___☆_21_☆___
Emma
Cuelgo la llamada con Lydia y tomo mi chamarra para salir, con Eithan aquí todo se siente tan extraño, pero no me puedo quejar, cada tontería que hace me saca una sonrisa, por más que he intentado mantenerme seria no puedo evitar reírme.
—¿Lista? —cuestiona Dylan con una sonrisa.
—Sip —me deja pasar primero, el viene detrás de mí. De cierta forma me ha ayudado a distraerme, nos vamos en la camioneta de Dylan, aunque Idali decide irse aparte y obviamente Meli y Eithan se van con él, el camino al cine es silencioso entre Dylan y yo, aunque mis hermanos lo volvieron ruidoso con los opening de sus animes favoritos.
—¿Seguros que quieren entrar al cine? —cuestiona Meli dudosa.
—No, ninguna película se ve interesante —confieso al ver nuestras opciones.
—Entonces, ¿qué hacemos? —Dylan nos mira en busca de propuestas.
—Podemos ir a comer una hamburguesa —sugiero.
—No es una mala idea —Adam me ve con un gesto de aprobación.
—¿Y yo qué? —nos recrimina Nina, lo olvidaba, a ella no le gustan los embutidos y detesta las hamburguesas.
—Te podemos comprar un flan o un pastel de chocolate —responde Adam con obviedad, ella acepta, al igual que el resto del grupo.
Todos nos encontramos en una mesa comiendo nuestras respectivas hamburguesas acompañadas de papas a la francesa y bueno mi hermana feliz con su pastel de chocolate.
—Sólo falta Emma —suelta Meli burlona.
—Luego se acostumbrarán, ella come así de lento —dice Adam divertido.
—No es gracioso, además no es eso —digo avergonzada.
—¿Entonces? —todos me miran en busca de una respuesta.
—Ya no quiero —confieso.
—Lo olvidaba, ella come poco —agrega Adam más divertido.
—Cierto —suelta Eithan dedicándome una sonrisa, espera, espera, ¿me sonrío?
—No es divertido, no es mi culpa llenarme rápido —replico en un tono aniñado —¿Te la comes? —él me mira con ternura, no puede negarse, lo conozco, si pudiera se comería hasta tres hamburguesas, damos una vuelta y reímos de cualquier tontería, es raro, pero Meli no ha hecho nada incómodo, así que ya no me preocupo.
—Deberíamos irnos —sugiere Idali, aún está enfadado.
—Emma ven, quiero que me acompañes —hablé muy rápido, Meli me hace ir con ellos, no he aceptado y ya me ha metido al coche, eso no es lo peor, me deja al lado de Eithan.
—No creen que es una hermosa noche —inquiere mirándonos con complicidad.
—Lo es —respondemos al mismo tiempo, ambos nos miramos, no puedo enojarme con Meli, pedirle que no haga está clase de cosas es quitarle su esencia.
—Dicen que la luna llena es algo bello para las citas de toda pareja —okey, sus insinuaciones son muy raras e incomodas, tomo mi teléfono e ignoro al chico que está a mi lado.
Mentirosa
Está bien, lo veo por el reflejo de la ventana, aunque ahora él hace lo mismo que yo, bueno, sólo está en su teléfono.
Eithan
Lo siento, no sabía que ella haría esto
Emma
No te preocupes, después de todo es Meli
Eithan
Si, mi prima es muy...
Emma
Extraordinaria
Eithan
Iba a decir que un poco inoportuna, pero sí, eso la hace ser ella
Emma
Lo sé
Eithan
Hace tanto que no hablamos
Emma
De hecho
Eithan
Te ves linda
Emma
Gracias
Tú también te ves bien
Eithan
¿Te fue bien en los exámenes?
Emma
Si, ¿y a ti?
Eithan
También, aunque casi me voy a extra
—Llegamos —la voz de Meli nos sobresalta, aunque es más el hecho de que nos esté observando.
