Melissa

Salgo de la habitación con las esperanzas de no encontrarme con Idali, por suerte no está, busco a Emma para hablar con ella, pero igual no hay rastro de ella, entro a la cocina y encuentro una nota:

Saldré con Dylan, no sé cuánto tiempo tardaré

Emma

Busco frituras, pero no hay rastro de ninguna, tomo un cupcake de chocolate y voy a mi cuarto en busca de algo de dinero; como me aburre estar encerrada decido ir a una tienda que vi cuando venía para acá, sin dudarlo me encamino a la tienda, tengo que caminar porque el tonto de Idali se llevó el auto, por suerte llego a la tienda sin ningún problema, me encamino a buscar mis frituras preferidas, sólo me hace falta una, pero no logro verla, choco con un chico.

¿Acaso no se puede fijar este imbécil? 

Levanto la vista y... no puede ser es Ricardo, mi excrush, realmente es guapo, aunque no se compara con Idali, Ricardo es alto, como de 1.70, de tez clara, su cabello es negro, sus ojos son color café obscuro y viste de una camisa de cuadros azul con unos jeans azules y sus zapatos negros...

—Lo siento —me disculpo.

—No te preocupes, la culpa es mía, no me fije —dice con una gran sonrisa — ¿Y qué haces por aquí? —cuestiona curioso.

— Vine a comprar frituras y estoy pasando tiempo con unos amigos.

—Ou ya veo.

—Si, ¿Y tú? ¿Qué haces por aquí? —cuestiono tratando de ocultar mis nervios.

—Vine de visita a casa de mis abuelos —me dedica una sonrisa y yo se la devuelvo, debemos ser amables ¿no?

—Ya veo —digo despreocupada — ¿Te gustaría venir conmigo?

—Amm si, por supuesto que sí, pero ¿tus amigos no se molestarán?

—No, además no tengo con quien pasar el rato —confieso tratando de persuadirlo.

—Perfecto —después de unos segundos pagamos lo que vamos a comprar y nos dirigimos a la cabaña, por suerte, Marco traía su coche...

*

—No seas así, ya te dije que no me gusta que me toquen la pansa —me quejo molesta.

—¿Por qué no te gusta? —cuestiona divertido.

—Porque es incómodo —dejamos las cosas que compré en la cocina, nos dirigimos a la sala de estar e Idali se encuentra ahí y se ve demasiado molesto, le resto importancia y continuo con mi platica.

— ¿Se podría saber quién es? —cuestiona con firmeza.

—Eso a ti no te importa —replico quitada de la pena y me recuesto en el hombro de Ricardo.

—¿Segura que no causo problemas? —susurra preocupado y yo niego con la cabeza, Idali permanece sentado y yo jugueteo con mi acompañante, lo abrazo y comienzo a ser muy cariñosa con él.

Si las miradas mataran, Idali ya hubiera cometido un crimen y tendríamos que estar cubriendo el cuerpo del delito, después de un rato parece aburrirse, se levanta del sofá y se marcha, realmente esté enojado, azota la puerta, mi acompañante me mira desconcertado.

Ambos vemos una película, él me invita a salir y yo accedo, lo que de verdad deseo es poder irme de aquí, pero para mí desgracia mis padres vendrán y eso no ayuda mucho.

Idali

Me despierto y comienzo a vestirme, tomo un jean azul, una playera negra que me queda bastante justa y que marca mi abdomen y mis zapatos negros, tomo mi teléfono y le envió un mensaje a mi primo.

Idali

Paso por ti en un rato, apenas voy saliendo

Eithan

Perfecto, así me da tiempo de preparar unas cosas

Responde después de unos minutos, salgo de la habitación y estoy a nada de tocar la puerta del cuarto de Meli, pero me arrepiento, busco a Dylan, pero no se encuentra en su cuarto y algo me dice que no paso la noche aquí, ya que su cama esta tendida.

Preparo un licuado de fresa y me encamino en busca de mi primo, sólo espero que Dylan no se moleste, pero necesitaba sacar a mi primo de su casa por un rato, el camino es largo, pero no tardo tanto debido a la falta de tráfico...

Idali

Ya estoy afuera

No tarda mucho en salir, viene con una maleta deportiva, al parecer se quedará unos días, entra al auto bastante emocionado.

—¿Listo? —cuestiono al notarlo un poco nervioso.

—Si, aunque espero y tus amigos no se molesten —responde algo nervioso.

—Tranquilo, ya verás que les caerás bien —digo divertido — Es raro que estés nervioso, regularmente actúas normal.

—Llámalo locura o no sé, pero tengo un presentimiento y no sé si sea bueno o malo —confiesa y comienza a mover sus pies, algo típico de él cuándo está nervioso, le resto importancia a su respuesta y nos encaminamos de regreso a la casa de Dylan, tardamos un poco más, pero llegamos a nuestro destino, entramos y le indico a mi primo donde se encuentra mi habitación, ya que tiene dos camas, ahora debo buscar a Dylan para comentarle, en mi búsqueda veo que sale de la habitación de Emma.

—Pero ¿qué ha pasado? —cuestiono asombrado.

—Nada, solo dormí con ella —confiesa algo sonrojado.

—Ajá —digo divertido

—Hablo en serio.

—Te creo, sé que tú no eres así y ella no es de esas chicas.

—Bien, ¿para qué me buscabas? —cuestiona serio.

—Mi primo ha venido a pasar tiempo aquí, espero y no te moleste —digo algo preocupado, él me mira con el ceño fruncido — Te iba a decir ayer, pero no te encontré y hoy en la mañana también te busque, pero no se me ocurrió que...

