo y antes de que ellas puedan responder se las lleva, intento seguirlos, pero no me es posible, decido quedarme con un amigo de los muchos que he hecho.

Idali

Faltan treinta minutos para que salga Meli, yo estoy en proceso de llegar, los nervios me están matando, por suerte mi primo, las amigas de Meli y unos cuantos de mis amigos me están ayudando con esto, siento que vibra mi teléfono y abro el mensaje que al parecer el de mi primo.

Eithan

¿Ya llegaste?

Idali

Voy en camino

Eithan

Apúrate, ya casi acaba la clase

Idali

Llego en 5

Eithan

Ok

Después de un rato llego, estaciono el auto y me encamino al lugar donde les pedí a todos que se reunieran.

—Te tardaste mucho —me reprocha Emma.

—Lo siento, pero hubo un poco de tráfico —me excuso y encojo mis hombros apenado.

—Bueno, bueno, lo importante es que llego —la calma Alina —¿Dónde están las cosas?

—En el auto —nos encaminamos y sacamos todo, uno a uno le doy las indicaciones de lo que harán, para mi desgracia me faltan dos personas para que sostengan las rosas, ¿por qué compré varios ramos? —Disculpen, ¿podrían ayudarme? —les pido a dos compañeros de mi salón, ellos aceptan —Eithan, ve por Meli —el asiente y se marcha.

Melissa

—¿Bueno?

—Prima, ¿Dónde estás? —cuestiona mi primo.

—En los salones de arriba —le dedico una sonrisa a mi amigo —¿Por qué?

—Voy para allá, no te muevas —me ordena.

—Okay —respondo y cuelgo, siento como pican mi costilla, salto sobre mi lugar y decido voltear.

—No hagas eso —pido molesta, mi primo solo se ríe.

—Vamos, acompáñame.

—¿A dónde? —cuestiono curiosa, pero él no me responde —Ya en serio, ¿a dónde vamos? —pregunto de nuevo, pero nada, decido callarme y seguirlo, en eso vibra su teléfono, él lo saca de su pantalón ve el mensaje y lo vuelve a guardar.

Idali

¿Y si me dice que no?, no, no, no, todo va a salir bien.

—Ya se tardaron ¿no? —le pregunto a Emma.

—Tranquilo, supongo que ya vienen —responde muy tranquila.

—Mejor le mando un mensaje a Eithan para ver qué sucede —ella niega con la cabeza divertida, saco mi teléfono y comienzo a escribir, mi primo ve el mensaje, pero no responde.

—¡Ahí vienen!

—Todos a sus posiciones —ordeno, los nervios me invaden, pero sé que ella me ama al igual que yo a ella, recordar lo mucho que le importo me impulsa para no arrepentirme.

Melissa

Veo que nos dirigimos a la salida, de repente siento que me ponen una venda en los ojos...

—¿Qué sucede?, ¿Por qué me tapan los ojos?

—Tranquila, tú solo sujétate de mi brazo y camina —dice entre risas, le hago caso y comenzamos a caminar de nuevo, de pronto siento que se detiene y choco con él, antes de que pueda decir algo me quitan la venda.

Al entrar en contacto con la luz quedó deslumbrada, los vuelvo a cerrar y decido abrirlos lentamente, me quedo perpleja al ver lo que está frente a mí.

Idali se encuentra hincado con un anillo, detrás de él está Alina y Emma, ambas sostienen unos globos de helio sujetos, Lydia junto a dos chicos sujetan ramos de rosas y mi primo carga un oso de peluche gigante, cubro mi boca por la sorpresa y sin darme cuenta lágrimas deciden salir, no es tristeza, lo que siento va más allá, es como si mi corazón diera un vuelco y quisiera salir de mi pecho, Idali se levanta esperando una respuesta a lo que dice el cartel:

<<¿Quieres ser mi novia?>>

Idali

Me encanta verla tan emocionada, pero se está tardando en darme una respuesta y eso me preocupa, así que me pongo de pie frente a ella.

—¡Si!, si quiero ser tu novia —responde gritando y en un abrir y cerrar de ojos se abalanza sobre mí, la sujeto con fuerza, es sorprendente lo que puedes hacer con dinero, aunque lo material no hará que vea lo mucho que significa para mí, pero si hará que tenga algo para recordarme y más ahora que ambos comenzamos una historia siendo novios.

—No sabes lo feliz que me haces —le digo al oído seguido de un beso tierno en la mejilla, todos los que están alrededor aplauden —Pensé que me dirías que no —ella suelta una carcajada, es tan sincera y llena de paz que me contagia.

—Obviamente no, me encantas, me fascinas, me traes pendeja —al decirlo se pone rojita y suelta una risita.

—Y tú a mi —tomo su rostro entre mis manos y le doy un beso tierno y lento, volvemos a fundirnos en nuestros brazos, aunque mi altura me permite rodearla, este abrazo es distinto, ella me transmite todo lo que siente, en pocas palabras, es el mejor de todos y espero que el primero de muchos más.

Después de todo y guardar las cosas en el coche decidimos ir a mi salón cuando de pronto una melodía capta nuestra atención... ¡Dios mío!... es, es...

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Holi.🧡🖐

¿Qué les parece?

Espero que cierta persona no me quiera golpear, si no fallan las cuentas hace un año y algo dos personas morían por saber lo que sigue, su respuesta la obtuvieron una semana después. Aunque como esto se está reeditando puede que la emoción experimentada vuelva a flor de loto.

Si lees esto, te quiero, lamento hacerte sufrir más de lo que debía con está bella historia 🧡