Ambos levantamos la vista al ver que ya hemos llegado, bajo del auto y me despido de todos, Dylan de nuevo adquiere una postura tensa y distante, no puede enojarse conmigo, juro que trato de comprenderlo, pero siento que va a colmar mi paciencia.
*
—Hagamos algo, muero de aburrimiento —suelta Meli, no sé cómo se dio todo, pero de momento nos encontramos todos en la sala, los trastes del desayuno se han quedado frente a nosotros, Adam está jugando en su teléfono al igual que Idali, Nina lee un libro, Meli y Eithan están viendo memes en Facebook y Dylan juguetea con mi mano mientras "vemos" una película.
—¿De verdad estás aburrida? —inquiero, aunque es obvio que si porque hace un buen rato dejo de soltar sus carcajadas.
—Juguemos a algo —sugiere Dylan.
—¿Les parece si jugamos basquetbol? —cuestiona Eithan y me mira con complicidad.
—Es una gran idea —nos anima Idali.
—¿Equipo de nuevo? —me propone Eith con una gran sonrisa.
—Equipo —acepto, él sonríe y se pone de pie, extiende la mano y la acepto, ambos miramos a todos, siguen aburridos.
—¿Aceptan? —nos miran con rareza, pero asiente, todos se ponen de pie.
—Es obvio que mi primo y Emma ya hicieron su equipo.
—Bro, ¿equipo? —Dylan se acerca a Idali y acepta.
—Bueno, yo iré con mi primo y prima —la última palabra me pone nerviosa y puedo notar que Eithan me mira apenado.
—Como yo no sé jugar me quedo aquí —nos dice Nina, observa a Dylan —Así que Adam está con ustedes.
Nina nos apoya lanzando el balón, Eithan logra lanzarlo a nuestro equipo, Meli se lo pasa y una vez que se apodera del balón hacemos lo mismo de antes, es posible que él descifre mis intenciones tanto como yo las de él. Nuestros movimientos se sincronizan, procuro no alejar a Meli, pero a ella parece no importarle.
El juego toma un giro inesperado, Dylan se apodera del balón, Adam recibe el balón y me acerco para tratar de quitárselo, pero este se lo envía a Idali, Meli es la más cercana, todo es muy incomodo para ambos, pero estamos jugando.
El equipo de Dylan logra encestar, después del pase me apodero del balón, Dylan se acerca a mí, cosa que me pone nerviosa, pero al encontrarme con esos ojos marrones le paso el balón, Dylan no lo ve venir, Eithan logra encestar.
—¿Cómo en los viejos tiempos? —inquiero con voz agitada.
—Como en los viejos tiempos —le dedico una sonrisa y le paso el balón a Meli.
Meli está por atrapar el balón, pero Idali la toma desprevenida, se acerca a Idali con el objetivo de quitarle el balón, pero este lo impide, ella se queda perdida en él, la química que Eithan y yo poseemos al jugar nos ayuda, lastima que mi amiga no se resista a su "amigo".
Dylan e Idali están atrapados, busco rodear a mi hermano, pero este es más alto que yo y sujeta el balón.
—Lo siento hermanita —ríe y encesta.
Llegamos a un punto en el que los puntos dejaron de existir, solo es una competencia y ya. Eithan y yo no hemos dejado de vernos y procurando incluir a Meli, no estoy segura de cuánto tiempo llevamos así, pero ya tengo hambre.
—Vamos a comer algo —se atreve a decir Meli.
—Y descansemos un poco —agrega mi hermano.
—¿Qué quieren que comamos? —inquiero.
—No lo sé, ¿podemos salir?
—Si, es buena idea.
—¿Y si mejor preparamos algo?
—No, esa niña es peligrosa cuando concina con compañía —me mira y guiña el ojo, Eithan me dedica una sonrisa y ya han conseguido que mis mejillas enrojezcan.
De nuevo salimos, aunque el plan es llevar todo a casa, Meli decide secuestrarme para ir a una tienda de cosméticos.
—¿De verdad quieres comprar algo? —le pregunto al verla poco convencida.
—Digamos que quiero que hagamos más cosas divertidas —observa una sección de la tienda como si una idea acabara de pasar por su mente.
—Ay no, dime que no es lo que creo que es.
—Jaja, si piensas en que quiero que todos usemos mascarillas acertaste.
—Meli, estoy casi segura de que una de esas mascarillas no será agradable —no tiene que responder, observa varias mascarillas y como lo pensé, una en particular es de las que por vídeos de YouTube no son nada agradables.
—Yo escojo la mía —advierto.
—También la de mi primo —pongo los ojos en blanco y suelto una carcajada, ordenes son ordenes, una mascarilla me llama la atención, tiene un dibujo de un león, no lo pienso ni dos veces y la sujeto.
—Listo —digo victoriosa.
—¿De coco?
—Créeme, le va a llamar la atención por el león —ella me mira con picardía —¿Ya tienes la de Idali?
—Pues mira, será lo que va a escoger, pero también tendrá que usarla porque es lo más masculino que puede tener.
Pagamos las mascarillas y para despistar decide comprarme un labial y ella una mascarilla para pestañas, no nos cuestionan nada, pero me siento ansiosa con los resultados.
—¿Qué comeremos?
—Pedimos comida china —Dylan se acerca a mí y me abraza.
—Perfecto —digo, su cercanía me gusta, desde el juego no le he prestado atención y todo por mi compañero de juego. De regreso a casa Adam decide conducir.
—Jugaste muy bien —dice sujetando mi mano y rodeándome con su brazo.
—Tú también, aunque sentía que me iba a caer en cualquier momento —el ríe y niega con la cabeza.
—Ya no pareces incomoda con él.
—No, la verdad es bueno recordar viejos tiempos —decido recostarme en su pecho, me siento agotada y tengo ganas de dormir, pero decido solo relajarme. Al llegar acomodamos las cosas y nos reunimos para degustar de los alimentos.
—Emma, prueba esto —Dylan me extiende un rollo de primavera, como niña pequeña lo examino antes de comerlo.
—Chicos, deberíamos ver una película —Nina nos mira a todos.
—Yo tengo un mejor plan —Meli saca la bolsa donde están las mascarillas.
—¿Compraron maquillaje para eso? —Idali nos mira con fastidio.
—No tonto, son mascarillas —replica mi amiga.
—¿Mascarillas? —pasa su bocado, aunque estoy segura de que casi se le atora el pedazo de pizza.
—Si, ¿tiene algo de malo?
—No, pero eso es solo para chicas —responde Eithan.
—Ash, amargados —ponemos los ojos en blanco.
—Si lo que les preocupa es que su hombría se vea afectada, guardaremos su secreto —asegura Meli con fastidio.
—Piénsenlo en lo que terminamos de comer —sugiere mi hermana.
—Emma, nuestro novio subió una nueva foto —chilla Meli emocionada y me extiende su celular.
—¿Novio? —cuestionan todos.
—Noah Centineo —decimos casi al mismo tiempo.
Todos no miran con rareza, ella les muestra la foto, Idali se tensa un poco y Dylan me mira divertido.
—Ya me estaba preocupando.
—¿De qué? —inquiero distraída con el rollo de primavera que está delicioso.
—De tener competencia —Meli suelta una carcajada.
—Te hablan primo —dice entre tos falsa.
Miro a Eithan y el desvía la mirada, justo en ese momento nos llueven las notificaciones, todos vemos nuestros teléfonos.
Mamá
Amor, hubo un cambio de planes
Ya no iremos a encontrarlos, disfruten estos días
—Nuestros padres cancelaron los planes —suelta Dylan.
—Bueno, tenemos la casa para nosotros —ríe Idali.
—No me digas que quieres hacer una fiesta —lo mira mal Dylan.
—No bro, bueno...quizás...
—Ni lo sueñes, sabes que mis padres nos matan —suspira —Recuerda lo que pasó la última vez que vinimos.
—¡Por favor!, éramos unos pubertos de quince años —dice como si no le importara.
—Bueno, por ser unos pubertos casi incendiamos está casa —Idali suelta una carcajada.
—Pensé que fue la vez que Lucas trajo a las...
—No sigas —pide apenado.
Todos los observamos y tratamos de comprender la conversación de la que dejamos de ser parte, Dylan me mira, aunque yo me concentro en terminar mi comida y hacer que el ambiente deje de ser tan tenso.
—Eithan, ¿puedes creer que este hombre siempre estuvo enamorado de una niña de la infancia?
—Si esa niña fue tan especial es creíble —Dylan lo mira mal, eso me acaba de confundir.
—Ya no sigas.
—No creo que Emma se ponga celosa —lo mira divertido —¿Estás celosa Emma?
—¿Debería? —inquiero nerviosa, no estoy celosa, solo que no sé si reír o ayudarlo a cambiar el tema.
—No puedo creer que seas mi mejor amigo —se lamenta Dylan.
—¿Estás ebrio? —se atreve a preguntar Meli.
—No, estoy en mis cinco sentidos.
—Perfecto, Emma acabo de comer —celebra Nina —¿Seguimos con el plan?
—Yo acepto —Eithan es el primero, ahora queda Adam, Dylan e Idali; nos dirigimos a la sala, Meli se encarga de poner las mascarillas en el centro.
—Esta es mía —sujeto la que es de granada.
—La de rosas es mía —dice Nina apoderándose de ella.
—Aww, yo quiero esta —Eithan sujeta la que escogí.
—Es obvio que sí, tiene un leoncito —ambos reímos.
—Alguien te conoce tan bien que la escogió —Meli nos guiña un ojo y se apodera de la de mandarina, cosa que es obvia porque es su fruta favorita. Adam toma la que parece ser de aloe vera y Dylan hace un pequeño levantamiento de hombros y examina la de árbol de té.
—¿De verdad lo quieren hacer?
—Vamos primo, eres el único que falta —él mira mal a Eithan, aquí hay mucha presión social.
—Bueno, supongo que está es la que queda —observa el sobre con confusión.
—¿Qué ocurre Idali?
—¿Es adherible? —pregunta con malestar.
—Cierto, lo olvidamos, fue la única que no encontramos como estás —lamenta Meli con falsedad.
—¿Cómo me pondré esto?
—Con el dedito —respondo con obviedad, Meli le dedica una sonrisa un poco maliciosa.
Nos lavamos el rostro y volvemos a reunirnos, nuestras mascarillas se ponen sin problemas, pero la de Idali no, lo siento por él que tiene un poco de bigote y barba. La mirada está puesta en él, gasta puedo imaginar que alguien dice algo tipo:
"Aquí podemos ver a este espécimen tratando de entender un producto femenino..."
Comienza a abrir el sobre con un cuchillo que está en la cocina, en un pequeño recipiente la vierte, para ser su primera vez lo está haciendo muy bien, poco a poco se pone la mascarilla, sus dedos se han puesto de color negro.
—Mierda—dice al tocar un poco de su ceja.
—No seas grosero —dice Dylan divertido.
—No veo ni madres —le extiendo un pequeño espejo y Eithan le ayuda a sujetarlo, su cara ya comienza a llenarse de la mascarilla.
—Prima, ¿es posible que le jale la barba? —Melissa suelta una carcajada.
—No lo sé, es la primera vez que compro este producto —consigue decir entre risas, Idali la ve con enfado, ella le dedica una mirada inocente.
—Ay chica, me siento bella —dice mi hermano al acomodarse su mascarilla.
—Amor, esto es lo mejor —le sigue mi hermana.
—¿Ahora si se las ponen?
—Por supuesto, todas se retiran en veinticinco minutos —digo acomodándome para relajarme.
—¿Esto es de coco? —pregunta Eithan.
—Si, te enfocaste en el león que no leíste de qué era —dice Meli.