—Tranquilo, mis padres te ven como un hijo y yo como un hermano —me interrumpe despreocupado — Aunque pensé que deseabas pasar tiempo con Meli.

—Amm, eso... pasa que discutimos y ayer trajo a un tipo y empezó a comportarse muy cariñosa con él y....

—Te hirvió la sangre —completa divertido, yo asiento y me encamino a buscar a mi primo, ya que Dylan saldrá a comprar unas cosas con Emma.

Meli

Me acuesto en el sofá cuando escucho que alguien baja las escaleras, volteó a fijarme y es Idali, pero viene platicando con alguien, la verdad me gusta fisgonear así que volteó "disimuladamente", ver a su acompañante me causa mucha emoción, alegría y de todo por ver que es Eithan.

—¡Primooooo! —grito a todo pulmón —Que bueno que viniste, ya necesitaba a alguien con quien hacer estupideces —añado antes de que Idali pueda decir algo jalo a Eithan y hago que se siente a mi lado. Idali serio, demasiado para ser específica, se sienta en el sofá de alado con los brazos cruzados, comienzo a convivir con Eithan desde hace poco y ya le he agarrado cariño, es un gran amigo, además él me ha ayudado a acercarme más a Idali, aunque ahora eso no sirva de mucho, la película termina y decido llevar a Eithan a mi recamara.

—Ya me vas a dejar hablar con MI primo o tengo que sacar cita —protesta Idali poniendo énfasis en la palabra "mí".

—Pues ya que —replico de mala gana, Eithan e Idali se encaminan a la puerta para salir. En la ventana puedo ver que llega Emma acompañada de Dylan y como me encanta poner incómoda a Emma salto del sofá y corro en dirección a ellos.

—Emma al fin te veo —la saludo, al tener cerca de Eithan lo empujo.

—¿No la vas a saludar PRIMO? —inquiero picara, poniendo énfasis en lo último para que Idali me escuche, Eithan y Emma se tensan demasiado, aunque eso no es todo, Dylan parece estar enfadado, bueno, la palabra correcta es desconcertado y celoso, después de la escena tan incómoda que les hice pasar, Idali y Eithan se marchan y Emma se acerca a mí con mirada de "me las vas a pagar".

—¿Qué?, ¿Te sientes bien? —inquiero con cierto cinismo en mi voz.

—¿Podemos hablar? —cuestiona y yo accedo —¿Qué rayos te pasa?, sabes que yo ya quiero superarlo y eso no me ayuda mucho —me reprocha molesta.

—Yo sólo quiero ayudar —confieso con inocencia.

—¡Yo ya no le importo! —grita molesta y dolida — Es mi especie de amor platónico, sólo eso... puede sonar tonto, pero muy a mi pesar me sigue gustando, pero también sé que la gran amistad que tuve con él y la corta relación es algo que el viento se llevó, fui su amor pasajero —suspira, de verdad le sigue doliendo — Creo que siempre lo he sabido, no es como que sea tan importante como para haber impactado su vida... para el siempre seré algo poco relevante, aunque para mi sea todo lo contrario —añade, sus ojos se cristalizan, vaya que me ha dejado sin palabras, al ver que no diré nada se marcha.

¡Ay, Melissa!, ¿Qué hiciste? 

Confieso que me siento mal, por una parte, tiene razón, lo cierto es que no es bonito verla sufrir, esta mujer debe reforzarse más y no ser tan sentimental, ella necesita ser fuerte.

Después del sermón que me dio Emma respecto a que ya no debo hacer eso, porque ella ya lo quiere superar y mamada y media sale de la casa con sus hermanos, no entiendo porque se molesta, a mí no me engañan, mejor que nadie sé que estos dos se siguen queriendo yo nada más les quiero dar una ayudadita.

Dylan se molestó por lo que hice, pero como es imposible enojarse conmigo no me ha dejado de hablar, razón por la cual me aprovecho para hacer mis cosas. Como ya es noche decido ir a dormir, en comparación con otras noches, está no me permite conciliar el sueño, así que decido bajar a la cocina para comer o tomar algo, escucho que alguien abre la puerta, veo que entran Idali y Eithan, siento como se acercan a donde estoy y me percató de que Idali está un muy tomado.

—¿Por qué se puso así? —inquiero seria.

—No lo sé —responde, es obvio que sí, insisto a que confiese, pero este se niega.

Salgo indignada de la cocina, siento que alguien me toma por la cintura, desconcertada volteó y veo que es Idali, realmente se ve mal, trato de soltarme, pero es inútil, ya que si hago un movimiento brusco puedo a tirar mis galletitas y mi vaso con leche, ah sí; y él se puede caer, pero mi comida importa más.

Me quedo quieta a esperar a ver con que pendejada me va a salir este hombre, volteó a verlo a los ojos, pero lo que viene no lo veo venir, nuestros labios se funden, el sabor a alcohol predomina su calidez natural, pero no me importa, es un beso tierno con algo de pasión, sus besos me encantan, todo de él, su cuerpo bien definido, su sonrisa llena de miles de cosas escondidas, sus ojos, eso malditos ojos que me dejan embelesa.

Lo miro atónita, mi orgullo puede mucho más que lo que siento, de forma brusca me separo de él, permanece un momento con los ojos cerrados cuando de su boca salen esas palabras que tanto he anhelado y esperado, pero que me aterra escuchar.

— Te amo —me quedo perpleja ante su confesión, me percato de que ya no me tiene sujeta, guardo silencio y lo dejo solo, mis galletas, no se comparan en nada al manjar de sus labios.