Juan Manuel

I.80 de altura, piel blanca, ojos color miel, pelo castaño, dientes perfectos blanquísimos, manos largas y elegantes con uñas muy bien cuidadas, desciende de españoles y Franceses.  

Profesión Contador Público con una maestría de auditor, habla varios idiomas.

Lugar de trabajo Banco Nacional de México sucursal Guadalajara Jalisco México

Puesto, director General

Autoestima muy elevada

Edad 32 años

Baudelia

1.65 de estatura, piel canela, ojos negros, pelo largo negro y ondulado, cintura pequeña, busto mediano, caderas no muy prominentes, su padre es de origen humilde, nativo de su pueblo natal con raíces prehistóricas, su madre desciende de sangre nativa con español. 

Profesión modista de alta costura.

Autoestima muy baja.

Edad 17 años

Ellos contrajeron matrimonio por motivos muy diferentes.

Juan Manuel, por motivos de trabajo, sin sentir ni una pizca de amor por su actual esposa, sin embargo esta loco de amor por Judith su primera pareja cinco años mayor que él.

Baudelia, enamorada de Juan Manuel desde la primera vez que lo vio.

Él se casó con el firme propósito de ocupar un puesto de más rango en su trabajo, él cumplía con todos los requisitos menos uno, ser casado.

Ella se casó, por el amor que sentía por él, desde el primer momento que lo vio.

Si tu pareja se casa contigo estando enamorado de otra persona, definitivamente, no va a salir nada bien, aunque tu pienses lo contrario.

Baudelia creía firmemente que Juan Manuel la había escogido entre todas las mujeres que revoloteaban alrededor de él, porque estaba realmente enamorado de ella, pero lo que ella no sabía era que el corazón de su amado ya estaba ocupado por alguien que difícilmente ella no  podía desbancar.

Ella confundió su desamor, como un excesivo respeto hacia su persona, tuvo la oportunidad de conocer el verdadero amor que le profesaba José Juan, un joven que se enamoró de ella cuando apenas tenía 15 años desoyendo a su corazón por la atracción que sentía por su esposo.

Y esto fue lo que paso.

Baudelia

—Me pellizco los brazos porque creo que estoy soñando, pero el dolor que siento en ellos me dice que no estoy soñando, que es una bella realidad la que estoy viviendo, soy la esposa de Juan Manuel Lombardi, soy la señora Baudelia Paredes de Lombardi que felicidad.

Después de casi una semana, de ser la esposa de Juan Manuel, esta noche se va a consumar nuestro matrimonio. 

Llegamos a la habitación del hotel, esta igual de lujosa que todo el edificio, recorro la vista y quede extasiada con todo lo que mis ojos ven.

En medio de la habitación, se encuentra la cama, está es más grande que la de mis padres, que es de tamaño matrimonial, la pared, es color rosa palo, el techo es blanco, la cabecera de la cama, es del mismo color, arriba de la cabecera, esta un cuadro muy bonito, con flores con colores pastel.

A mí, me hubiera gustado, que en lugar del cuadro estuviera un crucifico, cómo en todas las cabeceras de las camas, creo que no pusieron un cristo, pues es la habitación nupcial y lo que acontece en ella no es digna de verla un cristo crucificado, la cama tiene un cubrecamas azul, con pequeños puntos blancos, a los lados están las mesitas de noche con su respectiva lámpara para leer.

A la derecha, está una  ventana grande con una cortina gris, al pie de la ventana, esta una mesita de vidrio con dos sillas, desde allí se ve la majestuosa ciudad, es una vista maravillosa, a un lado esta una puerta, es un gran armario para guardar nuestras pertenencias, del lado izquierdo, esta otra puerta.

La abro y me encuentro con un baño de lujo que mis ojos jamás habían visto.

Al lado derecho, esta una tina de baño, majestuosa alrededor hay varias veladoras aromática, le sigue un gran espejo, donde se encuentran los lavamanos,  en las  jaboneras, hay unos jabones que despiden un rico aroma, las toallas para secar las manos, son de una tela muy fina las llaves, son cromadas de acero inoxidable, había dos elegantes batas de baño,  tenían unas letras, una dice, ELLA y la otra El.

Al frente, está el servicio de dos escusados uno dice toilette, y el otro bidet, sabe que quedran decir, al fondo esta otro muy raro dice migitorio para  hombres. Juan Manuel, al ver mi cara de asombro, me explico para que eran,  mis ojos, no habían visto nada igual el piso, es blanco y negro al pie de la tina, estaba un bonito tapete, para evitar caídas.

Todo eso era nuevo para mi, Juan Manuel me dijo que cuando hiciera  mis necesidades del cuerpo jalara una cadena que cuelga de un deposito de agua, el se porta amable, pero no hace nada para tener intimidad, ni siquiera hace por besarme y yo muero por besarlo, pero no me atrevo que va a pensar de mi. 

Juan Manuel.

Por fin estamos en la habitación del hotel, no es nada del otro mundo, pero Baudelia mira todo con asombro, pobre ilusa, ni siquiera sabía para que servían los muebles del baño tuve que explicarle para que servían y como se usan, creo que me equivoque en haberla elegido para esposa, pero ya no hay vuelta atrás, tengo que contratar a una educadora muy eficiente para poder presentarla a mis amistades, eso no se puede posponer. 

Ella me ve con insistencia, creo que quiere tener intimidad, pero no puedo, tan solo de pensar en que tengo que cumplir con mis obligaciones maritales  quisiera correr y dejar todo atrás, siento que estoy traccionando a Judith, no se porque no le hice caso, ella sabía lo que iba a pasar si yo le decía a mi madre de nuestra relación. No puedo perdonar, ni a mi madre mucho menos a Eva, estoy seguro que ella fue la que maquino todo, para lograr separarnos, maldita y mil veces maldita. 

Ahí esta mi flamante mujercita mirándome como si fuera un borrego a medio morir, tiene razón Octavio es hermosa no lo puedo negar, más a mi favor para cuando aparezca Judith, y me divorcie de ella, pronto va a encontrar a otro que la ame y le de todo lo que yo no puedo darle, pero no se puede quejar, si no puedo darle amor, la voy a compensar con bienes materiales, la voy a convertir en toda una dama, va a ser la envidia de todos los que la conocen, es como una piedra en bruto que yo voy a pulir.