Al ver a Idali no podemos contener las risas, ay no, juro que Meli es ocurrente y esto fue otro nivel, aunque los chicos se ven adorables en su intento de relajación.
—¿Qué es tan gracioso?
—Que pareces un chango —se atreve a decir mi amiga.
—Emma, tomémonos unas fotos —pide Meli, ambas posamos nuestros rostros y reímos ante las diversas muecas o caras raras que ponemos.
—¿Me la prestas? —cuestiona Dylan, Meli asiente, saca su teléfono y ambos sonreímos, pensé que sería una, pero no, hasta con él termino poniendo caras graciosas.
—Todos posen para la foto —digo y cada rostro se asoma a la cámara, Idali nos mira mal, pero termina cediendo.
—Pasen las fotos —pide nuestro amigo —Siento raro el rostro, ¿es normal? —pregunta asustado y con la voz graciosa.
—Si, ya está endureciendo —le explico, él mueve la cara de forma graciosa y al hablar parece que tuviera algo en la boca, Meli ambienta el lugar con música.
—Emma, nuestra canción —dice emocionada.
—Cantemos —me animo a decir.
Hay un mundo y mil planetas que vienen y van
Satélites, cometas y estrellas hay más
Millones de personas
Formas de pensar
Y a pesar de que todos somos diferentes
Lo genial
Es que hay cosas que nos unen cuando hay voluntad
Es que hay sueños que nos llevan al mismo lugar...
Nuestro pequeño concierto es hermoso, aunque todo ha dado un giro inesperado porque ya nos encontramos cantando una enorme diversidad de canciones, ahora es como estar en un karaoke, cada uno canta canción tras canción.
Meli y yo vamos por algo para tomar, servimos un jugo en los vasos...
—Si no es molestia pásenme una cerveza —pide Idali.
—Te pasaste —le susurro a mi amiga.
—Valió la pena, es lo que importa.
—Ya quiero ver su reacción cuando se la quite.
—Ay Emma, prepárate, porque te garantizo que no lo va a soportar —ambas reímos y llevamos las bebidas de cada uno.
—Hora de retirarnos la mascarilla —dice Adam al revisar su celular, nadie se mueve por mirar a Idali de nuevo, suelta un chillido, parece más queja de dolor.
—Si duele —chilla y sigue jalando poco a poco la capa negra de su rostro —A la madre... aaaa...no ya no puedo... —todos estamos muertos de risa.
—Si puedes, ¿quieres que te ayude? —se ofrece Eithan.
—Ni madres que —sigue jalando el producto —Melissa, esto no es divertido —busca el lugar adecuado para seguir — Auuu... no mames —su rostro se tiñe de color rojo, ya le falta poco, juro que esto es feo, pero no sé pueden contener las risas —Vergaaaa —la última parte parece ser la peor, más porque es donde tiene el bigote y barba, parece que sus ojos se cristalizan por el dolor y se va del lugar.
—Lávate con agua tibia —grita Meli, todos nos levantamos para lavarnos el rostro, fueron tantas las risas que casi sentía que me orinaba.
Nadie sale de la habitación después de las mascarillas, decido mejor tomar un baño, me siento relajada y llena de paz. El día de hoy fue agotador, pero valió la pena en todos los sentidos, el hecho de que estuviera en mucho movimiento hace que ya me sienta cansada y lista para dormir.
—Pequeña —su voz me saca de mi trance entre el mundo real y el de los sueños.
—¿Qué pasa?
—Pensé que ya estabas dormida —se encoje de hombros.
—En eso estaba —me siento y le hago un espacio —¿Estás bien?
—Si, solo quería darte las buenas noches.
—Sueñas bonito —digo dedicándole una sonrisa y le doy un beso en la mejilla.
—Dulces sueños —se acerca a mi y lo abrazo, su aroma es tan cálida, me siento cómoda, no quiero separarme, pero soy consciente que ya es tarde. Nos quedamos en silencio, él se separa de mi y se aleja poco a poco, le dedico una última sonrisa y me dejo atrapar por los brazos de Morfeo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro