___☆_23_☆___
Pasaron los días y Eithan al igual que Idali y Meli se marcharon antes de lo planeado, las cosas siguen mal entre Meli e Idali, solo espero que todo se arregle, aún recuerdo su pelea, estaba tan tranquila e iba a la cocina cuando escuche como discutían, pero no fui la única, ya que Eithan salió y sin querer nos quedamos escuchando todo.
Flashback
—¿Me vas a seguir ignorando? —cuestiona Idali, parece que ya exploto.
—Creo que olvide recoger una cosa más —Meli finge buscar algo, es como si Idali no existiera.
—¡Basta quieres!, me tiene harto este juego estúpido —exclama molesto —Bien, entonces no dirás nada, lo siento Meli, pero ya no puedo con esto, te amo, sí, pero creo que después de todo no te importo como pensé —su voz es triste y apagada, limpia sus ojos y sale de la habitación, por suerte no nos vio.
Fin de Flashback
Hasta donde recuerdo Idali no lo soportó y decidió no intentarlo más, creo saber la razón de porque Meli es así, sólo deseo que todo se arregle, realmente es muy feliz cuando esta con él.
Hoy tengo planeado salir con Dylan, aunque no sé porque me siento tan culpable por lo que pasó, no hice nada malo, creo, pero sé que no quiero lastimarlo. Mañana nos marcharemos, Dylan planeo llevarme a un lugar antes de regresar a casa.
Decido vestir un suéter holgado color palo de rosa, un jean azul y botines color arena con tacón. Mis hermanos comienzan a empacar sus cosas, no nos iremos aún, pero ya debemos ir empacando todo.
Busco a Dylan, toco la puerta de su cuarto.
—Adelante —dice después de unos segundos, me encuentro con él, se ve tan lindo, lleva puesto una camisa blanca que queda cubierta por un suéter color café claro, un jean negro y unos tenis blancos, luce tan atractivo y al mismo tiempo tierno.
—Hola —saludo con timidez.
¿Qué rayos me pasa?
—Hola pequeña.
—Ya estoy lista.
—Yo también —se voltea y me abraza, su perfume es agradable, tiene un aroma dulce y delicado, reacciono cuando me da un beso en la frente.
—¿A dónde iremos? —inquiero tratando de volver a la realidad.
—Es una sorpresa, ya te lo había dicho —responde con un toque de intriga en su voz.
—Ash —pongo los ojos en blanco, es horrible que se tome tanto misterio, él suelta una carcajada y se acerca demasiado a mí.
—Ten paciencia —toma mi mano, una sensación extraña se presenta, es tan hermoso y raro sentir esto, pero ¿por qué me siento tan ansiosa?
—Emma, tengo que decirte algo —dice Dylan un poco serio y con la mirada en el camino.
—No me digas que nos perdimos —suelto angustiada, llevamos bastante tiempo en la carretera y él no ha dicho nada.
—¿Qué? —ríe un poco —No, es otra cosa.
—Me alegro —hago una expresión de alivio —¿Entonces qué es?
—Cuando termine la preparatoria me iré lejos —parece dudar de sus palabras, aunque es como si me hubieran golpeado, ¿por qué me duele?, creí que, no, intente no sentir nada —No es un hecho aún, pero la universidad a la que pienso ir está lejos y...
—¿Y?
—Tal vez dejemos de vernos como ahora —dice en un tono triste —El lugar queda a ocho horas de donde vivimos y se me complicaría venir mucho.
—Oye, tranquilo —rio algo nerviosa —Es mejor que cualquier cosa, hasta siento que te estas despidiendo.
—No, es sólo que...
—Oye, algo así podía pasar, descuida, estaré bien...
—No, es sólo que...
—Dylan, descuida, todo estará bien —me obligo a verlo, aunque él no debe despegar la vista de la carretera —Somos amigos y sé que cualquier amistad buena se mantiene firme a pesar de la distancia.
—Si, tienes razón.
Dylan
—Dylan, descuida, todo estará bien —siento su mirada en mí, eso me pone nervioso —Somos amigos y sé que cualquier amistad buena se mantiene firme a pesar de la distancia.
—Si, tienes razón.
¿Es en serio?
Yo pensaba decirle que quiero que sea mi novia y solo dije que me iré, ¿qué diablos me pasa?, no he dicho más y Emma tampoco, se ha quedado dormida, a ratos la observo, desearía despertarla, pero amo verla dormir.
Después de unas cuantas horas llegamos a nuestro destino, lo sé, necesitaba mostrarle la sorpresa.
—Pequeña, despierta —hablo con voz suave, planto un beso en su frente, ella se mueve un poco y abre los ojos como una niña pequeña.
—¿Ya llegamos? —cuestiona cubriendo su rostro.
—Si.
—¿Por qué venimos a unos departamentos? —cuestiona confundida.
—Te presento el lugar donde viviré al menos hasta que acabe la universidad —digo divertido.
—¿Y por qué comenzaste a rentarlo? —de verdad que amo a esta niña, a veces es tan inocente que no me da miedo hacer algo y que lo malinterprete, aún puedo crear cosas maravillosas sin necesidad de que piense mal o se enoje.
—¿Recuerdas que mi padre tiene negocios? —ella asiente —Bueno esté es uno, pero el último departamento lo hizo pensando en mi —explico —Fue una gran sorpresa y regalo a la vez, mis padres piensan en todo, además, ya sabían de mis planes.
—Es muy bello —dice sorprendida —Parece una casa —observa cada detalle, entramos, oprimo el botón del último piso, aún se siente raro cuando sube y baja, recuerdo que de pequeño me encantaba jugar con el elevador, aunque me regañaban porque podía descomponerlo.
Emma
Estoy nerviosa, no entiendo la razón, sólo sé que estaba a punto de decirle a Dylan lo que pasó entre Eithan y yo, quiero que la tierra me trague, mi ventaja fue haberme dormido.
—Pero ¿qué? —digo al sentir como Dylan cubre mis ojos.
—Te tengo una sorpresa —me dejo guiar por él, escucho que abre una puerta caminamos más, de golpe se detiene.
—¡Sorpresa! —quita sus manos de mis ojos, lo que tengo frente a mí es verdaderamente hermoso.
El departamento tiene un gran balcón, pero el resto es obra de Dylan, hay un gran sillón cama color blanco, encima de este hay una charola con dos vasos de jugos, dos velas, incluso una escalera de la que cuelgan luces tenues que le dan un toque más romántico a todo, al lado están unas flores moradas en una mesa de vidrio, también hay un farol y casi en el otro extremo una planta.
—Dylan, esto es realmente hermoso —lo abrazo —Gracias.
No lo mereces.
—Gracias a ti —me dedica una sonrisa.
—¿A mí?, ¿por qué? —cuestiono confundida.
—Por hacer de estos días los más perfectos —toma mis manos.
—Dylan yo...
—¿Qué ocurre?
—Tenemos que hablar —pido, él pone la charola en la mesa y nos sentamos.
—¿Qué sucede? —suelto un suspiro e intento ordenar lo que diré.
—Hace unos días ocurrió algo —él me mira y juega haciendo pequeños círculos en mi mano —No sé cómo paso, pero...
—¿Pero?
—Eithan y yo nos besamos —esas palabras lo dejan helado, sus manos se alejan de las mías, me pido no seguir, pero lo hago —Y me pidió que vuelva a ser su novia.
—¿Qué respondiste? —cuestiona con la voz quebrada.
—Yo...
—Pero qué digo, es obvio que aceptaste.
—Escúchame quieres —pido tratando de no enojarme.
—¿Cómo? —se levanta de golpe —No quiero escuchar cosas que me destrozarán.
—Dylan...
—Soy un imbécil por ilusionarme.
—¡Basta, quieres! —exclamo enojada, ni siquiera me escucha.
Él se marcha, observo con detalle todo lo que hizo, recibo el premio a la persona que arruina los bellos momentos, sus palabras dolieron, su actitud me molesta, no me dejó explicarle, obvio que no, ¡Dios!, quiero justificarlo, pero no hay justificación.
Dylan
—Eithan y yo nos besamos —esas palabras me dejan helado, alejo mis manos de las suyas, la esperanza que tenía con ella me ha abandonado —Y me pidió que vuelva a ser su novia.
—¿Qué respondiste? —cuestiono con la voz quebrada.
—Yo...
—Pero qué digo, es obvio que aceptaste.
—Escúchame quieres.
—¿Cómo? —me levanto de golpe —No quiero escuchar cosas que me destrozarán.
—Dylan...
—Soy un imbécil por ilusionarme.
—¡Basta, quieres!
La dejo sola, me dirijo lo que próximamente seria mi recamará, busco el obsequio que pensaba entregarle, ella me lo advirtió, pero fui muy necio. Quiero saber su respuesta, pero temo salir destrozado, me miro al espejo.
¿Cómo pude ser tan tonto?
Golpeo el espejo, mis nudillos arden, pero me duele más recordarla decir aquello, se supone que esto sería especial, pero no, todo se arruino...
Emma
Lo sigo, de verdad parece no notar mi presencia, el ruido de unos cristales rotos hacen que me preocupe, decido esperar, pasa no una, ni dos, sino tres horas y él no ha salido, necesita tiempo y yo no puedo permanecer más tiempo aquí, es noche, pero lo más conveniente es marcharme, llamo un taxi se supone que enviaran una notificación cuando este llegue.
Es inevitable, lágrimas invaden mi rostro, odio esto, tan fácil que era callarme, pero no, mi culpa no me dejo en paz, sólo pensaba en eso, en su cara llena de ilusión y en mí, de verdad quería superarlo, pero eso lo arruino.
Es mejor dejar las cosas así, luego podremos hablar, salgo del lugar, intento ser cuidadosa, pero sin querer azoto la puerta, opto por tomar las escaleras, no quiero estar encerrada en el elevador, no puedo, camino por un largo tiempo.
Dylan
La puerta capta mi atención, salgo de la habitación, claro ¿cómo no lo pensé?, Emma decidió irse. Tomo el elevador, no debió ir muy lejos, al menos eso espero.
— Buenas noches, disculpé, ¿vio a una chica salir? —cuestiono al vigilante.
— Buenas noches joven, si, salió una chica llorando, pero no sabría decirle a donde se fue.
—¿Llorando?
— Si —afirma.
Estúpido, encima de que la dejas, también la haces llorar.
Ay por favor, piensa en cómo te lastimaron sus palabras.
Mejor ve a buscarla.
— Gracias señor —una chica con suéter rosa llama mi atención.
Por favor, que sea ella.
—Emma —la llamo, ella voltea, está a punto de subirse a un auto.
—¿Qué quieres Dylan?
—Hablemos —pido suplicante, me duele verla con los ojos hinchados, ella ríe con amargura.
—¿De verdad? —me mira enfadada, a pesar de que sus ojos están tristes, su mirada me dice que no me quiere ver.
—Si, bueno al menos déjame llevarte a casa.
—¿Me dejaras hablar? —suspira —Espera, ni siquiera mereces una explicación, intente decirla, es increíble que te considere como para decirte lo que pasó...
—Emma...
—Déjame terminar —levanta su mano, yo me quedo en silencio —No estoy lista, no tengo cabeza para saber si quiero intentar algo con algunos de los dos —suelta una carajada, aunque está viene acompañada de lágrimas y una mirada llena de dolor —¿Sabes?, ni siquiera te has puesto a pensar en cómo me siento, hace poco termine una relación y me han bombardeado de preguntas incomodas, tú me ves como algo más y ahora él quiere que regresemos, lo que diga o haga me puede dejar como una maldita villana porque parecerá que juego con ambos...
—Emma, por favor —me acerco a ella, aunque ella da un paso atrás.
—No te acerques a mí, no quiero tu lastima —me alejo, no esperaba esto, ella le dice algo al señor y este se marcha, no sin antes dedicarme una mirada de desaprobación —Acepto irme contigo sólo porque no quiero gastar mucho dinero.
Me quedo callado, ella tiene razón, viéndolo desde su perspectiva ella queda mal parada en esto, es obvio que lo lógico sería decirle no al chico que la engaño, pero ella no es así, es más, no le damos un respiro, llegamos a la casa, Nina y Adam están viendo una película, ambos nos saludan, yo les devuelvo el saludo, pero ella los ignora, ellos me miran en busca de alguna respuesta, no consigo dar una explicación, sólo me marcho a mi habitación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro